Martes 1 de mayo:
Martes de la V semana de Pascua
San José obrero
Color blanco. Misa propia y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua o de san José, “en la conmemoración”.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 10.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Hoy que se celebra el día internacional del trabajo, la Iglesia nos invita a volver nuestros ojos hacia san José, concretamente hacia su faceta de trabajador, en su taller de Nazaret; viéndolo trabajar para sacar adelante a su familia.
Preparémonos, pues, en silencio para celebrar la Eucaristía reconociendo nuestra debilidad y nuestro pecado; e implorando confiadamente la misericordia de Dios.
Yo confieso…
Colecta: Dios creador del universo, que has establecido la ley del trabajo para toda la humanidad, concédenos con bondad, por el ejemplo y patrocinio de san José, que llevemos a cabo lo que nos mandas y consigamos los premios que prometes. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos a Dios nuestro Padre, para que guíe nuestros pasos y los de todos los hombres para entrar un día en el Reino de los cielos y para adelantar ahora su llegada.
- Para que el testimonio de fe la Iglesia sea un estímulo para que muchos abracen la fe y perseveren en ella. Roguemos al Señor.
- Para que Dios suscite abundantes y santas vocaciones sacerdotales, que sean el día de mañana predicadores entusiastas del Evangelio de la paz. Roguemos al Señor.
- Para que la claridad de Cristo resucitado ilumine a nuestros gobernantes en todas su opciones en ordena la instauración definitiva de la justicia y el trabajo continuo por el bien común.. Roguemos al Señor.
- Para que se respeten siempre los derechos de todos los trabajadores y se vean atendidas sus justas demandas. Roguemos al Señor.
- Para que en Jesús encontremos la seguridad que necesitamos para ser testigos de la resurrección en la vivencia cotidiana del amor. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, que en la resurrección de Cristo nos has renovado para la vida eterna, concede a tu pueblo la firmeza de la fe y de la esperanza, para que nunca dudemos del cumplimiento de las promesas que hemos conocido siendo Tú el autor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Saciados con los alimentos celestiales te pedimos humildemente, Señor, que, a ejemplo de san José, gustemos continuamente el fruto de una paz perpetua, dando testimonio de la caridad que infundes en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor Dios, a tus fieles encontrar seguridad y riqueza en la abundancia de tus misericordias y haz que, protegidos con tu bendición, se mantengan en continua acción de gracias y te bendigan rebosantes de alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles:
Miércoles de la V semana de Pascua
San Atanasio, obispo y doctor. MEMORIA OBLIGATORIA.
Color blanco. Misa propia y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio II de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 11.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: En la celebración de la Eucaristía, hacemos hoy memoria de san Atanasio, obispo de Alejandría durante cuarenta y cinco años en el siglo cuarto; quien defendió incansablemente la divinidad de Jesucristo con su palabra y en sus escritos, especialmente contra la herejía arriana, según la cual Jesucristo no era Dios ni hombre como nosotros; lo cual le ocasionó sufrimientos y destierros.
Nosotros también estamos llamados, como San Atanasio, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
- Tú, el primogénito de entre los muertos.
- Tú, el vencedor del pecado y de la muerte.
- Tú, la resurrección y la vida.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que hiciste de tu obispo san Atanasio un preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, en tu bondad, que, de su enseñanza y protección, crezcamos sin cesar en tu conocimiento y amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Pidamos ahora a Dios que unidos a Él demos frutos abundantes y que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad y se salven.
- Para que Dios conceda a los obispos y pastores de su pueblo la sabiduría, el celo y la caridad que sostuvo la vida y el ministerio de san Atanasio. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, el Ungido del Padre, configure con Él a todos los consagrados y dé generosidad a cuantos llama a su seguimiento. Roguemos al Señor.
- Para que el don de la paz sea una realidad en los que viven atormentados a causa de la guerra, el egoísmo, el pecado y la explotación entre los hombres y los pueblos. Roguemos al Señor.
- Para que todos los difuntos sean asumidos por el triunfo de Cristo glorioso. Roguemos al Señor.
- Para que los que celebramos esta Eucaristía manifestemos en nuestras vidas que sólo Dios es el Señor y que Él es nuestra esperanza y nuestro gozo. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia ti los corazones de tus siervos, para que nunca se aparten de la luz de tu verdad los que han sido liberados de las tinieblas del error. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Concédenos, Dios todopoderoso, que la verdadera divinidad de tu Unigénito, que confesamos firmemente con san Atanasio, por este sacramento nos vivifique y nos defienda siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que guardes a tu familia con bondad incesante, para que se encuentre libre de toda adversidad bajo tu protección y viva entregada a ti con sus buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 3 de mayo:
Jueves de la V semana de Pascua
Santos Felipe y Santiago el Menor, apóstoles. FIESTA
Color rojo. Misa y lecturas propia (Leccionario IV). Gloria. Aleluya.
Prefacio II de los Santos Apóstoles. Plegaria Eucarística III.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar la fiesta de dos santos apóstoles: San Felipe, y Santiago el Mayor; de los cuales desconocemos prácticamente su actividad misionera y la causa de su martirio, reafirmemos nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles y evangelistas. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios porque nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas vida y nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear.
- Tú que fortaleces a tu Iglesia con el testimonio de los santos apóstoles.
- Tú que por medio de los apóstoles nos has hecho llegar tu Buena Noticia.
- Tú que resucitado de entre los muertos eres vida para todos los que te siguen.
Gloria.
Colecta: Oh Dios, que nos alegras todos los años con la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago; concédenos, por su intercesión, participar en la pasión y resurrección de tu Unigénito, para que merezcamos llegar a contemplarte eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente a Dios Padre, que ha enriquecido a su Iglesia con la vida, predicación y fidelidad de los apóstoles Felipe y Santiago el Menor.
- Por la Iglesia, edificada sobre el fundamento de los apóstoles; para que viva con integridad la fe que de ellos recibió y la transmita mediante la predicación fiel al Evangelio de Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada; para que nunca falten en nuestra diócesis quienes, como los apóstoles, vivan con firmeza su fe y la anuncien con ilusión, valentía y generosidad. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan nuestra nación y todos los pueblos del mundo; para que trabajen con entrega y honestidad por la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Por los que ven declinar sus fuerzas y se preparan para dejar este mundo; para que, purificados por la misericordia de Dios, gocen de la plenitud de su gloria. Roguemos al Señor.
- Por nosotros y por todos los que nos alimentamos con el Cuerpo y la Sangre de Cristo; para que estemos atentos a su voz que nos habla en cada acontecimiento y vivamos en íntima comunión con Él y con nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, mira con bondad a tu pueblo que se alegra al celebrar la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago, y bendícenos generosamente, para que imitando su entrega podamos ser testigos del Evangelio hasta los confines de la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, dígnate purificar nuestros corazones por estos dones santos que hemos recibido, y haz que, contemplándote en tu Hijo, con los apóstoles Felipe y Santiago, merezcamos poseer la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, que se alegre el pueblo cristiano porque glorificas a los miembros insignes de tu Hijo; y, pues devotamente celebra la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédele participar de su suerte y gozar un día con él de tu gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 4 de mayo:
Viernes de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 14.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La noticia alegre y gozosa de la resurrección de Cristo, que celebramos en la Eucaristía, llena de alegría toda nuestra vida y la vida de la Iglesia. La aspersión con el agua que recibimos ahora, al comenzar la celebración, nos recuerda nuestra entrada en la Iglesia, que se realizó por medio del Bautismo que un día recibimos. Acojámosla con espíritu de fe y de conversión.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Danos, Señor, una plena vivencia de los misterios pascuales, para que, celebrándolos con alegría, nos protejan continuamente y nos salven. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos ahora a Dios Padre, y confiando en la presencia entre nosotros de Jesucristo resucitado y con la fuerza que nos da su Espíritu, oremos por todos los hombres.
- Por la Iglesia, para que el Espíritu Santo la renueve y fecunde, y sea para todos los hombres un testimonio de amor y de servicio, como las primeras comunidades cristianas. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes que en seminarios, noviciados o centros de estudio se preparan para consagrarse al Señor; para que vivan con decisión su respuesta de amor al Señor, y nunca falten quienes elijan seguir este camino. Roguemos al Señor.
