XXVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO – 10-15/10/2022 – XXVIII SETMANA DE DURANT L’ANY
LUNES Misa: Gál 4, 22-24. 26-27. 31—5, 1; Sal 112, 1b-2. 3-4. 5a y 6-7; Lc 11,29- 32 Pedir un signo prodigioso es tentar a Dios e ir contra la virtud de la fe. De forma enigmática, Jesús afirma que lo único que recibirán las generaciones es el “signo de Jonás“: interpreta el relato de muerte y resurrección del profeta como vaticinio de su misterio pascual. El único signo de Dios en la historia es el Señor Crucificado y Resucitado no puede esperarse otro. El Señor permanece como Cuerpo entregado por siempre. El signo de la Cruz gloriosa provoca la conversión, como para los habitantes de Nínive la predicación de un hombre de Dios, ya que el Señor “es más de Jonás“. La reina del Sur representa a la Iglesia que se levanta de todos los confines de la tierra para escuchar la Sabiduría del Padre: el Señor, que “es más que Salomón“. Quienes son “paganos” a nuestros ojos muy a menudo ponen en evidencia nuestra incredulidad. MARTES Misa: Gál 5, 1-6; Sal 118, 41. 43. 44. 45. 47. 48; Lc 11, 37-41 En la perícopa anterior al Evangelio de hoy, Jesús hablaba del “ojo“, interior, como “lámpara“, luz, del juzgar y actuar de la persona. Teniendo esto presente, se comprende la dureza de las palabras del Maestro hacia el fariseo: el conocimiento de la Ley, la luz que Yahvé dio a su pueblo, no le ha llevado a “ver“, vivir recta y plenamente, sino que lo ha prostrado en la ceguera existencial, “¡Necios!“, de quienes no practican la religión para crecer en integridad sino sólo para justificar su raquitismo espiritual y humano. MIÉRCOLES BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL PILAR La Virgen del Pilar es una advocación mariana del Reino de España que tiene como centro y origen la venerable imagen, colocada encima de un pilar, en la basílica del Pilar de Zaragoza. La Sede Metropolitana “Cesar Augustana” es una de las más antiguas de Hispania. Ella representa el pilar de la fe de las santas Iglesias y, como María, Reina de los apóstoles, sostiene con su intercesión materna su misión. La devoción a la Bienaventurada Virgen María del Pilar está muy extendida en España y Hispanoamérica. Misa: 1 Crón 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2 (o bien: Hch 1, 12-14); Sal 26, 1. 3. 4. 5; Lc 11, 27-28 Lucas menciona entre los discípulos que esperaban el don de Pentecostés a la Madre de Jesús: la nombra como una más entre apóstoles y familiares de Jesús. ¿Dónde podía estar la Madre del Señor si no allí, junto a los que habían amado a su Hijo? María permanece en medio de la Iglesia orante: es figura de la “ecclesia orans“. Al mismo tiempo, con qué reverencia debían mirar a la Madre los discípulos: era la mujer que había contemplado a su Hijo crucificado en la Cruz. Pero la historia de Jesús no había concluido; como decía Toni Catalá (sj): “la muerte no tiene la última palabra“. Ahora debían esperar el último don y el más grande, la Promesa del Padre, el Espíritu. María sabía algo más sobre este misterio, ya que se le habían dirigido aquellas palabras: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti“. Ella había recibido de manera anticipada el Don del Espíritu, un Pentecostés que anunciaba el Pentecostés de toda la Iglesia. Ella había sido protagonista como madre del nacimiento del Hijo, y ahora sería testigo del nacimiento de la Iglesia, “Christus totus“. Ella estaba con los apóstoles esperando el Don del Espíritu, y ella continua en la Iglesia intercediendo con nosotros y por nosotros. María y la Iglesia se confunden en un mismo misterio en el cual convergen la misma fe y caridad. Ella es Madre y Hermana nuestra en el camino de la fe. Y porque su acto de fe es perfecto y precede al de todos los creyentes en Jesús, ella es el pilar de nuestra fe. JUEVES Misa: Ef 1, 1-10; Sal 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4. 