III Semana del Tiempo ordinario – 24/1 al 29/1/2022 – III Setmana de durant l’any
Lunes SAN FRANCISCO DE SALES, obispo y doctor de la Iglesia San Francisco de Sales fue un obispo según el corazón de Dios. Obispo de Ginebra, restableció la Iglesia católica con las armas de la oración y de la caridad. A través de sus libros cultivó la vida espiritual del laicado. En su célebre opúsculo “Introducción a la vida devota” escribe: “Quiero una piedad dulce, suave, agradable, apacible; en una palabra, una piedad sincera y que se haga amar primeramente de Dios y después de los hombres“. Fundó, junto con Santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitación. Es Doctor de la Iglesia y conocido como “el apóstol de la amabilidad“. Murió en el año 1622. Es patrono de los periodistas y de los escritores católicos. Misa: 2 Sam 5, 1-7. 10; Sal 88, 20. 21-22. 25-26; Mc 3, 22-30 En el último Evangelio de la semana anterior, los familiares de Jesús le tenían por loco. Ahora son los escribas quienes, desde Jerusalén, han bajado para tildarle de algo mucho más grave: que está poseído por el espíritu del Mal, por lo tanto, es un endemoniado, y que actúa por el poder de Belzebú. Jesús les rebate la acusación con parábolas. Son imágenes claras: el reino dividido, la familia divida, nada puede subsistir. Él en el desierto ató “al más fuerte” para siempre. Un cristiano tiene que vigilar que el mal no entre en la casa, de su corazón, porque puede perder sus tesoros, “su ajuar“. Blasfemar contra el Espíritu Santo es cerrarse al amor de Dios, decir “no” a la cara a Dios. Ciertamente, no se puede perdonar a aquel que no quiere ser perdonado pero el evangelista matiza: “Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo“. La sentencia de Jesús no debe oscurecer la afirmación que la precede: “Todo se les podrá perdonar a los hombres“. Martes CONVERSIÓN DE SAN PABLO, Apóstol En la conversión de san Pablo está el origen de elementos importantes de su doctrina, especialmente sobre la fuerza de la gracia: capaz de transformar a un feroz perseguidor de la Iglesia en el apóstol de las naciones. Marca a su vez la doctrina de la Iglesia como Cuerpo de Cristo, ya que el Señor Resucitado se identifica con su comunidad: “Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues“. Cristo Resucitado sale al encuentro de Saulo en el camino de Damasco y la luz de la gloria lo ciega por su intensidad como cuando miramos al sol. Saulo recibe la iluminación del Bautismo y el don de una luz nueva en sus ojos. La Iglesia, hoy, celebra gozosamente el encuentro del Señor glorioso con Saulo de Tarso. La gracia toma posesión de él y se convierte en una misión, una misión que es toda su vida. La gracia hará de él un misionero infatigable por caminos de tierra y mar para llevar el Evangelio a todas partes. Una gracia que lo adentrará en los “penetralia Christi” y le hará exclamar: “Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mi” (Gál 2,20). Con razón se cantan estas palabras en la antífona de comunión. La experiencia del amor de Cristo en Pablo es predicada preciosamente por san Juan Crisóstomo en el Oficio de lectura. Como en todas las fiestas de los apóstoles, se canta el Salmo 116 con la antífona: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio“. Este breve Salmo es una perla del salterio que, también según san Juan Crisóstomo, anuncia ya la misión universal de la Iglesia (Expositiones in psalmos 116: PG 55). Además el mismo Pablo lo cita solemnemente en Rom 15,9.11. Se ha llamado “el Salmo del