2019 – Servicio litúrgico del mes de junio.
(Dr. Ramón Clavería Adiego -Jaca-)
Sábado 1 de junio:
Sábado de la VI semana de Pascua
Misa matutina
San Justino, mártir. MEMORIA OBLIGATORIA
Color rojo. Misa propia. Lecturas de feria.
Prefacio V de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 24.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la memoria del filósofo y mártir san Justino, quien buscando la verdad, la encontró en Cristo, y por Él derramó su sangre, alcanzando así el premio eterno, pedimos saber abrirnos a la palabra salvadora de Jesucristo, y reconocemos lo que hay de pecado en nosotros, y pedimos que el Espíritu de Dios renueve nuestras vidas.
Yo confieso…
Colecta: Oh Dios, que por medio de la locura de la cruz enseñaste de modo admirable la incomparable sabiduría de Jesucristo al mártir san Justino, concédenos, por su intercesión, alejados los errores que nos cercan, conseguir la firmeza de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios Padre, fuente e toda vida y origen de todo bien, y supliquémosle que se compadezca de toda la familia humana.
- Para que los cristianos experimentemos la alegría plena que da el saber que Dios siempre nos escucha y vela por cada uno de nosotros. Roguemos al Señor.
- Para que el Padre escuche las oraciones que nuestra diócesis le dirige, suplicándole nuevas vocaciones sacerdotales que prolonguen en nuestra historia la obra redentora del Verbo. Roguemos al Señor.
- Para que Jesús, el Mesías, inspire y acompañe a nuestros gobernantes en su esfuerzo por promover la justicia, trabajar por el desarrollo y velar por el bien común. Roguemos al Señor.
- Para que Dios conceda a todos los que buscan la verdad descubrir a Cristo como el mártir san Justino. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor nos haga crecer en la fe que hemos recibido en el Bautismo y con corazón abierto la transmitamos a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
Instruye siempre, Señor, nuestros corazones con las buenas obras, para que, orientándonos hacia lo mejor, aspiremos a disfrutar plenamente el Misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Saciados con el alimento celestial, te suplicamos humildemente, Señor, que, siguiendo con fidelidad las enseñanzas del mártir san Justino, nos mantengamos en continua acción de gracias por los dones recibidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 2 de junio:
DOMINGO VII DE PASCUA
SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR C
Color blanco. Misa y lecturas propias del domingo de la Ascensión.
Gloria. Aleluya. Credo.
Prefacio I de la Ascensión del Señor. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de la Ascensión. Despedida con doble aleluya.
Monición de entrada y aspersión con el agua: En este séptimo domingo de Pascua celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor Jesús a los cielos, en la que contemplamos como Cristo resucitado, vencedor del pecado y de la muerte, concluye su misión en este mundo y sube a la derecha de Dios Padre, y es constituido Señor de cielos y tierra y Mediador universal.*
Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, nuestro bautismo, el momento en el que nos unimos a la muerte y resurrección de Jesucristo y fuimos incorporados a la comunidad de los creyentes.
*Comencemos, pues, la celebración de los sagrados misterios levantando nuestros ojos al cielo, y desde lo más profundo de nuestro corazón, reconozcámonos pecadores, y pidamos humildemente el perdón y la misericordia de Dios.
- Tú, que eres el sumo sacerdote de la nueva Alianza.
- Tú, que nos edificas como piedras vivas en el templo santo de Dios.
- Tú, que has ascendido a la derecha del Padre para enviarnos el don del Espíritu.
Gloria cantado.
Colecta: Concédenos, Dios todopoderoso, exultar de gozo y darte gracias en esta liturgia de alabanza, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y donde nos ha precedido Él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros como miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Unidos a Jesucristo, que subió glorioso a los cielos, presentemos a Dios Padre nuestra oración por nosotros, por la Iglesia y por todos los hombres, rogándole que envíe el Espíritu Santo sobre nosotros y sobre la humanidad entera.
- Por la Iglesia, pueblo santo de Dios; para que habiendo recibido la misma misión de Cristo la lleve a cabo con ilusión y fortaleza de ánimo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que Cristo, Rey de cielos y tierra, llame a muchos a seguirle en el ministerio ordenado. Roguemos al Señor.
