X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO – 06-011/06/2022 -X SETMANA DE DURANT L’ANY.
LUNES DESPUÉS DE PENTECOSTÉS BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA El Papa Francisco, considerando que el título de María, como Madre de la Iglesia, puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los pastores, en los religiosos y en los fieles, ha establecido que la memoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, sea inscrita en el calendario romano el lunes después de Pentecostés y celebrada cada año. Esta celebración nos ayuda a recordar que el crecimiento de la vida cristiana debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el Ban- quete eucarístico, y en la confianza en la intercesión de la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos. Misa: Gén 3, 9-15.20 (o bien: Hch 1, 12-14); Sal 86, 1-2. 3-4. 5. 6. 7; Jn 19, 25-34. La 1ª lectura se encuentra en el Leccionario del santoral, IV, pág. 388. La lectura alternativa de Hch, en el Leccionario del santoral, IV, pág. 397. El Evangelio, finalmente, en el mismo leccionario, pág. 417. La respuesta del Salmo es: ¡Cosas admirables se dicen de ti, Ciudad de Dios! El versículo del aleluya es el siguiente: Oh feliz Virgen, que engendraste al Señor; oh santa Madre de la Iglesia, que en nosotros alimentas el Espíritu de tu Hijo, Jesucristo. MARTES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: 1 Re 17, 7-16; Sal 4, 2-3. 4-5. 7-8; Mt 5, 13-16 Empezamos a leer el “Sermón de la montaña” con la proclamación de las bienaventuranzas del Reino. Tan importante es la primera parte de la bienaventuranza como la segunda. Son bienaventurados porque tienen el Reino de los cielos, porque Dios los consolará, porque la tierra será suya, porque verán a Dios, porque serán llamados hijos de Dios. En este mundo y en el otro. Son dichosos no según el concepto de la felicidad del mundo, sino según Dios. Son ocho caminos de dicha, como autopistas de ocho carriles que conducen a Dios. San Juan Clímaco dice que las bienaventuranzas son “grados que hay que subir“. La primera es la pobreza del corazón, la última la incomprensión y persecución que nos identifican con Cristo. Los primeros y los últimos ya tienen el Reino de los cielos: viven allí, pues el Reino es Dios mismo. Evangelio del martes: casi a manera de parábola, Jesús dice que sus seguidores son “luz del mundo y sal de la tierra“. Luz que no se puede esconder y sal que no se puede volver sosa. La luz ilumina lo de dentro y lo de fuera, y la sal es el signo de la incorruptibilidad de la Alianza. En el mundo, los discípulos conservan la memoria de la Alianza de Dios en Jesucristo. Los demás deben ver las buenas obras que los discípulos hacen para que glorifiquen al Padre del cielo, no a ellos. La bondad de los discípulos remite como un espejo a la bondad infinita de Dios. MIÉRCOLES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: 1 Re 18, 20-39; Sal 15, 1b-2a. 4. 5 y 8. 11; Mt 5, 17-19 El Señor, crucificado y con su obediencia al Padre, lleva a plenitud la Ley y los profetas. Él cumple a la perfección la Ley: por Israel y por todos nosotros. Resuena la palabra de Jesús en la cruz: “Todo está cumplido” (Jn 19, 30). El primer cielo y la primera tierra han pasado desde la Resurrección del Señor. Los “preceptos menos importantes” son las bienaventuranzas del Reino: “quien los cumpla y enseñe (a practicarlos) será grande en el Reino“, en el sentido que será protagonista y autor en orden al crecimiento del Reino. También “será grande“a los ojos del Padre. JUEVES DESPUÉS DEL PENTECOSTÉS NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE Esta fiesta se celebra en las diócesis españolas desde 1973: no se encuentra en el calendario de la Iglesia univer- sal. Es fruto de la doctrina del Concilio Vaticano II sobre el sacerdocio de Cristo, que se manifiesta en la Iglesia en el doble sacerdocio, el ministerial y el de los fieles, que se distinguen no por una diferencia de grado, sino de esencia. En mu chas diócesis es una jornada sacerdotal. Misa: Jer 31, 31-44 (o bien: Heb 10, 11-18); Sal 109, 1bcde. 2. 