5-6; Lc 11, 47-54 Escuchamos el final de las acusaciones del Señor contra los letrados y juristas. Jesús retoma el lenguaje de los oráculos de los antiguos profetas. El espíritu profético se revela en Él como lamentación por lo que hubiese podido ser y no ha sido. Las palabras de Jesús son siempre vigentes en la Iglesia: somos contradictorios y falsos. La sangre de los asesinados por causa de la Palabra de Dios jamás es olvidada por Yahvé: “Se pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo“. Jesús expiará la culpa, ya que será el mediador de la Nueva Alianza y su sangre “habla mejor que la de Abel” (Heb 12, 24). El Maestro afirma valientemente que el saber de Dios, “la llave de la ciencia” pertenece a los humildes y “limpios de corazón” (Mt 5, 8): ellos ven la Verdad. VIERNES Misa: Ef 1, 11-14; Sal 32, 1-2. 4-5. 12-13; Lc 12, 1-7 Jesús se dirige a nosotros, sus discípulos, con una gran ternura: “Amigos míos“. Sabe que va a morir en Jerusalén, y prepara a sus seguidores: deben saber qué es lo nuclear en su seguimiento. Lo importante es no dejarse contaminar por la mentira “la levadura de los fariseos, su hipocresía“. Vivir en comunión con quien es la verdad y la vida (Jn 14, 6) lleva a vivir sin miedo a la “hermana muerte” (san Francisco) y en alerta serena hacia las astucias de quien es “mentiroso y padre de la mentira” (Jn 8, 44). SÁBADO SANTA TERESA DE JESÚS, virgen y doctora de la Iglesia “A las cinco de la tarde, víspera de San Francisco, pidió el Santísimo Sacramento, y estaba ya tan mala, que no se podía revolver en la cama, sino que dos religiosas la volviesen, y mientras que no venía el Viático, comenzó a decir a todas las religiosas, puestas las manos, y con lágrimas en sus ojos: «Hijas mías y señoras mías, por amor de Dios las pido tengan gran cuenta con la guarda de la Regla y Constituciones, que si la guardan con la puntualidad que deben, no es menester otro milagro para canonizarlas, ni miren el mal ejemplo que esta mala monja las dio y ha dado, y perdónenme». Y en este punto acertó a llegar el Santísimo Sacramento, y con estar tan rendida, se levantó encima de la cama, de rodillas, sin ayuda de nadie, y se iba a echar della si no la tuvieran; y poniéndosele el rostro con grande hermosura y resplandor, e inflamada en el divino amor, con gran demostración de espíritu y alegría, dijo al Señor cosas tan altas y divinas, que a todos ponía gran devoción. Entre otras le oí decir:«¡Señor mío y esposo mío!, ya es llegada la hora deseada; tiempo es ya que nos veamos, amado mío y Señor mío; ya es tiempo de caminar; vamos muy en hora buena; cúmplase vuestra voluntad; ya es llegada la hora en que yo salga deste destierro, y mi alma goce, en uno, ¡de Vos que tanto ha deseado!“ (Declaración de la Hna. María de San Francisco, testigo de la muerte de la Santa) Misa: Eclo 15, 1-6; Sal 88, 2-3. 6-7. 8-9. 16-17. 18-19; Mt 11, 25-30 “Cantaré eternamente las misericordias del Señor” es el estribillo del Salmo responsorial, que santa Teresa utiliza frecuentemente en sus escritos. El elogio de la sabiduría, primera lectura, se aplica a la santa de Ávila. La sabiduría de Dios es la humanidad de Cristo y la donación del Espíritu Santo. Santa Teresa, en su itinerario espiritual, encontró y gozó de esta sabiduría. Sabiduría divina que rezuma en toda su vida y en cada una de sus obras. Las imágenes del libro del Eclesiástico se aplican a la santa. Ella, en oración obstinada primero, regalada después, bebió a raudales “del agua de la sabiduría“. En el Evangelio, escuchamos