- Por la paz y el bien en el mundo entero; para que el mutuo diálogo haga crecer el reino de Dios y ayude a edificar la civilización del amor. Roguemos al Señor.
- Por los que trabajan en los medios de comunicación; para que siempre den testimonio veraz y derriben las barreras entre los hombres. Roguemos al Señor.
- Por todos los que nos encontramos celebrando la Eucaristía; para que Cristo resucitado nos haga crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que multiplicas el pueblo de los creyentes con la efusión de tu gracia; escucha nuestras preces suplicantes y mira con bondad a los hijos que Tú has elegido y destinado para el reino eterno de aquellos que han renacido en el bautismo a una nueva vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno que, mientras vivimos aún en la tierra, nos das parte en los bienes del cielo, haz que deseemos vivamente estar junto a Cristo, en quien nuestra naturaleza humana ha sido tan extraordinariamente enaltecida que participa de tu misma gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios todopoderoso, por medio de su Hijo, que ascendió hoy a lo alto de los cielos y os abrió el camino para seguirle hasta su reino, os colme de bendiciones.
- Jesucristo, que después de su resurrección se manifestó visiblemente a sus discípulos, se os manifieste también como Juez benigno cuando vuelva para juzgar al mundo.
- Y a quienes confesáis que está sentado a la derecha del Padre os conceda la alegría de sentir que, según su promesa, está con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
- Y la bendición de Dios todopoderoso…
Lunes 3 de junio:
Lunes de la VII semana de Pascua
San Carlos Luanga y compañeros, mártires.
MEMORIA OBLIGATORIA
Color rojo. Misa propia y lecturas de feria.
Prefacio II de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 25.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar la memoria de san Carlos Luanga y de sus compañeros mártires, que dieron su vida por la fe en la persecución que tuvo lugar entre los años 1885 y 1887; pidamos en silencio perdón al Señor por nuestros pecados para celebrar dignamente del sagrado banquete de la Eucaristía.
Yo confieso…
Colecta: Oh, Dios, tú has hecho que la sangre de los mártires fuese semilla de nuevos cristianos; concédenos, por tu bondad, que el campo de tu Iglesia, regado por la sangre de san Carlos Luanga y de sus compañeros, sea fecundo en abundante cosecha para ti. Por nuestro Señor Jesucristo.
Colecta:
Oración de los fieles: Abramos ahora nuestro corazón a Dios y pidámosle que escuche las oraciones que en nombre de nuestros hermanos los hombres le presentamos.
- Por los cristianos de África; para que imiten la fe y el coraje de san Carlos Luanga y de sus compañeros, y se gloríen de la sangre de todos sus mártires. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes; para que se dispongan a arriesgar su vida en la construcción del Reino y, con su entrega decidida y generosa construyan la Iglesia, promuevan el bien y den testimonio del amor puro y verdadero. Roguemos al Señor.
- Por nuestro país; para que el compromiso de los cristianos sea semilla de solidaridad, justicia y paz. Roguemos al Señor.
- Por los que sufren en el cuerpo o en el Espíritu; para que en Jesús encuentren consuelo y en su Espíritu Santo la fortaleza que necesitan. Roguemos al Señor.
- Por nosotros; para que, perseverando en la oración, nos convirtamos al Señor y nos dispongamos para acoger su Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
Llegue a nosotros, Señor, la fuerza del Espíritu Santo, para que podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio con una conducta santa. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Recordando la victoria de tus santos mártires, hemos recibido, Señor, los sacramentos divinos; te pedimos que, así como a ellos les llevaron a soportar los suplicios, nos den a nosotros constancia en la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que guardes a tu familia concédele en tu bondad la abundancia de tu misericordia, para que se multiplique con las enseñanzas y los dones del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 4 de junio:
Martes de la VII semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio para después de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 26.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: El día de nuestro Bautismo recibimos el Espíritu Santo, el mismo Espíritu de Jesús, que es el primero y el último, el que vive, que estaba muerto y vive por los siglos de los siglos. Recordemos y renovemos ahora, al comenzar la celebración de la Eucaristía ,aquel momento decisivo en nuestras vidas recibiendo sobre nosotros el agua Bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso y rico en misericordia, te pedimos que el Espíritu Santo, con su venida, se digne habitar en nosotros y nos convierta en templos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Pidamos a Dios todopoderoso, que ha revestido de honor y de gloria a su Hijo, que escuche la oración de la Iglesia, peregrina aún por la tierra.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que confiese que el Señor reina en los cielos, y no se vea cautivada por los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.