- Por nuestro país, para que sepamos vivir en paz, buscando un mejor bienestar para todos por caminos de justicia y liberta, de respeto y de ayuda. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos y todos los que sufren; para que descubran a Jesús, el amigo fiel, y encuentren consuelo y ayuda en sus hermanos. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que la celebración de la Pascua sea en verdad un paso adelante en nuestro seguimiento de Jesucristo, en todo lo que somos y buscamos. Roguemos al Señor.
Señor, Dios, amigo de los hombres y Padre misericordioso; escucha nuestras oraciones y mantén nuestro corazón firme en Ti para que vivamos en tu gracia y tu verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Señor, los corazones sumisos de tus fieles imploran tu ayuda, y ya que sin ti no pueden llevar a cabo nada de lo que es justo, que por el don de tu misericordia conozcan lo que es recto y valoren cuanto les será provechoso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 5 de mayo:
Sábado de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 15.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La celebración diaria de la Eucaristía en este tiempo de Pascua, nos recuerda que digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. Ahora, con la aspersión del agua, recuerdo del Bautismo, con la que comenzamos la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios que nos renueve con su gracia y nos perdone los pecados.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que, por la regeneración bautismal, te has dignado comunicarnos la vida del cielo, ayuda a llegar, conducidos por ti, a la plenitud de la gloria a quienes has santificado y hecho capaces de la inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración de los fieles: Reunidos ante Jesús, exaltado por el Padre como jefe y salvador, presentémosle nuestros anhelos y pidámosle que lleve su salvación hasta los confines del mundo.
- Por la Iglesia, para que anuncie con valentía la salvación que nos viene de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que siempre haya en nuestras diócesis un número suficiente de sacerdotes que prediquen el Evangelio con convicción, autoridad, entrega y alegría. Roguemos al Señor.
- Por los que sirven a los pueblos ejerciendo el poder; para que lo hagan con honestidad, sentido de justicia y anhelos de paz. Roguemos al Señor.
- Por quienes sufren el paro o cualquier tipo de explotación, para que encuentren en el Señor resucitado la esperanza y la dignidad de ser hijos de Dios. Roguemos al Señor.
- Por todos los que participamos en esta Eucaristía, para que, unidos a Jesucristo, gustemos ya las delicias de la salvación y nos comprometamos a ser sus testigos en nuestros ambientes. Roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor Jesús, a Ti, que nos mereciste el don de la salvación, y que resucitado, vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que vengas en ayuda del pueblo fiel, y en tu bondad sostengas la humana fragilidad, para que, entregada a ti con sincero corazón, goce de los auxilios de la vida presente y de la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 6 de mayo:
DOMINGO VI DE PASCUA
Color blanco. Misa y lecturas propias del VI domingo de Pascua. Gloria. Aleluya. Prefacio V de Pascua. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Cada domingo, al celebrar la Eucaristía, proclamamos que Jesús, el Señor, vive ahora y por siempre, y que vive en nosotros, porque vive en los niños, en los jóvenes, en los mayores, en los ancianos, en los sanos y en los enfermos; y a todos nos impulsa a seguir su camino con la fuerza de su amor y de su Espíritu de vida.
Por ello, celebrar la resurrección de Jesucristo en la Eucaristía, es celebrar esta vida nueva. Por eso que ahora, al empezar la celebración de la Eucaristía, recibimos la aspersión con el agua bautismal, signo de nuestro bautismo; que nos recuerda que hemos nacido del agua y del Espíritu para vivir como hijos de Dios y como hijos de su amor. Pidámosle al recibirla que nos renueve interiormente, para que seamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
(Aspersión por toda la iglesia)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con fervor sincero estos días de alegría en honor del Señor resucitado, para que manifestemos siempre en las obras lo que repasamos en el recuerdo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Alegres por la resurrección de Jesucristo, y con la confianza puesta en Él, oremos a Dios nuestro Padre.
- Por todos los que tienen alguna responsabilidad en la Iglesia; para que permanezcan atentos y dóciles a las llamadas imprevisibles del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas; para que el Espíritu Santo se derrame abundantemente sobre los llamados por Dios, y los haga testigos valientes del Evangelio. Roguemos al Señor.
- Por nuestros gobernantes y cuantos ejercen autoridad en el mundo; para que trabajen porque exista entendimiento entre todos los hombres, naciones y razas. Roguemos al Señor.
- Por todos los que sufren; para que la alegría de Cristo resucitado esté con ellos y su alegría llegue a plenitud. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, amigos y amados de Dios; para que, amándonos unos a otros como Cristo nos ha amado, demos testimonio del amor de Dios. Roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, que has sido el primero en amarnos, enviándonos a tu Hijo, para que vivamos por medio de Él, escucha nuestra oración y haz que, llenos del Espíritu Santo, aprendamos a amarnos los unos a los otros como Cristo nos ha amado. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador.
- Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique vuestros corazones de todo pecado y los ilumine con la efusión de su claridad.
- Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había divido en diversidad de lenguas os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe, y así podáis pasar de la esperanza a la plena visión.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 7 de mayo:
Lunes de la VI semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya. Prefacio II de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 16.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La aspersión con el agua bendita, con la que comenzamos la celebración de la Eucaristía, quiere ayudarnos a revivir nuestro Bautismo, la incorporación a Cristo resucitado; recibiéndola con fe, reconozcamos nuestras infidelidades, y pidamos al Señor que nos llene de su Vida Nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios misericordioso, concédenos recibir como fruto abundante en toda nuestra vida lo que realizamos en las celebraciones pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Con el espíritu abierto a las necesidades de la Iglesia y de toda la humanidad, oremos con fe y con confianza al Dios de la Vida, que resucitó a Jesús, su Hijo, de entre los muertos.
- Por todos los miembros de la Iglesia, para que la celebración del misterio pascual de Jesucristo nos lene de la alegría que proviene del encuentro con el Señor y que sepamos comunicarla sobre todo a los que no tienen esperanza. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que siempre haya chicos y chicas dispuestos a dejarlo todo para trabajar por la extensión del Reino de Dios. Roguemos al Señor.
- Por nuestros gobernantes; para que el Espíritu Santo les ilumine y sostenga. Roguemos al Señor
- Por los que sufren en el cuerpo o en el espíritu, para que el Señor resucitado les dé su consuelo, su luz y su paz. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros y nuestras familias; para que recibamos con alegría el mensaje de Jesús resucitado. Roguemos al Señor.
Oh Dios, Tú eres nuestra vida, el origen y la meta de nuestro ser; atiende nuestras oraciones y danos tu Espíritu de verdad para que nos impulse a vivir en el amor y a dar testimonio de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Mira con bondad, Señor, a tu familia y concédele la misericordia continua que te suplica, y pues sin ella no puede hacer nada digno de ti, merezca realizar con ella tus preceptos salvadores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 8 de mayo:
Martes de la VI semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya. Prefacio IV de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 17.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, al reunirnos para celebrar la Eucaristía, deseamos apartar de nosotros todo el temor que nos paraliza para, llenándonos de la luz pascual, renovar la esperanza activa que nos haga testigos del amor de la vida del Resucitado en medio de nuestro mundo. Por eso, al comenzar ahora la Eucaristía, expresamos, con la aspersión del agua, nuestro deseo de seguir a Jesús resucitado, recordando nuestro Bautismo.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso y lleno de misericordia, concédenos lograr verdaderamente nuestra participación en la resurrección de Cristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo.
Oración de los fieles: Acudamos ahora a Dios Padre, Señor de la vida que quiere encontrarse con todos, y pidámosle que escucha nuestra oración por la Iglesia y por el mundo entero.
- Para que la Iglesia se mantenga firme en el anuncio del Evangelio y abierta al diálogo con los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que muchos jóvenes respondan a la llamada del Señor, y lleven a todas partes el amor que viene del Señor resucitado, como distintivo de la llegada del mundo nuevo. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan las naciones, para que se empeñen en la consecución de una vida social en paz y de un mundo más justo y solidario. Roguemos al Señor.
- Por aquellos a quienes los avatares de la vida les han arrebatado la esperanza, para que encuentren acogida y amor en cada uno de nosotros, y en la Iglesia Roguemos al Señor.
- Por quienes hoy nos encontramos con el Señor resucitado, para que no olvidemos nunca su invitación a amarnos unos a otros tal como Él nos ha amado hasta la cruz. Roguemos al Señor.
