2019 – Nuevo Pentecostes
NUEVO PENTECOSTÉS, “CONSAGRACIÓN” Y “MISIÓN”
por Juan Esquerda Bifet
EL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA REUNIDA CON LA MADRE DE JESÚS
*(Despedida de Benedicto XVI) “La Iglesia vive, crece y se despierta en las almas, que —como la Virgen María— acogen la Palabra de Dios y la conciben por obra del Espíritu Santo; ofrecen a Dios la propia carne y, precisamente en su pobreza y humildad, se hacen capaces de generar a Cristo hoy en el mundo” (Discurso 28 febrero 201)
*(Trasfondo patrístico e histórico) “Por obra del Espíritu Santo nació él de una Virgen, y por obra del mismo Espíritu Santo fecunda también su Iglesia pura, a fin de que, a través del bautismo, dé a luz a una multitud innumerable de hijos de Dios” (San León Magno, Sermón 12). “Te pido, Virgen Santa, que yo reciba a Jesús de aquel mismo Espíritu Santo por el que tú has concebido a Jesús” (San Ildefonso de Toledo, De virginitate V.M., cap. XII). “Nosotros renacemos de la fuente bautismal como hijos de Dios y cuerpo suyo en virtud de aquel mismo Espíritu del que nació el Hijo del hombre, como cabeza nuestra, del seno de la Virgen” (Isaac de Stella, Sermón 42)
*(Trasfondo paulino) “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer … para que recibiéramos la filiación adoptiva … ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!” (Gal 4,4-6). “Sois, por medio de mi ministerio, una carta de Cristo… escrita por el Espíritu Santo” (2Cor 3,3). Pablo “encadenado por el Espíritu” (Hech 20,23). “No extingáis el Espíritu” (1Tes 5,19)
*(Un nuevo Pentecostés permanente) “Fue en Pentecostés cuando empezaron “los hechos de los Apóstoles“, como había sido concebido Cristo al venir al Espíritu Santo sobre la Virgen María, y Cristo había sido impulsado a la obra de su ministerio, bajando el mismo Espíritu Santo sobre El mientras oraba” (Ad Gentes, n.4). “Vemos a los Apóstoles antes del día de Pentecostés ‘perseverar unánimemente en la oración con las mujeres, y María la Madre de Jesús y los hermanos de Este’ (Hech, 1,14); y a María implorando con sus ruegos el don del Espíritu Santo, quien ya la había cubierto con su sombra en la Anunciación” (Lumen Gentium, n.59; cfr. n. 4)
“En la mañana de Pentecostés ella presidió con su oración el comienzo de la evangelización bajo el influjo del Espíritu Santo. Sea ella la estrella de la evangelización siempre renovada que la Iglesia, dócil al mandato del Señor, debe promover y realizar, sobre todo en estos tiempos difíciles y llenos de esperanza” (Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, n.82). “Los Apóstoles, con la venida del Espíritu Santo, se sintieron idóneos para realizar la misión que se les había confiado” (Juan Pablo II, Dominum et Vivificantem, n.25). “María acoge, con su nueva maternidad en el Espíritu, a todos y a cada uno en la Iglesia, acoge también a todos y a cada uno por medio de la Iglesia” (ibid., n.47)
“Veo amanecer una nueva época… plena docilidad al Espíritu… dejarse plasmar interiormente por él, para hacerse cada vez más semejantes a Cristo” (Juan Pablo II, Redemptoris Missio, n.87). “Como los Apóstoles después de la Ascensión de Cristo, la Iglesia debe reunirse en el Cenáculo con «María, la madre de Jesús» (Act 1, 14), para implorar el Espíritu y obtener fuerza y valor para cumplir el mandato misionero. También nosotros, mucho más que los Apóstoles, tenemos necesidad de ser transformados y guiados por el Espíritu” (ibid., n.92)
“En el momento de Pentecostés, serán los discípulos los que se agrupen en torno a ella en espera del Espíritu Santo (cf. Hch 1, 14)” (Benedicto XVI, Deus Caritas est, n. 41). “Estuviste en la comunidad de los creyentes que en los días después de la Ascensión oraban unánimes en espera del don del Espíritu Santo (cf. Hch 1,14), que recibieron el día de Pentecostés” (Spe Salvi, n.50)
“El Espíritu desciende sobre los Doce, reunidos en oración con María el día de Pentecostés (cf. 2,1-4), y les anima a la misión de anunciar a todos los pueblos la Buena Nueva” (Benedicto XVI, Verbum Domini, n.15). “Cuanto más sepamos ponernos a disposición de la Palabra divina, tanto más podremos constatar que el misterio de Pentecostés está vivo también hoy en la Iglesia de Dios. El Espíritu del Señor sigue derramando sus dones sobre la Iglesia para que seamos guiados a la verdad plena, desvelándonos el sentido de las Escrituras y haciéndonos anunciadores creíbles de la Palabra de salvación en el mundo” (ibid., n.123). “Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón (cf. Lc 2, 19.51), los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo ” (Porta Fidei, n.13)
“Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo (Hech 1,14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización” (Evangelii Gaudium, n.284). “Jesucristo, Pastor y obispo de nuestras almas, nos invita a la plegaria unánime a ejemplo de María y los Apóstoles, en la espera de un nuevo Pentecostés” (Prefacio Ascensión)
* “Consagración”, fidelidad y discernimiento del Espíritu. “Consagrarse” al Espíritu Santo: toda la Iglesia se deja “sorprender”, “consagrar”, en Cristo “ungido – consagrado – … enviado para evangelizar a los pobres” (Lc 4,18). Fidelidad: Presencia, luz, acción santificadora y misionera (Jn 7, 37-38; 14-16). Discernimiento: “Desierto” (humildad), “pobres” (caridad), “gozo” (Lc 4,1.18; 10,21). “Discernimiento de espíritus“ (1Cor 12,10; cfr. 1Jn 4,1). “Guiados por el Espíritu” (Rom 8,14). Paradigma (Cristo): “Ungido por el Espíritu, pasó haciendo el bien” (Hech 10,38). “Carismas” del Espíritu Santo hoy en la Iglesia (liturgia renovada, santos, magisterio, carismas fundacionales, comunidades, movimientos, escritos … en “comunión”). Consagrase al Espíritu Santo: decidirse, con su gracia, a ser santo y apóstol, ser Iglesia transparente y portadora de Jesús = Seguir “el llamado a la santidad” (Gaudete et exsultate, cap.I).