aleluya de todos los pueblos“. El final del Evangelio de Marcos es muy adecuado, ya que nadie como Pablo fue al mundo entero para anunciar el Evangelio a toda la creación. San Pablo expresa dos veces al final de la carta a los Romanos su deseo de dirigirse “in Hispaniam” para predicar el Evangelio (Rom 15,28). En la “Bética” y en la “Tarraconense” existen sólidas tradiciones paulinas. Miércoles SANTOS TIMOTEO y TITO, obispos En un mismo día se hace memoria de dos discípulos de Pablo. Ambos son destinatarios de las llamadas “cartas pastorales” que llevan sus nombres, dos a Timoteo y una a Tito. Ambos recibieron la imposición de manos para ejercer el episcopado. Timoteo es el discípulo amado y predilecto del Apóstol. Nacido en Listra, ya de pequeño conocía las Escrituras. Es entrañable la mención que el apóstol hace de su madre, Eunice y de su abuela, Loida. Citado numerosas veces en el Nuevo Testamento y siempre asociado al ministerio paulino, aparece como un hombre tímido de gran sensibilidad y de una fidelidad a toda prueba. Pablo lo deja como cabeza de la Iglesia (1Tm 1,3) en Éfeso. Allí, según la tradición eclesial, recibió el martirio. Sus reliquias se veneran en Termoli, junto al Adriático, y fueron llevadas a la basílica de san Pedro en ocasión de la celebración del primer “Domingo de la Palabra“, siendo veneradas por el Papa Francisco. Tito es llamado por Pablo “verdadero hijo en la fe que compartimos“, segunda lectura. Pablo le confió la Iglesia de Creta, donde permaneció hasta la muerte. Misa: 2 Tim 1, 1-8 (o bien: Tit 1, 1-5); Sal 95, 1-2, 2-3, 7-8, 10; Mc 4, 1-20 En el Evangelio, la célebre “Parábola del buen sembrador“, propiamente la primera parábola, casi única, de Marcos: si no se entiende ésta, las demás serán incomprensibles. Es una parábola clave. El lugar de la predicación es precioso: Jesús en la barca y la gente escuchando desde la playa. La barca es un espacio simbólico que remite al cielo, al mar, a travesía. La parábola es interpretable infinitamente: Jesús es el sembrador y la semilla es la Palabra de Dios, la cual debe caer “en tierra buena“, el propio corazón. El crecimiento de la semilla no depende de ella sino de la disposición interior de cada uno, por ello las claves de interpretación son la fe y el seguimiento. Sólo los discípulos, a quienes el Señor ha comunicado el misterio del Reino, poseen dichas claves: saben quién es el sembrador y cuál es la semilla. Los demás tienen que resignarse a no entender. En algunos iconos de la Madre de Dios la túnica de María es de color tierra: en ella fructificó de manera única el Verbo de Dios. De todas las semillas sembradas, la gavilla de María es la que ha dado el fru to más grande. Jueves Misa: 2 Sam 7, 18-19. 24-29; Sal 131, 1b-2. 3-5. 11. 12. 13-14; Mc 4, 21-25 Se “trae el candil“. Es la “Parábola de la luz encendida que llega“. El verbo es intransitivo. La Vulgata traduce bellamente: “venit lucerna“. El Señor dice que la luz llega, no quién trae la lámpara. Habla de sí mismo: “Él es la luz que es puesta en el candelero para iluminar todo y vencer las tinieblas“. La luz increada resplandeciente en su humanidad no puede permanecer oculta. Cada cristiano, con Cristo, es portador de la luz de la fe, de la esperanza y de la caridad. Un cristiano nunca se esconde, nada opaco debe haber en su vida, pues la luz lo ilumina todo: lo interior y lo exterior. De la “medida” usada respecto a la venida del Reino dependerá cómo será medido. Es claro el pasivo divino: el don de Dios añade siempre más de lo debido, y