2019 – DOMINGO V DE CUARESMA
Domingo del perdón de la mujer adúltera.
Toda la Iglesia, pecadora en sus miembros, se identifica al final de la Cuaresma con la mujer adúltera.
El Señor escribe en el suelo una sentencia de amor y declara su perdón.
Desde Jesús ya no nos podemos acusar unos a otros.
El silencio de Jesús anticipa su silencio en las horas de la Pasión, cuando llevará el pecado de todos.
Tampoco Israel debe recordar las cosas antiguas, sus infidelidades, porque el Señor ha abierto un camino nuevo; también para nosotros, Nuevo Israel.
Este Domingo, en el Ordo Vetus, comenzaba el Tiempo de Pasión y se llamaba Domingo I de la Pasión del Señor.
Antes de la formación actual de la Cuaresma era el núcleo más antiguo de la preparación para la Pascua, que consistía (entre otras prácticas) en el ayuno de 12 días que terminaba con la comunión eucarística en la aurora de Pascua.
También se velaban las cruces para preparar la solemne ostensión y adoración de la Cruz el Viernes Santo.
Como indicios del antiguo tiempo de Pasión queda la obligatoriedad de usar el Prefacio I de la Pasión del Señor en las ferias, la posibilidad de utilizar la himnodia de la Semana Santa en el Oficio, y también la eventual velación de las imágenes.