2018-ASUNCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA
También hoy de manera sinfónica todas las Santas Iglesias de oriente y de occidente celebran al Señor glorificado en el Espíritu Santo para la gloria del Padre en la memoria de la Asunción gloriosa o tránsito de la siempre bienaventurada Virgen María.
Esta fiesta antiquísima procede de Jerusalén y recibe diversos nombres, ya sea Kóimêsis (dormición) o Análêmpsis (asunción).
En sustancia celebran el mismo misterio: la glorificación de la Madre de Dios como esperanza de la glorificación de toda la Iglesia en Cristo.
María, fue asimilada total y para siempre a la glorificación del Señor Resucitado.
La que concibió al Verbo de Dios por obra del Espíritu Santo ha sido asunta en la gloria del Hijo en el Espíritu Santo divinizante y glorificada en su condición materna y virginal, cuerpo y alma.
Realmente es una fiesta maior. La celebración de los santos Misterios y de la Liturgia de las Horas ofrece un riquísimo tesoro litúrgico, de una extraordinaria profundidad.
Celebremos con gozo la Asunción de la Virgen María.
Nos place transcribir el nº 69 de la Lumen Gentium: “Es motivo de gran gozo y consuelo para este santo Concilio el que también entre los hermanos separados no falten quienes tributan el debido honor a la Madre del Señor y Salvador, especialmente entre los Orientales, que concurren con impulso ferviente y ánimo devoto al culto de la siempre Virgen Madre de Dios. Ofrezcan todos los fieles súplicas apremiantes a la Madre de Dios y Madre de los hombres para que ella, que ayudó con sus oraciones a la Iglesia naciente, también ahora, ensalzada en el cielo por encima de todos los ángeles y bienaventurados, interceda en la comunión de todos los santos ante su Hijo hasta que todas las familias de los pueblos, tanto los que se honran con el título de cristianos como los que todavía desconocen a su Salvador, lleguen a reunirse felizmente, en paz y concordia, en un solo Pueblo de Dios, para gloria de la Santísima e indivisible Trinidad”.