el mérito no es nada comparado con la infinitud de su amor. El que ha escuchado la Palabra de la predicación y no ha creído puede pensarse que tiene algo, pero no tiene nada porque no tiene fe. Peor aún: puede acabar teniendo cada vez menos fe y no soportar a los que creen. En este sentido se entiende la hipérbole: “Al que tiene se le dará, y al que no tiene le será quitado hasta lo que tiene“, es decir, nada. Viernes SANTO TOMÁS DE AQUINO, presbítero y doctor de la Iglesia El 6 de diciembre de 1273, habiendo celebrado la Misa de San Nicolás, cuando Reginaldo, su secretario, esperaba que Santo Tomás reanudara el dictado teológico habitual, éste le respondió: “Reginaldo, no puedo, porque todo lo que he escrito parece como paja para mí“. Después de la experiencia mística ocurrida durante la Eucaristía, ya no escribió nada más, pero su obra teológica es ingente y determinante en el pensamiento cristiano. Por obediencia emprendió el camino para participar en el Concilio de Lyon, pero sufrió un accidente y enfermó gravemente. Fue acogido en la abadía de Fossanova, donde los monjes cistercienses le atendieron. Tras haber recibido la Unción exclamó: “Yo te recibo, rescate de mi alma. Por amor a ti he estudiado y velado, trabajado, predicado y he enseñado“. Falleció el día 7 de marzo de 1274. Misa: 2 Sam 11, 1-4a. 4c-10a. 13-17; Sal 50 3-4. 5-6b. 6c-7. 10-11; Mc 4, 26-34 Se añaden dos parábolas en el Evangelio: la de la semilla plantada que por sí sola da fruto, y la del grano de mostaza. El Señor pregunta: “¿Con qué podemos comparar el reino de Dios?” Sólo É l , Dios, puede comparar el Reino ya que nosotros no conocemos sus inicios, su crecimiento ni su plenitud, el gran árbol simbolizado en la semilla de mostaza “más alta que las demás hortalizas“. Debemos conformarnos con las imágenes que el Señor mismo nos ha dado: Él ha querido “la ley de lo más pequeño” para su Reino. Se da siempre una desproporción entre lo sembrado y lo fructificado: lo primero visible, lo segundo infinito. Sábado Misa: 2 Sam 12, 1-7a. 10-17; Sal 50, 12-13. 14-15. 16-17; Mc 4, 35-41 El capítulo de las parábolas termina con la “cristofanía” de la tempestad calmada. Las fuerzas del Mal quieren impedir que la Palabra sea proclamada en tierras paganas; “la otra orilla“. El escenario es la noche, la tempestad, el miedo y la barca casi a la deriva. Jesús duerme confiado en la misión que el Padre le ha confiado. El relato es una “catequesis” sobre la vida y la travesía de la Iglesia, que deberá vivir en la fe, como si el Señor no estuviese. En Marcos, la barca simboliza la Iglesia. Los discípulos despiertan al Señor con una palabra que suena a reproche. Con ironía, el evangelista resalta cómo el Maestro les había prometido la vida eterna y ahora ellos persiguen salvar su vida temporal: “¿No te importa que nos hundamos?” Jesús, en una imagen que preludia su gloriosa Resurrección, se levanta, “exsurgens” e increpa al mar, casi como un exorcismo. El mar es una realidad creada que no puede escuchar, pero pertenece al Padre y, por tanto, también a Jesús: por ello se calma: “Et facta est tranquillitas magna“. Se necesita una inmensa serenidad y paciencia para llegar a puerto, al destino. No dejemos que olas del desánimo inunden la barca eclesial ni nuestra vida. Jamás creamos que no importamos al Señor. Él nunca deja de amarnos. En la travesía eclesial no vamos solos: Jesús está con nosotros y navegamos al viento del Espíritu Santo, confiados todos en, con, el Padre. (Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.118ss)