- Por los que son llamados por Jesús para seguirlo más de cerca; para que con generosidad renuncien a sí mismos y no antepongan nada a la invitación del Señor. Roguemos al Señor.
- Por los que tienen el gobierno de las naciones, para que Dios les conceda ejercerlo con justicia y espíritu de servicio, y a nosotros nos haga sumisos a sus justas disposiciones. Roguemos al Señor.
- Por los fieles que sufren persecución en este mundo, para que el Señor les acorte la prueba y sean consolados y fortalecidos por la virtud del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
- Por el pueblo aquí reunido, para que Dios le manifieste su verdad y en el triunfo de su Hijo lo enriquezca con los bienes eternos. Roguemos al Señor.
Escucha, Dios eterno, nuestra oración, y pues creemos que el salvador de los hombres está sentado en el trono de tu gloria, concédenos que le sintamos también presente entre nosotros, según su promesa, hasta el fin de los tiempos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que el pueblo fiel se alegre sostenido por tu poder, para que progresando en la vida cristiana goce de los bienes presentes y futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 5 de junio:
San Bonifacio, obispo y mártir. MEMORIA OBLIGATORIA
Color rojo. Colecta propia; resto de feria . Lecturas de feria.
Prefacio de los santos mártires. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 3.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la memoria del obispo y mártir San Bonifacio, quien habiendo padecido la muerte por fidelidad a Cristo, vive con Él en su reino glorioso, nos ponemos en la presencia del Señor y, pidiéndole perdón por nuestros pecados, supliquémosle que nos renueve para celebrar con fe y esperanza esta Eucaristía.
Yo confieso…
Colecta: Sea, Señor, el mártir san Bonifacio nuestro intercesor, para que mantengamos con firmeza y profesemos con valentía, en las obras, la fe que enseñó de palabra y rubricó con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, con la confianza puesta en Jesucristo, el Señor, que subió al cielo y allí vive cerca del Padre, para orar por nosotros; oremos a Dios para que guarde de todo mal al mundo y para que nos santifique en la verdad.
- Por los pastores de la Iglesia; para que alcancen, por intercesión de san Bonifacio, la verdadera sabiduría que procede de lo alto. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que el Señor que vela por su grey le conceda pastores misericordiosos y pacíficos, sabios y prudentes, que amen y prediquen según el corazón del Padre. Roguemos al Señor.
- Por nuestro país; para que triunfen en él la verdad, el amor a la vida, el respeto a la persona y a la justicia social, roguemos al Señor.
- Por los enfermos, para que el Padre que glorificó el cuerpo de su Hijo, cure también los dolores de nuestra carne, roguemos al Señor.
- Por nuestra parroquia, para que espere sin desfallecer la venida del reino y viva siempre en la unidad de la Iglesia, roguemos al Señor.
Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse a ti de todo corazón y mantenerse unida con voluntad sincera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: La participación en este divino sacramento nos colme siempre de tu gracia, Señor, y, al purificarnos con su fuerza, nos haga cada vez más dignos de este gran regalo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, que tu pueblo reciba los frutos de tu generosa bendición para que, libre de todo pecado, logre alcanzar los bienes que desea. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 6 de junio:
Jueves de la VII semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio II de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 16.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente; y acudamos a Cristo, nuestro abogado ante el Padre, que infundió a los apóstoles el Espíritu Santo para el perdón de los pecados, y supliquémosle que, por medio de la aspersión con el agua Bautismal, tenga piedad de nosotros.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Te suplicamos, Señor, que tu Espíritu infunda con tal fuerza sus dones en nosotros, que nos conceda un corazón que te agrade y, propicio, nos haga conformes a tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Elevemos nuestra oración al Padre celestial, por mediación de su Hijo Jesucristo, ascendido al cielo y constituido pontífice y mediador de la Iglesia.
- Para que , desde el trono de su gloria, mire con amor a su Iglesia, que lucha aún en este mundo, peregrina hacia el reino eterno, y le conceda la unidad, la libertad y la paz, roguemos al Señor.
