XXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO – 5 al 10/09/2022 – XXIII SETMANA DE DURANT L’ANY
LUNES Misa: 1 Cor 5, 1-8; Sal 5, 5-6a. 6b-7. 12; Lc 6, 6-11 Nada es casualidad en la misión del Señor ni en la de los cristianos. Dios quiso que en la sinagoga hubiese un hombre con el brazo derecho paralizado, para que Jesús santificara debidamente el “Sabbath“. “¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?“ La respuesta es evidente: el bien de la persona está por encima de todo. Si existiese alguna ley divina que fuese en contra o despreciara la dignidad humana, no procedería de Dios. La curación del brazo implica movimiento: al Señor no le gustan las manos cerradas para poseer, tampoco las que ejercen violencia, paralizan. Las manos son para dar y acariciar. Lo atrofiado en la Iglesia puede recobrar vida y dar fruto gracias a la fuerza vital que nos infunde el Señor.
MARTES Misa: 1 Cor 6, 1-11; Sal 149, 1bc-2. 3-4. 5-6a y 9b; Lc 6, 12-19 La intimidad de Jesús con el Padre es inefable y única. Los nombres de los apóstoles, lit.: “enviados“, son fruto de su plegaria: antes de llamarlos, oró por ellos. La misión encomendada definirá desde ahora su existencia. Tienen que ser doce porque ellos convocarán y serán fundamento del nuevo Israel, la Iglesia. Los apóstoles murieron, pero su misión continúa en la Iglesia: las multitudes se acercan con sus sufrimientos, su pobreza, sus pecados y sus esclavitudes. Para ellos hemos sido todos llamados.
MIÉRCOLES Misa: 1 Cor 7, 25-31; Sal 44, 11-12. 14-15. 16-17; Lc 6, 20-26
A diferencia de Mateo, el “Sermón de la montaña” es el “Sermón de la llanura” en Lucas. La enseñanza de Jesús arranca con la proclamación de las Bienaventuranzas del Reino. Una peculiaridad, diferente de Mateo, es que Lucas utiliza la segunda persona del plural, “vosotros“: significa que Jesús los tenía delante, como también tenía delante a gente que pasaba hambre, de pan y de Dios, y también a los que lloraban por sí mismos, por sus pecados y por aquellos que amaban. Los “ayes” correspondientes a cada bienaventuranza no son maldiciones, sino una lamentación por los que se quedan con sus riquezas efímeras; por los saciados sólo de los bienes de este mundo; por los que ríen con una alegría mundana y se pierden el don más grande e inestimable: el Reino de Dios.
NATIVIDAD DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA La antífona de entrada canta: “Celebremos con alegría el Nacimiento de la Bienaventurada Virgen María: de ella salió el Sol de justicia, Cristo, nuestro Dios“. La Liturgia contempla en este nacimiento los “primordia redemptionis nostrae“. Es una fiesta ecuménica. Los troparios bizantinos cantan gozosamente: “Hoy soplan los vientos de la salvación“. La Liturgia occidental se complace en llamarla “aurora de nuestra salvación“. Dios preparaba el templo de su Hijo en la persona de María, convirtiéndola en “Arca de la nueva alianza“. Los destellos de la Resurrección del Señor llegan anticipadamente e inundan ya de luz el día del nacimiento de María. Es proclamado el gran evangelio de las Generaciones del Mesías, la Genealogía. Jesús, el Señor, es hijo de Abraham y de David según la carne, por el pueblo de la fe, pero es Hijo único de Dios según su divinidad, engendrado por gracia del Espíritu Santo en el seno de la Bienaventurada Virgen María. San Juan Damasceno predicó: “El día de la natividad de la Virgen es una fiesta de alegría universal porque, a través de ella, se renovó todo el género humano, y la aflicción de la madre Eva se convirtió en alegría” (Homilía en la Basílica de santa Ana, un 8 de septiembre de año desconocido). Es remarcable la homilía de San Andrés de Creta en la segunda lectura del Oficio: “Hoy, en efecto, ha sido construido el santuario creado del Creador de todas las cosas, y la creación, de un modo nuevo y más digno, queda dispuesta para hospedar en sí al supremo Hacedor“. Y en el responsorio cantamos: “Celebremos con devoción, en este día del natalicio de María, Virgen perpetua y Madre de Dios, cuya vida ilustre da esplendor a todas las Iglesias“. La celebración gozosa universal se concreta en nuestras diócesis en tantos santuarios, ermitas y advocaciones donde María es invocada. Por todas partes es causa de gozo y de fraternidad. Las distintas advocaciones manifiestan que María forma parte de la historia de nuestros pueblos, acompañando su fe, su dolor y su fiesta. La oración colecta es