|
DILLUNS SANT FRANCESC DE SALES, bisbe i doctor de l’Església Sant Francesc de Sales fou un bisbe segons el cor de Déu. Bisbe de Ginebra, restablí l’Església catòlica amb les armes de la pregària i de la caritat. A través dels seus llibres cultivà la vida espiritual del laïcat. En el seu cèlebre opuscle “Introducció a la vida devota” escriu: “Vull una pietat dolça, suau, agradable, plàcida; en una paraula, una pietat sincera i que es faci estimar primerament de Déu i després dels homes“. Fundà, juntament amb santa Joana de Chantal, l’Orde de la Visitació. És Doctor de l’Església i conegut com “l’apòstol de l’amabilitat“. Morí l’any 1622. És patró dels periodistes i dels escriptors catòlics. Missa: 2S 5, 1-7. 10; Sal 88, 20. 21a. 21b-22. 25-26; Mc 3, 22-30 En l’últim Evangeli de la setmana anterior, els familiars de Jesús el tenien per boig. Ara són els escribes els qui, des de Jerusalem, han baixat per titllar-lo d’una cosa molt més greu: que està posseït pel esperit del Mal, per tant, és un endimoniat, i que actua pel poder de Beel Zebul. Jesús els rebat l’acusació amb paràboles. Són imatges clares: el regne dividit, la família dividida, res pot subsistir. Ell, en el desert, va “encadenar” el misteriós “guerrer valent” (lit.: “el més fort“) per sempre. Un cristià ha de vigilar que el mal no entri a la seva casa, la del seu cor, perquè pot espoliar-lo completament (lit: “saquejar el seu aixovar o els seus tresors“). Blasfemar contra l’Esperit Sant és tancar-se a l’amor de Déu, dir “no” a la cara a Déu. Certament, no es pot perdonar a aquell que no vol ser perdonat però l’evangelista matisa: “Jesús va fer aquesta afirmació perquè deien que tenia un esperit maligne (lit.: immund)”. La sentència de Jesús no ha d’enfosquir l’afirmació precedent: “Per més pecats que un home cometés i per més blasfèmies que proferís, Déu està disposat a perdonar-lo“. DIMARTS CONVERSIÓ DE SANT PAU, Apòstol En la conversió de sant Pau hi ha l’origen d’elements importants de la seva doctrina, especialment sobre la força de la gràcia: capaç de transformar un ferotge perseguidor de l’Església en l’apòstol de les nacions. Mostra al seu torn la doctrina de l’Església com a Cos de Crist, ja que el Senyor Ressuscitat s’identifica amb la seva comunitat: “Jo sóc Jesús, el Natzarè, que tu persegueixes“. Crist Ressuscitat surt a l’encontre de Saule en el camí de Damasc i la llum de la glòria el cega per la seva intensitat com quan mirem el sol. Saule rep la il·luminació del Baptisme i el do d’una llum nova en els seus ulls. L‘Església, avui, celebra joiosament la trobada del Senyor gloriós amb Saule de Tars. La gràcia pren possessió d’ell i es converteix en una missió, una missió que és tota la seva vida. La gràcia farà d’ell un missioner infatigable per camins de terra i mar per dur l’Evangeli a tot arreu. Una gràcia que l’endinsarà en els “penetralia Christi” i el durà a exclamar: “Visc gràcies a la fe en el Fill de Déu, que em va estimar i es va entregar ell mateix per mi” (Ga 2,20). Amb raó es canten aquestes paraules a l’antífona de comunió. L’experiència de l’amor de Crist en Pau és predicada preciosament per sant Joan Crisòstom a l’Ofici de lectura. Com en totes les festes dels apòstols, es canta el Salm 116 amb l’antífona: “Aneu, anuncieu l’evangeli per tot el món“. Aquest breu Salm és una perla del saltiri que, també segons sant Joan Crisòstom, anuncia ja la missió universal de l’Església (Expositiones in psalmos 116: PG 55): el mateix Pau el cita solemnement a Rm 15, 9.11. S’ha