2019 – Servicio litúrgico del mes de Mayo
Miércoles 1 de mayo:
MIÉRCOLES DE LA II SEMANA DE PASCUA.
San José obrero
Color blanco. Misa propia y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua o de san José, “en la conmemoración”.
Plegaria Eucarística II. ración sobre el pueblo nº 9.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Hoy que se celebra el día internacional del trabajo, la Iglesia nos invita a volver nuestros ojos hacia san José, concretamente hacia su faceta de trabajador, en su taller de Nazaret; viéndolo trabajar para sacar adelante a su familia.
Preparémonos, pues, en silencio para celebrar la Eucaristía reconociendo nuestra debilidad y nuestro pecado; e implorando confiadamente la misericordia de Dios.
Yo confieso…
Colecta: Dios creador del universo, que has establecido la ley del trabajo para toda la humanidad, concédenos con bondad, por el ejemplo y patrocinio de san José, que llevemos a cabo lo que nos mandas y consigamos los premios que prometes. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Confiando en la presencia entre nosotros de Jesucristo resucitado, elevemos al Padre nuestra oración.
- Para que la Iglesia anuncie sin cesar a todos los pueblos el alegre mensaje de la esperanza futura, roguemos al Señor.
- Para que nunca falten vocaciones sacerdotales al servicio de nuestra diócesis, que repartan a todos el Pan de la Palabra y de la Eucaristía, roguemos al Señor.
- Para que se respeten siempre los derechos de todos los trabajadores y se vean atendidas sus justas demandas. Roguemos al Señor.
- Para que los pobres, afligidos, enfermos y moribundos vean fortalecida su esperanza en la victoria de Cristo resucitado, roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros seamos renovados por la resurrección de Jesucristo, roguemos al Señor.
Al celebrar un año más los misterios en los que la humanidad recibió la esperanza de la resurrección recuperando la dignidad original, invocamos, Señor, tu compasión, para que percibamos siempre en el amor lo que hemos celebrado con fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Saciados con los alimentos celestiales te pedimos humildemente, Señor, que, a ejemplo de san José, gustemos continuamente el fruto de una paz perpetua, dando testimonio de la caridad que infundes en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Que tu pueblo, Señor, pueda alegrarse siempre de celebrar los misterios de su redención y de recibir continuamente sus frutos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Jueves 2 de mayo:
JUEVES DE LA II SEMANA DE PASCUA
San Atanasio, obispo y doctor. MEMORIA OBLIGATORIA.
Color blanco. Misa propia y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 10.
Monición de entrada y acto penitencial: En la celebración de la Eucaristía, hacemos hoy memoria de san Atanasio, obispo de Alejandría durante cuarenta y cinco años en el siglo cuarto; quien defendió incansablemente la divinidad de Jesucristo con su palabra y en sus escritos, especialmente contra la herejía arriana, según la cual Jesucristo no era Dios ni hombre como nosotros; lo cual le ocasionó sufrimientos y destierros.
Nosotros también estamos llamados, como San Atanasio, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
- Tú, el primogénito de entre los muertos.
- Tú, el vencedor del pecado y de la muerte.
- Tú, la resurrección y la vida.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que hiciste de tu obispo san Atanasio un preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, en tu bondad, que, de su enseñanza y protección, crezcamos sin cesar en tu conocimiento y amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Presentemos, hermanos, la oración a Dios, Padre de todos, siempre atento a nuestras necesidades.
- Por la Iglesia, para que Dios conceda a los obispos y pastores de su pueblo la sabiduría, el celo y la caridad que sostuvo la vida y el ministerio de san Atanasio. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas al servicio de nuestra diócesis. Roguemos al Señor.
- Por los que ejercen autoridad en el mundo: para que siempre busquen la paz y el bien de todos. . Roguemos al Señor.
- Por los pobres, para que sean ayudados en sus luchas, disfruten de los bienes de la vida y lleguen a ser verdaderos pobres de corazón. . Roguemos al Señor.
- Por nosotros, para que vivamos llenos del Espíritu Santo que Jesús nos da. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, que estableciste el sacrificio pascual para la salvación del mundo, sé propicio a las súplicas de tu pueblo, para que Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote que intercede en favor nuestro, nos reconcilie por aquello que le asemeja a nosotros y nos absuelva en virtud de su igualdad contigo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Concédenos, Dios todopoderoso, que la verdadera divinidad de tu Unigénito, que confesamos firmemente con san Atanasio, por este sacramento nos vivifique y nos defienda siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor Dios, a tus fieles encontrar seguridad y riqueza en la abundancia de tus misericordias y haz que, protegidos con tu bendición, se mantengan en continua acción de gracias y te bendigan rebosantes de alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 3 de mayo:
Viernes de la II semana de Pascua
Santos Felipe y Santiago el Menor, apóstoles. FIESTA
Color rojo. Misa y lecturas propia (Leccionario IV). Gloria. Aleluya.
Prefacio II de los Santos Apóstoles. Plegaria Eucarística III.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar la fiesta de dos santos apóstoles: San Felipe, y Santiago el Mayor; de los cuales desconocemos prácticamente su actividad misionera y la causa de su martirio, reafirmemos nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles y evangelistas. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios porque nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas vida y nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear.
- Tú que fortaleces a tu Iglesia con el testimonio de los santos apóstoles.
- Tú que por medio de los apóstoles nos has hecho llegar tu Buena Noticia.
- Tú que resucitado de entre los muertos eres vida para todos los que te siguen.
Gloria.
Colecta: Oh Dios, que nos alegras todos los años con la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago; concédenos, por su intercesión, participar en la pasión y resurrección de tu Unigénito, para que merezcamos llegar a contemplarte eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente a Dios Padre, que ha enriquecido a su Iglesia con la vida, predicación y fidelidad de los apóstoles Felipe y Santiago el Menor.
- Por la Iglesia, edificada sobre el fundamento de los apóstoles; para que viva con integridad la fe que de ellos recibió y la transmita mediante la predicación fiel al Evangelio de Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada; para que nunca falten en nuestra diócesis quienes, como los apóstoles, vivan con firmeza su fe y la anuncien con ilusión, valentía y generosidad. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan nuestra nación y todos los pueblos del mundo; para que trabajen con entrega y honestidad por la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
- Por los que ven declinar sus fuerzas y se preparan para dejar este mundo; para que, purificados por la misericordia de Dios, gocen de la plenitud de su gloria. Roguemos al Señor.
- Por nosotros y por todos los que nos alimentamos con el Cuerpo y la Sangre de Cristo; para que estemos atentos a su voz que nos habla en cada acontecimiento y vivamos en íntima comunión con Él y con nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, mira con bondad a tu pueblo que se alegra al celebrar la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago, y bendícenos generosamente, para que imitando su entrega podamos ser testigos del Evangelio hasta los confines de la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, dígnate purificar nuestros corazones por estos dones santos que hemos recibido, y haz que, contemplándote en tu Hijo, con los apóstoles Felipe y Santiago, merezcamos poseer la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, que se alegre el pueblo cristiano porque glorificas a los miembros insignes de tu Hijo; y, pues devotamente celebra la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédele participar de su suerte y gozar un día con él de tu gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 4 de mayo:
Sábado de la II semana de Pascua.
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Aleluya.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 13.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: De nuevo nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía con esa alegría que viene como don del Resucitado, y con la paz que nos tiene que dar el tenerle presente en medio de nosotros. Ahora, al empezar la celebración de la Eucaristía, renovemos el recuerdo de aquel momento trascendental en el que por medio del agua del Bautismo nacimos a la vida nueva del Espíritu, recibiendo con fe la aspersión del agua bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que, por los misterios pascuales, has querido abrir a tus fieles la puerta de la misericordia, míranos y ten piedad de nosotros, para que no nos desvariaremos nunca del sendero de la vida los que, con tu benevolencia, seguimos el camino de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Padre, que ha manifestado su amor al mundo dándonos a su propio Hijo.
- Para que la Virgen, madre de la Iglesia, la ayude a conservarse en la paz y en el amor, y sea congregada en la unidad, roguemos al Señor.