antigua, sobria y bella: “Para que (…) consigamos aumento de paz en la fiesta de su Nacimiento“. La tercera edición del Misal Romano ha enriquecido esta fiesta con dos formularios para la Oración sobre las ofrendas; merecen ser notadas y meditadas, pues provienen de una antigua tradición. En la primera lectura, el Apóstol habla del designio de Dios para con todos nosotros, predestinados “a reproducir la imagen de su Hijo“. María es la primera en recibir esta gracia inmensa. Celebramos el natalicio de la Santísima Virgen como primicia de este misterio de bondad, y con ella cantamos en el Salmo: “Desbordo de gozo con el Señor“. El nacimiento de María es signo de que Dios nos ha preparado la salvación, ya que preparó el cuerpo y el alma de la Madre de Jesús, que también es nuestra madre. San Pablo escribe: “Los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo“. Esto es especialmente cierto para la Santísima Virgen María, predestinada a configurarse a la imagen del Hijo de Dios, e Hijo suyo. En el Evangelio, la Genealogía del Mesías: esta larga serie de generaciones, tan monótona en su lectura, es realmente la síntesis de una historia viva, también tejida de pecadores, y que fue conducida por Dios hacia el nacimiento de María y Jesús. Las generaciones humanas que se suceden a lo largo del tiempo no son suficientes para cumplir el plan de Dios: se requiere la intervención del Es píritu Santo, el Don creador de Dios. El plan de Dios se realizó a través de un medio extraordinario, desconcertante: José no entiende lo que está pasando, porque es obra del Espíritu Santo. Por lo tanto, todo nos habla del amor de Dios: creador y salvador. Hoy más que nunca, debemos proclamar nuestro agradecimiento a Dios, nuestra alegría, porque desde el inicio rodeó de amor y de gracia a María. La segunda antífona de Laudes es preciosa: “Gloriosa es la estirpe de María, santa su raíz, bendito el fruto de su vientre; su nacimiento ilumina al mundo entero“.
VIERNES Misa: 1 Cor 9, 16-19. 22b-27; Sal 83, 3. 4. 5-6. 12; Lc 6, 39-42
La misericordia implica exigencias. Una es no juzgar a los demás. Ello conlleva la purificación del corazón y el combate espiritual: el discípulo debe terminar “su aprendizaje“. Así verá más y más claro, será más comprensivo. En la Iglesia hay que vivir en la verdad: de no ser así, se acaba tropezando y cayendo “en el hoyo“, donde no está la gracia. En el Apocalipsis se afirma: “Te aconsejo que me compres (…) colirio para untarte los ojos a fin de que veas” (3,18).
SÁBADO Misa: 1 Cor 10, 14-22; Sal 115, 12-13. 17-18; Lc 6, 43-49
Termina el “Sermón del llano“. El cristiano no se define por lo que piensa, ni tan sólo por lo que reza, sino por lo que hace. Surgen dos imágenes para simbolizarlo: el árbol que da buen fruto, sólo por el fruto se sabe si un árbol es bueno, y la casa bien cimentada, la vida humana verdadera no se construye sobre ideas, mucho menos sobre sentimentalismos piadosos o epidérmicos: se construye sobre la caridad vivida. La interpretación es cristológica: sólo Jesús dice y hace en perfecta coherencia. Él dio la vida en la Cruz. Una Cruz que se ha manifestado como el “árbol de la vida” (Gén 3, 22). Únicamente injertados a este árbol podemos nosotros dar “fruto en su sazón” (Salmo 1, 3). Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.416ss)
|
DILLUNS
Missa: 1C 5, 1-8; Sal 5, 5-6. 7. 12; Lc 6, 6-11 Res és casualitat en la missió del Senyor ni en la dels cristians. Déu va voler que a la sinagoga hi hagués un home amb “la mà dreta paralitzada“, perquè Jesús santifiqués degudament el “sabbath“. “¿Quin és el nostre deure els dissabtes (lit.: ¿Què és permès en sabbath?), fer el bé o deixar de fer-lo (lit.: fer el mal), salvar una vida o deixar-la perdre (lit.: deixar-la morir?” La resposta és evident: el bé de la persona està per sobre de tot. Si existís alguna llei divina que anés en contra o menyspreés la dignitat humana, no procediria de Déu. La curació del braç implica moviment: al Senyor no li agraden les mans tancades per posseir, tampoc les que exerceixen violència, paralitzen. Les mans són per a donar i acariciar. La persona “atrofiada“, en l’Església, pot recobrar vida i donar fruit gràcies a la força vital que ens infon el Senyor. DIMARTS Missa: 1C 6, 1-11; Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a i 9b; Lc 6, 12-19 La intimitat de Jesús amb el Pare és inefable i única. Els noms dels apòstols, lit.: “enviats“, són fruit de la seva pregària: abans de cridar-los, prega per ells. La missió encomanada definirà des d’ara la seva existència. Han de ser dotze perquè ells convocaran i seran fonament del nou Israel, l’Església. Els apòstols van morir, però la seva missió continua en l’Església: les multituds s’hi apropen amb els seus patiments, la seva pobresa, els seus pecats i els seus esclavatges. Per a ells hem estat tots cridats. DIMECRES Missa: 1C 7, 25-31; Sal 44, 11-12. 