anomenat “el Salm de l’al·leluia de tots els pobles“. El final de l’Evangeli de Marc és molt adequat, ja que ningú com Pau va anar al món sencer per anunciar l’Evangeli a tota la creació. Sant Pau expressa dues vegades, a la fi de la carta als Romans, el seu desig de dirigir-se “in Hispaniam” per predicar l’Evangeli (Rm 15,28). A la “Bètica” i la “Tarraconense” hi ha sòlides tradicions paulines. DIMECRES SANTS TIMOTEU i TITUS, bisbes En un mateix dia es fa memòria de dos deixebles de Pau. Tots dos són destinataris de les anomenades “cartes pastorals” que porten els seus noms, dos a Timoteu i una a Titus. Tots dos van rebre la imposició de mans per a exercir l’episcopat. Timoteu és el deixeble estimat i predilecte de l’Apòstol. Nascut a Listra, ja de petit coneixia les Escriptures. És entranyable la menció que l’apòstol fa de la seva mare, Eunica i de la seva àvia, Lois. Citat nombroses vegades en el Nou Testament i sempre associat al ministeri paulí, apareix com un home tímid de gran sensibilitat i d’una fidelitat a tota prova. Pau el deixa com a cap de l’Església (1Tm 1,3) a Efes. Allà, segons la tradició eclesial, va rebre el martiri. Les seves relíquies es veneren a Termoli, al costat de l’Adriàtic, i van ser portades a la basílica de sant Pere en ocasió de la celebració del primer “Diumenge de la Paraula“, essent venerades pel Papa Francesc. Titus és anomenat per Pau “fill veritable en la fe que ens uneix“, segona lectura. Pau li va confiar l’Església de Creta, on va romandre fins a la mort Missa: 2Tm 1, 1-8 (o bé: Tt 1, 1-5); Sal 95, 1-2, 2-3, 7-8, 10; Mc 4, 1-20 En l’Evangeli, la cèlebre “Paràbola del bon sembrador“, pròpiament la primera paràbola, gairebé única, de Marc: si aquesta no s’entén, les altres seran incomprensibles. És una paràbola clau. El lloc de la predicació és preciós: Jesús a la barca i la gent escoltant des de la vora del llac. La barca és un espai simbòlic que remet al cel, al mar, a la travessia. La paràbola és interpretable infinitament: Jesús és el sembrador i la llavor és la Paraula de Déu, la qual ha de caure “en terra bona“, el propi cor. El creixement de la llavor no depèn d’ella sinó de la disposició interior de cada u, per això les claus d’interpretació són la fe i el seguiment. Tant sols els deixebles, a qui el Senyor ha comunicat el misteri del Regne, posseeixen aquestes claus: saben qui és el qui sembra i quina és la llavor. Els altres han de resignar-se a no entendre. En algunes icones de la Mare de Déu, la túnica de Maria és de color terra: en ella va fructificar de manera única el Verb de Déu. De totes les llavors sembrades, la garba de Maria és la que ha donat el fruit més gran. DIJOUS Missa: 2S 7, 18-19. 24-29; Sal 131, 1-2. 3-5. 11. 12. 13-14; Mc 4, 21-25 “Un llum en un lloc alt“. És la “Paràbola del llum encès que es porta“. El verb és intransitiu. La Vulgata tradueix bellament: “venit lucerna“. El Senyor diu que la llum arriba, no qui porta la llum. Parla de sí mateix: Ell és la llum que és posada “en un lloc alt” per il·luminar tot al voltant i vèncer les tenebres. La llum increada resplendent en la seva humanitat no pot romandre oculta. Cada cristià, amb Crist, és portador de la llum de la fe, de l’esperança i de la caritat. Un cristià mai s’amaga, res d’opac no hi ha d’haver en la seva vida, ja que la llum ho il·lumina tot: l’interior i l’exterior. De la “mesura” emprada pel que fa a la vinguda del Regne dependrà com serà mesurat. És clar el passiu diví: el do de Déu afegeix sempre més del que és degut, i el mèrit no és res