XXVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO – 03-08/10/2022 – XXVII SETMANA DE DURANT L’ANY
LUNES Misa: Gál 1, 6-12; Sal 110, 1b-2. 7-8. 9 y 10; Lc 10, 25-37 Jesús ilustra el mandamiento principal de la Ley de Dios con la célebre parábola del buen samaritano, que encuentra su interpretación cristológica en el Prefacio común VIII: “También hoy, como buen samaritano, se acerca a todo hombre, que sufre en su cuerpo o en su espíritu para curar sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza“. Da culto a Dios quien, con suma caridad, atiende al hermano malherido en el camino. La comparación de Jesús es fuerte: un extranjero hereje glorificó al Padre del cielo y no los pretendidamente observantes judíos. Moraleja: “Anda y haz tú lo mismo“. MARTES SAN FRANCISCO DE ASÍS San Francisco de Asís murió la noche entre el 3 y el 4 de octubre del año 1226, en el convento de la Porciúncula. Había nacido en la misma ciudad el 5 de julio de 1182: tenía pues 44 años. La suya fue una muerte pascual: mandó leer la Pasión del Señor desde el capítulo 13 de san Juan. Enseguida rogó que le trajesen un pan y lo repartió entre los presentes en señal de paz y de amor fraternal diciendo: “Yo he hecho cuanto estaba de mi parte, que Cristo os enseñe a hacer lo que está de la vuestra“. Mandó que le prestaran una túnica para morir con suma pobreza. Sus hermanos le tendieron por tierra y le cubrieron con un viejo hábito. Francisco exhortó a sus hermanos al amor de Dios, de la pobreza y del Evangelio, “por encima de todas las reglas“, y bendijo a todos sus discípulos, tanto a los presentes como a los ausentes. Mientras agonizaba, sus hermanos cantaban el “Cántico al hermano sol“, con el verso, que hacía poco había añadido: “Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar“. Desposado con la santa Pobreza moría el pobrecillo de Asís. El Amado le había regalado un cuerpo semejante al suyo, ya que desde el año 1224 había recibidos los “signos” o estigmas de la Pasión. Misa: Gál 1, 13-24; Sal 138, 1b-3. 13-14ab. 14c-15; Lc 10, 38-42 María acoge la Palabra creando en ella un silencio activo, receptivo y amoroso. Marta, atareada, interrumpe a la Palabra. La suave reprensión del Señor es una enseñanza para la Iglesia de todos los tiempos: la “diakonía” será siempre ejercida por la Iglesia, pero jamás debe olvidar la “parte mejor“, estar con el Señor y tener parte con Él. Si no es así, la Iglesia anda inquieta y nerviosa en su servicio de misión y caridad, y entonces la “diakonía” se convierte en filantropía o ideología. Los cristianos no son voluntarios, son apóstoles. La acción de la Iglesia debe ir acompañada de la oración, antes, durante y después, ya que la plega ria nos centra en el Señor y nos saca de nosotros mismos TEMPORAS DE ACCIÓN DE GRACIAS Y DE PETICIÓN La celebración de las cuatro “Témporas” es una antigua tradición de la Iglesia Romana que se extendió a toda la Iglesia de Occidente. Sería un día o días si se celebran en forma de triduo para incorporar, desde la Liturgia, el magisterio del Papa Francisco sobre el don de la creación, entregada a la humanidad y destinada por la obra pascual del Señor a una nueva creación. En las Horas mayores la salmodia es propia, también los himnos. En el Oficio se proclama la célebre y bella oratio de san Clemente Romano que adquiere, por la situación de pandemia que vivimos, toda su actualidad. La Iglesia ha recurrido e implora siempre la ayuda de Dios en las necesidades del mundo, para que sea liberado de todo mal.