II SEMANA DE PASCUA – 25 al 30/04/2022 – II SETMANA DE PASQUA
LUNES SAN MARCOS, evangelista Marcos es el autor del II Evangelio que lleva su nombre. Comúnmente, es considerado el Evangelio más an tiguo y, por ello, el más cercano al Jesús de la historia. Este evangelista no formó parte de los Doce; sin embargo, algunos creen que era el joven que huyó desnudo en Getsemaní. Su nombre exacto era Juan Marcos y residía en Jerusalén con su madre, María (Hch 12,12). Convertido a la fe, colaboró en las misiones apostólicas: primero con Pablo y luego con Bernabé. Finalmente, estuvo en Roma durante el cautiverio y el martirio de Pedro y Pablo. Es conocido como “el escriba o intérprete de Pedro“, “Petri interpretes“, quien le llama “mi hijo Marcos” (1 Pe 5,13). Después del martirio de los apóstoles partió hacia Egipto donde, según la tradición, fundó la Iglesia de Alejandría. También allí padeció el martirio. Una “anáfora” venerable de esta Iglesia lleva su nombre. Misa: 1 Pe 5, 5b-14; Sal 88, 2-3. 6-7. 16-17; Mc 16, 15-20 En la primera lectura, un fragmento de la Primera carta de Pedro, quien escribe desde “Babilonia“, Roma. En las salutaciones finales del apóstol se incluye a Marcos, al cual llama: “Mi hijo“. Se canta el S almo de alabanza con la antífona: “Cantaré eternamente tus misericordias, Señor“. En el Evangelio se hace honor al evangelista Marcos proclamando el final solemne del relato. El Señor Resucitado se aparece a los Once y los envía en una misión universal: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación“. Una buena nueva que será consignada, como palabra escrita, en el Evangelio “secundum Marcum“, discípulo e intérprete de Pedro. Papías habla de Marcos (s. II) “Marcos, que fue intérprete de Pedro, escribió con exactitud todo lo que recordaba, pero no en orden de lo que el Señor dijo e hizo. Porque él no oyó ni siguió personalmente al Señor, sino, como dije, después a Pedro. Éste llevaba a cabo sus enseñanzas de acuerdo con las necesidades, pero no como quien va ordenando las palabras del Señor, más de modo que Marcos no se equivocó en absoluto cuando escribía ciertas cosas como las tenía en su memoria. Porque todo su empeño lo puso en no olvidar nada de lo que escuchó y en no escribir nada falso“. Eusebio de Cesarea (Historia Eclesiástica III, 39) MARTES SAN ISIDORO, obispo y doctor de la Iglesia Nació en Sevilla en el año 556. Era el menor de cuatro hermanos, todos los cuales fueron santos y tres de ellos obispos: San Leandro, San Fulgencio y Santa Florentina. Al morir Leandro, lo reemplazó Isidoro como obispo de Sevilla, y duró 38 años ejerciendo aquel cargo, con gran brillo y notables éxitos. Poseía una de las mejores bibliotecas. Él, como san Gregorio y san Agustín, experimentó la tensión entre el deseo de la vida contemplativa y sus responsabilidades como obispo. No eran tiempos fáciles. El conocimiento tanto de la cultura pagana como cristina de Isidoro era enciclopédico. Las “Etimologías” son casi una recopilación de toda la ciencia de su tiempo. Su influencia fue muy grande. San Isidoro es como un puente entre la Edad Antigua que se acababa y la Edad Media que empezaba. Fue la figura principal en el Concilio de Toledo, año 633. Poco después, otro concilio toledano, 653, le llamó “Ilustre maestro de nuestra época y gloria de la Iglesia católica“. Se dedicó a la predicación. Su amor a los pobres era inmenso, y como sus limosnas eran tan generosas, su casa se veía continuamente visitada por gentes necesitadas que llegaban a pedir y recibir ayudas. De todas las ciencias, la que más le agradaba y más recomendaba era el estudio de la Sagrada Biblia. Cuando sintió que iba a morir, pidió perdón públicamente por todas las faltas de su vida pasada y suplicó al pueblo que rogara por él a Dios. Murió a la edad de 80 años, el 4 de abril del año 636. La liturgia hispánica celebra su solemnidad el día 22 de diciembre, fecha de la traslación de sus reliquias a la Colegiata de León que lleva su nombre. Misa: 1 Cor 2, 1-10; Sal 118, 99-100. 