2019 – MIÉRCOLES DE CENIZA
MIÉRCOLES DE CENIZA
Hoy es día de ayuno y abstinència
La Cuaresma antiguamente empezaba el primer Domingo, pero se añadieron cuatro días feriales para completar el número sagrado de los cuarenta días de ayuno, puesto que los Domingos jamás en el rito latino se han considerado días penitenciales.
Hoy el Papa, siguiendo una costumbre secular, inicia la Cuaresma en la antiquísima basílica de Santa Sabina en la montaña del Aventino, en Roma.
El sistema estacional fue llenando todos los días de Cuaresma.
El Misal recomienda que se conserve y se fomente la antigua costumbre de reunirse la Iglesia local, siguiendo el ejemplo de las
estaciones romanas (cf. pág. 182).
La imposición de la ceniza, al principio reservada sólo a los penitentes que debían ser reconciliados por Pascua, pasó a todos los fieles.
La Cuaresma empieza con la espléndida antífona de entrada: “Te compadeces de todos, Señor, y no aborreces nada de lo que hiciste“.
En la primera lectura el profeta invita a todo el pueblo a la conversión y renovar la alianza (incluso los sacerdotes deben llorar “entre el atrio y el altar“, por sus pecados y por los del pueblo).
En el Evangelio, el Señor nos da los instrumentos espirituales de la penitencia y la manera de realizarla en el secreto maravilloso del cual sólo Dios y la propia conciencia son testigos.
En la segunda lectura, Pablo anuncia la voluntad de Dios que quiere reconciliar el mundo consigo mismo.
Todo el corazón de la Iglesia penitente está en el verso responsorial del Salmo.
La ceniza impuesta significa lo que Dios quiere hacer con nuestros pecados, con la antigua humanidad desfigurada por el pecado, para que resplandezca la nueva humanidad, que nace por el Bautismo y el Espíritu Santo.
(Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2019, Liturgia fovenda, p. 122).