-Asimismo, toda oración de petición implica siempre la acción de gracias y la conversión. En el antiguo calendario, las Témporas se celebraban en las cuatro estaciones del año que marcaban el ritmo de la naturaleza. Las Témporas de otoño eran las más significativas. Se celebraban en tres días: el miércoles y el viernes, días penitenciales, de ayuno, y el sábado en que se celebraba como una vigilia dominical. No pocos piensan que la Conferencia Episcopal debería repensar el significado pastoral de esta celebración o celebraciones dignificada en los libros litúrgicos: Liturgia de las Horas, Leccionario, Misal, con una gran riqueza de contenidos. Relacionado con las “Témporas” está la cuestión de las “Rogativas“. La vivencia de la pandemia postula su actualización y necesidad. Misa: Dt 8, 7-18; Sal 138, 1-3. 13-14ab. 14c-15; 2 Cor 5, 17-21; Mt 7, 7-11 La selección de las tres lecturas expresa los tres aspectos de la celebración de las “Témporas de otoño“. Es la única feria que en el calendario recibe el nombre de “maior“, pues es feria, un día de la semana que está “por encima” de los demás. Las tres lecturas constituyen un tríptico. En la primera lectura del libro del Deuteronomio, de una gran belleza, se nos recuerda que lo creado es un don de Dios y al don corresponde la acción de gracias. Es bueno recordar los principios de la teología de la creación expuestos en la encíclica “Laudato si” del Papa Francisco. Todo pertenece a Dios, que lo ha entregado a la humanidad, no para destruirlo sino para gozarlo equitativamente y solidariamente todos los seres humanos. La persona vive en la primera alianza, la de la creación: lectura primera. El señorío de Dios sobre el universo es proclamado en el canto responsorial: “Tú eres Señor del universo“. En la segunda lectura se presenta el aspecto penitencial y escuchamos la exigente invitación del apóstol: “Dejaos reconciliar con Dios“. El descubrimiento de los dones de Dios lleva al retorno de Dios como fuente de la existencia, ya que “en Él nos movemos, vivimos y somos” (Hch 17,28). El Evangelio marca todo un itinerario espiritual: “pedid, buscad y llamad“. ¿Qué es lo que debemos buscar y pedir? ¿Y qué es lo que hallaremos?: el Reino de Dios, ya que lo demás se nos dará “por añadidura” (Mt 6,33). El Reino que se nos abrirá como nueva creación, donde Dios es todo en todas las cosas (1 Cor 15,28). JUEVES Misa: Gál 3, 1-5; Lc 1, 69-70. 71-72. 73-75; Lc 11, 5-13 El Evangelio es una bella catequesis sobre la oración constante, signo de la fe en Dios, dispuesto siempre a darnos su Espíritu Santo. El tiempo purifica la fe y la oración: Dios no da sus dones a los que no los desean o los demandan con tibieza y negligencia. Sólo pueden recibir su amor, el Espíritu Santo, quienes tienen verdadera hambre de él. El Padre jamás dará una “piedra” o una “serpiente” a sus hijos: “Abbá” jamás caerá en la incoherencia enfermiza en que lamentablemente caen algunos padres y madres desequilibrados. La oración es siempre escuchada, cuando es según la voluntad divina: incluso inmediatamente, aunque no lo advirtamos (cf. Mt 11,24). Las palabras del Señor: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre” son un itinerario de vida espiritual. Los cristianos nunca tenemos la certeza de si nuestra intercesión es pura, por eso debemos confiarla a la Madre de Dios. VIERNES BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL ROSARIO La memoria de la Virgen del Rosario tiene origen en un acontecimiento histórico, la victoria de la batalla de Lepanto, en 1571. Por expreso deseo del Papa Gregorio XIII, se extendió esta memoria a la Iglesia universal. Sin embargo, la invocación del Rosario es más antigua y compleja. Nace en ámbitos de espiritualidad dominicana y del uso del rosario, como una corona, confeccionada con rosas, destinada a la