3; Mc 14, 12a.25, 36-42 Se proclama la institución de la Eucaristía según Marcos. El Señor ciertamente “no volverá a beber del fruto de la vid en este mundo“, pero la Iglesia “beberá el vino nuevo en el Reino de Dios” en la Eucaristía. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía ya está en el Reino de Dios, “sub sacramento“. Un Reino que es realidad por la Resurrección de Cristo. En la Eucaristía el Señor ejerce su sacerdocio sumo y eterno. La Eucaristía es el sacramento por el cual va perfeccionando definitivamente a los que van a ser santificados, según la carta a los Hebreos proclamada. Los hermanos que han recibido el sacramento del Orden, presbíteros y obispos, significan “in medio ecclesiae” el sacerdocio de Cristo. El sacramento del Orden pertenece a la Nueva Alianza que Cristo selló con su sangre y que Jeremías, citado en la misma carta a los Hebreos, había anunciado. La respuesta del Salmo proclama el sacerdocio de Cristo según el orden de Melquisedec. La carta a los Hebreos da una bella e interesante interpretación de estas palabras (Heb 7,1-3): Melquisedec, junto a Abel y Abraham, son nombrados en el “Canon romano” para significar que la ofrenda eucarística es la plenitud de todos los sacrificios. Una ofrenda que se hace presente en la Mesa eucarística. La Eucaristía, según la teología dogmática, es presencia y sacrificio. Los ministros ordenados dan corazón, palabra y gesto al mismo Señor, que toma el pan, da gracias al Padre (anáfora), lo parte (fracción) y lo da a su Iglesia (comunión). Esto implica participar de la obediencia del Hijo y tener parte en sus sufrimientos, como canta el verso aleluyático. Con el Bautismo, Confirmación) y Eucaristía se cons- tituye y se manifiesta el sacerdocio real y profético de toda la Iglesia. La solemnísima antífona de entrada (Heb 7,24) lo proclama: “Cristo, mediador de una nueva alianza, como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa“. Es digno de meditarse el Prefacio de la Misa, es el “Prefacio de las Ordenaciones” por la belleza teológica de su contendido. VIERNES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: 1 Re 19, 9a. 11-16; Sal 26, 7-8ab. 8c-9abcd. 13-14; Mt 5, 27-32 Jesús utiliza un lenguaje hiperbólico, propio de los semitas, y que seguramente provocaba una sonrisa en los oyentes pero que fijaba la enseñanza. El valor moral está unido al proceso dinámico de la intimidad del corazón. No se trata de quedarse en la superficie de las acciones humanas, externas: se trata también de la interioridad y de la intencionalidad. Es el tema de la purificación del corazón: “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios“. La radicalidad del Señor en su seguimiento es grande, sin componendas. Por otra parte, la enseñanza sobre la santidad del matrimonio es clara. SÁBADO DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO SAN BERNABÉ, APÓSTOL La Iglesia celebra hoy san Bernabé, que los primeros Padres de la Iglesia consideraron como apóstol. El Nuevo Testamento da noticia de su actividad misionera como compañero de Pablo en su segundo viaje apostólico. El libro de los Hechos le describe como un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe (11,24). Originario de Chipre, se cree que sufrió el martirio en Salamina, a finales del primer siglo. Misa: Hch 11, 21b-26; 13, 1-3; Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4. 5-6; Mt 5, 33-37 Se continúa escuchando el “Sermón de la montaña” con la expresión que formula la autoridad más alta del Señor: “Yo os digo“. Jesús completa el segundo mandamiento de la Ley de Dios y censura radicalmente el perjurio con el nombre de Dios. El don del Nombre pertenece al orden de la confidencia y la intimidad. El nombre del Señor es santo, por eso el hombre no puede usar mal de él. Lo debe guardar en la memoria en un silencio de adoración amorosa (cf. Zac 2, 17), y no lo empleará sino para bendecirlo, alabarlo y glorificarlo. El hablar del cristiano se fundamenta siempre en la verdad y en la sencillez del corazón ya que dentro de él no debe haber doblez. Por eso su hablar es “sí” cuando es sí y “no” cuando es no. “Lo que pasa de ahí viene del Maligno” porque participa de la mentira. (Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.304ss)