Padre santo, mira las angustias y esperanzas de tus hijos; escucha sus oraciones y danos tu Espíritu, para que creyendo en Ti vivamos la alegría serena de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Multiplica, Señor, sobre tus fieles la gracia del cielo, y así quienes te alaban con los labios te alaben también con el corazón y con la vida, y ya que cuanto somos es don tuyo, sea también tuyo todo cuanto vivamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 9 de mayo:
Miércoles de la VI semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 18.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: De nuevo nos hemos reunido para dar gracias al Señor en la celebración de la Eucaristía, para recibir de ella la fuerza para contar a nuestros hermanos la fama del Señor. Ahora, al comenzar la celebración de la Eucaristía, le pedimos por medio de la aspersión del agua bendita que renueve en nosotros su gracia salvadora.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Escucha, Señor, nuestra oración y concédenos que, así como celebramos las fiestas de la resurrección de tu Hijo, merezcamos también, cuando vuelva, alegrarnos con todos sus santos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Acudamos, hermanos, al Dios único y verdadero, que resucitó a su Hijo Jesús y nos dio la salvación.
- Para que la Iglesia anuncia hasta los confines de la tierra la salvación del Dios de la vida, del amor, de la verdad. Roguemos al Señor.
- Para que los padres acojan con alegría y gratitud la llamada del Señor a sus hijos para consagrarse al Reino de Dios por el ministerio sacerdotal o la vida religiosa. Roguemos al Señor.
- Para que las naciones gocen de paz, los pobres de justicia, los enfermos de salud y a todos ilumine la luz de la Pascua. Roguemos al Señor.
- Para que los que no conocen a Dios o lo rechazan, lo acojan por su gracia, con corazón noble y espíritu humilde. Roguemos al Señor.
- Para que la celebración de la Eucaristía sea para todos un momento fuerte de oración y de encuentro con Jesucristo y con los hermanos. Roguemos al Señor.
Oh Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos; danos tu Espíritu de verdad para que viviendo en tu claridad glorifiquemos tu nombre y anunciemos tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que instruyas a tu pueblo con las enseñanzas del cielo, para que evitando todo lo malo y siguiendo todo lo bueno, no merezca tu indignación, sino tu incesante misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 10 de mayo:
Jueves de la VI semana de Pascua
San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia.
MEMORIA OBLIGATORIA
Color blanco. Misa propia y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 20.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy recordamos en la celebración de la Eucaristía a san Juan de Ávila, sacerdote español del siglo dieciséis.
Curiosamente, escuchó la llamada del Señor durante una corrida de toros celebrada en Salamanca, donde estudiaba y, dejándolo todo, fue ordenado sacerdote, dedicando toda su vida a predicar en Evangelio por Andalucía, fundando colegios, alentando a los sacerdotes, trabajando por la reforma de la Iglesia, y relacionándose con grandes figuras como san Ignacio de Loyola. Fue perseguido por la Inquisición y por diversas adversidades, retirándose a Montilla, en Córdoba, donde se dedicó a la oración y a escribir. En la actualidad, es el patrono del clero diocesano secular español.
Nosotros también estamos llamados, como san Juan de Ávila , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
- Tú que eres la imagen viva de Dios amor.
- Tú que nos has amado hasta el extremo.
- Tú que entregaste tu vida por nosotros, tus amigos.
Colecta: Oh Dios, que hiciste de san Juan de Ávila un maestro ejemplar para tu pueblo por la santidad de su vida y por su celo apostólico; haz que también en nuestros días crezca la Iglesia en santidad por el celo ejemplar de tus ministros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Renovados en nuestra esperanza, como los discípulos que contemplaron al Señor, presentemos a Dios nuestras peticiones y pidamos que la alegría pascual se extienda al mundo entero.
- Para que Dios, nuestro Señor, conceda a los sacerdotes de nuestra diócesis que, a ejemplo de san Juan de Ávila, su vida esté llena de la presencia de Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor suscite en el seno de la Iglesia vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras que den fe de la salvación universal. Roguemos al Señor.
- Para que nuestros gobernantes y políticos trabajen a favor de la paz, la justicia y el bien de los más necesitados. Roguemos al Señor.
- Para que cuantos se esfuerzan para que nazca un mundo nuevo sientan el gozo de ser comprendidos y ayudados por los hombres. Roguemos al Señor.
- Para que los que ven acercarse el fin de sus días no se sientan abandonados y solos, sino que experimenten la alegría de la esperanza futura. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, las oraciones de tu Iglesia, y haz que pueda alegrarse de ver realizadas sus peticiones. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Saciados con la dulzura del manjar de vida, te suplicamos, Señor, que nos unamos más a tu Hijo formando parte más perfectamente de su Cuerpo místico. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor, tu amor al pueblo que te suplica, para que obtenga la salvación por tu gracia continua, quien por ti fue creado y por ti fue redimido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 11 de mayo:
Viernes de la VI semana de Pascua:
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya. Prefacio II de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 23.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Siempre que celebramos la Eucaristía, recordamos que con su Sangre, el Señor Jesús ha comprado para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y que ha hecho de ellos una dinastía sacerdotal que sirva a Dios. Comencemos, por tanto, la celebración de la Eucaristía recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, ese bautismo que nos hizo hijos de Dios y miembros de esa dinastía sacerdotal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Escucha, Señor, nuestras oraciones, para que se complete en todo lugar, por la fuerza del Evangelio, lo que fue prometido como fruto de la acción santificadora de tu Verbo, y lo anunciado por la predicación de la verdad nos obtenga la plenitud de la adopción filial. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre, el único Dios verdadero que no impone carga a sus fieles, antes bien, bendice y conforta a los que ama y a los que le buscan.
- Para que los obispos, sacerdotes y todos los que tienen la misión de anunciar la palabra de Dios vivan sumergidos en su contemplación y se dejen guiar por esta misma palabra que anuncian a sus hermanos. Roguemos al Señor.
- Para que en la oración y en la vida diaria, los jóvenes descubran al Señor que los llama a estar con Él y a servir a su pueblo. Roguemos al Señor.
- Para que el Espíritu oriente el corazón y la voluntad de los que rigen los destinos de los pueblos en la búsqueda de lo que contribuye al progreso y al bien. Roguemos al Señor.
- Para que cuantos buscan sinceramente el camino de la verdad descubran en Jesucristo y en su Iglesia al Dios por el que suspiran. Roguemos al Señor.
- Para que viviendo el mandato del amor adelantemos la llegada del Reino de los cielos y construyamos juntos una Iglesia cercana, evangélica y solidaria, donde la alegría supere toda dificultad y tristeza. Roguemos al Señor.
Oh Dios, fuente inagotable del amor verdadero y de la alegría auténtica, que por Jesucristo nos manifestaste las maravillas de tu bondad; atiende nuestras súplicas filiales, sostennos con la fuerza de tu Espíritu y no permitas que nunca nos alejemos de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que extiendas tu brazo poderoso en defensa de tus hijos, y así, obedientes a tu voluntad de Padre, se sientan seguros bajo la protección de tu amor eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado:
Sábado de la VI semana de Pascua
San Pancracio, mártir
Color rojo. Colecta propia; resto y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 24.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Hermanos, al celebrar hoy la memoria del mártir san Pancracio, a quien Dios concedió la gracia de entregar su vida por amor a Cristo y a quien veneramos como uno de los santos más conocidos de la religiosidad popular, dispongámonos a recibir el amor de Dios abriendo nuestros corazones para que los renueve, reconociendo que somos pecadores, y pidiendo perdón por nuestros pecados.
- Tú que eres el único Camino.
- Tú que eres la Verdad sin error.
- Tú que eres la Vida en plenitud.
Colecta: Que se alegre tu Iglesia, oh Dios, confiada en la protección del mártir san Pancracio, y por su intercesión gloriosa permanezca entregada a ti y se mantenga firme. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios Padre, fuente e toda vida y origen de todo bien, y supliquémosle que se compadezca de toda la familia humana.
- Para que los cristianos experimentemos la alegría plena que da el saber que Dios siempre nos escucha y vela por cada uno de nosotros. Roguemos al Señor.
- Para que el Padre escuche las oraciones que nuestra diócesis le dirige, suplicándole nuevas vocaciones sacerdotales que prolonguen en nuestra historia la obra redentora del Verbo. Roguemos al Señor.
- Para que Jesús, el Mesías, inspire y acompañe a nuestros gobernantes en su esfuerzo por promover la justicia, trabajar por el desarrollo y velar por el bien común. Roguemos al Señor.