oración. El Rosario fue llamado “el salterio de los pobres“: era utilizado por los hermanos o hermanas legos de los monasterios. Es la forma que adoptaron en Occidente los rosarios orientales para la “oración de Jesús” o “la oración del corazón“, de la tradición ” hesicasta” cristiana. Más allá de los datos de la historia litúrgica, debe descubrirse cómo la Santísima Virgen María está vinculada a todos los misterios de la vida de Cristo, de gozo, de luz, de dolor y de gloria, ella que es “el rosal todo el año en flor“, como escribe Jacinto Verdaguer. El himno latino “Te gestientem gaudiis“, aunque no es antiguo, es de una gran belleza teológica: se cantan todos los misterios de la Madre y del Hijo. La oración asidua y cotidiana del santo Rosario hace comprender a los fieles que nuestra vida está encadenada, vinculada, a los misterios de la vida de Cristo, en este mundo y en el otro. Todos los Papas de la historia reciente han recomendado vivamente la oración del Rosario. La invocación a la Bienaventurada Virgen María del Rosario está arraigada fuertemente en España y Iberoamérica, con una especial referencia a las innumerables y muy populares Cofradías del Rosario. Misa: Gál 3, 7-14; Sal 110, 1b-2. 3-4. 5-6; Lc 1, 26-38 Se proclama el mismo Evangelio que en las solemnidades de la Anunciación del Señor y de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María. Contemplamos el sí de María, fruto de su escucha incondicional a Dios. Ella, en actitud grave y serena, atenta a la Vida que se revela, nos enseña el dejarse encontrar por el Señor, el dejarse interpelar por Él, y así devenir lo que su amor divino ha soñado para con nosotros: pasividad activa. Este sí, este “fiat“, representa toda nuestra libertad ofrecida, retornada al Señor. Él se acerca a cada uno de nosotros para mendigar reciprocidad de amor. Meditemos en esta memoria mariana estas palabras de san Juan de la Cruz: “Es de advertir que obumbramiento quiere decir hacimiento de sombra, y hacer sombra es tanto como amparar y hacer favores; porque, llegando a tocar la sombra, es señal que la persona cuya es está cerca para favorecer y amparar. Y por eso se le dijo a la Virgen que la virtud del Altísimo la haría sombra, porque había de llegar tan cerca de ella el Espíritu Santo que había de venir sobre ella” (Llama de amor viva, canción 3,12). Nota sobre nuevas invocaciones a las Letanías Lauretanas En fecha 20 de junio de 2020, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha dirigido una carta a los presidentes de las Conferencias Episcopales, donde se expone la disposición del Papa Francisco de incluir tres nuevas invocaciones en las Letanías marianas. La primera invocación “Mater misericordiae“, Madre de misericordia, se colocará después de “Mater Ecclesiae“; la segunda, “Mater spei“, Madre de la esperanza, después de “Mater divinae gratiae“; y, la tercera, “Solacium migrantium“, Consuelo y Ayuda de los migrantes, tras “Refugium peccatorum“. SÁBADO Misa: Gál 3, 22-29; Sal 104, 2-3. 4-5. 6-7; Lc 11, 27-28 El Señor no quiso que ninguna gloria humana rozase siquiera la persona de la Madre. Su gloria pertenecía a Dios, “soli Deo gloria“, y a los secretos del Hijo. Su cortante respuesta pareciera un desaire del Maestro a su madre, pero es el elogio más grande y sublime, ya que nadie como ella había escuchado la Palabra de Dios y la había cumplido. Un cumplirse que en ella significó encarnarse, ciertamente: María amó al Hijo cuando lo llevaba en el seno y lo alimentó con su sangre y su leche. Aquella entusiasta mujer anónima de la multitud es, junto a Isabel, quien proclama dichosa a la Bienaventurada Virgen María en el Evangelio. (Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.454)