- Para que los gobernantes y todos los políticos ejerzan su función con honradez y con espíritu de servicio, roguemos al Señor.
- Por los que han abandonado la fe, por los que aún no conocen a Cristo, por todos los hombres de buena voluntad, roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros mantengamos el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones, y así descubramos su presencia a los hombres, roguemos al Señor.
Dios nuestro, Padre de todos los hombres, derrama sobre nosotros la fuerza de tu Espíritu para que seamos ante el mundo testigos de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor, que tus fieles, por la fuerza de tu bendición, se dispongan interiormente al bien, para que realicen todas sus obras fortalecidos y movidos por tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 5 de mayo:
DOMINGO III DE PASCUA
Color blanco. Misa y lecturas propias del III domingo de pascua. Gloria. Aleluya. Credo. Prefacio II de Pascua. Plegaria Eucarística III. Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Si siempre que nos reunimos el domingo para celebrar la Eucaristía lo hacemos para reafirmar y celebrar la Resurrección de Jesús, con más razón todavía lo hacemos en estos domingos de Pascua; y lo hacemos todos, cada uno de nosotros, también con la íntima esperanza de que lo que aquí escuchamos, celebramos y recibimos, nos ayude a ser testigos de este Jesucristo vivo, en la sencillez de nuestra vida de cada día.
Por ello, iniciamos nuestra reunión con el signo de la aspersión con el agua bendita. Esta agua que nos recuerda nuestro Bautismo, nuestro sumergirnos en la corriente de vida nueva que brota de Jesucristo resucitado.
(Aspersión con el agua bendita por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Gloria.
Colecta: Que tu pueblo, oh, Dios, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu, para que todo el que se alegra ahora de haber recobrado la gloria de la adopción filial, ansíe el día de la resurrección con la esperanza cierta de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente a Dios nuestro Padre, que está e medio de nosotros y nos ofrece su amor, y que saca nuestra vida del abismo y nos hace vivir.
- Por la Iglesia; para que sepa dar testimonio creíble de Jesús resucitado en medio de nuestra sociedad. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes; para que reciban la luz de la Pascua, conozcan a Jesús, se dejen fascinar por Él y le sigan en la vida sacerdotal y consagrada. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan las naciones; para que trabajen por que todos los pueblos gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones Cristo otorgó a los discípulos. Roguemos al Señor.
- Por nuestro mundo, sobre todo por los que más sufren; para que la esperanza que nos trae el mensaje de la Pascua llegue a todos. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros; para que esta Pascua nos renueve y fortalezca en nuestra fe en Jesús resucitado, vivo y presente en medio de nosotros. Roguemos al Señor.
Acrecienta, en nosotros, Padre misericordioso, la luz de la fe, para que en los signos sacramentales sepamos reconocer siempre a tu Hijo, que se manifiesta constantemente a nosotros, sus discípulos, y haz que, llenos el Espíritu Santo, proclamemos con valentía ante los hombres que Cristo es el Señor. Él, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, que por la resurrección de su Unigénito os ha redimido y adoptado como hijos, os llene de alegría con sus bendiciones.
- Y ya que por la redención de Cristo recibisteis el don de la libertad verdadera, por su bondad recibáis también la herencia eterna.
- Y, pues, confesando la fe habéis resucitado con Cristo en el bautismo, por vuestras buenas obras merezcáis ser admitidos en la patria del cielo.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 6 de mayo:
Lunes de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 14.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, Jesús nos ha convocado de nuevo en torno a su mesa. Esto es la Pascua; que Él, Jesús, el crucificado, vive y nos acompaña, se hace presente en medio de nosotros y nos da su Espíritu. Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía, renovando por medio de la aspersión con el agua nuestra fe en el Señor Jesús; nuestra fe bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Te pedimos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del hombre viejo con sus inclinaciones, vivamos en la obediencia de aquel a quien nos has incorporado por los sacramentos pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Padre, que con su poder nos creó y con su bondad nos ha salvado de la muerte, por la resurrección de su Hijo Jesucristo.
- Por la Iglesia, para que la mantenga siempre fiel y libre de todo error. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que siempre haya en nuestra diócesis quien anuncie con su vida la resurrección de Cristo. roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan las naciones, para que se afanen por establecer los fundamentos de una paz estable. Roguemos al Señor.
- Por los incrédulos, por los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, por los que temen la soledad o la muerte, para que hallen fuerza en Cristo resucitado. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que a ejemplo de la primitiva comunidad de cristianos, sintamos la urgencia de vivir como hermanos y tendamos hacia una comunidad viva de fe, esperanza y caridad. Roguemos al Señor.
Padre, sabemos que siempre nos escuchas, porque rogamos en nombre de tu Hijo Jesucristo, que murió y resucitó por nosotros; concédenos lo que con fe te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, los corazones sumisos de tus fieles imploran tu ayuda, y ya que sin ti no pueden llevar a cabo nada de lo que es justo, que por el don de tu misericordia conozcan lo que es recto y valoren cuanto les será provechoso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 7 de mayo:
Martes de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 15.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: El tiempo de Pascua en el que nos encontramos, nos invita en cada Eucaristía a alabar a nuestro Dios, a que lo alabemos todos sus siervos, y los que le temen, pequeños y grandes, porque ya llega la victoria, el poder y el reinado de su Mesías. Comencemos por tanto esta celebración recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, nuestro Bautismo; el primer paso que dimos para acercarnos a Jesucristo y en el camino de la fe.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que abres las puertas de tu reino a los que han renacido del agua y del Espíritu, acrecienta en tus siervos la gracia que les has dado, para que, limpios de sus pecados, no se vean, por tu bondad, privados de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Al Rey de la gloria, que, muriendo, destruyó nuestra muerte, y, resucitando, restauró la vida, pidámosle, hermanos, que escuche la oración de su Iglesia.
- Para que el Salvador del mundo libre de todo mal a la Iglesia, redimida con su cruz y su resurrección. Roguemos al Señor.
- Para que el Rey de cielos y tierra suscite abundantes vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, que vivan únicamente para anunciar el Reino de Dios. Roguemos al Señor.
- Para que la paz de Cristo se extienda a todas las naciones y todos los hombres participen de ella. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor Jesucristo se acuerde en su reino de lo pobres y de los afligidos, de los enfermos y de los moribundos, y de los que sufren por cualquier causa. Roguemos al Señor.
- Para que el Salvador del mundo nos libre de todo mal, pues nos redimió con su pasión y resurrección. Roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que nos alegras con la solemnidad de tu resurrección, escucha las oraciones de tu pueblo y concede a cuantos te imploran alcanzar lo que santamente desean. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que vengas en ayuda del pueblo fiel, y en tu bondad sostengas la humana fragilidad, para que, entregada a ti con sincero corazón, goce de los auxilios de la vida presente y de la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 8 de mayo:
Miércoles de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio V de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 16.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua bendita: Nuestra boca siempre tiene que estar llena de la alabanza y de la gloria del Señor, y nuestros labios siempre tienen que aclamarlo. Por eso, con la alegría de ser seguidores de Jesucristo, comencemos la celebración de la Eucaristía recordando nuestro Bautismo, el bautismo que nos hizo hijos de Dios y que nos llenó de su Espíritu.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Atiende, Señor, a tu familia y ayúdala como conviene, y concede participar en la resurrección de tu Unigénito a quienes has dado la gracia de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Apoyados en Cristo resucitado, fundamento de nuestra fe para dirigirnos al Padre, presentemos nuestra oración.
- Para que toda la Iglesia sea portadora, con sus obras y su doctrina, de la verdad de Cristo resucitado, roguemos al Señor.
- Para que los sacerdotes y religiosos sigan a Jesús con un amor exclusivo y su entrega sea estímulo para que los jóvenes se lancen a vivir en plenitud por el Reino. Roguemos al Señor.
- Para que los gobernantes de las naciones sepan orientarlas por caminos de paz y de justicia, buscando siempre lo que conduce verdaderamente al bien completo de los hombres, roguemos al Señor.
- Para que el misterio de Cristo muerto y resucitado ilumine y transforme nuestro mundo angustiado por el odio, la duda y la muerte, roguemos al Señor.