101-102. 103-104; Mt 5, 13-16 La primera lectura es un fragmento de la Primera carta a los Corintios, del llamado “discurso de la Cruz“. La fe no se apoya en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Es siempre “ciencia de la Cruz“. La sabiduría de Dios es, dice el apóstol, “divina, misterio sa, predestinada por Dios antes de todos los siglos para nuestra gloria“. La sabiduría de Dios es Jesucristo. Él es la divina Sabiduría revelada, a la cual, ninguno de los príncipes de este mundo, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado. Toda la sabiduría de san Isidoro bebe de la sabiduría de Dios manifestada en Cristo. La contemplación de lo divino la manifestó, en la Iglesia y como obispo, como luz para el mundo. Así brilló su luz, como canta el verso aleluyático. El S almo responsorial pertenece al corazón amante del Pontífice santo. De Isidoro se puede decir que es más docto que todos los maestros porqué meditó los precep tos del Señor. MIÉRCOLES Misa: Hch 5, 17-26; Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9; Jn 3, 16-21 En el Evangelio, lo más inaudito: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que crean en Él“. Entre ellos debemos incluirnos nosotros. Por amor al mundo, Dios ha entregado lo que ama más: su Hijo único. Lo ha enviado a cambio de nada, sin esperar la respuesta de la fe y del amor del mundo. Como por adelantado. Los que no creen en el Hijo se condenan a vivir en sus propias tinieblas. En el libro de los Hechos se relata la liberación de los apóstoles, que estaban en la cárcel, de noche. Son liberados por el ángel del Señor, ya que la Palabra de Dios no puede estar encadenada (2 Tim 2,9). De él reciben el mensaje imperioso: ir al templo para explicar al pueblo “las palabras de vida“. Hay visos pascuales en el relato: la noche, el ángel del Señor y la proclamación del “kêrygma” en el templo, al amanecer. Los apóstoles ni quieren ni pueden dejar de predicar la Resurrección del Señor. En el Salmo, el verso “el ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege” completa el relato. JUEVES Misa: Hch 5, 27-33; Sal 33, 2 y 9. 17 y 18. 19-20; Jn 3, 31-36
En el Evangelio se lee: “El Padre ama al Hijo y lo ha puesto todo en sus manos“. En este “todo” debemos incluir nuestras existencias, la hora presente de la Iglesia y del mundo. Todo está en manos de Jesús, el Señor, por tanto, todo está en buenas manos. Él “es el que viene de lo alto, el que viene del cielo y el que da testimonio de lo que ha visto y ha oído“, en su oración. Él también da “el Espíritu sin medida” porque nunca hay medida ni raquitismo en el amor. “Los que creen en el Hijo tienen la vida eterna“, Dios mismo, ya en este mundo, ahora. En el pasaje de los Hechos vemos que la predicación de la Resurrección no depende de los apóstoles, sino del mismo Espíritu que la impulsa: con razón deben “obedecer a Dios antes que los hombres“. Los que les escuchaban no querían sentirse culpables de la muerte de Jesús. Sin embargo, ellos afirman sin ambages: “Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu que da a los que le obedecen“. Obedecer a Dios es obedecer a la Verdad, dejarse conducir por el “Espíritu de verdad” (Jn 14,17). Sólo entonces el corazón se abre a la purificación del verdadero arrepentimiento y, con ello, a su curación, liberación.