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DILLUNS Missa: Ga 1, 6-12; Sal 110, 1-2. 7-8. 9 i 10c; Lc 10, 25-37 Jesús il·lustra el manament més gran de la Llei de Déu amb la cèlebre paràbola del bon samarità, que troba la seva interpretació cristològica en el Prefaci comú VIII: “Encara avui, com a Bon Samarità, ve a trobar tots els qui sofreixen de cos o d’esperit, i vessa sobre les seves ferides l’oli del consol i el vi de l’esperança“. Qui dóna culte a Déu és qui, amb molta caritat, atén el germà malferit en el camí. La comparació de Jesús és forta: un estranger heretge va glorificar el Pare del cel i no els pretesament observants jueus. Conclusió: “Fes-ho així i viuràs” lit.: “Au ves, i fes tu el mateix“. DIMARTS SANT FRANCESC D’ASSÍS Sant Francesc d’Assís va morir la nit entre el 3 i el 4 d’octubre de l’any 1226, al convent de la Porciúncula. Havia nascut a la mateixa ciutat el 5 de juliol de 1182: tenia doncs 44 anys. La seva va ser una mort pasqual: va manar llegir la Passió del Senyor des del capítol 13 de sant Joan. De seguida va pregar que li portessin un pa i el va repartir entre els presents en senyal de pau i d’amor fraternal dient: “Jo he fet tot el que era a les meves mans, que Crist us ensenyi a fer el que és a les vostres mans“. Va manar que li prestessin una túnica per morir en summa pobresa. Els seus germans el van estirar al terra i el van cobrir amb un vell hàbit. Francesc va exhortar-los a l’amor de Déu, de la pobresa i de l’Evangeli, “per sobre de totes les regles“, i va beneir tots els seus deixebles, tant als presents com als absents. Mentre agonitzava, els seus germans cantaven el “Càntic al germà sol“, amb el vers, que feia poc havia afegit: “Lloat sigueu, Senyor meu, per la nostra germana la mort corporal, de la qual cap home vivent no pot escapar“. Esposat amb la santa Pobresa moria el pobrissó d’Assís. L’Estimat li havia regalat un cos semblant al seu, ja que des de l’any 1224 havia rebut els “signes” o estigmes de la Passió. Maria acull la Paraula creant en ella un silenci actiu, receptiu i amorós. Marta, atrafegada, interromp la Paraula. La suau reprensió del Senyor és un ensenyament per a l’Església de tots els temps: la “diakonia” serà sempre exercida per l’Església, però mai ham d’oblidar la “part millor“, estar amb el Senyor i tenir part amb Ell. Si no és així, l’Església peregrina inquieta i nerviosa en el seu servei de missió i caritat, i llavors la “diakonia” es converteix en filantropia o ideologia. Els cristians no són voluntaris, són apòstols. L’acció de l’Església ha d’anar acompanyada de l’oració, abans, durant i després, ja que la pregària ens centra en el Senyor i ens descentra de nosaltres mateixos. TÉMPORES D’ACCIÓ DE GRÀCIES I DE PETICIÓ La celebració de les quatre “Témpores” és una antiga tradició de l’Església Romana que es va estendre a tota l’Església d’Occident. Seria un dia, o dies, si se celebren en forma de tridu, per a incorporar, des de la Litúrgia, el magisteri del Papa Francesc sobre el do de la creació, lliurada a la humanitat i destinada per l’obra pasqual del Senyor a una nova creació. A les Hores majors, la salmòdia és pròpia, com també els himnes. A l’Ofici, es proclama la cèlebre i bella “oratio” de sant Climent Romà que adquireix, per la situació de pandèmia que vivim, tota la seva actualitat. L’Església ha recorregut i implora sempre l’ajuda de Déu en les necessitats del món, perquè sigui alliberat de tot mal. Així mateix, tota pregària de petició implica sempre l’acció de gràcies i la conversió. A l’antic calendari, les “Témpores” se celebraven a les quatre estacions de l’any que