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DILLUNS DESPRÉS DE PENTECOSTA BENAURADA VERGE MARIA, MARE DE L’ESGLÉSIA El Papa Francesc, considerant que el títol de Maria, com a Mare de l’Església, pot incrementar el sentit matern de l’Església en els pastors, en els religiosos i en els fidels, ha establert que la memòria de la Benaurada Verge Maria, Mare de l’Església, sigui inscrita en el Calendari Romà el dilluns després de Pentecosta i celebrada cada any. Aquesta celebració ens ajuda a recordar que el creixement de la vida cristiana s’ha de fonamentar en el misteri de la Creu, en l’ofrena de Crist en el Banquet eucarístic, i en la confiança en la intercessió de la Verge oferent, Mare del Redemptor i dels redimits. Missa: Gn 3, 9-15.20 (o bé: Fets 1, 12-14); Sal 86, 1-2. 3-4. 5. 6. 7; Jo 19, 25-34. DIMARTS DE LA X SETMANA DE DURANT L’ANY Missa: 1R 17, 7-16; Sal 4, 2-3. 4-5. 7-8; Mt 5, 13-16 Comencem a llegir el “Sermó de la muntanya” amb la proclamació de les benaurances del Regne. Tan important és la primera part de la benaurança com la segona. Són benaurats perquè tenen el Regne del cel, perquè Déu els consolarà, perquè la terra serà seva, perquè veuran Déu, perquè seran anomenats fills de Déu. En aquest món i en l’altre. Són joiosos no segons el concepte de felicitat del món, sinó segons Déu. Són vuit camins de joia, com autopistes de vuit carrils que condueixen a Déu. Sant Joan Clímac diu que les benaurances són “graus que cal pujar“. La primera és la pobresa de cor, l’última la incomprensió i persecució que ens identifiquen amb Crist. Els primers i els últims ja tenen el Regne del cel: hi viuen, ja que el Regne és Déu mateix. Si es llegeix l’Evangeli del dimarts X: Quasi a manera de paràbola, Jesús diu que els seus seguidors són llum del món i sal de la terra. Llum que no es pot amagar i sal que no es pot tornar insípida. La llum il·lumina el de dins i el de fora, i la sal és el signe de la incorruptibilitat de l’Aliança. En el món, els deixebles conserven la memòria de l’Aliança de Déu en Jesucrist. Els altres han de veure les bones obres que els deixebles fan perquè glorifiquin el Pare del cel, no pas a ells. La bondat dels deixebles remet com un mirall a la bondat infinita de Déu. DIMECRES DE LA X SETMANA DE DURANT L’ANY Missa: 1R 18, 20-39; Sal 15, 1-2. 4. 5 i 8. 11; Mt 5, 17-19 El Senyor, crucificat i per la seva obediència al Pare, porta a plenitud la Llei i els profetes. Ell compleix a la perfecció la Llei: per Israel i per tots nosaltres. Ressona la paraula de Jesús a la creu: “Tot s’ha complert” (Jo 19,30). El primer cel i la primera terra han passat des de la Resurrecció del Senyor. Els “manaments més petits” (lit.: “els preceptes menys importants“) són les benaurances del Regne: “aquell que els compleixi, i ensenyi (a practicar-los) serà tingut per gran en el Regne del cel“, en el sentit que serà protagonista i autor en ordre al creixement del Regne. També “serà gran” als ulls del Pare. DIJOUS DESPRÉS DE PENTECOSTA JESUCRIST, GRAN SACERDOT PER SEMPRE Aquesta festa se celebra a les diòcesis espanyoles des de l’any 1973: no es troba al calendari de l’Església universal. És fruit de la doctrina del Concili Vaticà II sobre el sacerdoci de Crist, que es manifesta en l’Església en el doble sacerdoci, el ministerial i el dels fidels, que es distingeixen no per una diferència de grau, sinó d’essència. A moltes diòcesis és una jornada sacerdotal. Missa: Is 52, 13-53, 12 (o bé: He 10, 12-23); Sal 39, 6ab. 9bc. 10. 