VIERNES SANTA CATALINA DE SIENA, virgen y doctora de la Iglesia Patrona de Europa Santa Catalina de Siena murió en Roma, en el año 1380, a la edad de treintaitrés años. Se entregó desde muy joven a Dios, renunció al matrimonio y se incorporó a la Tercera Orden de Santo Domingo. Vivió profundísimas experiencias espirituales y místicas que transparentó en una vida penitente y caritativa. También recibió el don de profecía y denunció toda forma de mundanidad en la Iglesia. Trabajó por su unidad en tiempos del “cisma de occidente” y luchó por el retorno de los sucesores de Pedro a Roma. De su fecundidad espiritual y mística es fruto la obra “Diálogo con la Divina Providencia“, así como el compendio de su extenso epistolario. Incomprendida por algunos y entendida por muchos, creó una escuela de discípulos llamados “encatalinados“, “incaterinati“. Fue declarada “Doctora de la Iglesia” por san Pablo VI, Papa, junto con Santa Teresa de Jesús, el 4-10-1970; y por razón de su servicio a la unidad de la Iglesia y a la unión de los pueblos, fue declarada “copatrona de Europa” por san Juan Pablo II, Papa, junto con santa Brígida de Suecia y santa Teresa Benedicta de la Cruz, el 1-10- 1999. Es patrona de Italia junto con san Francisco de Asís. Misa: 1 Jn 1, 5–2, 2; Sal 102, 1b-2. 8-9. 13-14. 17-18a; Mt 11, 25-30 Santa Catalina de Siena forma parte de los pequeños y humildes de corazón a quienes el Padre ha querido revelar los misterios del Reino. Ella por la oración, la gracia y la penitencia se introdujo en el conocimiento mutuo que tienen el Padre y el Hijo. De esta forma recibió la sabiduría, como don de lo alto, que ejerció en su mística y en su profecía. También en su amor a los pobres. Como doctora de la Iglesia, esto es, “maestra de la Iglesia universal“, recibió la sabiduría divina como don para ser entregado a la Iglesia de todos los tiempos. En su “Epistolario“, en el “Diálogo de la Divina Providencia” y en la colección de “oraciones” de la santa, alude a la sangre preciosa de Cristo, recibida como don de redención en el Bautismo y en la Confesión. La Sangre preciosa del Señor ocupa un lugar central en su mística. La Sangre vista como el símbolo más alto del amor del Señor entregado en la Cruz. Por esa razón el epígrafe de la primera lectura subraya la afirmación de la perícopa de la primera carta de san Juan: “La sangre de Cristo nos limpia de nuestros pecados“. Comprendió que todos los males del mundo y de la Iglesia vienen del pecado. También aprendió el valor incomparable de la sangre de Cristo, como precio de la redención, y desde esta comprensión íntima y esponsal, exhortó y oró por la conversión de los pecadores, la purificación de la Iglesia… queriendo devolver la belleza a la Esposa de Cristo, en sus pastores y fieles. Santa Catalina vivió en la luz y en la verdad del Señor. Ella escribe a su confesor: “Anegaos, pues, en la Sangre de Cristo Crucificado, bañaos en la Sangre y vestíos con la Sangre. Si habéis sido infiel, rebautizaos en la sangre; si el demonio os hubiese ofuscado los ojos de la inteligencia, laváoslos con la Sangre; si hubieseis caído en la ingratitud por los dones recibidos, agradecedlos en la Sangre; si fueseis pastor vil y sin el cayado de la justicia, temperada por la prudencia y la misericordia, sacadlo de la Sangre (…). Diluid en la Sangre la tibieza y caigan las tinieblas en la luz de la Sangre, para que seáis esposo de la verdad y verdadero pastor y gobernante de las ovejas que se os han confiado (Carta 189). El bello Salmo 102: “Bendice alma mía al Señor“, canta al Dios de la alianza compasivo y misericordioso, lento a la ira, rico en clemencia. Es la alabanza de santa Catalina, y, con ella, la de toda la Iglesia, a Dios que nos ha dado a Jesucristo como “víctima de propiciación por nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero“, primera lectura. SÁBADO Misa: Hch 13, 26-33; Sal 2, 6-7. 8-9. 