el “Himno del gozo“. Se selecciona esta perícopa porque Teresa de Jesús, apodándose a menudo como “mujer ruin“, forma par te de los “pequeños“, humildes, a quienes el Padre del cielo revela los secretos del Reino y por los cuáles Jesús dio gracias. Ella entró por el camino de la humildad “andar en verdad, en lo que Dios “ha escondido a los sabios y entendidos de este mundo“. Entró en el castillo interior de su alma, todo él “de cristal, luminoso palacio y perla oriental, con inmensas moradas” (“El alma es de cristal”, canto de Rafael Mª León, ocd). También en el Evangelio escuchamos: “A quien el Hijo se lo quiera revelar“. La mística abulense recibió esta revelación en la oración: allí el Señor le comunicó el conocimiento de la gloria y del amor de Dios. Ciertamente, el Señor quiso mostrar a su esposa lo más íntimo del amor de Dios Trinidad: “Paréceme a mí que el Espíritu Santo debe ser me dianero entre el alma y Dios y el que la mueve con tan ardientes deseos, que la hace encender en fuego soberano, que tan cerca está. ¡Oh Señor, qué son aquí las misericordias que usáis con el alma! Seáis bendito y alabado por siempre, que tan buen amador sois” (“Conceptos del amor de Dios” 5,5). De la tradición mística de Occidente “No os pido ahora que penséis en Él ni que saquéis muchos conceptos ni que hagáis grandes y delicadas consideraciones con vuestro entendimiento; no os pido más de que le miréis. Pues ¿quién os quita volver los ojos del alma, aunque sea de presto si no podéis más, a este Señor? (…). Pues nunca, hijas, quita vuestro Esposo los ojos de vosotras. (…) ¿y es mucho que, quitados los ojos de estas cosas exteriores, le miréis algunas veces a Él? Mirad que no está aguardando otra cosa, como dice a la esposa, sino que le miremos. Como le quisiereis, le hallaréis. Tiene en tanto que le volvamos a mirar, que no quedará por diligencia suya“ Santa Teresa de Jesús, “Camino de Perfección” 26,3. (Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.463)
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DILLUNS Missa: Ga 4, 22-24. 26-27. 31—5, 1; Sal 112, 1-2. 3-4. 5-7; Lc 11, 29-32 Demanar “un senyal prodigiós” és temptar Déu i anar contra la virtut de la fe. De manera enigmàtica, Jesús afirma que l’únic que rebran les generacions és el “senyal de Jonàs“: interpreta el relat de mort i resurrecció del profeta com a vaticini del seu misteri pasqual. L’únic signe de Déu en la història és el Senyor Crucificat i Ressuscitat: no pot esperar-se’n d’altre. El Senyor roman com Cos lliurat per sempre. El signe de la Creu gloriosa provoca la conversió, com per als habitants de Nínive la predicació d’un home de Déu, ja que el Senyor és “més que Jonàs“. La reina “del país del sud” representa l’Església que s’aixeca de tots els confins de la terra per escoltar la Saviesa del Pare: el Senyor, que és “més que Salomó“. Els qui són “pagans” als nostres ulls molt sovint posen en evidència la nostra incredulitat. DIMARTS Missa: Ga 5, 1-6; Sal 118, 41. 43. 44. 45. 47. 48; Lc 11, 37-41 En la perícopa anterior a l’Evangeli d’avui, Jesús parlava de l’”ull“, interior, com a “llum lit.: llàntia” del jutjar i actuar de la persona. Tenint això present, es comprèn la duresa de les paraules del Mestre cap al fariseu: el coneixement de la Llei, la “llum” que Jahvè va donar al seu poble, no l’ha portat a “veure“, viure recta i plenament, sinó que l’ha prostrat en la ceguesa existencial “Necis!” dels qui no practiquen la religió per créixer en integritat sinó només per a justificar el seu raquitisme espiritual i humà. DIMECRES MARE DE DÉU DEL PILAR La Mare de Déu del Pilar és una advocació mariana del Regne d’Espanya que té com a centre i origen la venerable imatge, col·locada damunt d’un pilar, a la basílica del Pilar de Saragossa. La Seu Metropolitana “Cesar Augustana” és una de les més antigues d’Hispània. Ella representa el pilar de la fe de les santes Esglésies i, com Maria, Reina dels apòstols, sosté amb la seva intercessió materna la seva missió. La devoció a la Mare de Déu del Pilar està molt estesa a Espanya i a Hispanoamèrica. Missa: 1Cr 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2 (o bé: Fets 1, 12-14); Sal 26, 1. 