- Para que todos los aquí reunidos vivamos la realidad de la Pascua, renovados por la gracia del Señor resucitado, y llevemos a todos nuestros hermanos el amor y la paz.
Padre de misericordia, que tanto amaste al mundo que le dista a tu Hijo; renuévanos por su misterio de muerte y resurrección y concédenos lo que te hemos pedido llenos de confianza. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Mira con bondad, Señor, a tu familia y concédele la misericordia continua que te suplica, y pues sin ella no puede hacer nada digno de ti, merezca realizar con ella tus preceptos salvadores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 9 de mayo:
Jueves de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 17.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: En la Eucaristía que diariamente celebramos en el tiempo de Pascua, recordamos, entre otras cosas, que por medio del Bautismo fuimos injertados en la vida de Jesús; y empezamos a formar parte de su familia. Por eso iniciamos la celebración de la Eucaristía con la aspersión del agua bendita, que nos evoca y recuerda aquel momento decisivo y crucial en nuestras vidas.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, concédenos experimentar más de cerca tu amor, que, por tu bondad, hemos conocido con mayor profundidad en estos días de Pascua, y afianza en el testimonio de la verdad a quienes has librado de las tinieblas del error. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos, hermanos, con todo el ardor de nuestro espíritu, a Dios nuestro Padre, por medio de nuestro Señor Jesucristo, triunfador glorioso del pecado y de la muerte.
- Para que llene con sus dones a la santa Iglesia, purificada con la sangre de Cristo y glorificada con su exaltación. Roguemos al Señor.
- Para que conceda a nuestra diócesis abundantes y santas vocaciones al ministerio sacerdotal para anunciar en ella el evangelio. Roguemos al Señor.
- Para que conceda al mundo la paz; a todos los pueblos, creciente desarrollo; a los marginados, la justicia, y a los esposos, la fidelidad. Roguemos al Señor.
- Para que cure las enfermedades, desaparezca el hambres y aleje todos los males. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo salve y bendiga a esta parroquia (comunidad), que ha sido redimida con el misterio de su cruz y resurrección. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que por el árbol de la cruz restableciste la antigua dignidad del hombre, concédenos el auxilio de los bienes que te pedimos para que conservemos siempre la alegría pascual los que hemos renacido del Espíritu Santo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Multiplica, Señor, sobre tus fieles la gracia del cielo, y así quienes te alaban con los labios te alaben también con el corazón y con la vida, y ya que cuanto somos es don tuyo, sea también tuyo todo cuanto vivamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 10 de mayo:
Viernes de la III semana de Pascua
San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia. MEMORIA OBLIGATORIA
Color blanco. Misa propia y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio II de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 18.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy recordamos en la celebración de la Eucaristía a san Juan de Ávila, sacerdote español del siglo dieciséis.
Curiosamente, escuchó la llamada del Señor durante una corrida de toros celebrada en Salamanca, donde estudiaba y, dejándolo todo, fue ordenado sacerdote, dedicando toda su vida a predicar en Evangelio por Andalucía, fundando colegios, alentando a los sacerdotes, trabajando por la reforma de la Iglesia, y relacionándose con grandes figuras como san Ignacio de Loyola. Fue perseguido por la Inquisición y por diversas adversidades, retirándose a Montilla, en Córdoba, donde se dedicó a la oración y a escribir. En la actualidad, es el patrono del clero diocesano secular español.
Nosotros también estamos llamados, como san Juan de Ávila , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
- Tú que eres la imagen viva de Dios amor.
- Tú que nos has amado hasta el extremo.
- Tú que entregaste tu vida por nosotros, tus amigos.
Colecta: Oh Dios, que hiciste de san Juan de Ávila un maestro ejemplar para tu pueblo por la santidad de su vida y por su celo apostólico; haz que también en nuestros días crezca la Iglesia en santidad por el celo ejemplar de tus ministros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: En medio de la alegría de la Pascua, queridos hermanos, oremos a Dios con insistencia para que, del mismo modo que escuchó las preces y súplicas de su Hijo amado, se digne atender nuestras humildes peticiones.
- Por los sacerdotes de nuestra diócesis, para que Dios, nuestro Señor, les conceda que, a ejemplo de san Juan de Ávila, su vida esté llena de la presencia de Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que nunca falten pastores a nuestras almas, que puedan gobernar y cuidar el rebaño encomendado a ellos por el buen Pastor. Roguemos al Señor.
- Por todo el mundo, para que disfrute verdaderamente de la paz de Cristo. Roguemos al Señor.
- Por nuestros hermanos afligidos, para que su tristeza se convierta en un gozo que nadie les pueda arrebatar. Roguemos al Señor.
- Por nuestra parroquia (comunidad), para que, con mucha fe, dé testimonio de la resurrección de Cristo. Roguemos al Señor.
Dios todopoderoso, concédenos, a los que hemos conocido ya la gracia de la resurrección del Señor, resucitar a la vida nueva por el amor del Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Saciados con la dulzura del manjar de vida, te suplicamos, Señor, que nos unamos más a tu Hijo formando parte más perfectamente de su Cuerpo místico. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que instruyas a tu pueblo con las enseñanzas del cielo, para que evitando todo lo malo y siguiendo todo lo bueno, no merezca tu indignación, sino tu incesante misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 11 de mayo:
Sábado de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 20.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, venciendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Durante el tiempo pascual, recordamos que por el Bautismo, fuimos sepultados con Cristo y hemos resucitado con Él, porque hemos creído en la fuerza de Dios que lo resucitó. Por tanto, recordamos que Jesús resucitado nos ha dado su misma vida por medio del Bautismo que un día recibimos. Recordémoslo y renovémoslo ahora, al comenzar la Eucaristía, con la aspersión del agua bendita.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, que has renovado en la fuente bautismal a los que creen en ti, guarda a los renacidos en Cristo, para que, vencida toda clase de engaños, conserven fielmente tu gracia santificadora. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Pidamos al Señor, cuyas palabras son Espíritu y vida, que escuche nuestras súplicas en este tiempo glorioso de Pascua.
- Por todas las Iglesias y comunidades cristianas, para que el Espíritu Santo nos haga sentir, con mayor intensidad cada día, el dolor de la mutua división. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio ordenado en la Iglesia, para que Dios suscite ministros sagrados en su pueblo, y los llene de su gracia, los ilumine y les dé fuerza. Roguemos al Señor.
- Por la paz del mundo, para que se frenen las ambiciones, desaparezcan las enemistades y brote el amor y la concordia en el corazón de todos los hombres. Roguemos al Señor.
- Por los difuntos; para que todos los que han muerto resuciten con Cristo para la vida eterna. Roguemos al Señor.
- Por el pueblo de Dios aquí reunido, por los fieles de nuestra parroquia y de nuestra diócesis, para que la fuerza del Espíritu nos haga crecer a todos en la fe y en la unidad. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, la oración de tus hijos, aumenta nuestra fe, aleja de nosotros todo tipo de triunfalismo y haz que, cimentados en tu palabra, sigamos con fidelidad incondicional a Jesucristo tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor, tu amor al pueblo que te suplica, para que obtenga la salvación por tu gracia continua, quien por ti fue creado y por ti fue redimido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 12 de mayo:
DOMINGO IV DE PASCUA
Misa y lecturas propias del IV domingo de Pascua. Gloria. Aleluya. Credo. Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un domingo más el Señor resucitado nos vuelve a congregar para la celebración de sus sacrificio pascual y, como Buen Pastor, con invita a formar parte de su rebaño, escuchando su palabra y recibiendo el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
Y en este cuarto domingo de Pascua, nos unimos a la oración de toda la Iglesia por las vocaciones a los distintos estados de la vida cristiana, y de un modo especial, al sacerdocio y a la vida consagrada.
Dispongámonos, pues, para acoger la gracia de esta celebración, y lo hacemos comenzando con la aspersión con el agua bendita, símbolo de nuestro Bautismo, que nos recuerda que la gracia de Jesucristo debe fecundar la tierra de nuestra vida para que demos frutos de buenas obras.