10-11 y 12a; Jn 14, 1-6 En el pasaje de los Hechos, la elección de los siete hombres “de buena fama, llenos de sabiduría” para atender a las mesas en el suministro diario, “las viudas de habla griega“. La tradición ha identificado a estos siete hombres, el citado en primer lugar es Esteban, con los “diáconos“, que los apóstoles asociaron al ministerio por la imposición de las manos y la oración. Es el “ministerio“, servicio, de la caridad, inherente a la vida de la Iglesia desde sus inicios. La tarea fundamental de los apóstoles “es la oración y al servicio de la Palabra“, ambas cosas siempre van unidas. Es importante, en el último versículo de la perícopa, la referencia a “la Palabra de Dios que iba creciendo” y cómo el Señor mismo “hacía crecer el número de los creyentes“. Es el Señor mismo quien aumentaba la comunidad, y la misma Palabra la que manifestaba su eficacia. El protagonista real del crecimiento de la Iglesia es el Señor. La Palabra es eficaz en sí misma, como en las parábolas. Se escoge por esto, del Salmo 32, los versos de la segunda estrofa en los que la Palabra de Dios es elogiada. En el Evangelio, el pasaje de la tempestad calmada según Juan, texto lleno de símbolos pascuales: cuando el Señor “no está” persiste “la noche“, y cuando aparece pueden “ver“, aunque sea noche cerrada, y “escuchar” el solemne “Soy yo, no temáis“. El Maestro se da a conocer con el nombre santísimo de Dios. Cuando el Señor está en la barca, ésta toca tierra y llegan donde iban. Él es seguridad y puerto. (Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.236ss) |
DILLUNS SANT MARC, evangelista Marc és l’autor del II Evangeli que porta el seu nom. Comunament, és considerat l’Evangeli més antic i, per això, el més proper al Jesús de la història. Aquest evangelista no formà part dels Dotze; emperò, alguns creuen que era el jove que fugí nu a l’escena de Getsemaní. El seu nom exacte era Joan Marc i residia a Jerusalem amb la seva mare, Maria (Fets, 12,12). Convertit a la fe, va col·laborar en les missions apostòliques: primer amb Pau i després amb Bernabé. Finalment, va ser a Roma durant el captiveri i el martiri de Pere i Pau. És conegut com “l’escriba o intèrpret de Pere“, “Petri interpretes“, qui l’anomena “el meu fill” (1Pe 5,13). Després del martiri dels apòstols va marxar cap a Egipte on, segons la tradició, va fundar l’Església d’Alexandria. També allà va patir el martiri. Una “anàfora” venerable d’aquesta Església porta el seu nom. Des dels temps de sant Gregori es celebraven les “Rogatives Majors“, amb processó i cant de les Lletanies dels sants, per demanar la benedicció de Déu sobre els sembrats. En alguns indrets, a Tierra de Campos, per exemple, es celebren encara en aquest dia, festa de l’evangelista. Missa: 1Pe 5, 5b-14; Sal 88, 2-3. 6-7. 16-17; Mc 16, 15-20 En la primera lectura, un fragment de la Primera carta de Pere, que escriu des de “Babilònia“, Roma. A les salutacions finals de l’apòstol s’inclou a Marc, a qui anomena: “El meu fill“. Es canta el Salm de lloança amb l’antífona: “Senyor, cantaré tota la vida els vostres favors“. En l’Evangeli es fa honor a l’evangelista Marc proclamant el final solemne del relat. El Senyor Ressuscitat s’apareix als Onze i els envia a una missió universal: “Aneu per tot el món i prediqueu a tothom la Bona Nova de l’Evangeli“. Una bona nova que serà consignada, com a paraula escrita, en l’Evangeli “secundum Marcum“, deixeble i intèrpret de Pere. Papies parla de Marc (s. II) “Marc, que va ser intèrpret de Pere, va escriure amb exactitud tot el que recordava, però no en ordre del que el Senyor va dir i va fer. Perquè ell no va sentir ni va seguir personalment el Senyor, sinó, com vaig dir, després a Pere. Aquest duia a terme els seus ensenyaments d’acord amb les necessitats, però no com qui va ordenant les paraules del Senyor, sinó de manera que Marc no es va equivocar en absolut quan escrivia certes coses com les tenia en la seva memòria. Perquè tot el seu esforç el va posar en no oblidar res del que va escoltar i en no escriure res de fals“. Eusebi de Cesarea (Història Eclesiàstica III, 39) DIMARTS SANT ISIDOR, bisbe i doctor de l’Església Nasqué a Sevilla l’any 556. Era el més petit de quatre germans, tots els quals van ser sants i tres