3. 4. 5; Lc 11, 27-28 Lluc esmenta entre els deixebles que esperaven el do de Pentecosta, la Mare de Jesús: en fa referència com una més. ¿On podia estar la Mare del Senyor si no allà, al costat dels qui havien estimat el seu Fill? Maria roman enmig de l’Església que prega: és figura de la “ecclesia orans“. Al mateix temps, amb quina reverència havien de mirar a la Mare els deixebles: era la dona que havia contemplat el seu Fill crucificat a la Creu. Però la història de Jesús no havia conclòs; com deia Toni Català (sj): “la mort no té l’última paraula“. Ara havien d’esperar l’últim do i el més gran, la Promesa del Pare, l’Esperit. Maria sabia alguna cosa més sobre aquest misteri, ja que se li havien dirigit aquelles paraules: “L’Esperit Sant vindrà sobre teu“. Ella havia rebut de manera anticipada el Do de l’Esperit, una Pentecosta que anunciava la Pentecosta de tota l’Església. Ella havia estat protagonista com a mare del naixement del Fill, i ara seria testimoni del naixement de l’Església, “Christus totus“. Ella estava amb els apòstols esperant el Do de l’Esperit, i ella continua en l’Església intercedint amb nosaltres i per nosaltres. Maria i l’Església es confonen en un mateix misteri en el qual convergeixen la mateixa fe i caritat. Ella és Mare i Germana nostra en el camí de la fe. I perquè el seu acte de fe és perfecte i precedeix el de tots els creients en Jesús, ella és el pilar de la nostra fe. DIJOUS Escoltem el final de les acusacions del Senyor contra els lletrats i juristes. Jesús reemprèn el llenguatge dels oracles dels profetes. L’esperit profètic es revela en Ell com a lamentació per tot allò que hauria pogut ser i no ha estat. Les paraules de Jesús són sempre vigents en l’Església: som contradictoris i falsos. La sang dels homes i dones assassinats per causa de la Paraula de Déu mai és oblidada per Jahvè: “Déu demanarà comptes a la gent d’ara de la sang dels profetes vessada des de la creació del món“. Jesús expiarà la culpa, ja que serà el mitjancer de la Nova Aliança i la seva sang “parla més favorablement (lit.: millor) que la d’Abel” (He 12,24). El Mestre afirma valerosament que el saber de Déu, “la clau del coneixement de Déu o de la ciència” pertany als humils i “nets de cor” (Mt 5,8): ells veuen la Veritat. DIVENDRES Missa: Ef 1, 11-14; Sal 32, 1-2. 4-5. 12-13; Lc 12, 1-7 Jesús es dirigeix a nosaltres, els seus deixebles, amb una gran tendresa: “Amics meus“. Sap que morirà a Jerusalem, i prepara als seus seguidors: han de saber què és allò nuclear en el seu seguiment. L’important és no deixar-se contaminar per la mentida, “el llevat dels fariseus, la seva hipocresia“. Viure en comunió amb qui és la veritat i la vida (Jo 14,6) porta a viure sense por a la “germana mort” (sant Francesc) i en alerta serena davant les astúcies de qui és “mentider i pare de la mentida” (Jo 8,44). DISSABTE SANTA TERESA DE JESÚS, verge i doctora de l’Església ” A las cinco de la tarde, víspera de San Francisco, pidió el Santísimo Sacramento, y estaba ya tan mala, que no se podía revolver en la cama, sino que dos religiosas la volviesen, y mientras que no venía el Viático, comenzó a decir a todas las religiosas, puestas las manos, y con lágrimas en sus ojos: «Hijas mías y señoras mías, por amor