marcaven el ritme de la natura. Les “Témpores de tardor” eren les més significatives. Se celebraven en tres dies: dimecres i divendres, dies penitencials, de dejuni, i dissabte en què se celebrava com una “vigília dominical“. No pocs pensen que la Conferència Episcopal hauria de repensar el significat pastoral d’aquesta celebració o celebracions, dignificada en els llibres litúrgics, “Litúrgia de les Hores, Leccionari, Missal, amb una gran riquesa de continguts. Relacionada amb les “Témpores” hi ha la qüestió de les “Rogatives“. La vivència de la pandèmia postula la seva actualització i necessitat. Missa: Dt 8, 7-18; Sal 138, 1-3. 13-14ab. 14c-15; 2C 5, 17-21; Mt 7, 7-11 La selecció de les tres lectures expressa els tres aspectes de la celebració de les “Témpores de tardor“. És l’única fèria que en el calendari rep el nom de “maior“, ja que és fèria, un dia de la semana, que està “per sobre” dels altres. Les tres lectures constitueixen un tríptic. En la primera lectura, del llibre del Deuteronomi, d’una gran bellesa, se’ns recorda que la creació és un do de Déu, i al do correspon l’acció de gràcies. És bo recordar els principis de la teologia de la creació exposats en l’encíclica “Laudato si” del Papa Francesc. Tot pertany a Déu, que ho ha lliurat a la humanitat, no per a ser destruït sinó per a gaudir-ho equitativament i solidària tots els éssers humans. La persona viu en la primera Aliança, la de la creació: primera lectura. La senyoria de Déu sobre l’univers és proclamada en el cant responsorial: “Vós, Senyor, teniu la sobirania sobre tot el món“. En la segona lectura, es presenta l’aspecte penitencial i escoltem l’exigent invitació de l’Apòstol: “Reconcilieu-vos amb Déu“. El descobriment dels dons de Déu duu al retorn vers Ell com a font de l’existència, ja que “en ell vivim, ens movem i som” (Fets 17,28). L’Evangeli marca tot un itinerari espiritual: “demaneu, cerqueu i truqueu“. ¿Què és el que hem de buscar i demanar? I, ¿què és el que trobarem? El Regne de Déu, ja que la resta se’ns donarà “de més a més” (Mt 6,33). El Regne que se’ns obrirà com a nova creació, on Déu ho és tot en totes les coses (1C 15,28). DIJOUS Missa: Ga 3, 1-5; Sal Lc 1, 69-70. 71-73. 74-75; Lc 11, 5-13 L’Evangeli és una bella catequesi sobre la pregària constant, signe de la fe en Déu, disposat sempre a donar-nos el seu Esperit Sant. El temps purifica la fe i la pregària: Déu no dóna els seus dons als qui no els volen o els demanen amb tebiesa i negligència. Només poden rebre el seu amor, l’Esperit Sant, els qui tenen veritable fam d’Ell. El Pare mai donarà una “serp” o un “escorpí” als seus fills: “Abbà” mai caurà en la incoherència malaltissa en què lamentablement cauen alguns pares i mares desequilibrats. L’oració és sempre escoltada, quan és segons la voluntat divina: fins i tot immediatament, encara que no ho advertim (cf. Mt 11,24). Les paraules del Senyor: “Demaneu, i Déu us donarà, cerqueu, i trobareu, truqueu, i Déu us obrirà, perquè tothom qui demana obté (lit.: rep), tothom qui cerca troba, a tothom qui truca, li obren” són un itinerari de vida espiritual. Els cristians mai tenim la certesa de si la nostra intercessió és pura, per això hem confiar-la a la Mare de Déu. DIVENDRES MARE DE DÉU DEL ROSER La memòria de la Mare de Déu del Roser té origen en un esdeveniment històric, la victòria de la batalla de Lepant, l’any 1571. Per voler del Papa Gregori XIII, s’estengué aquesta memoria a l’Església universal. Tanmateix, la invocació del Roser és més antiga i complexa. Neix en àmbits d’espiritualitat dominicana i de l’ús del rosari, com una corona, confegida amb roses, destinada a la pregària. El Rosari fou anomenat “el