- Para que los difuntos, habiendo sido purificados por la misericordia de Dios, gocen de su felicidad eterna. Roguemos al Señor.
- Para que el testimonio de amor y veneración a la Eucaristía que dio san Pancracio sea una ayuda para cuantos nos alimentamos del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Roguemos al Señor.
Dios infinitamente misericordioso y benigno, inclina tu oído a nuestras oraciones filiales y haz que, perseverando en nuestras súplicas, crezcamos en intimidad contigo y en amor unos con otros. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Atiende, Señor, a las preces de tu familia y concede tu ayuda a quien la implora humildemente, para que fortalecido con los auxilios oportunos persevere en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 13 de mayo:
DOMINGO VII DE PASCUA:
SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR.
Color blanco. Misa y lecturas propias del domingo de la Ascensión. Gloria. Aleluya. Credo. Prefacio I de la Ascensión del Señor.
Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de la Ascensión. Despedida con doble aleluya.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Hoy celebramos la Solemnidad de la Ascensión del Señor a los cielos; en la que recordamos que el Señor Jesús, el mismo que murió y resucitó, ha sido glorificado y, subiendo al cielo, se ha sentado a la derecha del Padre, desde donde nos señala un camino, dándonos la esperanza de que nosotros también podemos seguirlo. Acojámoslo, pues, con gozo, y pidámosle que nos envíe la fuerza de su Espíritu para ser dignos de la gloria prometida.
Preparémonos ahora para celebrar la Eucaristía, con la aspersión del agua bendita, que nos recuerda el Bautismo que nos incorporó a Cristo, para compartir ya ahora su vida y compartirla en plenitud en el cielo, recordándonos que vivimos y debemos vivir la vida de Cristo.
(Aspersión por toda la iglesia)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Gloria cantado.
Colecta: Dios todopoderoso, concédenos exultar santamente de gozo y alegrarnos con religiosa acción de gracias, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y adonde ya se ha adelantado gloriosamente nuestra Cabeza, esperamos llegar también los miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien: Dios todopoderoso, concédenos habitar espiritualmente en las moradas celestiales a cuantos creemos que tu Unigénito y Redentor nuestro ascendió hoy a la gloria. Él, que vive y reina contigo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Elevemos ahora, hermanos, nuestras súplicas confiadas a Dios Padre, y pongamos nuestra mirada en Jesucristo, nuestro gran sacerdote, que ha atravesado el cielo para interceder por nosotros.
- Para que Cristo, desde el trono de su gloria, venga en ayuda de su Iglesia que lucha en medio de las dificultades del mundo, y no permita que sus fieles se dejen engañar por los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, sumo sacerdote de nuestro Dios, suscite abundantes y santas vocaciones al ministerio ordenado para el servicio de nuestra diócesis. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, Rey de cielos y tierra, que está por encima de todo principado, potestad y dominación, inspire a los que gobiernan las naciones sentimientos de paz y de justicia. Roguemos al Señor.
- Para que Jesús, el Señor, que con su triunfo ha glorificado nuestra carne, colocándola cerca de Dios Padre, llene de esperanza a los que sufren enfermedades en el cuerpo o angustias en el espíritu. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, el Señor elevado al cielo, nos envíe el Espíritu Santo, para que nos enseñe a amar los bienes de arriba y a no dejarnos cautivar por las cosas de este mundo. Roguemos al Señor.
Dios, Padre todopoderoso, que has resucitado a Cristo, tu Hijo, y lo has hecho Señor del universo, reconoce la voz de tu amado en las oraciones de la Iglesia y concédenos lo que, con fe, te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que, mientras vivimos aún en la tierra, nos concedes gustar los divinos misterios, te rogamos que el afecto de nuestra piedad cristiana se dirija allí donde nuestra condición humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios todopoderoso, por medio de su Hijo, que ascendió hoy a lo alto de los cielos y os abrió el camino para seguirle hasta su reino, os colme de sus bendiciones.
- Jesucristo, que después de su resurrección se manifestó visiblemente a sus discípulos, se os manifieste también como Juez benigno cuando vuelva para juzgar al mundo.
- Y a quienes confesáis que está sentado a la derecha del Padre os conceda la alegría de sentir que, según su promesa, está con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 14 de mayo:
Lunes de la VII semana de Pascua
San Matías, apóstol. FIESTA
Color rojo. Misa y lecturas propias (Leccionario IV). Gloria. Aleluya.
Prefacio I de los Santos Apóstoles. Plegaria Eucarística III.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la fiesta del apóstol san Matías, reafirmemos nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles y que estamos llamados a vivir y anunciar. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios, ya que nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas, a menudo cometemos fallos en la vida y nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear.
- Tú, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
- Tú, que enviaste a tus apóstoles a anunciar el mensaje del Evangelio a todo el mundo.
- Tú, que haces de nosotros testigos de tu amor.
Gloria.
Colecta: Oh Dios, que quisiste agregar a san Matías al colegio de los apóstoles, concédenos, por su intercesión, que podamos alegrarnos en la suerte de tu predilección al ser contados entre los elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo,
Oración de los fieles: Pidamos ahora, hermanos, al Señor, que escuche, por intercesión del apóstol san Matías, las oraciones que queremos presentarle por todos los hombres del mundo entero.
- Por la Iglesia, edificada sobre el fundamento de los apóstoles; para que sea en cada uno de sus miembros signo de unidad, de reconciliación, de paz y de comunión. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que la intercesión de san Matías vigorice la esperanza de las nuevas generaciones, y avive en sus corazones el deseo de seguir a Cristo con la entrega total de su vida. Roguemos al Señor.
- Por los que ejercen autoridad en el mundo; para que trabajen por la paz, la justicia, y todos los hombres puedan sentirse miembros de una misma familia. Roguemos al Señor.
- Por los que son esclavos del vicio y del pecado, por los que a causa del sufrimiento viven desesperados, por los que son víctimas del odio y la violencia; para que en Jesús encuentren un nuevo sentido para vivir. Roguemos al Señor.
- Por todos los que nos llamamos discípulos de Cristo; para que animados por su Espíritu proclamemos en que Jesucristo es nuestro Dios y Señor. Roguemos al Señor.
Recibe, Padre bueno, nuestras oraciones, y danos el celo apostólico que animó la vida de san Matías y de cada uno de los apóstoles de la primera hora, para que seamos testigos incansables de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: No dejes, Señor, de colmar a tu familia con los dones divinos, y por intercesión de san Matías dígnate recibirnos en la luz para tomar parte de la suerte de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y Tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu continua protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 15 de mayo
Martes de la VII semana de Pascua
San Isidro labrador. MEMORIA OBLIGATORIA
Color blanco. Misa Propia y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio V de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 26.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al venerar hoy la memoria de san Isidro labrador, quien se dedicó durante toda su vida a la humilde labor de trabajar la tierra y es patrón de los agricultores; abramos nuestro corazón para que Jesucristo entre en nosotros y aumente nuestra fe, esperanza y caridad; y ante Él, reconozcamos nuestra pobreza y debilidad, y pidámosle su gracia renovadora al comenzar la celebración de los sagrados misterios.
- Tú que eres el justo que moriste para llevar a los injustos a Dios.
- Tú que haces pasar a la humanidad entera de la muerte a la vida.
- Tú que das alegría plena a tus discípulos.
Colecta: Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez de san Isidro, labrador, nos dejaste un ejemplo de vida escondida en ti, con Cristo, concédenos que el trabajo de cada día humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria de alabanza a tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Pidamos a Dios todopoderoso, que ha revestido de honor y de gloria a su Hijo, que escuche la oración de la Iglesia, peregrina aún por la tierra.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que confiese que el Señor reina en los cielos, y no se vea cautivada por los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.
- Por los que son llamados por Jesús para seguirlo más de cerca; para que con generosidad renuncien a sí mismos y no antepongan nada a la invitación del Señor. Roguemos al Señor.
- Por los que tienen el gobierno de las naciones, para que Dios les conceda ejercerlo con justicia y espíritu de servicio, y a nosotros nos haga sumisos a sus justas disposiciones. Roguemos al Señor.
- Por todos los que trabajan la tierra; para que Dios les conceda levantar con frecuencia sus ojos hacia los bienes del cielo, como hacía san Isidro. Roguemos al Señor.
- Por el pueblo aquí reunido, para que Dios le manifieste su verdad y en el triunfo de su Hijo lo enriquezca con los bienes eternos. Roguemos al Señor.