(Aspersión del agua por toda la iglesia)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa del cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo. Reafirmemos
Oración de los fieles: Oremos confiadamente al Señor, nuestro Dios y Padre, que nos ha confiado a Jesucristo, el Pastor que nos conduce hacia las fuentes de agua viva, y pidámosle que escuche nuestras oraciones y nos ayude.
- Por el Papa N. , por nuestro Obispo N. y por todos los pastores del pueblo de Dios; para que su ministerio sea fiel reflejo de la forma de actuar del Buen Pastor. Roguemos al Señor.
- Por todas las comunidades cristianas; para que surjan hombres y mujeres que sientan la vocación de consagrar su vida a la evangelización y al servicio de sus hermanos. Roguemos al Señor.
- Por los que tienen responsabilidades en la marcha de la sociedad y por todos los habitantes de la tierra; para que, uniendo esfuerzos, construyamos un mundo más justo y habitable. Roguemos al Señor.
- Por los trabajadores, en activo o en paro, y por los dirigentes del mundo laboral; para que, juntos, sean testigos de unas relaciones justas, dignas, equitativas, donde se respete a cada persona. Roguemos al Señor.
- Por los que compartimos la alegría pascual; para que nos ayude a vivir nuestro compromiso cristiano con más decisión y ánimo. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, fuente de gozo y de paz, que has concedido a tu Hijo el poder y la realeza sobre los hombres y los pueblos, escucha nuestra oración y sostennos con la fuerza de tu Espíritu, para que nunca nos separemos de nuestro pastor, que nos conducirá hacia fuentes de aguas vivas, y que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Pastor bueno, vela compasivo sobre tu rebaño y conduce a los pastos eternos a las ovejas que has redimido con la sangre preciosa de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Bendición solemne:
- Dios, que por la resurrección de su Unigénito os ha redimido y adoptado como hijos, os llene de alegría con sus bendiciones.
- Y ya que por la redención de Cristo recibisteis el don de la libertad verdadera, por su bondad recibáis también la herencia eterna.
- Y, pues, confesando la fe habéis resucitado con Cristo en el bautismo, por vuestras buenas obras merezcáis ser admitidos en la patria del cielo.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 13 de mayo:
Lunes de la IV semana de Pascua
Bienaventurada Virgen María de Fátima.
Color blanco. Colecta propia; resto y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 23.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Como dice el canto popular, hoy recordamos que el trece de mayo la Virgen María bajó de los cielos a Cova de Iría. Hoy es el día en el que celebramos a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Fátima.
Comencemos, pues, la celebración de los sagrados misterios poniéndonos en presencia de Dios y pidiendo la intercesión de la Virgen María, refugio de pecadores, para que interceda por nosotros.
Yo confieso…
Colecta: Oh Dios, que hiciste a la Madre de tu Hijo también Madre nuestra, concédenos que, perseverando en la penitencia y en la plegaria por la salvación del mundo, podamos promover cada día con mayor eficacia el reino de Cristo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Dios sigue cumpliendo su palabra a los hombres; por eso, confiados en sus promesas, acudimos confiadamente a Él.
- Para que los obispos, sacerdotes, religiosos, catequistas y cuantos siguen una vocación específica en la Iglesia anuncien la palabra de Dios, apoyándola con sus obras. Roguemos al Señor.
- Para que al Pueblo de Dios no le falten pastores que con generosidad y comprensión repartan el pan de la Palabra y el Cuerpo del Señor. Roguemos al Señor.
- Para que los dirigentes políticos de nuestro país y de todos los países del mundo cumplan sus palabras y promesas, en orden al bien común de los ciudadanos. Roguemos al Señor.
- Para que los pobres, los parados, los hambrientos puedan recobrar su fe en las palabras de la Iglesia, encontrando la debida acogida en todos nosotros. Roguemos al Señor.
- Para que los que estamos aquí reunidos cumplamos con nuestras obras las promesas sacramentales del Bautismo y de nuestra vocación específica. Roguemos al Señor.
Oh, Dios, luz perfecta de los santos, que nos has concedido celebrar en la tierra los sacramentos pascuales, haznos gozar eternamente de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que extiendas tu brazo poderoso en defensa de tus hijos, y así, obedientes a tu voluntad de Padre, se sientan seguros bajo la protección de tu amor eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 14 de mayo:
Martes de la IV semana de Pascua
San Matías, apóstol. FIESTA
Color rojo. Misa y lecturas propias (Leccionario IV). Gloria. Aleluya.
Prefacio I de los Santos Apóstoles. Plegaria Eucarística III.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la fiesta del apóstol san Matías, reafirmemos nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles y que estamos llamados a vivir y anunciar. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios, ya que nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas, a menudo cometemos fallos en la vida y nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear.
- Tú, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
- Tú, que enviaste a tus apóstoles a anunciar el mensaje del Evangelio a todo el mundo.
- Tú, que haces de nosotros testigos de tu amor.
Gloria.
Colecta: Oh Dios, que quisiste agregar a san Matías al colegio de los apóstoles, concédenos, por su intercesión, que podamos alegrarnos en la suerte de tu predilección al ser contados entre los elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo,
Oración de los fieles: Pidamos ahora, hermanos, al Señor, que escuche, por intercesión del apóstol san Matías, las oraciones que queremos presentarle por todos los hombres del mundo entero.
- Por la Iglesia, edificada sobre el fundamento de los apóstoles; para que sea en cada uno de sus miembros signo de unidad, de reconciliación, de paz y de comunión. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que la intercesión de san Matías vigorice la esperanza de las nuevas generaciones, y avive en sus corazones el deseo de seguir a Cristo con la entrega total de su vida. Roguemos al Señor.
- Por los que ejercen autoridad en el mundo; para que trabajen por la paz, la justicia, y todos los hombres puedan sentirse miembros de una misma familia. Roguemos al Señor.
- Por los que son esclavos del vicio y del pecado, por los que a causa del sufrimiento viven desesperados, por los que son víctimas del odio y la violencia; para que en Jesús encuentren un nuevo sentido para vivir. Roguemos al Señor.
- Por todos los que nos llamamos discípulos de Cristo; para que animados por su Espíritu proclamemos en que Jesucristo es nuestro Dios y Señor. Roguemos al Señor.
Recibe, Padre bueno, nuestras oraciones, y danos el celo apostólico que animó la vida de san Matías y de cada uno de los apóstoles de la primera hora, para que seamos testigos incansables de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: No dejes, Señor, de colmar a tu familia con los dones divinos, y por intercesión de san Matías dígnate recibirnos en la luz para tomar parte de la suerte de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y Tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu continua protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 15 de mayo:
Miércoles de la IV semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 25.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Por el Bautismo, entramos en la Vida Nueva de Jesús Resucitado. Ahora, al comenzar la celebración de la Eucaristía, le pedimos por medio de la aspersión del agua bendita que renueve en nosotros su gracia salvadora, para así, poder darle gracias cada uno de nosotros y contar su fama a nuestros hermanos.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, vida de los fieles, gloria de los humildes y felicidad de los justos, escucha con bondad nuestras súplicas, para que se vean siempre colmados de tus dones los que tienen sed de las promesas de tu generosidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Unamos ahora, hermanos, nuestras peticiones a Cristo, que está a la derecha del Padre intercediendo por nosotros.
- Por el Papa y los obispos, por los que en este tiempo pascual serán incorporados más plenamente al pueblo de Dios; para que, como Jesús, pasemos haciendo el bien. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes cristianos; para que no hagan oídos sordos a la voz de Jesús, que les llama a consagrar su vida a ser otros Cristos en el sacerdocio. Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes de las naciones y cuantos se ocupan del crecimiento de los bienes de esta tierra; para que respeten los derechos de los ciudadanos y trabajen por lo que conduce a la dignidad de la persona. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos y angustiados, por todos los que sufren; para que su experiencia de dolor llegue a ser una puerta a la esperanza de la resurrección. Roguemos al Señor.
- Por cuantos participamos con gozo en esta celebración; para que, alimentados por Cristo, seamos verdaderos testigos de su vida. Roguemos al Señor.