d’ells bisbes: Sant Leandre, Sant Fulgenci i Santa Florentina. En morir Leandre, va reemplaçar-lo Isidor com a bisbe de Sevilla, i exercí 38 anys aquell càrrec, amb gran brillantor i notables èxits. Isidor va ser el bisbe més savi del seu temps a Hispània. Posseïa una de les millors biblioteques. Ell, com sant Gregori i sant Agustí, va experimentar la tensió entre el desig de la vida contemplativa i les seves responsabilitats com a bisbe. No eren temps fàcils. El coneixement tant de la cultura pagana com de la cristiana d’Isidor era enciclopèdic. Les “Etimologies” són gairebé un recull de tota la ciència del seu temps. La seva influència va ser molt gran. Sant Isidor és com un pont entre l’Edat Antiga que s’acabava i l’Edat Mitjana que començava. Va ser la figura principal en el Concili de Toledo, any 633, i poc després, un altre concili toledà, 653, l’anomenà “Il·lustre mestre de la nostra època i glòria de l’Església catòlica“. Es va dedicar a la predicació. El seu amor als pobres era immens, i com les seves almoines eren tan generoses, la seva casa es veia contínuament visitada per persones necessitades que hi anaven a demanar i rebre ajuda. De totes les ciències, la que més li agradava i més recomanava era l’estudi de la Sagrada Bíblia. Quan va sentir que anava a morir, va demanar perdó públicament per totes les faltes de la seva vida passada i va suplicar al poble que pregués per ell a Déu. Va morir a l’edat de 80 anys, el 4 d’abril de l’any 636. La Litúrgia hispana celebra la seva solemnitat el dia 22 de desembre, data de la translació de les seves relíquies a la Col·legiata de Lleó que porta el seu nom Missa: 1C 2, 1-10; Sal 118, 99-100. 101-102. 103-104; Mt 5, 13-16 La primera lectura és un fragment de la Primera carta als Corintis, de l’anomenat “discurs de la Creu“. La fe no es recolza en la saviesa dels homes, sinó en el poder de Déu. És sempre “ciència de la Creu“. La saviesa de Déu resta, diu l’Apòstol, “amagada fins ara, però que abans de tots els temps Déu ja tenia decidida, perquè sigui la nostra glòria“. La saviesa de Déu és Jesucrist. Ell és la divina Saviesa revelada, a la qual, cap dels “dirigents” d’aquest món, “si l’haguessin coneguda“, mai no haurien crucificat. Tota la saviesa de sant Isidor beu de la saviesa de Déu manifestada en Crist. La contemplació de la divinitat, ell la manifestà, en l’Església i com a bisbe, com a llum destinada a esclarir el món. Així va brillar la seva llum, com canta el vers de l’al·leluia. El Salm responsorial pertany al cor amant del Pontífex sant. D’Isidor es pot dir que és el més docte de tots els mestres perquè medità els preceptes del Senyor DIMECRES MARE DE DÉU DE MONTSERRAT PATRONA PRINCIPAL DE CATALUNYA Totes les diòcesis del Principat celebren avui amb gran goig Santa Maria, invocada a la Muntanya de Montserrat. En tant que patrona de Catalunya, és solemnitat a tot arreu, i la seva imatge és entranyable per a tots els fidels del país, que l’anomenen “la Moreneta“. És la Rosa d’abril i la més bella flor de Pasqua. El Prefaci canta: “Ella (…) és l’esperança dels fidels i l’honor del nostre poble“. El Papa sant Joan Pau II, pelegrí en terres catalanes, afirmà: “Montserrat és un Magnificat de roca, una fletxa indicadora d’ulteriors escalades” (7-11-1982). Els monjos i monges dels monestirs de la santa muntanya asseguren el culte insigne a Déu Trinitat i fan de Montserrat “un fogar d’oració i de fe cristiana” (Oració col·lecta I). Missa: Fets 1, 12-14; Sal 86, 1-2. 3-4. 5. 6-7; Ef 1, 3-6. 