2021-12-(13-19) – III SEMANA DE ADVIENTO – III SETMANA D’ADVENT
LUNES SANTA LUCÍA, virgen y mártir Santa Lucía tiene un culto antiquísimo en la Iglesia: su nombre aparece en el Canon Romano. Era una joven de Siracusa que sufrió el martirio bajo la persecución de Diocleciano. Su memoria fue celebrada en breve tras “la paz de la Iglesia” y ya en el siglo V se venera en Sicilia su sepulcro. Es venerada también en Oriente. Su “Passio“, en versión griega, del s. V y latina, del s. VI, es apócrifa, pero bellísima. Cuando la amenazan de muerte, siempre según esta “Passio“, ella exclama: “No es necesario que insistas, nada me podrá separar del amor de mi Señor“. El pueblo cristiano la ama. Ella es verdaderamente “hija de la luz“. La iconografía más antigua la representa con una lámpara encendida, como las vírgenes del Evangelio, que se convirtió luego en un recipiente donde lleva sus propios ojos. Son los ojos de la fe: iluminada por la fe, forma parte del pueblo de los “hijos de la luz“. Lects. bíblicas: Misa: Núm. 24, 2-7. 15-17a; Sal 24, 4-5a. 6 y 7cd. 8-9; Mt 21, 23-27 En la primera lectura, del libro de los Números, escuchamos el célebre oráculo de Balaam: este texto es considerado por los exegetas de una tradición oral antiquísima: “Avanza una estrella de Jacob, y surge un cetro de Israel“. El oráculo “del hombre de ojos perfectos” hay que considerarlo como el primer anuncio del Mesías en el Antiguo Testamento. La misión del Mesías, en el Evangelio, está precedida por el ministerio de Juan. El Señor habla “con autoridad” del bautismo de Juan como encargo recibido de Dios. MARTES SAN JUAN DE LA CRUZ, presbítero y doctor de la Iglesia El año del Señor 1591, en Úbeda, Jaén, mientras tocaban para el Oficio nocturno, en el punto de la medianoche, aquel fraile, pequeño de estatura, pero interiormente gigante, preguntó: “¿A qué tañen?“. Cuando le fue dicho que tocaban a “Maitines“, respondió: “Gloria a Dios, que al Cielo los iré a decir“. Besó el crucifijo que sostenía en las manos y rogó: “Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu“. Inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Su débil cuerpo, llagado enteramente y nauseabundo, empezó a desprender un fino olor a rosas. Esta fragancia, recuerdo perenne de su maestría espiritual, perfuma aún la Orden del Carmelo Descalzo y la Iglesia universal. Juan de la Cruz buscó a Dios en todas las noches de la fe y es un maestro, “doctor” de oración para toda la humanidad que anhela la Trascendencia. Le consumió toda la vida la Llama de amor viva, que él describe en su más sublime poema: “¡Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro! Pues ya no eres esquiva, acaba ya si quieres: ¡rompe la tela de este dulce encuentro!“ Lects. bíblicas: Misa: Sof 3, 1-2. 9-13; Sal 33,2-3. 6-7. 17-18. 19 y 23; Mt 21, 28-32 En la primera lectura Sofonías promete la salvación mesiánica a todos los pobres. Anuncia el retorno del exilio. Israel ya no deberá avergonzarse de sus culpas porque han sido perdonadas. Pero dice más: “Dejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor“. Será este resto de Israel, el pueblo humilde y pobre, el que recibirá al Mesías, entre ellos, representándolos a todos, la Hija de Sión, la doncella de Nazaret. Los pobres y los pecadores serán los primeros en abrirse a la fe en el Mesías, ya que ellos necesitan la salvación. Todos tendrán que aprender, como dice el Evangelio, que la verdad no únicamente “se dice“, sino “que se hace“. Los cristianos somos pecadores, siempre perdonados, que, como el resto de Israel, formamos parte de ese pueblo humilde y pobre que espera el adveni- miento del Señor. MIÉRCOLES Lects. bíblicas: Misa: Is 45, 6c-8. 18. 21b-25; Sal 84, 9abc y 10. 11-12. 