saltiri dels pobres“: era emprat pels germans o germanes llecs dels monestirs. És la forma que adoptaren a Occident els rosaris orientals per a la “pregària de Jesús” o “la pregària del cor“, de la tradició “hesicasta” cristiana. Més enllà de les dades de la historia litúrgica, cal descobrir com Maria resta vinculada a tots els misteris de la vida de Crist, de goig, de llum, de dolor i de glòria, ella que és “el roser florit tot l’any“, com escriu Jacint Verdaguer. L’himne llatí “Te gestientem gaudiis“, tot i no ser antic, és d’una gran bellesa teològica: s’hi canten tots els misteris de la Mare i del Fill. La pregària assídua i quotidiana del sant Rosari fa comprendre als fidels que la nostra vida està encadenada, vinculada, als misteris de la vida de Crist, en aquest món i en l’altre. Tots els Papes de la història recent han recomanat vivament la pregària del Rosari. La invocació a la Mare de Déu del Roser està arrelada fortament als Països Catalans, amb una especial referència a l’origen dels Goigs. Són innombrables i molt populars les Confraries del Roser, també a Espanya i Iberoamèrica. Missa: Ga 3, 7-14; Sal 110, 1-2. 3-4. 5-6; Lc 11, 15-26 Es proclama el mateix Evangeli que en les solemnitats de l’Anunciació del Senyor i de la Immaculada Concepció de la Benaurada Mare de Déu. Contemplem el sí de Maria, fruit de la seva escolta incondicional a Déu. Ella, en actitud greu i serena, atenta a la Vida que es revela, ens ensenya el deixar-se trobar pel Senyor, el deixar-se interpel·lar per Ell, i així esdevenir el que el seu amor diví ha somniat per a nosaltres, vet ací la “passivitat activa” de què ens parlen els místics. Aquest sí, aquest “fiat“, representa tota la nostra llibertat oferta, retornada al Senyor. Ell s’apropa a cada un de nosaltres per pidolar reciprocitat d’amor. Meditem en aquesta memòria mariana aquestes paraules de sant Joan de la Creu: “Es de advertir que obumbramiento quiere decir hacimiento de sombra, y hacer sombra es tanto como amparar y hacer favores; porque, llegando a tocar la sombra, es señal que la persona cuya es está cerca para favorecer y amparar. Y por eso se le dijo a la Virgen que la virtud del Altísimo la haría sombra, porque había de llegar tan cerca de ella el Espíritu Santo que había de venir sobre ella“. (Llama de amor viva, canción 3,12). Nota sobre les tres noves invocacions a les Lletanies Lauretanes Amb data 20 de juny de 2020, la Congregació per al Culte Diví i la Disciplina dels Sagraments va dirigir una carta als presidents de les Conferències Episcopals, on s’exposava la disposició del Papa Francesc d’incloure tres noves invocacions en les Lletanies marianes. La primera invocació “Mater misericordiae“, Mare de misericordia, es col·loca després de “Mater Ecclesiae“; la segona, “Mater spei“, Mare de l’esperança, després de “Mater divinae gratiae“; i, la tercera, “Solacium migrantium“, Consol i Ajuda dels migrants, després de “Refugium peccatorum“. DISSABTE El Senyor no va voler que cap glòria humana toqués tan sols lleument la persona de la Mare. La seva glòria pertanyia a Déu, “soli Deo gloria” i als secrets del Fill. La seva resposta un xic tallant sembla un desaire del Mestre envers la seva mare, però és l’elogi més gran i sublim, ja que ningú com ella havia escoltat la Paraula de Déu i l’havia complert. Un complir-se que en ella va significar certament encarnar- se: Maria va estimar el Fill quan el portava al si i el va alimentar amb la seva sang i la seva llet. Aquella entusiasta dona anònima de la multitud és, al costat d’Elisabet, qui proclama joiosa a la benaurada Verge Maria en l’Evangeli. (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.436ss) |