14-15. 16-17; Lc 6, 20-26 A diferència de Mateu, el “Sermó de la muntanya” és el “Sermó de la plana” en Lluc. L’ensenyament de Jesús arrenca amb la proclamació de les Benaurances del Regne. Una peculiaritat, diferent de Mateu, és que Lluc utilitza la segona persona del plural, vosaltres: vol dir que Jesús els tenia davant, com també tenia davant la gent que passava gana, de pa i de Déu, i també als que ploraven per si mateixos, pels seus pecats i per aquells que estimaven. Els “ais” corresponents a cada benaurança no són malediccions, sinó una lamentació per aquells que es queden amb les seves riqueses efímeres; pels sadollats només dels béns d’aquest món; pels que riuen amb una alegria mundana i es perden el do més gran i inestimable: el Regne de Déu. NAIXEMENT DE LA BENAURADA VERGE MARIA L’antífona d’entrada canta: “Celebrem amb goig el Naixement de la Benaurada Verge Maria, verge: d’ella ens ha nascut el Sol de justícia, Crist, Déu nostre“. La Litúrgia contempla en aquest naixement els “primordia redemptionis nostrae“. És una festa ecumènica. Els troparis bizantins canten joiosament: “Avui bufen els vents de la salvació“. La Litúrgia occidental es complau en anomenar-la “albada de la nostra salvació“. Déu preparava el temple del seu Fill en la persona de Maria, convertint-la en “Arca de la nova aliança“. Els centelleigs de la Resurrecció del Senyor arriben anticipadament i inunden ja de llum el dia del naixement de Maria. Es proclamat el gran Evangeli de les Generacions del Messies, la Genealogia. Jesús, el Senyor, és fill d’Abraham i de David, segons la carn, pel poble de la fe, però és Fill únic de Déu segons la seva divinitat, engendrat per gràcia de l’Esperit Sant en el si de la Benaurada Verge Maria. Sant Joan Damascè predicà: “El dia de la nativitat de la Mare de Déu és festa de joia universal car, a través d’ella, es renovà tot el gènere humà, i l’aflicció de la mare Eva es convertí en alegria“. (Homilia a la Basílica de santa Anna, un 8 de setembre d’any desconegut). És remarcable l’homilia de Sant Andreu de Creta a la segona lectura de l’Ofici: “Avui ha estat edificat el temple creat del Creador de totes les coses, i la criatura prepara de manera nova i digna una estada nova al seu Autor“. I en el responsori cantem: “Celebrem devotament avui la Nativitat de la sempre Verge Maria, Mare de Déu; Ella, amb la seva santedat, ennobleix totes les Esglésies“. La celebració joiosa universal es concreta en les nostres diòcesis en tants santuaris, ermites i advocacions on Maria és invocada. Arreu és causa de goig i de fraternitat. Les diferents advocacions manifesten que Maria forma part de la història dels nostres pobles, acompanyant la seva fe, el seu dolor i la seva festa. L’oració col·lecta és antiga, sòbria i bella: “Que la festa de la seva Nativitat ens porti un augment de pau“. La 3ª edició del Missal Romà ha enriquit aquesta festa amb dos formularis per a l’Oració sobre les ofrenes; mereixen ser meditades i parar-hi esment, ja que provenen d’una antiga tradició. Missa: Mi 5, 1-4a (o bé: Rm 8, 28-30); Sal 12, 6ab. 6cd; Mt 1, 1-16. 18-23 (o bé més breu: Mt 1, 18-23) En la primera lectura, l’Apòstol parla del designi de Déu envers tots nosaltres, predestinats “a ser imatges vives del seu Fill“. Maria és la primera a rebre aquesta gràcia immensa. Celebrem el natalici de la Santíssima Verge com a primícia d’aquest misteri de bondat, i amb ella cantem en el Salm: “Aclamo el Senyor plena de goig“. El naixement de Maria és signe que Déu ens ha preparat la salvació, ja que va preparar el cos i l’ànima de la Mare de Jesús, que també és la nostra mare. Sant Pau escriu: “Ell, que els coneixia d’abans que existissin, els destinà a ser imatges vives del seu Fill“. Això és especialment cert per a la Santíssima Verge Maria, predestinada a configurar-se a la imatge del Fill de Déu, i Fill seu. En l’Evangeli, la Genealogia del Messies: aquesta llarga sèrie de generacions, tan monòtona en la seva lectura, és