13-14; Lc 7, 19-23 En el Salmo se canta la bellísima antífona: “Cielos, destilad desde lo alto al Justo, las nubes lo derramen” que se ha escuchado en el oráculo de Isaías, donde el Señor se presenta como el único artífice de la luz y de la paz. “El rocío“, alusión a la aurora de Pascua, de un nuevo día y de la victoria de Dios se manifiesta en las obras que hace el Mesías y que los discípulos de Juan le anuncian, estando él en la prisión. La noticia iluminó la oscuridad de la cárcel de Juan. La comunidad, acercándose a recibir los dones eucarísticos, canta en la antífona de comunión: “El Señor llega con poder. Iluminará los ojos de sus siervos“. Nosotros ya no debemos preguntar si Él es el Mesías, tenemos la certeza que lo es, por la profesión de fe de nuestro Bautismo. JUEVES Lects. bíblicas: Misa: Is 54, 1-10; Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11-12a y 13b; Lc 7, 24-30 Es quizá uno de los más bellos fragmentos de Isaías y exponente de la mejor poesía de Israel. No hay que olvidar que este fragmento es la IV lectura de la Noche de Pascua. También el Salmo precedente. El Misterio de la Navidad será la clave de interpretación, última y definitiva, del oráculo del profeta. Dios recupera como Esposa y Amada a su pueblo en la persona del Señor con una alianza que jamás tambaleará. Jesús con una gran ternura elogia a su precursor y proclama que “entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor” que Juan. Sin embargo, “el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él“, puesto que la nueva Alianza es incomparablemente superior que la antigua. Estos más pequeños son los humildes de corazón. Son los preferidos de Dios, aquellos que en el Salmo dan gracias por siempre: “Te ensalzaré, Señor, porque me has librado“. La misión de Juan Bautista personifica la misión de los cristianos: todos debemos preparar el camino del Señor que viene. DEL 17 AL 24 DE DICIEMBRE Segunda parte del Tiempo de Adviento: ferias privilegiadas El Adviento se intensifica en estos días: la Iglesia se prepara para recibir la gloria de la Navidad del Señor. Se sumerge en un tiempo de estupor remarcado por las célebres antífonas de la O del “Magnificat“. Estas antífonas se recogen en el Leccionario como verso propio al canto del “Aleluya“. Toda la sinopsis converge en los anuncios inmediatos a la venida del Señor. Propiamente, cada día es una Anunciación del Señor y de su Precursor. Los cánticos cotidianos del “Benedictus” y del “Magnificat” cantan en las dos últimas ferias estos anuncios. Se prepara la sorpresa total de la Navidad y de la Epifanía: “Dios se ha hecho hombre“. Cada feria es una anunciación del Señor y toda la Liturgia se empapa del Cristo anunciado, profetizado y esperado. El Antiguo Testamento llega a su fin para dar paso al Nuevo Testamento. Determinan este tiempo los Prefacios propios, II o IV de Adviento, y también las oraciones del Misal para cada día. Hay que leer todo con atención, meditarlo para descubrir la belleza y la profundidad de la Liturgia de la Iglesia que prepara la celebración de la Navidad y de la Epifanía. El Hijo, cuyo nacimiento esperamos celebrar, es un Hijo deseado por la fe de Israel y por toda la humanidad, sedienta de la revelación del misterio de Dios. La Iglesia, en analogía mariana, se hace ella misma “madre del Señor“a que lo alumbrará en su corazón y en su fe. VIERNES ENTRE EL 17 Y 24 DE DICIEMBRE FERIA PRIVILEGIADA Lects. bíblicas: Misa: Gén 49, 1-2. 8-10; Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17; Mt 1, 1-17 Hoy en el Evangelio escuchamos la Genealogía de Jesús: éste es Hijo de Dios, pero también hijo de la humanidad pecadora y del pueblo de la fe. La Genealogía se vuelve a proclamar desde antiguo en el Oficio nocturno de Nochebuena. También en la Misa de Vigilia de Navidad. Hay que proclamar y escuchar amorosamente el “Libro de la generación de Jesús, el Cristo, hijo de David, hijo de Abraham” y descubrir todos los significados. Nosotros formamos parte, en cierto modo, de la genealogía de Je sús. SABADO ENTRE EL 17 Y 24 DE DICIEMBRE FERIA PRIVILEGIADA Lects. bíblicas: Misa: Jer 23, 5-8; Sal 71, 1-2. 12-13. 18-19; Mt 1, 18-24 Hoy, la Anunciación a José. El patriarca san José es presentado como el hombre justo y obediente a la Palabra. Su misión radica en acoger y custodiar a la Madre del Mesías. Cuando su misión termina, desaparece de la historia de la salvación, y eso para nosotros es un ejemplo. Cada uno debe cumplir la misión que el Señor le encomienda, de lo contrario queda un hueco en la historia, en el designio de Dios. El nombre del Mesías es Emmanuel. (Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.51ss) |