11ab; Lc 22, 14-20. Per ser any parell, enguany es recomana l’opció II per a la primera lectura es proclama la institució de l’Eucaristia segons Marc. El Senyor certament no beurà més “del fruit de la vinya” en aquest món, però l’Església beurà “el vi nou en el Regne de Déu” en l’Eucaristia. Quan l’Església celebra l’Eucaristia ja està al Regne de Déu, “sub Sacramento“. Un Regne que és realitat per la Resurrecció de Crist. En l’Eucaristia el Senyor exerceix el seu sacerdoci summe i etern. L’Eucaristia és el sagrament pel qual va perfeccionant definitivament “els qui ara són santificats“, segons la carta als Hebreus proclamada. Els germans que han rebut el sagrament de l’Orde, preveres i bisbes, signifiquen “in medio ecclesiae” el sacerdoci de Crist. El sagrament de l’Orde pertany a la Nova Aliança que Crist va segellar amb la seva sang i que Jeremies, citat en la mateixa carta als Hebreus, havia anunciat. La resposta del Salm proclama el sacerdoci de Crist segons l’orde de Melquisedec. La carta als Hebreus dóna una bella i interessant interpretació d’aquestes paraules (He 7,1-3): Melquisedec, al costat d’Abel i Abraham, són anomenats en el “Cànon romà” per significar que l’ofrena eucarística és la plenitud de tots els sacrificis. Una ofrena que es fa present en la Taula eucarística. L’Eucaristia, segons la teologia dogmàtica, és presència i sacrifici. Els ministres ordenats donen cor, paraula i gest al mateix Senyor, que pren el pa, dóna gràcies al Pare, “anàfora“, el parteix “fracció“, i el dóna a la seva Església, “comunió“. Això implica participar de l’obediència del Fill i tenir part en els seus sofriments, com canta el verset al·leluiàtic. Amb el Baptisme, Confirmació i l’Eucaristia es constitueix i es manifesta el sacerdoci real i profètic de tota l’Església. La solemníssima antífona d’entrada (He 7,24) el proclama: “Jesucrist, mitjancer d’una nova aliança, és sacerdot per sempre“. És digne de ser meditat el Prefaci de la Missa, és el Prefaci I de les Ordenacions: “El sacerdoci de Crist i el ministeri sagrat“, per la bellesa teològica del seu contingut. DIVENDRES DE LA X SETMANA DE DURANT L’ANY Missa: 1R 19, 9a. 11-16; Sal 26, 7-8a. 8b-9abc. 13-14; Mt 5, 27-32 Jesús empra un llenguatge hiperbòlic, propi dels semites, i que segurament provocava un somriure en els oients però que fixava l’ensenyament en el seu record. El valor moral està unit al procés dinàmic de la intimitat del cor. No es tracta de quedar-se a la superfície de les accions humanes externes: es tracta també de la interioritat i de la intencionalitat. És el tema de la purificació del cor: “Feliços els nets de cor, perquè veuran Déu“. La radicalitat del Senyor en el seu seguiment és gran, sense concessions. D’altra banda, l’ensenyament sobre la santedat del matrimoni és clara. DISSABTE DE LA X SETMANA DE DURANT L’ANY SANT BERNABÉ, apòstol L’Església celebra avui sant Bernabé, que els primers Pares de l’Església consideraren com a apòstol. El Nou Testament dóna notícia de la seva activitat missionera com a company de Pau en el segon viatge apostòlic. El llibre dels Fets el descriu com “un home bo i ple de l’Esperit Sant i de fe” (11,24). Originari de Xipre, es creu que sofrí el martiri a Salamina, a finals del primer segle. Missa: Fets 11, 21b-26; 13, 1-3; Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4. 5-6; Mt 5, 33-37 Es continua escoltant el “Sermó de la muntanya“amb l’expressió que formula l’autoritat més alta del Senyor: “Doncs jo us dic“. Jesús completa el segon manament de la Llei de Déu i censura radicalment el perjuri amb el nom de Déu. El do del Nom pertany a l’ordre de la confidència i la intimitat. El nom del Senyor és sant, per això l’home no pot fer-ne un mal ús. L’ha de guardar en la memòria en un silenci d’adoració amorosa (cf. Za 2,17), i no el farà servir sinó per beneir-lo, lloar-lo i glorificar-lo. El parlar del cristià es fonamenta sempre en la veritat i en la senzillesa de cor ja que dintre d’ell no hi ha d’haver duplicitat. Per això el seu parlar és “sí” quan és sí i “no” quan és no. “Tot allò que dieu de més ve del Maligne” perquè participa de la mentida. (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.298ss)
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