Escucha, Dios eterno, nuestra oración, y pues creemos que el salvador de los hombres está sentado en el trono de tu gloria, concédenos que le sintamos también presente entre nosotros, según su promesa, hasta el fin de los tiempos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Señor, que el alimento santo que hemos recibido sea en nosotros siembra prometedora de cosecha abundante de caridad, para que, a imitación de san Isidro, cuya memoria hemos celebrado, sepamos compartir nuestro pan de cada día con nuestros hermanos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que el pueblo fiel se alegre sostenido por tu poder, para que progresando en la vida cristiana goce de los bienes presentes y futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 16 de mayo:
Miércoles de la VII semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 3.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Pidamos, hermanos, al Señor, que por medio de la aspersión con el agua, signo y recuerdo de nuestro Bautismo, su Espíritu Santo nos purifique de toda falta, para que nuestra celebración sea agradable a los ojos de Dios.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse a ti de todo corazón y mantenerse unida con voluntad sincera. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, con la confianza puesta en Jesucristo, el Señor, que subió al cielo y allí vive cerca del Padre, para orar por nosotros; oremos a Dios para que guarde de todo mal al mundo y para que nos santifique en la verdad.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que alcance la unidad que quiso para ella su fundador, y, fiel a su misión, anuncie el Evangelio a toda criatura, roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que el Señor que vela por su grey le conceda pastores misericordiosos y pacíficos, sabios y prudentes, que amen y prediquen según el corazón del Padre. Roguemos al Señor.
- Por nuestro país; para que triunfen en él la verdad, el amor a la vida, el respeto a la persona y a la justicia social, roguemos al Señor.
- Por los enfermos, para que el Padre que glorificó el cuerpo de su Hijo, cure también los dolores de nuestra carne, roguemos al Señor.
- Por nuestra parroquia, para que espere sin desfallecer la venida del reino y viva siempre en la unidad de la Iglesia, roguemos al Señor.
Padre santo, escucha nuestras súplicas, guárdanos en tu nombre y haz que permanezcamos siempre en tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: La participación en este divino sacramento nos colme siempre de tu gracia, Señor, y, al purificarnos con su fuerza, nos haga cada vez más dignos de este gran regalo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, que tu pueblo reciba los frutos de tu generosa bendición para que, libre de todo pecado, logre alcanzar los bienes que desea. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 17 de mayo:
Jueves de la VII semana de Pascua
San Pascual Bailón, religioso
Color blanco. Colecta propia; resto y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio II de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 16.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, en la que recordaremos la memoria de san Pascual Bailón, gran devoto del Santísimo Sacramento, abrámonos cada uno de nosotros a la comunión con Dios desde la verdad y la totalidad de nuestra vida, y en unos momentos de silencio, pidamos perdón por nuestros pecados.
- Tú que has triunfado de la muerte.
- Tú que has vencido el mal.
- Tú que eres el dueño absoluto de la creación.
Colecta: Oh Dios, que otorgaste a san Pascual Bailón un amor extraordinario a los misterios del Cuerpo y Sangre de tu Hijo, concédenos la gracia de alcanzar las riquezas divinas que él alcanzó en este sagrado banquete que preparas a tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Elevemos nuestra oración al Padre celestial, por mediación de su Hijo Jesucristo, ascendido al cielo y constituido pontífice y mediador de la Iglesia.
- Para que , desde el trono de su gloria, mire con amor a su Iglesia, que lucha aún en este mundo, peregrina hacia el reino eterno, y le conceda la unidad, la libertad y la paz, roguemos al Señor.
- Para que, fascinados por Jesucristo, el Hijo de Dios y Redentor verdadero, los jóvenes se empeñen en la apasionante aventura del Reino, viviendo como Él vivió. Roguemos al Señor.
- Para que los miembros de las asociaciones eucarísticas, que veneran a san Pascual Bailón como patrono, vivan siempre encendidos en el amor a la Eucaristía. Roguemos al Señor.
- Para que, justificados por nuestra fe en el Señor y purificados en su sangre, merezcamos el reino eterno, roguemos al Señor.
Mira, Dios todopoderoso, al pueblo que implora tu misericordia, y pues sólo confía en tu bondad, escucha nuestras súplicas y concédenos vivir como hijos de la luz, de la resurrección y de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Señor, que el sacramento recibido nos ilumine con su luz y nos transforme con su participación, para que merezcamos alcanzar los dones espirituales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Ilumina, Señor, a tu familia para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 16 de mayo:
Viernes de la VII semana de Pascua
Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio para después de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 5.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Hermanos, pidamos al comenzar la Eucaristía al Señor todopoderoso y lleno de misericordia, que por la muerte y resurrección de su Hijo ha redimido el género humano y con su Espíritu Santo vivifica la Iglesia, que acoja ahora con misericordia a los que imploramos su perdón; y con la aspersión del agua bautismal, recordemos que Cristo nos amó, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. (Aspersión con el agua bendita)
Colecta: Oh, Dios, que, por la glorificación de Cristo y la luz del Espíritu Santo, nos has abierto el acceso a la vida eterna, haz que la participación en tanta gracia nos mueva a dedicarnos con mayor empeño a tu servicio y a vivir con mayor plenitud las riquezas de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Encomendemos, hermanos, a Cristo, nuestro mediador sentado a la diestra del Padre, los deseos y las necesidades de todos los hombres.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que sea congregada en la unidad y crezca por la fuerza del Espíritu, anunciando a los hombres la salvación de Jesucristo, roguemos al Señor.
- Por los que el Señor llama a consagrarse por entero a su servicio, para que le respondan con fidelidad y sean siempre generosos y entregados. Roguemos al Señor.
- Por todos los que ejercen autoridad en nuestro país, para que lo hagan con sentido de justicia, con honestidad y espíritu de servicio, roguemos al Señor.
- Por los que sufren sin esperanza, por los que buscan sin tener fe, por los que aman a Dios sin saberlo, para que el Espíritu consolador colme sus anhelos de felicidad y salud, roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que logremos unas celebraciones de la Eucaristía llenas de fe, plenamente participadas, que expresen y fomenten nuestro amor y hermandad en Cristo, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que diste a Pedro la oportunidad de confesar su amor a Ti y de reparar su triple negación, y que le confiaste la misión de ser pastor y guía de sus hermanos; atiende nuestras oraciones y danos tu Espíritu para que, viviendo en santidad, reafirmemos cada día nuestro amor a Ti. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Oh, Dios, tus sacramentos nos purifican y alimentan; concédenos que la participación inmerecida en ellos nos obtenga la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Ilumina, Señor, a tu familia para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 19 de mayo:
Sábado de la VII semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio para después de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 9.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Como los discípulos reunidos en el cenáculo en oración en común, con María, la madre de Jesús, así también nosotros, aguardamos el don del Espíritu Santo. Por eso, ahora, al comenzar la Eucaristía, acudamos al Padre misericordioso que, por la muerte y resurrección de su Hijo, reconcilió el mundo consigo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados y pidámosle, por medio de la aspersión del agua, que recuerda nuestro Bautismo, que nos conceda el perdón y la paz.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Concédenos, Dios todopoderoso, a los que hemos celebrado las fiestas de Pascua, conservarlas, por tu gracia, en las costumbres y en la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Teniendo por intercesor delante del Padre a Jesús resucitado, y sabiendo que es el Espíritu quien ora en nosotros, pidamos por las necesidades de todos los hombres.
- Para que, como María, nuestra madre, la Iglesia medite las palabras de Cristo y transmita el evangelio de salvación a todos los pueblos, roguemos al Señor.
- Para que María, modelo de mujer consagrada y de discípula de la Palabra, haga sentir a los jóvenes la urgencia de seguir con decisión a Jesús en pobreza, castidad y obediencia, por el Reino. Roguemos al Señor.
- Para que nuestros gobernantes trabajen para que se afiance la paz en el mundo y desaparezcan las discordias y las rivalidades, roguemos al Señor.
- Para que los incrédulos y los pecadores, los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, los que temen la soledad y la muerte, lleguen a descubrir la alegría del anuncio evangélico y vean robustecida su debilidad humana, roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros participemos con mayor abundancia de la vida de Cristo, vid verdadera, y demos fruto de buenas obras, roguemos al Señor.