de Dios las pido tengan gran cuenta con la guarda de la Regla y Constituciones, que si la guardan con la puntualidad que deben, no es menester otro milagro para canonizarlas, ni miren el mal ejemplo que esta mala monja las dio y ha dado, y perdónenme». Y en este punto acertó a llegar el Santísimo Sacramento, y con estar tan rendida, se levantó encima de la cama, de rodillas, sin ayuda de nadie, y se iba a echar della si no la tuvieran; y poniéndosele el rostro con grande hermosura y resplandor, e inflamada en el divino amor, con gran demostración de espíritu y alegría, dijo al Señor cosas tan altas y divinas, que a todos ponía gran devoción. Entre otras le oí decir: «¡Señor mío y esposo mío!, ya es llegada la hora deseada; tiempo es ya que nos veamos, amado mío y Señor mío; ya es tiempo de caminar; vamos muy en hora buena; cúmplase vuestra voluntad; ya es llegada la hora en que yo salga deste destierro, y mi alma goce, en uno, ¡de Vos que tanto ha deseado!“.(Declaració de la Gna. Maria de Sant Francesc, testimoni presencial de la mort de la Santa) “Senyor, cantaré tota la vida els vostres favors” és l’inici del Salm responsorial, que santa Teresa utilitza freqüentment en els seus escrits. L’elogi de la saviesa, primera lectura, s’aplica a la santa d’Àvila. La saviesa de Déu és la humanitat de Crist i la donació de l’Esperit Sant. Santa Teresa, en el seu itinerari espiritual, va trobar aquesta saviesa i va gaudir-ne. Saviesa divina que traspua en tota la seva vida i en cadascuna de les seves obres. Les imatges del llibre de l’Eclesiàstic s’apliquen a la santa. Ella, en oració obstinada primer, “regalada” després, va beure a dolls de “l’aigua de la intel·ligència lit.: de la saviesa“. En l’Evangeli, escoltem “l’Himne de la joia“. Se selecciona aquesta perícopa perquè Teresa de Jesús, anomenant-se a si mateixa tot sovint com a “mujer ruin“, forma part dels “senzills“, humils, a qui el Pare del cel revela els secrets del Regne i pels qui Jesús va donar gràcies. Ella va entrar pel camí de la humilitat, “andar en verdad” en allò que Déu ha amagat “als savis i entesos” d’aquest món. Va entrar al castell interior de la seva ànima, tot ell “de cristal, luminoso palacio y perla oriental, con inmensas morades” (El alma es de cristal, cant de Rafael Maria León, ocd). També en l’Evangeli escoltem: “A qui el Fill el vol revelar“. La mística d’Àvila va rebre aquesta revelació en l’oració: allà, el Senyor li comunicà el coneixement de la glòria i de l’amor de Déu. Certament, el Senyor va voler mostrar a la seva esposa el més íntim de l’amor de Déu Trinitat: “Paréceme a mí que el Espíritu Santo debe ser medianero entre el alma y Dios y el que la mueve con tan ardientes deseos, que la hace encender en fuego soberano, que tan cerca está. ¡Oh Señor, qué son aquí las misericordias que usáis con el alma! Seáis bendito y alabado por siempre, que tan buen amador sois· (Conceptos del amor de Dios 5,5). De la tradició mística d’Occident “No os pido ahora que penséis en Él ni que saquéis muchos conceptos ni que hagáis grandes y delicadas consideraciones con vuestro entendimiento; no os pido más de que le miréis. Pues ¿quién os quita volver los ojos del alma, aunque sea de presto si no podéis más, a este Señor? (…). Pues nunca, hijas, quita vuestro Esposo los ojos de vosotras. (…) ¿y es mucho que, quitados los ojos de estas cosas exteriores, le miréis algunas veces a Él? Mirad que no está aguardando otra cosa, como dice a la esposa, sino que le miremos. Como le quisiereis, le hallaréis. Tiene en tanto que le volvamos a mirar, que no quedará por diligencia suya“. Santa Teresa de Jesús, “Camino de Perfección” 26,3. (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.444ss) |