realment la síntesi d’una història viva, també teixida de pecadors, i que fou conduïda per Déu cap al naixement de Maria i de Jesús. Les generacions humanes que se succeeixen al llarg del temps no són suficients per a acomplir el pla de Déu: es requereix la intervenció de l’Esperit Sant, el Do creador de Déu. El pla de Déu es realitzà a través d’un medi extraordinari, desconcertant: Josep no entén què està succeint, perquè és obra de l’Esperit Sant. Per tant, tot ens parla de l’amor de Déu: creador i salvador. Avui, més que mai, hem de proclamar el nostre agraïment a Déu, la nostra alegria, perquè des del començament embolcallà d’amor i de gràcia Maria. La segona antífona de Laudes és preciosa: “Quan va néixer la santa Verge, la terra s’omplí de claror; arrel santa, plançó feliç que porta un fruit beneït“. DIVENDRES SANT PERE CLAVER, prevere Pere Claver, Pere Claver i Corberó, segons la tradició, va néixer a Verdú (Urgell) el 25 de juny de l’any 1580. Als tretze anys quedà orfe de pare i als quinze rebé la tonsura de clergue a Verdú; amb el suport d’un oncle canonge, marxà a estudiar a Barcelona. A partir del 1596 estudià lletres i arts a l’Estudi General de Barcelona, i filosofia al Col·legi de Betlem dels jesuïtes. Després, ingressà a la Companyia de Jesús i continuà estudiant a Girona i a la ciutat de Mallorca, on conegué Alonso Rodríguez Gómez, porter del col·legi jesuïta de Montsió, que l’influí i despertà en ell la vocació de missioner. Passà a Barcelona i, accedint al seu desig, el provincial el destinà a les missions de Nova Granada. El març de 1615 fou ordenat sacerdot a Cartagena d’Índies. Impactat pels negres que arribaven en unes condicions infrahumanes i en gran quantitat des d’Àfrica per a ésser venuts com a esclaus, dedicà el seu apostolat a protegir-los i a lluitar contra la tracta d’esclaus. A la seva professió religiosa va signar com a “Petrus Claver, aethiopum semper servus“, “Pere Claver, esclau dels esclaus negres per sempre“. El jove jesuïta s’assabentava de l’arribada de vaixells negrers i buscava intèrprets per a comunicar-se. Intentava ajudar els esclaus oferint-los menjar i consol. Si algun estava malalt, l’atenia o el portava a l’hospital, i a tots els començava a parlar de l’Evangeli i els feia catequesi amb dibuixos. Va batejar- ne més de tres-cents mil, després d’haver procurat integrar-los a la societat colonial, fet que li valgué l’oposició de certs grups socials de la ciutat. Els defensava dels seus amos, especialment quan aquests els maltractaven, pràctica que intentava que els colons abandonessin. Fou mestre de novicis i va portar una vida de completa austeritat. Malgrat això i el suport que tenia de la seva comunitat i, en general, dels jesuïtes, tenia enemics per la defensa que feia dels febles: l’acusaren de poca intel·ligència i experiència, d’inadequat per a la predicació, i de malbaratar recursos. Extenuat, morí a Cartagena d’Índies el 8 de setembre del 1654. És el patró dels jesuïtes de Catalunya i patró de Colòmbia. Missa: 1C 9, 16-19. 22b-27; Sal 83, 3. 4. 5-6. 12; Lc 6, 39-42 La misericòrdia implica exigències. Una és no jutjar els altres. Això comporta la purificació del cor i el combat espiritual: els deixebles han d’acabar el seu aprenentatge “un cop formats“. Així hi veuran més i més clar, seran més comprensius. A l’Església cal viure en la veritat: de no ser així, hom acaba ensopegant i caient “dins un clot“, on no hi ha la gràcia. A l’Apocalipsi es diu: “Et recomano que em compris (…) pomada (lit.: col·liri) per a posar-te-la als ulls, que et torni la vista (lit.: per tal que hi vegis)” (3,18). DISSABTE Missa: 1C 10, 14-22; Sal 115, 12-13. 17-18; Lc 6, 43-49 Finalitza el “Sermó de la plana“. El cristià no es defineix pel que pensa, ni tant sols pel que resa, sinó pel que fa. Sorgeixen dues imatges per simbolitzar- ho: l’arbre que dóna “bons fruits“, tant sols pel fruit se sap si un arbre és bo, i la casa “ben fonamentada“, la vida humana veritable no es construeix sobre idees, molt menys sobre sentimentalismes piadosos o epidèrmics: es construeix sobre la caritat viscuda. La interpretació és cristològica: només Jesús diu i fa en perfecta coherència. Ell va donar la vida a la Creu. Una Creu que s’ha manifestat com l’”arbre de la vida” (Gn 3,22). Únicament empeltats en aquest arbre podem nosaltres donar “fruit quan n’és el temps” (Salm 1,3). (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.401ss)
|