Te rogamos, Padre, Señor de la vida y de la misericordia, que permanezcamos en tu amistad a fin de dar buen fruto y poder llegar juntos a la alegría de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiente compasivo, Señor, a nuestras súplicas, para que, abandonada la vieja condición, nos renovemos con el alma santificada, como nos has hecho pasar de los antiguos sacramentos a los nuevos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Que tu pueblo, Señor, pueda alegrarse siempre de celebrar los misterios de su redención y de recibir continuamente sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 20 de mayo:
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Color rojo. Misa y lecturas propias del domingo de Pentecostés. Gloria. Secuencia. Aleluya. Credo. Prefacio propio. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pentecostés.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: El Espíritu del Señor resucitado nos convoca a esta asamblea de hermanos en este domingo de Pentecostés, el último día de las fiestas de Pascua, cuando celebramos que Cristo, el Señor, nos envía desde el Padre el don de su Espíritu.
Y al empezar la celebración de la Eucaristía, recordemos por medio de la aspersión con el agua bendita aquel primer día en que empezamos a ser cristianos: el día de nuestro Bautismo, cuando sobre nosotros fue derramada el agua de la vida nueva y el Espíritu de Dios se unió para siempre a nuestro espíritu.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Gloria: Cantemos ahora el himno de alabanza a nuestro Dios, invocando a Jesucristo, el Señor, que nos ha enviado su Espíritu Santo, y está sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros. (Gloria cantado)
Colecta: Oh, Dios, que por el misterio de esta fiesta santificas a toda tu Iglesia en medio de los pueblos y de las naciones, derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra y realiza ahora también, en el corazón de tus fieles, aquellas maravillas que te dignaste hacer en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Queridos hermanos; hoy llega a su plenitud el tiempo Pascual. Hace cincuenta días celebrábamos con gozo la resurrección de nuestro Señor, hoy celebramos la madurez y el cumplimiento definitivo de la Pascua. Por eso, ahora, oremos a Dios Padre, que por la muerte y resurrección de su Hijo nos ha dado el Espíritu Santo que ora con nosotros y dentro de nosotros.
- Por la Iglesia, extendida por toda la tierra; para que impulsada por el Espíritu Santo, permanezca atenta a lo que sucede en el mundo, haga suyos los sufrimientos, alegrías y esperanzas de los hombres de nuestro tiempo, intuya los signos caritativos que debe realizar y así pueda iluminarlo todo con la luz del Evangelio. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones; para que el Espíritu Santo suscite en el seno de la Iglesia vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras que den fe de la salvación universal. Roguemos al Señor.
- Por nuestro mundo de hoy, sujeto a cambios profundos y rápidos; para que el Espíritu Santo, que abarca la historia humana, promueva la esperanza de un futuro mejor y vislumbremos el gran día de Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Por los que son víctimas de la debilidad humana, de los extravíos de su propio espíritu o de los errores del mundo; para que el Espíritu Santo los lleve por las sendas del bien y de la verdad. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, aquí reunidos; para que, iluminados y fortalecidos por el Espíritu Santo, demos testimonio de nuestra fe. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de Pentecostés, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Oh, Dios, que has comunicado a tu Iglesia los bienes del cielo, conserva la gracia que le has dado, para que el don infuso del Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza, y el alimento espiritual acreciente su fruto para la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador.
- Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique vuestros corazones de todo pecado y los ilumine con la efusión de su claridad.
- Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había divido en diversidad de lenguas os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe, y así podáis pasar de la esperanza a la plena visión.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 21 de mayo:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
La Virgen María, fuente de la salvación
Color verde. Misas de la Virgen María nº 31. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la memoria de la Santísima Virgen María, cuyo nombre Dios ha glorificado de tal modo que su alabanza siempre está en la boca de todos, y reunidos ante Jesucristo, que nos congrega ante su mesa, reconozcámonos pecadores y pidamos perdón por nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Señor, Padre santo, al celebrar jubilosos la memoria de la bienaventurada Virgen María, por quien nos abriste el manantial de salvación, Jesucristo, tu Hijo, te pedimos poder ofrecer los frutos abundantes del Espíritu Santo, bebiendo constantemente de esta fuente de vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Acudamos a Dios Padre y presentémosle nuestras oraciones, pidiéndole que nos dé una fe profunda para que podamos hacer grandes cosas.
- Para que conceda a la Iglesia el don del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
- Para que los jóvenes encuentren en Jesús su modelo y guía. Roguemos al Señor.
- Para que Dios aumente la prudencia en los gobernantes. Roguemos al Señor.
- Para que socorra a los que están en algún peligro. Roguemos al Señor.
- Para que sepamos dar un buen testimonio cristiano. Roguemos al Señor.
Dios Padre compasivo, que por medio de Jesucristo has liberado al mundo del poder del maligno; escucha la oración que te hemos dirigido y haznos participar de la victoria de tu Hijo sobre el pecado y la muerte. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Al participar, Señor, en el banquete celestial, hemos bebido con gozo de la fuente del Salvador; concédenos, a cuantos celebramos la memoria de la Virgen María, que el sacramento recibido sea en nosotros un manantial que salta hasta la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
Martes 22 de mayo:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
La Virgen María de Caná
Color verde. Misas de la Virgen María nº 9. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la memoria de la bienaventurada Virgen María, la mujer agraciada por Dios, que siempre intercede por los discípulos de su Hijo, pongámonos en presencia de Cristo y, al empezar la celebración de la Eucaristía, pidámosle que, para celebrar dignamente el misterio de su memorial, nos llene de su gracia y perdone nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Señor, padre santo, que quisiste, por disposición admirable, que la bienaventurada Virgen María estuviese presente en los misterios de nuestra salvación, concédenos, atendiendo a las palabras de la Madre de Cristo, hacer aquello que tu Hijo nos ha mandado en el Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos a Dios nuestro Padre, que quiere que le sirvamos con un corazón sencillo y humilde.
- Por el Santo Padre, el Papa N.; por nuestro obispo N., por los sacerdotes y demás ministros de Dios. Roguemos al Señor
- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada en nuestra diócesis. Roguemos al Señor.
- Por la buena convivencia en nuestro país, y por el bienestar de todos los que aquí vivimos. Roguemos al Señor.
- Por los que viven en la marginación y no tienen esperanza ante el futuro. Roguemos al Señor.
- Por todos y cada uno de nosotros y por todos los que compartimos la alegría de ser cristianos. Roguemos al Señor.
Atiende, Dios de bondad, las súplicas que te hemos presentado, y haz que tengamos siempre las mismas actitudes de humildad y sencillez de tu Hijo Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Alimentados por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, que, siguiendo el ejemplo de la Virgen María, nos unamos a Cristo por la fe y, compartiendo las necesidades de la Iglesia, preparemos la llegada de tu Reino por la concordia de los espíritus. Por Jesucristo nuestro Señor.
Miércoles 23 de mayo:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
La Virgen María, Madre y medianera de la gracia
Color verde. Misas de la Virgen María nº 30. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la memoria de la Santísima Virgen María, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia, que es Madre y medianera de la gracia, comencemos la celebración de estos sagrados misterios poniéndonos con toda humildad y sinceridad ante el Señor, y pidámosle que tenga misericordia de nosotros, que hemos pecado.
Yo confieso…
Colecta: Señor, Dios nuestro, que, por misterioso designio de tu providencia, nos has dado al Autor de la gracia por medio de la Virgen María y la has asociado a la obra de la redención humana, concédenos que ella nos alcance la abundancia de la gracia y nos lleve al puerto de la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles:Confiando en el amor misericordioso de Dios Padre, que no excluye a nadie, pidamos por nosotros y por el mundo entero.
- Por la Iglesia, por todos los cristianos; para que seamos siempre portadores de amor y de esperanza. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes; para que no tenga miedo y sigan a Jesucristo, el amigo siempre fiel, sin regatearle amor, entrega y firmeza. Roguemos al Señor.
- Por los responsables del gobierno de las naciones; para que el Espíritu Santo los asista con su luz y su justicia. Roguemos al Señor.
- Por los que están presos en las cárceles; para que se puedan reinsertar en la sociedad y vivir una vida digna y en paz. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, congregados en la casa del Señor; para que evitemos todo aquello que nos esclaviza o degrada en nuestra dignidad. Roguemos al Señor.