Tú, Señor, que nos has salvado por el misterio pascual de tu Hijo, escucha nuestra oración y continúa favoreciendo al pueblo que te suplica y se dispone a gustar en el cielo la alegría que ya participa en la tierra. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que guardes a tu familia concédele en tu bondad la abundancia de tu misericordia, para que se multiplique con las enseñanzas y los dones del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 16 de mayo:
Jueves de la IV semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio II de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 26.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía, en la que Cristo resucitado nos llena de esa alegría que se contagia y que lo invade todo, y que hace a las personas vivir con ilusión y entrega. Pidamos pues, hermanos, al empezar esta Eucaristía, que Dios renueve en nosotros la gracia de amor y de fe que recibimos en nuestro bautismo; evocando aquel momento recibiendo con devoción la aspersión con el agua bendita.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, que has restaurado la naturaleza humana por encima de su dignidad original, dirige tu mirada hacia el sacramento de tu amor inefable y conserva los dones de tu continua gracia y protección en aquellos que te has dignado renovar por el sacramento de la regeneración. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Roguemos a Dios con la confianza que nos da formar parte de la comunidad que su Hijo constituyó mediante su muerte y resurrección.
- Para que la Iglesia de Cristo tenga hoy la misma valentía que los apóstoles en anunciar el Evangelio, a pesar de las contrariedades del mundo. Roguemos al Señor.
- Para que Dios conceda a la Iglesia vocaciones que vivan para alabarlo y extender su Reino. Roguemos al Señor.
- Para que nuestros gobernantes no traicionen nunca al pueblo, sino que los sirvan con honestidad y responsabilidad. Roguemos al Señor.
- Para que la presencia de Cristo resucitado ayude y consuele a cuantos sufren la enfermedad, el dolor, el abandono y la soledad. Roguemos al Señor.
- Para que los aquí presentes sepamos obedecer a Dios antes que a los hombres y demos fiel testimonio de la resurrección de Cristo con nuestras obras y palabras. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, que resucitando a Cristo nos diste nueva vida, escucha nuestras oraciones y haz que, cumpliendo tu voluntad cada día, adelantemos la llegada de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, protege con tu mano poderosa a este pueblo suplicante; dígnate purificarlo y orientarlo para que, consolado en el presente, tienda sin cesar hacia los bienes futuros. Por Jesucristo nuestro Señor.
En la diócesis de Jaca, se puede celebrar la memoria libre de San Indalecio, obispo y mártir, y los santos Varones apostólicos. (Color rojo)
Colecta: Oh, Dios, por la predicación de san Indalecio, obispo y mártir, y de los santos varones apostólicos, nuestro pueblo llegó al conocimiento de tu nombre, concede, a los que hoy celebramos su victoria, ser dóciles a la fe recibida y fuertes para confesarla ante los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Alimentados por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te suplicamos, Señor, que lo que hemos celebrado con piedad sincera produzca en nosotros los frutos de una pena redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 17 de mayo:
Viernes de la IV semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 3.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Siempre que celebramos la Eucaristía, recordamos que con su Sangre, el Señor Jesús ha comprado para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y que ha hecho de ellos una dinastía sacerdotal que sirva a Dios. Comencemos, por tanto, la celebración de la Eucaristía recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, ese bautismo que nos hizo hijos de Dios y miembros de esa dinastía sacerdotal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, autor de nuestra libertad y salvación, escucha las súplicas de quienes te invocamos y, pues nos has salvado con la Sangre derramada de tu Hijo, haz que vivamos siempre por ti y en ti gocemos al encontrar la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Como hemos escuchado en el evangelio, Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y por Él vamos al Padre y por Él, el Padre nos escucha.
- Por la Iglesia de Dios, para que guarde siempre con amor la palabra que ha recibido de Cristo. Roguemos al Señor.
- Por las comunidades cristianas; para que el Señor suscite en ellas nuevas vocaciones que le glorifiquen y a los que ya lo siguen, les conceda sentirse dichosos en su entrega. Roguemos al Señor.
- Por la paz en el mundo, para que todos los intentos de pacificación tengan fruto y los más comprometidos en esta tarea no se cansen ni desfallezcan. Roguemos al Señor.
- Por todos los difuntos; para que gocen de la vida eterna que es Cristo, y desde Él intercedan por la Iglesia y por el mundo. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que la celebración de esta Eucaristía nos haga solidarios y abiertos a los demás, y sintamos en nuestro corazón la paz que Cristo nos ha dejado. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, que en Cristo nos revelaste el camino que lleva a la vida y la verdad que guía nuestra peregrinación a Ti; escucha nuestras oraciones, y haz que no dejemos nunca de creer en Ti y vivir con convicción y firmeza nuestra fe. Por Jesucristo nuestro Señor
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Señor, que tu pueblo reciba los frutos de tu generosa bendición para que, libre de todo pecado, logre alcanzar los bienes que desea. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 18 de mayo:
Sábado de la IV semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya. Prefacio V de Pascua. Aleluya. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 5.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: De nuevo nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía con esa alegría que viene como don del Resucitado, y con la paz que nos tiene que dar el tenerle presente en medio de nosotros. Ahora, al empezar la celebración de la Eucaristía, renovemos el recuerdo de aquel momento trascendental en el que por medio del agua del Bautismo nacimos a la vida nueva del Espíritu, recibiendo con fe la aspersión del agua bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, que en la solemnidad de la Pascua has dado al mundo los auxilios del cielo, continúa dispensando el perdón a tu Iglesia, para que lo realizado en el tiempo nos sirva para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Con la certeza de sabernos amados de Dios, le presentamos nuestras necesidades y las de todos los hombres.
- Por el pueblo de Dios, por los religiosos y religiosas que manifiestan el amor de Cristo y de la Iglesia en los hospitales, en las escuelas y en las residencias de ancianos. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales, por la perseverancia de los seminaristas, por aquellos que dudan en su vocación. Roguemos al Señor.
- Por los dirigentes de las naciones, por los profesionales del trabajo y de la sanidad, por los organismos internacionales que se ocupan de la ayuda a los que sufren y de la defensa de los derechos humanos. Roguemos al Señor.
- Por los marginados de la sociedad, por cuantos sufren la pérdida de seres queridos, por cuantos han perdido la esperanza de una vida mejor. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, por nuestros familiares, amigos y conocidos, por todos nuestros difuntos. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que en el Bautismo haces crecer a tu Iglesia con el nacimiento de nuevos hijos, haznos ser fieles a tu gracia y concede los bienes que necesitan aquellos por quienes te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Ilumina, Señor, a tu familia para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 19 de mayo:
DOMINGO V DE PASCUA
Color blanco. Misa y lecturas propias del V domingo de Pascua. Gloria. Aleluya. Credo.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un domingo más nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía, el misterio pascual de Cristo, la cual debe dejar en nuestras vidas un compromiso de vida cristiana y de respuesta a la palabra de Dios; que debe manifestarse, entre otras cosas, en que nos amamos los unos a los otros, tal y como nos manda el Señor Jesús que nos amemos, siendo esa la señal de que somos verdaderos discípulos suyos; pues vivir la realidad de la Pascua es amar como Cristo nos amó, aunque ello nos exija esfuerzo y negación.
Y si el día de nuestro bautismo recibimos la fuerza de Jesucristo y su vida nueva, para ser capaces de amar, ahora, al comienzo de la Eucaristía, recordamos este momento trascendental en nuestra vida con la aspersión del agua bautismal. Acojámosla con espíritu de conversión.
(Aspersión por toda la iglesia)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, lleva a su pleno cumplimiento en nosotros el Misterio pascual, para que, quienes, por tu bondad, han sido renovados en el santo bautismo, den frutos abundantes con tu ayuda y protección y lleguen a los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Pidamos ahora a Dios nuestro Padre que escuche nuestras oraciones, y derrame en nuestros corazones el amor, de forma que sea una realidad en el seno de la Iglesia y en el mundo entero.
- Para que los cristianos sepamos amarnos como Jesús nos amó. Roguemos al Señor.
- Para que el Padre escuche las oraciones que su Iglesia le dirige, suplicándole nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas que prolonguen en nuestra historia la obra redentora de su Hijo. Roguemos al Señor.