11-12; Lc 1, 39-47 En la primera lectura, dels Fets, trobem Maria, la Mare de Jesús, com la “virgo orans” enmig de l’Església, esperant el do de la Pentecosta. La comunitat experimenta la seva pobresa, el seu buit, sense la presència del Senyor. Maria fa perseverar la comunitat apostòlica en la pregària, exercida des d’aquesta pobresa, en aquest mateix buit: fa entendre així que tot s’esdevé quan ens deixem omplir de la riquesa i de la plenitud de l’Esperit Sant. Maria romandrà en l’Església per sempre com “aquella que prega amb els deixebles“, sostenint la seva pregària. En el Salm, l’antífona responsorial: “El Senyor té el palau a la muntanya santa“. El salmista es referia a la muntanya de Sió, on hi havia el Temple, però en la lectura cristològica del Salm dins del culte cristià, “la muntanya santa” és una figura de Maria i de l’Església, ambdues habitades per la presència del Senyor. A l’Evangeli, Maria, portant en el seu si el Verb de Déu, puja a “la Muntanya, a la província de Judà” per portar la bona nova a Elisabet. És el trobament de l’antiga i de la nova Aliança: ambdues dones, plenes de goig de l’Esperit Sant, es feliciten una a l’altra. Del cor de Maria en brolla el “Magnificat“, cant que l’Església quotidianament fa seu. El motiu de l’ascensió a la muntanya evoca la muntanya singular de Montserrat i inspira la segona oració col·lecta d’avui: “Feu que, ajudats per la intercessió de la Immaculada Verge Maria, arribem amb seguretat a aquella muntanya santa que és el Crist“. DIJOUS Missa: Ac 5, 27-33; Sal 33, 2 i 9. 17 i 18. 19-20; Jn 3, 31-36 A l’Evangeli es llegeix: “El Pare estima el Fill i ho ha posat tot a les mans”. En aquest “tot” hem d’incloure les nostres existències, l’hora present de l’Església i del món. Tot és en mans de Jesús, el Senyor, per tant, tot està en bones mans. Ell “és el que ve de dalt, el que ve del cel i qui dona testimoni del que ha vist i ha sentit”, en la seva oració. Ell també dona “l’Esperit sense mesura” perquè mai no hi ha mesura ni raquitisme en l’amor. “Els qui creuen en el Fill tenen la vida eterna”, Déu mateix, ja en aquest món, ara. En el passatge dels Fets veiem que la predicació de la Resurrecció no depèn dels apòstols, sinó del mateix Esperit que la impulsa: amb raó deuen “obeir Déu abans que els homes”. Els qui els escoltaven no volien sentir-se culpables de la mort de Jesús. No obstant això, ells afirmen sense embuts: “Testimonis d’això som nosaltres i l’Esperit que dóna als qui obeeixen”. Obeir Déu és obeir la Veritat, deixar-se conduir per l’Esperit de veritat (Jn 14,17). Només aleshores el cor s’obre a la purificació del veritable penediment i, amb això, a la curació, l’alliberament. DIVENDRES SANTA CATERINA DE SIENA, verge i doctora de l’Església Patrona d’Europa Santa Caterina de Siena morí a Roma, l’any 1380, a l’edat de trenta-tres anys. Es lliurà de molt jove a Déu, renunciant al matrimoni i incorporant- se a la Tercera Orde de sant Domènec. Visqué profundíssimes experiències espirituals i místiques que traduí en una vida penitent i caritativa. També rebé el do de profecia i denuncià tota forma de mundanitat dins l’Església. Treballà per la seva unitat en temps del cisma d’Occident i lluità pel retorn dels successors de Pere a Roma. De la seva fecunditat espiritual i mística n’és fruit l’obra “Diàleg amb la Divina Providència“, així com el compendi del seu extens epistolari. Incompresa per alguns i entesa per molts, creà una escola de deixebles anomenats “encaterinats“, “incaterinati“. Fou declarada “Doctora de l’Església” per sant Pau VI, Papa, juntament amb santa Teresa de Jesús, el 4-10-1970; i per raó del seu servei a la unitat de l’Església i a la unió dels pobles, fou declarada “copatrona d’Europa” per sant Joan Pau II, Papa, juntament amb santa Brígida de Suècia i santa Teresa Beneta de la Creu, el 1-10-1999. És patrona d’Itàlia juntament amb sant Francesc d’Assís. Missa: 1Jo 1, 5—2, 2; Sal 102, 1b-2. 8-9. 13-14. 