Padre de bondad, escucha las súplicas de los que en ti confían, y ya que quien no está contra ti está a tu favor, concédenos un corazón abierto hacia todo el que te busca. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Renovados, Señor, en las fuentes de la gracia, humildemente te pedimos que, por la fuerza de la Eucaristía y la intercesión de la bienaventurada Virgen María, vivamos cada día más unidos a Cristo Mediador y cooperemos con mayor fidelidad a la obra de la redención. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Jueves 24 de mayo:
Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. FIESTA
Color blanco. Lecturas de la fiesta (leccionario IV). Gloria.
Prefacio I de las Ordenaciones. Plegaria Eucarística III.
Que la paz y el amor de Jesucristo, sacerdote eterno, mediador de una Nueva Alianza, estén con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pongámonos en presencia de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote; Mediador entre Dios y los hombres, que une nuestra humanidad a la vida divina y, reconozcamos nuestros pecados, todo aquello que nos aleja de la voluntad de Dios, pidiendo, con sinceridad y humildad, perdón ante Dios y ante los hermanos.
- Tú que nos enseñaste la voluntad del Padre.
- Tú que nos dejaste una Ley de amor.
- Tú que nos guías por el camino de tu reino.
Gloria
Colecta: Oh Dios, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a tu Hijo único sumo y eterno Sacerdote, concede, por la acción del Espíritu Santo, a quienes Él eligió para ministros y dispensadores de sus misterios la gracia de ser fieles en el cumplimiento del ministerio recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Acudamos, hermanos, a Cristo el Señor, a quien el Padre ha puesto como instrumento de propiciación y ha constituido sacerdote y justificador de cuantos creen en Él.
- Para que el Hijo de Dios, sumo y eterno sacerdote de la nueva alianza, conceda a los obispos y presbíteros ser predicadores humildes y valientes de la palabra divina y administradores fieles de los sacramentos de la Iglesia. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, pastor que nunca abandona a su rebaño, conceda a nuestra diócesis abundantes y santas vocaciones al ministerio sacerdotal. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, constituido sacerdote de los hombres en todo aquello que tiene referencia a Dios, con su intercesión conduzca a la humanidad al conocimiento y al amor del Padre. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, sacerdote capaz de ser indulgente con los que pecan, pues Él mismo experimentó nuestra debilidad, interceda por los pecadores y por los que yerran. Roguemos al Señor.
- Para que los que han sido elegidos y consagrados para hacer visible y presente a Cristo, cabeza de la Iglesia, realicen con fidelidad la misión recibida, y todos sepamos verlos como imagen de Cristo sacerdote, maestro y pastor. Roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que has establecido ser sacerdote en favor de los hombres y has establecido que tu misión sacerdotal fuera ejercida por aquellos que Tú mismo has elegido y consagrado por la imposición de las manos; concede a los obispos y presbíteros realizar con fidelidad la misión que les has confiado y haz que todos nosotros sepamos descubrir en su ministerio tu presencia santificadora y tu intercesión constante en favor de todos los hombres. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: La Eucaristía que hemos ofrecido y recibido nos dé la vida, Señor, para que, unidos a ti en caridad perpetua, demos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 25 de mayo:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
La Virgen María, auxilio de los cristianos
Color verde. Misas de la Virgen María nº 42. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, comencemos la celebración de la Eucaristía, en la que vamos a venerar la memoria de la Virgen María, auxilio de los cristianos, poniéndonos ante Jesús, el Señor, muerto para liberarnos del pecado y resucitado para darnos nueva vida, y pidámosle en silencio perdón por todos nuestros pecados y debilidades.
Yo confieso…
Colecta: Oh Dios, que has constituido a la Madre de tu amado Hijo en madre y auxiliadora del pueblo cristiano, concede a tu Iglesia vivir bajo su protección y alegrarse con una paz duradera. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos confiadamente a Dios nuestro Señor, cuya sabiduría desborda todo conocimiento.
- Por la Iglesia, por todos los cristianos; para que seamos siempre portadores de amor y de esperanza. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes que se sienten llamados por Jesús; para que no demoren su respuesta y lo sigan con fidelidad. Roguemos al Señor.
- Por la paz de los pueblos; para que, sin ninguna perturbación puedan servir a Dios en libertad de espíritu. Roguemos al Señor.
- Por los que viven angustiados por distintas necesidades; para que encuentren ayuda en Dios. Roguemos al Señor.
- Por nosotros mismos y por nuestra comunidad; para que Dios nos acepte como ofrenda agradable. Roguemos al Señor.
Señor y Dios nuestro, que has creado al hombre y a la mujer a tu imagen y semejanza y los has unido en una sola carne, atiende las oraciones que te dirigimos y haz fuertes en el amor a todos los matrimonios. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza al celebrar con alegría la memoria de la Madre de tu Hijo, haz que, con el auxilio de esta Madre, experimentemos tu ayuda en todas las necesidades. Por Jesucristo nuestro Señor.
Sábado 26 de mayo:
San Felipe Neri, MEMORIA OBLIGATORIA
Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria.
Prefacio de los santos Pastores. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al comienzo de la celebración de esta Eucaristía, en la que vamos a venerar la memoria de san Felipe Neri, nos reconocemos limitados, pecadores que confían en la misericordia de Dios. Reconozcamos que no nos hemos dejado renovar por el Espíritu, que no siempre hemos vivido nuestro encuentro con los hermanos, especialmente con los que más nos necesitan.
Yo confieso…
Colecta: Oh, Dios , que no cesas de enaltecer a tus siervos con la gloria de la santidad, concédenos, por tu bondad, que el Espíritu Santo encienda en nosotros aquel mismo fuego que atravesó admirablemente el corazón de san Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos juntos, hermanos, a Dios Padre, que nos invita a tener un corazón sencillo como el de los niños.
- Para que introduzca en la plenitud de su santa Iglesia a los no cristianos y a los no creyentes. Roguemos al Señor.
- Para que Dios conceda a la Iglesia vocaciones que vivan para alabarlo y extender su Reino. Roguemos al Señor.
- Para que en nuestra patria brote la justicia y entre todos los pueblos pueda renacer la alegría y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que toda persona pueda tener un trabajo en condiciones dignas y un salario suficiente. Roguemos al Señor.
- Para que siguiendo el ejemplo de sencillez y de alegría de san Felipe Neri, vivamos como él en amor ardiente a Dios y servicio continuo a los hermanos. Roguemos al Señor.
Atiende Dios de bondad las oraciones que te hemos dirigido, y concédenos aceptar tu Reino como niños para poder acercarnos así confiadamente a tu Hijo Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Alimentados con las delicias del cielo, te pedimos, Señor, que, a imitación de San Felipe Neri, procuremos siempre aquello que nos asegura vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 27 de mayo:
SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Color blanco. Misa y lecturas propia de la Solemnidad. Gloria. Credo.
Plegaria Eucarística III.
La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Finalizadas las fiestas de Pascua, volvemos a la celebración del tiempo ordinario, y lo retomamos celebrando la fiesta de la Santísima Trinidad; la confesión de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; pues Dios se nos ha revelado como Padre que nos ha enviado a su Hijo, hecho hombre como nosotros, y que ha derramado su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Que la celebración de hoy sea un canto de gratitud y de alabanza a Dios, que ha querido revelarnos su Misterio; y al mismo tiempo, sea una proclamación de nuestro deseo de realizar cada día la comunión en el amor con todos los hermanos.
- Tú que eres el Hijo amado del Padre.
- Tú que eres el Primogénito de toda criatura.
- Tú que eres el Ungido por el Espíritu para ansiar la Buena Nueva a todos los hombres.
Monición al Gloria: Con los ángeles y los santos, alabemos y glorifiquemos a Dios, Padre todopoderoso, por su Hijo Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo.
Colecta: Dios Padre, que, al enviar al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación, revelaste a los hombres tu admirable misterio, concédenos, al profesar la fe verdadera, reconocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar la Unidad en su poder y grandeza. Por nuestro Señor Jesucristo.
Monición al Credo: Desde el tiempo de los Apóstoles, los cristianos proclamamos nuestra fe como un reconocimiento de lo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han hecho, hacen y harán a lo largo de la historia en la humanidad. Renovemos hoy, por tanto, una vez más nuestra fe.
Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente a Dios nuestro Padre, de quien procede todo don y gracia, por Jesucristo Redentor nuestro, en el Espíritu Santo, alma de la Iglesia.
- Por todos los creyentes, marcados por la fe al ser bautizados en nombre de la Trinidad; para que lleguemos a la unidad querida por Cristo en su santa y única Iglesia. Roguemos al Señor.