DILLUNS SANTA LLÚCIA, verge i màrtir Santa Llúcia té un culte antiquíssim en l’Església, tant que el seu nom apareix en el Cànon Romà. Era una noia de Siracusa que patí el martiri sota la persecució de Dioclecià. La seva memòria fou celebrada ben aviat després de “la pau de l’Església” i, ja en el segle V, es venera a Sicília el seu sepulcre. Es venerada també a Orient. La seva “Passio“, en versió grega, del s. V; i llatina, del s. VI, és apòcrifa, però bellíssima. Quan l’amenacen de mort, sempre segons aquesta “Passio“, ella exclama: “No cal que insisteixis, res no em podrà separar de l’amor del meu Senyor“. El poble cristià l’estima. Ella és veritablement “filla de la llum“. La iconografia més antiga la representa amb una llàntia encesa, com les verges de l’Evangeli, que esdevingué després un recipient on duu els seus propis ulls. Són els ulls de la fe: il·luminada per la fe, forma part del poble dels “fills de la llum“. Lects. bíbliques: Missa: Nm 24, 2-7. 15-17a; Sal 24, 4-5ab. 6 i 7bc. 8-9; Mt 21, 23-27 En la primera lectura, del llibre dels Nombres, escoltem el cèlebre oracle de Balaam, aquest text és considerat pels exegetes d’una tradició oral antiquíssima: “De Jacob, en surt una estrella, d’enmig d’Israel, se n’aixeca un ceptre“. L’oracle “de l’home d’ulls penetrants” cal considerar-lo com el primer anunci del Messies en l’Antic Testament. La missió del Messies, en l’Evangeli, està precedida pel ministeri de Joan. El Senyor parla amb autoritat del baptisme de Joan com a encàrrec rebut de Déu. DIMARTS SANT JOAN DE LA CREU, prevere i doctor de l’Església L’any del Senyor 1591, a Úbeda (Jaén) mentre tocaven per l’Ofici nocturn, al punt de la mitjanit, aquell frare, menut d’estatura però interiorment gegant, preguntà: “¿A qué tañen?“. Quan li fou dit que tocaven a “Matines”, va respondre: “Gloria a Dios, que al Cielo los iré a decir“. Besà el crucifix que sostenia amb les mans i pregà: “Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu“. Llavors inclinà el cap i expirà. El seu feble cos, nafrat enterament i nauseabund, començà a desprendre una fina olor de roses. Aquesta fragància, a través del seu mestratge espiritual, perfuma encara l’Orde del Carmel Descalç i l’Església universal. Joan de la Creu cercà Déu en totes les nits de la fe i és un mestre, “doctor” de pregària per a tota la humanitat que anhela la Transcendència. El consumí tota la vida la Flama d’amor viva, que ell descriu en el més sublim poema: “¡Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro! Pues ya no eres esquiva, acaba ya si quieres: ¡rompe la tela de este dulce encuentro!“ Lects. bíbliques: Missa: So 3, 1-2. 9-13; Sal 33, 2-3. 6-7. 17-18. 19 i 23; Mt 21, 28-32 En la primera lectura, Sofonies promet la salvació messiànica a tots els pobles. Anuncia el retorn de l’exili. Israel ja no haurà d’avergonyir- se mai més de les seves culpes perquè ja han estat perdonades. Però encara hi afegeix: “Deixaré en el teu país un poble humil i pobre que buscarà refugi en el nom del Senyor“. Serà aquesta resta d’Israel, el poble humil i pobre, qui rebrà el Messies. Entre ells, representant-los a tots, la Filla de Sió, la donzella de Natzaret. Els pobres i els pecadors seran els primers en obrir-se a la fe en el Messies, ja que ells necessiten la salvació. Tots hauran d’aprendre, com diu l’Evangeli, que la veritat no únicament “es diu“, sinó que “es fa“. Els cristians som pecadors, sempre perdonats, que, com la resta d’Israel, formem part d’aquest poble humil i pobre que espera l’adveniment del Senyor. DIMECRES Lects. bíbliques: Missa: Is 45, 6b-8. 18. 21b-25; Sal 84, 9ab i 10. 11-12. 