17-18a; Mt 11, 25-30 Santa Caterina de Siena forma part dels petits i humils de cor a qui el Pare ha volgut revelar els misteris del Regne. Ella, per la pregària, la gràcia i la penitència es va introduir en el coneixement mutu que tenen el Pare i el Fill. D’aquesta manera va rebre la saviesa, com a do que ve de dalt, que exercí en la seva mística i en la seva profecia. També en el seu amor als pobres. Com a doctora de l’Església, és a dir, “mestra de l’Església universal“, va rebre la saviesa divina com a do per ser lliurat a l’Església de tots els temps. En el seu “Epistolari“, en el “Diàleg de la Divina Providència” i en la col·lecció de “pregàries“, al·ludeix a la sang preciosa de Crist, rebuda com a do de redempció en el Baptisme i en la Confessió. La Sang preciosa del Senyor ocupa un lloc central en la seva mística. La Sang vista com el símbol més alt de l’amor del Senyor lliurat a la Creu. Per aquesta raó, l’epígraf de la primera lectura subratlla l’afirmació de la perícopa de la Primera carta de sant Joan: “La sang de Jesús ens purifica de tot pecat“. Va comprendre que tots els mals del món i de l’Església vénen del pecat. També va aprendre el valor incomparable de la Sang de Crist, com a preu de la redempció, i des d’aquesta comprensió íntima i esponsal, va exhortar i pregar per la conversió dels pecadors, la purificació de l’Església… volent tornar la bellesa a l’Esposa de Crist, en els seus pastors i fidels. Santa Caterina va viure en la llum i en la veritat del Senyor. Ella escriu al seu confessor: “Quedeu negat, doncs, en la Sang de Crist Crucificat, banyeu-vos en la Sang i vestiu-vos amb la Sang. Si heu estat infidel, rebategeu-vos en la Sang; si el dimoni us hagués ofuscat els ulls de la intel·ligència, renteu-vos-els amb la Sang; si haguéssiu caigut en la ingratitud pels dons rebuts, agraïu-los en la Sang; si fóssiu pastor vil i sense la vara de la justícia, temperada per la prudència i la misericòrdia, traieu-la de la Sang (…). Diluïu en la Sang la tebior i caiguin les tenebres en la llum de la Sang, perquè sigueu espòs de la veritat i veritable pastor i governant de les ovelles que se us han confiat” (Carta 189). El bell Salm 102: “Beneeix el Senyor, ànima meva“, canta al Déu de l’Aliança “compassiu i benigne, lent per al càstig, ric en l’amor“. És la lloança de santa Caterina, i, amb ella, la de tota l’Església, a Déu que ens ha donat Jesucrist com a “víctima que expia els nostres pecats, i no tant sols els nostres, sinó els del món sencer” (primera lectura). DISSABTE Missa: Fets 6, 1-7; Sal 32, 1-2. 4-5. 18-19; Jo 6, 16-21 En el passatge dels Fets, l’elecció dels set homes “fiats, plens de l’Esperit Sant i de seny” per atendre a les taules en el subministrament diari, “les vídues de llengua grega“. La tradició ha identificat aquests “set homes“, el citat en primer lloc és Esteve, amb els “diaques“, que els apòstols associaren al ministeri per la imposició de les mans i la pregària. És el “ministeri“, servei, de la caritat, inherent a la vida de l’Església des dels seus inicis. La tasca fonamental dels apòstols és “la pregària i el ministeri de la Paraula“, ambdues coses van sempre unides. És important, en l’últim versicle de la perícopa, la referència a “la Paraula de Déu que s’anava estenent” i com el Senyor mateix feia créixer “el nombre dels creients“. És el Senyor mateix qui augmentava la comunitat, i la mateixa Paraula la que manifestava la seva eficàcia. El protagonista real del creixement de l’Església és el Senyor. La Paraula és eficaç en si mateixa, com en les paràboles. S’escullen per això, del Salm 32, els versos de la segona estrofa en què la Paraula de Déu és elogiada. En l’Evangeli, el passatge de la tempesta calmada segons Joan, text ple de símbols pasquals: quan el Senyor “no hi és” persisteix la nit, “ja s’havia fet fosc“, i quan apareix, poden “veure“, encara que sigui negra nit, i “escoltar” el solemne “Sóc jo, no tingueu por“. El Mestre es dóna a conèixer amb el nom santíssim de Déu. Quan el Senyor és a la barca, aquesta “toca terra” i arriben “al lloc on anaven“. Ell és seguretat i port. (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.232ss)
|