- Para que los gobernantes y los políticos de nuestros países ricos, hagan posible una justa distribución de la riqueza en todo el mundo. Roguemos al Señor.
- Para que todos trabajemos por la paz, por la buena convivencia, y por el bienestar de todas las personas. Roguemos al Señor.
- Para que llevemos siempre en nuestro corazón la alegría de ser cristianos. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en tu Hijo Jesucristo, has hecho que todo sea nuevo, escucha nuestra oración y haz que asumamos, como distintivo de nuestra vida, el mandamiento del amor, y que te amemos a ti y a los hermanos como Tú nos has amado, para que el mundo te conozca a Ti y a tu hijo Jesucristo. Él, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador.
- Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique vuestros corazones de todo pecado y los ilumine con la efusión de su claridad.
- Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había divido en diversidad de lenguas os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe, y así podáis pasar de la esperanza a la plena visión.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 20 de mayo:
Lunes de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya. Prefacio V de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 9.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, Jesús nos ha convocado de nuevo en torno a su mesa. Esto es la Pascua; que Él, Jesús, el crucificado, vive y nos acompaña, se hace presente en medio de nosotros y nos da su Espíritu. Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía, renovando por medio de la aspersión con el agua nuestra fe en el Señor Jesús; nuestra fe bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Te pedimos, Señor, que protejas siempre a tu familia con tu mano poderosa, para que, libre de toda maldad, en virtud de la resurrección e tu Hijo unigénito, consiga los dones del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos juntos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, vencedor del pecado y de la muerte.
- Por el Papa y los obispos, maestros en la fe, asistidos por el Espíritu Santo, roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio ordenado; para que nunca falten quienes anuncien de por vida el mensaje cristiano, roguemos al Señor.
- Por los que nos gobiernan, para que busquen siempre la justicia y el bien en sus pueblos, roguemos al Señor.
- Por los enfermos, para que, experimentando en su cuerpo la pasión de Cristo, participen gozosos de la gloria de la resurrección. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, que necesitamos madurar en la fe. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre, nuestras súplicas; bendice a tu Iglesia con la luz de la verdad y los dones de tu Espíritu Santo, para que guardando tu palabra sea transparencia de tu amor manifestado al mundo por medio de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Que tu pueblo, Señor, pueda alegrarse siempre de celebrar los misterios de su redención y de recibir continuamente sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 21 de mayo:
Martes de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 10.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: El tiempo de Pascua en el que nos encontramos, nos invita en cada Eucaristía a alabar a nuestro Dios, a que lo alabemos todos sus siervos, y los que le temen, pequeños y grandes, porque ya llega la victoria, el poder y el reinado de su Mesías. Comencemos por tanto esta celebración recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, nuestro Bautismo; el primer paso que dimos para acercarnos a Jesucristo y en el camino de la fe.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que en la resurrección de Cristo nos has renovado para la vida eterna, concede a tu pueblo la firmeza de la fe y de la esperanza, para que nunca dudemos del cumplimiento de las promesas que hemos conocido siendo Tú el autor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos a Dios nuestro Padre, para que guíe nuestros pasos y los de todos los hombres para entrar un día en el Reino de los cielos y para adelantar ahora su llegada.
- Para que el testimonio de fe la Iglesia sea un estímulo para que muchos abracen la fe y perseveren en ella. Roguemos al Señor.
- Para que Dios suscite abundantes y santas vocaciones sacerdotales, que sean el día de mañana predicadores entusiastas del Evangelio de la paz. Roguemos al Señor.
- Para que la claridad de Cristo resucitado ilumine a nuestros gobernantes en todas su opciones en ordena la instauración definitiva de la justicia y el trabajo continuo por el bien común.. Roguemos al Señor.
- Para que dé a todos los fieles difuntos el premio del gozo del reino de los cielos. Roguemos al Señor.
- Para que en Jesús encontremos la seguridad que necesitamos para ser testigos de la resurrección en la vivencia cotidiana del amor. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que nos das tu paz y no dejas de acompañarnos con tu presencia en nuestras vidas; atiende nuestros ruegos y haz que amándote a Ti sobre todas las cosas seamos fieles a tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor Dios, a tus fieles encontrar seguridad y riqueza en la abundancia de tus misericordias y haz que, protegidos con tu bendición, se mantengan en continua acción de gracias y te bendigan rebosantes de alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 22 de mayo:
Miércoles de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio II de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 11.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua bendita: Nuestra boca siempre tiene que estar llena de la alabanza y de la gloria del Señor, y nuestros labios siempre tienen que aclamarlo. Por eso, con la alegría de ser seguidores de Jesucristo, comencemos la celebración de la Eucaristía recordando nuestro Bautismo, el bautismo que nos hizo hijos de Dios y que nos llenó de su Espíritu.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia ti los corazones de tus siervos, para que nunca se aparten de la luz de tu verdad los que han sido liberados de las tinieblas del error. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Pidamos ahora a Dios que unidos a Él demos frutos abundantes y que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad y se salven.
- Para que la Iglesia, a impulsos del Espíritu, mantenga siempre firme su opción preferencial por Jesucristo, y sea signo vital de la presencia de Dios entre los hombres. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, el Ungido del Padre, configure con Él a todos los consagrados y dé generosidad a cuantos llama a su seguimiento. Roguemos al Señor.
- Para que el don de la paz sea una realidad en los que viven atormentados a causa de la guerra, el egoísmo, el pecado y la explotación entre los hombres y los pueblos. Roguemos al Señor.
- Para que todos los difuntos sean asumidos por el triunfo de Cristo glorioso. Roguemos al Señor.
- Para que los que celebramos esta Eucaristía manifestemos en nuestras vidas que sólo Dios es el Señor y que Él es nuestra esperanza y nuestro gozo. Roguemos al Señor.
Señor y Padre nuestro, escucha nuestras oraciones, danos tu gracia para que vivamos una caridad sincera sin tensiones ni divisiones, y concédenos vivir injertados en la vid de Cristo como sarmientos vivos que den frutos abundantes. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que guardes a tu familia con bondad incesante, para que se encuentre libre de toda adversidad bajo tu protección y viva entregada a ti con sus buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 23 de mayo:
Jueves de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 13.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La antífona de entrada de la Misa de hoy nos invita a cantar al Señor, pues su victoria es sublime; y nos recuerda que nuestra fuerza y poder es el Señor, pues Él es nuestra salvación. Al iniciar, pues, la celebración de la Eucaristía, reafirmamos nuestra fe en el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha destinado a ser hijos suyos por el Bautismo. Que esta agua, con la cual vamos a ser rociados, nos lo recuerde, y nos dé fuerzas para vencer al hombre viejo que aún hay en nosotros.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que, por tu gracia, nos has hecho pasar de pecadores a justos y de infelices a dichosos, hazte presente con tus obras y dones, para que no nos falte la fuerza de la perseverancia a quienes hemos sido justificados por la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos hermanos, a Dios Padre, que quiere que permanezcamos en su amor y supliquémosle por el mundo y por la Iglesia.
- Para que el Espíritu Santo guíe, fortalezca y consuele al papa, a los obispos, a los sacerdotes y a los evangelizadores del pueblo de Dios. Roguemos al Señor.
- Para que Jesús llame a muchos jóvenes al ministerio sacerdotal, y éstos no teman seguirlo con generosidad. Roguemos al Señor.
- Para que dé a nuestro mundo la paz, el bienestar para todos, el espíritu de fraternidad, de servicio y de justicia, a fuerza para amar y perdonar. Roguemos al Señor.
- Para que derrame su amor sobre los pobres, los débiles, los que son tratados injustamente, los que sufren discriminaciones o violencia. Roguemos al Señor.