comparat amb la infinitud del seu amor. Qui ha escoltat la Paraula de la predicació i no ha cregut pot pensar-se que té alguna cosa, però de fet no té res perquè no té fe. Pitjor encara: pot acabar tenint cada vegada menys fe i no suportar els qui creuen. En aquest sentit s’entén la hipèrbole: “Perquè als qui tenen, Déu els donarà encara més, però als qui no tenen, els prendrà fins allò que els queda“, és a dir, res. DIVENDRES SANT TOMÀS D’AQUINO, prevere i doctor de l’Església El 6 de desembre de 1273, havent celebrat la Missa de Sant Nicolau, quan Reginald, el seu secretari, esperava que Sant Tomàs reprengués el dictat teològic habitual, aquest li va respondre: “Reginald, no puc, perquè tot el que he escrit sembla com palla per a mi“. Després de l’experiència mística ocorreguda durant l’Eucaristia, ja no va escriure res més, però la seva obra teològica és ingent i determinant en el pensament cristià. Per obediència emprengué el camí per participar al Concili de Lió, però sofrí un accident i emmalaltí greument. Fou acollit a l’abadia de Fossanova, on els monjos cistercencs en tingueren cura. Després d’haver rebut la Unció exclamà: “Jo et rebo, rescat de la meva ànima. Per amor a tu he estudiat i vetllat, treballat, predicat i he ensenyat“. Va morir el dia 7 de març de l’any 1274. Missa: 2S 11, 1-4a. 5-10a. 13-17; Sal 50 3-4. 5-6a. 6b-7. 10-11; Mc 4, 26-34 S’afegeixen dues paràboles a l’Evangeli: la de la llavor plantada que per sí sola dóna fruit, i la del gra de mostassa. El Senyor pregunta: “¿A què podem comparar el Regne de Déu?” Només Ell, Déu, pot comparar el Regne ja que nosaltres no coneixem els seus inicis, el seu creixement ni la seva plenitud, el gran arbre simbolitzat en la llavor de mostassa ” més gran que totes les hortalisses“. Hem de conformar-nos amb les imatges que el Senyor mateix ens ha donat: Ell ha volgut “la llei d’allò més petit” per al seu Regne. Es dóna sempre una desproporció entre allò sembrat i allò fructificat: el primer visible, el segon infinit. DISSABTE Missa: 2S 12, 1-7a. 10-17; Sal 50, 12-13. 14-15. 16-17; Mc 4, 35-41 El capítol de les paràboles acaba amb la “cristofania” de la tempesta calmada. Les forces del Mal volen impedir que la Paraula sigui proclamada en terres paganes, “l’altra riba“. L’escenari és la nit, la tempesta, la por i la barca gairebé a la deriva. Jesús dorm confiat en la missió que el Pare li ha confiat. El relat és una “catequesi” sobre la vida i la travessia de l’Església, que haurà de viure en la fe, com si el Senyor no hi fos. En Marc, la barca simbolitza l’Església. Els deixebles desperten el Senyor amb una paraula que sona a retret. Amb ironia, l’evangelista ressalta com el Mestre els havia promès la vida eterna i ara ells malden per salvar la seva vida temporal: “Mestre, ¿no veieu (lit.: no us fa res) que ens enfonsem?“ Jesús, en una imatge que preludia la seva gloriosa Resurrecció, s’aixeca, “exsurgens” i increpa el mar, gairebé com un exorcisme. El mar és una realitat creada que no pot escoltar, però pertany al Pare i, per tant, també a Jesús: per això es calma, “Et facta est tranquillitas magna“. Es necessita una immensa serenitat i paciència per arribar a port, al destí. No deixem que onades del desànim inundin la barca eclesial ni la nostra vida. Mai creguem que no importem al Senyor. Ell mai no deixa d’estimar-nos. En la travessia eclesial no anem sols: Jesús és amb nosaltres i naveguem al vent de l’Esperit Sant, confiats tots en, amb, el Pare. (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.115ss) |