- Por los monjes y monjas de vida contemplativa, llamados a dar testimonio de la vida y la gracia de Dios en nuestra sociedad; para que sean siempre fieles al don que han recibido de Dios, y surjan vocaciones para continuar el espíritu de oración constante de la Iglesia. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan las naciones de la tierra; para que procuren la justicia y el bien; y así todos los pueblos puedan llegar al conocimiento de Dios. Roguemos al Señor.
- Por los ancianos, los enfermos, y todos aquellos que sufren en el alma y en el cuerpo; para que encuentren el consuelo y la fortaleza de Dios, y sean acogidos y valorados por la sociedad. Roguemos al Señor.
- Por nosotros y por todos los hombres; para que vivamos en plenitud la vida divina presente en nuestros corazones, y respetemos y amemos así la vida humana como un regalo y don de Dios. Roguemos al Señor.
Padre, fiel y misericordioso, que nos has revelado el misterio de tu vida al darnos a tu Hijo unigénito y el Espíritu de amor; escucha nuestras plegarias, afianza nuestra fe, e inspíranos sentimientos de paz y esperanza, para que reunidos en la comunión de tu Iglesia bendigamos tu nombre glorioso y santo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor y Dios nuestro, que la recepción de este sacramento y la profesión de fe en la santa y eterna Trinidad y en su Unidad indivisible, nos aprovechen para la salvación del alma y del cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- El Señor os bendiga y os guarde.
- Haga brillar su rostro sobre vosotros y os conceda su favor.
- Vuelva su mirada a vosotros y os conceda la paz.
- Y la bendición de Dios todopoderoso….
Lunes 28 de mayo:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
La Virgen María, Madre y Maestra espiritual
Color verde. Misas de la Virgen María nº 32. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, plenamente confiados en el perdón del Hijo de Dios, que vino a salvar a los pecadores, comencemos la celebración de la Eucaristía, en la que veneraremos la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre y Maestra espiritual, pidiendo a Dios que tenga compasión y misericordia de nosotros por nuestros pecados y miserias.
Yo confieso…
Colecta: Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de la salvación. Que vive y reina contigo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, pidiéndole que nos ayude a estar dispuestos a seguir radicalmente a Jesús, renunciando a todo lo demás.
- Para que la Iglesia sepa mostrar al mundo a Jesucristo, en quien está la verdadera riqueza. Roguemos al Señor.
- Para que aquellos a los que Jesús llama a su seguimiento no antepongan nada a la llamada del Maestro. Roguemos al Señor.
- Para que los gobernantes busquen siempre promover la justicia, la libertad y la paz. Roguemos al Señor.
- Para que confiando en el Señor, los ricos compartan sus bienes y se abandonen en la Divina Providencia. Roguemos al Señor.
- Para que Dios tenga compasión de nosotros y de los que se sienten solos. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, que quieres que sigamos generosamente a tu Hijo, escucha las oraciones que te hemos dirigido y haz que tengamos siempre un corazón generoso y desprendido. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Fortalecidos con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te suplicamos, Señor, que la gracia de tu amor nos disponga a imitar fielmente las virtudes de la Santísima Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 29 de mayo:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
Misa de la Virgen María, causa de nuestra alegría
Color verde. Misas de la Virgen María nº 34. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, en la que vamos a venerar la memoria de la bienaventurada Virgen María, causa de nuestra alegría, acudamos confiadamente a Jesucristo, que es Dios y Hombre, Hijo del Padre y hermano nuestro, para pedirle perdón por todos nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Oh Dios, que, por la encarnación de tu Hijo, has llenado el mundo de alegría, concédenos a los que veneramos a su Madre, causa de nuestra alegría, permanecer siempre en el camino de tus mandamientos, para que nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre con la esperanza puesta en el cumplimiento de las promesas de Cristo para con los que lo han dejado todo por seguirle.
- Por el Papa N, por nuestro Obispo N. y por los demás obispos, presbíteros, diáconos, religiosos y fieles laicos. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones a dejar todo en esta vida por seguir a Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Por todos los que ejercen alguna responsabilidad en la sociedad. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos y por todos los que sufren, por todos sus familiares. Roguemos al Señor.
- Por todos los que hoy nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía. Roguemos al Señor.
Señor y Dios nuestro, que prometes el ciento por uno a los que te son fieles, mira bondadoso nuestras plegarias y haznos ricos en tu gracia y en tu amor viviendo siempre en comunión contigo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso, confírmanos en la fe de estos misterios que hemos celebrado, y pues confesamos a tu Hijo Jesucristo, nacido de la Virgen, Dios y hombre verdadero, te rogamos que por la fuerza salvadora de su resurrección merezcamos llegar a las alegrías eternas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Miércoles 30 de mayo:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
La Virgen María, Madre del amor hermoso
Color verde. Misas de la Virgen María nº 36. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, invitados a la mesa del altar para celebrar el Sacrificio eucarístico, y venerar en él la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre del amor hermoso, purifiquemos nuestras almas pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Señor Dios, en tu presencia resplandece toda hermosa la Virgen María, tu humilde sierva, gloria de tu Hijo y compendio de virtudes; concédenos procurar, como ella, todo lo que es verdadero y noble, para llegar un día ante ti, fuente de toda belleza y autor del amor hermoso. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios Padre por medio de Jesucristo, el Señor, que ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos.
- Para que los pastores de la Iglesia imiten constantemente el ejemplo de Jesucristo, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida. Roguemos al Señor.
- Para que Dios suscite abundantes y santas vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada. Roguemos al Señor.
- Para que los jefes de los pueblos ejerzan su autoridad sin despotismo y sin tiranía. Roguemos al Señor.
- Para que Dios se apiade de los que viven sumergidos en las tinieblas del error y del pecado. Roguemos al Señor.
- Para que vivamos unidos a Jesucristo, sin miedo a beber su cáliz. Roguemos al Señor.
Dios y Señor nuestro, que con el ejemplo de la entrega de tu Hijo destruyes la vanidad y la ambición, escucha las súplicas que te presentamos y has que estemos siempre dispuestos a vivir sirviendo a todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Señor, que nos sea provechosa la ofrenda que te dedicamos, para que, recorriendo con la Virgen María el hermoso camino de la santidad, nos renovemos con la participación en tu vida divina y merezcamos llegar a la contemplación de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.
Jueves 31 de mayo:
La Visitación de la bienaventurada Virgen María. FIESTA
Color blanco. Misa y lecturas propias (Leccionario IV). Gloria.
Plegaria Eucarística III.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy, al terminar el mes de mayo, la fiesta de la bienaventurada Virgen María, la Madre de Dios, que visita a su prima Isabel llevando en su seno a Cristo, el Señor, y que con su alegría de madre atraviesa Palestina entera para compartir su alegría con su prima, que a pesar de su vejez, espera también un hijo.
Pongámonos, pues, en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestros pecados, especialmente por las veces que no nos hemos puesto por entero a disposición de nuestros hermanos.
Yo confieso…
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, visitar a Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos siempre cantar con ella tus maravillas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos ahora, hermanos, a Dios Padre, que hizo obras grandes en María, la Madre de Jesús, y pidámosle que por su poderosa intercesión escuche las oraciones que en nombre de toda la humanidad queremos presentarle.
- Para que la Iglesia lleve con alegría a Cristo, el Salvador, a todo el mundo, y muchos se conviertan a Él. roguemos al Señor.
- Para que surjan vocaciones sacerdotales que con su vida den testimonio de que Jesús está en medio de su pueblo y que nos ama. Roguemos al Señor.
- Para que el espíritu de servicio, el amor desinteresado, la solidaridad y la fraternidad sean una realidad en nuestra sociedad. Roguemos al Señor.
- Para que las madres que esperan un hijo se preparen a recibirlo con amor y como una bendición de Dios. Roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros seamos morada del Espíritu y Él guíe nuestros pasos por el camino del amor sincero, la pureza de costumbres y la fidelidad a Jesucristo. Roguemos al Señor.
Recibe, Padre, por manos de María, nuestras oraciones; modela nuestras vidas con la fuerza de tu amor y haz que seamos testigos tuyos ante el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Oh Dios, que tu Iglesia proclame las maravillas que hiciste a tus fieles, y gozosamente descubra siempre vivo en este sacramento a aquel que san Juan, exultante de alegría, presintió oculto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que extiendas tu brazo poderoso en defensa de tus hijos, y así, obedientes a tu voluntad de Padre, se sientan seguros bajo la protección de tu amor eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.