13-14; Lc 7, 19-23 En el Salm es canta la bellíssima antífona: “Oh cel, deixa caure la rosada; que el bé plogui dels núvols” que s’ha escoltat en l’oracle d’Isaïes, on el Senyor es presenta com l’únic artífex de la llum i de la pau. La “rosada“, al·lusió a l’alba de Pasqua, d’un nou dia i de la victòria de Déu es manifesta en les obres que fa el Messies i que els deixebles de Joan li anuncien, estant ell a la presó. La notícia va il·luminar la foscor de la presó de Joan. La comunitat, apropant-se a rebre els dons eucarístics, canta a l’antífona de comunió: “El Senyor arriba amb poder i els ulls dels seus servents veuran la llum“. Nosaltres ja no hem de preguntar si Ell és el Messies: tenim la certesa que ho és, per la professió de fe del nostre Baptisme. DIJOUS Lects. bíbliques: Missa: Is 54, 1-10; Sal 29, 2 i 4. 5-6. 11-12a i 13b; Lc 7, 24-30 Es potser un dels més bells fragments d’Isaïes i exponent de la millor poesia d’Israel. Cal no oblidar que aquest fragment és la IV lectura de la Nit de Pasqua. També el Salm precedent. El Misteri del Nadal serà la clau d’interpretació, darrera i definitiva, de l’oracle del profeta. Déu recupera com a Esposa i Estimada el seu poble en la persona del Senyor amb una aliança que mai trontollarà. Jesús, amb una gran tendresa, elogia el seu Precursor i proclama que “entre tots els que les mares han portat al món ningú no és més gran que Joan“. No obstant això, “el més petit al Regne de Déu és més gran que ell“, ja que la nova Aliança és incomparablement superior que l’antiga. Aquests “més petits” són els humils de cor. Són els preferits de Déu, aquells que en el Salm donen gràcies per sempre: “Amb quin goig us exalço, Senyor“. La missió de Joan Baptista personifica la missió dels cristians: tots hem de preparar el camí del Senyor que ve. DEL 17 AL 24 DE DESEMBRE Segona part del Temps d’Advent: fèries privilegiades L’Advent s’intensifica en aquests dies: l’Església es prepara per rebre la glòria del Nadal del Senyor. Se submergeix en un temps d’estupor remarcat amb les cèlebres antífones de la O del “Magnificat“. Aquestes antífones es recullen en el Leccionari com a vers propi al cant de l’”Al·leluia“. Tota la sinopsi convergeix en els anuncis immediats a la vinguda del Senyor. Pròpiament, cada dia és una Anunciació del Senyor i del seu Precursor. Els càntics quotidians del “Benedictus” i del “Magnificat” canten en les dues últimes fèries aquests anuncis. Es prepara la sorpresa total del Nadal i de l’Epifania: “Déu s’ha fet home“. Cada fèria és una anunciació del Senyor i tota la Litúrgia s’amara del Crist anunciat, profetitzat i esperat. L’Antic Testament arriba a la seva fi per donar pas al Nou Testament. Determinen aquest temps els Prefacis propis, II o IV d’Advent, i també les oracions del Missal per a cada dia. Cal llegir-ho tot amb atenció, meditar-ho per descobrir la bellesa i la profunditat de la Litúrgia de l’Església que prepara la celebració del Nadal i de l’Epifania. El Fill, el naixement del qual esperem celebrar, és un Fill desitjat per la fe d’Israel i per tota la humanitat, assedegada de la revelació del misteri de Déu. L’Església, en analogia mariana, es fa ella mateixa “mare del Senyor” ja que l’engendrarà en el seu cor i en la seva fe. DIVENDRES ENTRE EL 17 I 24 DE DESEMBRE Fèria privilegiada Lects. bíbliques: Missa: Gn 49, 2. 8-10; Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17; Mt 1, 1-17 Avui, en l’Evangeli, escoltem la Genealogia de Jesús: aquest és Fill de Déu, però també fill de la humanitat pecadora i del poble de la fe. La Genealogia es torna a proclamar des d’antic a l’Ofici nocturn de la Nit de Nadal. També a la Missa de Vigília de Nadal. Cal proclamar i escoltar amorosament el “Llibre de la generació de Jesús, el Crist, fill de David, fill d’Abraham i descobrir-ne tots els significats. Nosaltres formem part, en certa manera, de la genealogia de Jesús. DISSABTE ENTRE EL 17 I 24 DE DESEMBRE Fèria privilegiada Lects. bíbliques: Missa: Jr 23, 5-8; Sal 71, 1-2. 12-13. 18-19; Mt 1, 18-24 Avui, l’Anunciació a Josep. El patriarca sant Josep és presentat com l’home just i obedient a la Paraula. La seva missió rau a acollir i custodiar la Mare del Messies. Quan la seva missió acaba, desapareix de la historia de la salvació, i això per a nosaltres és un exemple. Cadascú ha d’acomplir la missió que el Senyor li encomana, altrament queda un buit en la història, en el designi de Déu. El nom del Messies és Emmanuel. (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.49ss) |