- Para que el amor mutuo sea el distintivo de los seguidores de Jesucristo. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre bueno, nuestros ruegos, purifica nuestros corazones e infunde en ellos el fuego de tu amor, para que permaneciendo en Él no hagamos acepción de personas, antes bien nos amemos los unos a los otros como Tú nos amas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor, que tus fieles, por la fuerza de tu bendición, se dispongan interiormente al bien, para que realicen todas sus obras fortalecidos y movidos por tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 24 de mayo:
Viernes de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 14.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La noticia alegre y gozosa de la resurrección de Cristo, que celebramos en la Eucaristía, llena de alegría toda nuestra vida y la vida de la Iglesia. La aspersión con el agua que recibimos ahora, al comenzar la celebración, nos recuerda nuestra entrada en la Iglesia, que se realizó por medio del Bautismo que un día recibimos. Acojámosla con espíritu de fe y de conversión.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Danos, Señor, una plena vivencia de los misterios pascuales, para que, celebrándolos con alegría, nos protejan continuamente y nos salven. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos ahora a Dios Padre, y confiando en la presencia entre nosotros de Jesucristo resucitado y con la fuerza que nos da su Espíritu, oremos por todos los hombres.
- Por la Iglesia, para que el Espíritu Santo la renueve y fecunde, y sea para todos los hombres un testimonio de amor y de servicio, como las primeras comunidades cristianas. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes que en seminarios, noviciados o centros de estudio se preparan para consagrarse al Señor; para que vivan con decisión su respuesta de amor al Señor, y nunca falten quienes elijan seguir este camino. Roguemos al Señor.
- Por nuestro país, para que sepamos vivir en paz, buscando un mejor bienestar para todos por caminos de justicia y liberta, de respeto y de ayuda. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos y todos los que sufren; para que descubran a Jesús, el amigo fiel, y encuentren consuelo y ayuda en sus hermanos. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que la celebración de la Pascua sea en verdad un paso adelante en nuestro seguimiento de Jesucristo, en todo lo que somos y buscamos. Roguemos al Señor.
Señor, Dios, amigo de los hombres y Padre misericordioso; escucha nuestras oraciones y mantén nuestro corazón firme en Ti para que vivamos en tu gracia y tu verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Señor, los corazones sumisos de tus fieles imploran tu ayuda, y ya que sin ti no pueden llevar a cabo nada de lo que es justo, que por el don de tu misericordia conozcan lo que es recto y valoren cuanto les será provechoso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 25 de mayo:
Sábado de la V semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 15.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La celebración diaria de la Eucaristía en este tiempo de Pascua, nos recuerda que digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. Ahora, con la aspersión del agua, recuerdo del Bautismo, con la que comenzamos la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios que nos renueve con su gracia y nos perdone los pecados.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que, por la regeneración bautismal, te has dignado comunicarnos la vida del cielo, ayuda a llegar, conducidos por ti, a la plenitud de la gloria a quienes has santificado y hecho capaces de la inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración de los fieles: Reunidos ante Jesús, exaltado por el Padre como jefe y salvador, presentémosle nuestros anhelos y pidámosle que lleve su salvación hasta los confines del mundo.
- Por la Iglesia, para que anuncie con valentía la salvación que nos viene de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que siempre haya en nuestras diócesis un número suficiente de sacerdotes que prediquen el Evangelio con convicción, autoridad, entrega y alegría. Roguemos al Señor.
- Por los que sirven a los pueblos ejerciendo el poder; para que lo hagan con honestidad, sentido de justicia y anhelos de paz. Roguemos al Señor.
- Por quienes sufren el paro o cualquier tipo de explotación, para que encuentren en el Señor resucitado la esperanza y la dignidad de ser hijos de Dios. Roguemos al Señor.
- Por todos los que participamos en esta Eucaristía, para que, unidos a Jesucristo, gustemos ya las delicias de la salvación y nos comprometamos a ser sus testigos en nuestros ambientes. Roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor Jesús, a Ti, que nos mereciste el don de la salvación, y que resucitado, vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que vengas en ayuda del pueblo fiel, y en tu bondad sostengas la humana fragilidad, para que, entregada a ti con sincero corazón, goce de los auxilios de la vida presente y de la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 26 de mayo:
DOMINGO VI DE PASCUA
Color blanco. Misa y lecturas propias del VI domingo de Pascua. Gloria. Aleluya. Prefacio V de Pascua. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un domingo más, en este tiempo de Pascua, nos hemos reunido para celebrar la fiesta del Señor resucitado que vive entre nosotros, la Eucaristía, que es un verdadero encuentro con Jesucristo que viene a nuestra vida, para confirmar nuestra fe, animar nuestra esperanza y fortalecernos en el amor.
Ahora comenzamos la celebración recibiendo la aspersión con el agua, gesto que quiere ayudarnos a revivir nuestro Bautismo, la incorporación a Cristo muerto y resucitado. Reconociendo nuestras infidelidades, pidamos al Señor que al recibir esta agua nos llene de su Vida nueva.
(Aspersión por toda la iglesia)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con fervor sincero estos días de alegría en honor del Señor resucitado, para que manifestemos siempre en las obras lo que repasamos en el recuerdo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Sabiendo que somos hermanos y que Dios vive en nosotros si guardamos su palabra, oremos con confianza presentándole nuestras súplicas y plegarias.
- Para que el Señor Jesús, resucitado para ser salvador de todos los hombres, conceda a su Iglesia hacer cada vez más creíble el mensaje de esperanza que le viene de la Pascua. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor Jesús, resucitado para ser salvador de todos los hombres, suscite abundantes y santas vocaciones sacerdotales que sean en nuestro mundo testigos del amor de Dios. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor Jesús, resucitado para salvar a todos los hombres, venga a socorrer a quienes dudan y no aciertan ya a creer, y fortalezca en su fe a cuantos, en virtud del bautismo, son testigos de vida nueva. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor Jesús, que ganó el pan con el sudor de su frente, haga que las justas demandas de los trabajadores de todo el mundo sean atendidas, y sus esfuerzos y trabajos recompensados. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor Jesús, resucitado para ser salvador de todos los hombres, ayude a nuestra comunidad reunida en esta celebración, confirme su solidaridad y haga crecer la calidad evangélica de nuestras vidas. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has prometido hacer morada en aquel que escucha tu palabra y la guarda, escucha nuestra oración y envíanos el Espíritu Santo, para que nos recuerde constantemente todo lo que Cristo ha dicho y ha enseñado y nos haga capaces de dar testimonio de ello con nuestras obras y palabras. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador.
- Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique vuestros corazones de todo pecado y los ilumine con la efusión de su claridad.
- Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había divido en diversidad de lenguas os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe, y así podáis pasar de la esperanza a la plena visión.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 27 de mayo:
Lunes de la VI semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya. Prefacio II de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 16.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La aspersión con el agua bendita, con la que comenzamos la celebración de la Eucaristía, quiere ayudarnos a revivir nuestro Bautismo, la incorporación a Cristo resucitado; recibiéndola con fe, reconozcamos nuestras infidelidades, y pidamos al Señor que nos llene de su Vida Nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios misericordioso, concédenos recibir como fruto abundante en toda nuestra vida lo que realizamos en las celebraciones pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Con el espíritu abierto a las necesidades de la Iglesia y de toda la humanidad, oremos con fe y con confianza al Dios de la Vida, que resucitó a Jesús, su Hijo, de entre los muertos.
- Por todos los miembros de la Iglesia, para que la celebración del misterio pascual de Jesucristo nos lene de la alegría que proviene del encuentro con el Señor y que sepamos comunicarla sobre todo a los que no tienen esperanza. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que siempre haya chicos y chicas dispuestos a dejarlo todo para trabajar por la extensión del Reino de Dios. Roguemos al Señor.
- Por nuestros gobernantes; para que el Espíritu Santo les ilumine y sostenga. Roguemos al Señor
- Por los que sufren en el cuerpo o en el espíritu, para que el Señor resucitado les dé su consuelo, su luz y su paz. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros y nuestras familias; para que recibamos con alegría el mensaje de Jesús resucitado. Roguemos al Señor.
Oh Dios, Tú eres nuestra vida, el origen y la meta de nuestro ser; atiende nuestras oraciones y danos tu Espíritu de verdad para que nos impulse a vivir en el amor y a dar testimonio de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Mira con bondad, Señor, a tu familia y concédele la misericordia continua que te suplica, y pues sin ella no puede hacer nada digno de ti, merezca realizar con ella tus preceptos salvadores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 28 de mayo:
Martes de la VI semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya. Prefacio IV de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 17.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, al reunirnos para celebrar la Eucaristía, deseamos apartar de nosotros todo el temor que nos paraliza para, llenándonos de la luz pascual, renovar la esperanza activa que nos haga testigos del amor de la vida del Resucitado en medio de nuestro mundo. Por eso, al comenzar ahora la Eucaristía, expresamos, con la aspersión del agua, nuestro deseo de seguir a Jesús resucitado, recordando nuestro Bautismo.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso y lleno de misericordia, concédenos lograr verdaderamente nuestra participación en la resurrección de Cristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo.
Oración de los fieles: Acudamos ahora a Dios Padre, Señor de la vida que quiere encontrarse con todos, y pidámosle que escucha nuestra oración por la Iglesia y por el mundo entero.
- Para que la Iglesia se mantenga firme en el anuncio del Evangelio y abierta al diálogo con los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que muchos jóvenes respondan a la llamada del Señor, y lleven a todas partes el amor que viene del Señor resucitado, como distintivo de la llegada del mundo nuevo. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan las naciones, para que se empeñen en la consecución de una vida social en paz y de un mundo más justo y solidario. Roguemos al Señor.
- Por aquellos a quienes los avatares de la vida les han arrebatado la esperanza, para que encuentren acogida y amor en cada uno de nosotros, y en la Iglesia entera. Roguemos al Señor.
- Por quienes hoy nos encontramos con el Señor resucitado, para que no olvidemos nunca su invitación a amarnos unos a otros tal como Él nos ha amado hasta la cruz. Roguemos al Señor.
Padre santo, mira las angustias y esperanzas de tus hijos; escucha sus oraciones y danos tu Espíritu, para que creyendo en Ti vivamos la alegría serena de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Multiplica, Señor, sobre tus fieles la gracia del cielo, y así quienes te alaban con los labios te alaben también con el corazón y con la vida, y ya que cuanto somos es don tuyo, sea también tuyo todo cuanto vivamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 29 de mayo:
Miércoles de la VI semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 18.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: De nuevo nos hemos reunido para dar gracias al Señor en la celebración de la Eucaristía, para recibir de ella la fuerza para contar a nuestros hermanos la fama del Señor. Ahora, al comenzar la celebración de la Eucaristía, le pedimos por medio de la aspersión del agua bendita que renueve en nosotros su gracia salvadora.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Escucha, Señor, nuestra oración y concédenos que, así como celebramos las fiestas de la resurrección de tu Hijo, merezcamos también, cuando vuelva, alegrarnos con todos sus santos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Acudamos, hermanos, al Dios único y verdadero, que resucitó a su Hijo Jesús y nos dio la salvación.
- Para que la Iglesia anuncia hasta los confines de la tierra la salvación del Dios de la vida, del amor, de la verdad. Roguemos al Señor.
- Para que los padres acojan con alegría y gratitud la llamada del Señor a sus hijos para consagrarse al Reino de Dios por el ministerio sacerdotal o la vida religiosa. Roguemos al Señor.
- Para que las naciones gocen de paz, los pobres de justicia, los enfermos de salud y a todos ilumine la luz de la Pascua. Roguemos al Señor.
- Para que los que no conocen a Dios o lo rechazan, lo acojan por su gracia, con corazón noble y espíritu humilde. Roguemos al Señor.
- Para que la celebración de la Eucaristía sea para todos un momento fuerte de oración y de encuentro con Jesucristo y con los hermanos. Roguemos al Señor.
Oh Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos; danos tu Espíritu de verdad para que viviendo en tu claridad glorifiquemos tu nombre y anunciemos tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que instruyas a tu pueblo con las enseñanzas del cielo, para que evitando todo lo malo y siguiendo todo lo bueno, no merezca tu indignación, sino tu incesante misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
En la diócesis de Jaca, se puede celebrar la memoria libre de los santos Voto y Félix y compañeros, eremitas del Valle de Atarés.
Colecta: Señor, tú que otorgaste a los santos Voto, Félix y compañeros la gracia de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de estos santos, la gracia de vivir fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que nos has propuesto en la persona de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo.
Poscomunión: Te rogamos, Señor, que por la gracia de este sacramento y a ejemplo de los santos Voto, Félix y compañeros, nos mantengas siempre en tu amor y lleves a su perfección la obra que has comenzado en nosotros hasta que vuelva Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Jueves 30 de mayo:
Jueves de la VI semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 20.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Sabiendo que el Señor resucitado está allí donde dos o más están reunidos en su nombre, y con la alegría de ser seguidores de Jesucristo, comencemos la celebración de la Eucaristía recordando nuestro Bautismo, el bautismo que nos hizo hijos de Dios y que nos llenó de su Espíritu.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que das parte a tu pueblo en tu obra redentora, concédenos vivir siempre la alegría de la resurrección del Señor. Él, que vive y reina contigo.
Oración de los fieles: Renovados en nuestra esperanza, como los discípulos que contemplaron al Señor, presentemos a Dios nuestras peticiones y pidamos que la alegría pascual se extienda al mundo entero.
- Para que el Papa y todos los obispos den en su vida y magisterio testimonio de Cristo muerto y resucitado para vida del mundo. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor suscite en el seno de la Iglesia vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras que den fe de la salvación universal. Roguemos al Señor.
- Para que nuestros gobernantes y políticos trabajen a favor de la paz, la justicia y el bien de los más necesitados. Roguemos al Señor.
- Para que cuantos se esfuerzan para que nazca un mundo nuevo sientan el gozo de ser comprendidos y ayudados por los hombres. Roguemos al Señor.
- Para que los que ven acercarse el fin de sus días no se sientan abandonados y solos, sino que experimenten la alegría de la esperanza futura. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, las oraciones de tu Iglesia, y haz que pueda alegrarse de ver realizadas sus peticiones. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor, tu amor al pueblo que te suplica, para que obtenga la salvación por tu gracia continua, quien por ti fue creado y por ti fue redimido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 31 de mayo:
Viernes de la VI semana de Pascua
La Visitación de la Santísima Virgen María. FIESTA
Color blanco. Misa y lecturas propias (Leccionario IV). Gloria.
Plegaria Eucarística III.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy, al terminar el mes de mayo, a santa María, la Madre de Dios, que visita a su prima Isabel llevando en su seno a Cristo, el Señor, y que con su alegría de madre atraviesa Palestina entera para compartir su alegría con su prima, que a pesar de su vejez, espera también un hijo.
Pongámonos, pues, en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestros pecados, especialmente por las veces que no nos hemos puesto por entero a disposición de nuestros hermanos.
Yo confieso…
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, visitar a Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos siempre cantar con ella tus maravillas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos ahora, hermanos, a Dios Padre, que hizo obras grandes en María, la Madre de Jesús, y pidámosle que por su poderosa intercesión escuche las oraciones que en nombre de toda la humanidad queremos presentarle.
- Para que la Iglesia lleve con alegría a Cristo, el Salvador, a todo el mundo, y muchos se conviertan a Él. roguemos al Señor.
- Para que surjan vocaciones sacerdotales que con su vida den testimonio de que Jesús está en medio de su pueblo y que nos ama. Roguemos al Señor.
- Para que el espíritu de servicio, el amor desinteresado, la solidaridad y la fraternidad sean una realidad en nuestra sociedad. Roguemos al Señor.
- Para que las madres que esperan un hijo se preparen a recibirlo con amor y como una bendición de Dios. Roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros seamos morada del Espíritu y Él guíe nuestros pasos por el camino del amor sincero, la pureza de costumbres y la fidelidad a Jesucristo. Roguemos al Señor.
Recibe, Padre, por manos de María, nuestras oraciones; modela nuestras vidas con la fuerza de tu amor y haz que seamos testigos tuyos ante el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Oh Dios, que tu Iglesia proclame las maravillas que hiciste a tus fieles, y gozosamente descubra siempre vivo en este sacramento a aquel que san Juan, exultante de alegría, presintió oculto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que extiendas tu brazo poderoso en defensa de tus hijos, y así, obedientes a tu voluntad de Padre, se sientan seguros bajo la protección de tu amor eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.