- Para que, fascinados por Jesucristo, el Hijo de Dios y Redentor verdadero, los jóvenes se empeñen en la apasionante aventura del Reino, viviendo como Él vivió. Roguemos al Señor.
- Para que en todas las naciones reine la justicia, la concordia y el amor, roguemos al Señor.
- Para que enjugue las lágrimas de los que sufren, escuche sus ruegos y cumpla sus deseos, roguemos al Señor.
- Para que, justificados por nuestra fe en el Señor y purificados en su sangre, merezcamos el reino eterno, roguemos al Señor.
Mira, Dios todopoderoso, al pueblo que implora tu misericordia, y pues sólo confía en tu bondad, escucha nuestras súplicas y concédenos vivir como hijos de la luz, de la resurrección y de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Señor, que el sacramento recibido nos ilumine con su luz y nos transforme con su participación, para que merezcamos alcanzar los dones espirituales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Ilumina, Señor, a tu familia para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 7 de junio:
Viernes de la VII semana de Pascua
Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio para después de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 5.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Hermanos, pidamos al comenzar la Eucaristía al Señor todopoderoso y lleno de misericordia, que por la muerte y resurrección de su Hijo ha redimido el género humano y con su Espíritu Santo vivifica la Iglesia, que acoja ahora con misericordia a los que imploramos su perdón; y con la aspersión del agua bautismal, recordemos que Cristo nos amó, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. (Aspersión con el agua bendita)
Colecta: Oh, Dios, que, por la glorificación de Cristo y la luz del Espíritu Santo, nos has abierto el acceso a la vida eterna, haz que la participación en tanta gracia nos mueva a dedicarnos con mayor empeño a tu servicio y a vivir con mayor plenitud las riquezas de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Encomendemos, hermanos, a Cristo, nuestro mediador sentado a la diestra del Padre, los deseos y las necesidades de todos los hombres.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que sea congregada en la unidad y crezca por la fuerza del Espíritu, anunciando a los hombres la salvación de Jesucristo, roguemos al Señor.
- Por los que el Señor llama a consagrarse por entero a su servicio, para que le respondan con fidelidad y sean siempre generosos y entregados. Roguemos al Señor.
- Por todos los que ejercen autoridad en nuestro país, para que lo hagan con sentido de justicia, con honestidad y espíritu de servicio, roguemos al Señor.
- Por los que sufren sin esperanza, por los que buscan sin tener fe, por los que aman a Dios sin saberlo, para que el Espíritu consolador colme sus anhelos de felicidad y salud, roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que logremos unas celebraciones de la Eucaristía llenas de fe, plenamente participadas, que expresen y fomenten nuestro amor y hermandad en Cristo, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que diste a Pedro la oportunidad de confesar su amor a Ti y de reparar su triple negación, y que le confiaste la misión de ser pastor y guía de sus hermanos; atiende nuestras oraciones y danos tu Espíritu para que, viviendo en santidad, reafirmemos cada día nuestro amor a Ti. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Oh, Dios, tus sacramentos nos purifican y alimentan; concédenos que la participación inmerecida en ellos nos obtenga la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Ilumina, Señor, a tu familia para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 8 de junio:
Sábado de la VII semana de Pascua
Misa matutina
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio para después de la Ascensión. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 9.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Como los discípulos reunidos en el cenáculo en oración en común, con María, la madre de Jesús, así también nosotros, aguardamos el don del Espíritu Santo. Por eso, ahora, al comenzar la Eucaristía, acudamos al Padre misericordioso que, por la muerte y resurrección de su Hijo, reconcilió el mundo consigo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados y pidámosle, por medio de la aspersión del agua, que recuerda nuestro Bautismo, que nos conceda el perdón y la paz. (Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Concédenos, Dios todopoderoso, a los que hemos celebrado las fiestas de Pascua, conservarlas, por tu gracia, en las costumbres y en la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Teniendo por intercesor delante del Padre a Jesús resucitado, y sabiendo que es el Espíritu quien ora en nosotros, pidamos por las necesidades de todos los hombres.
- Para que, como María, nuestra madre, la Iglesia medite las palabras de Cristo y transmita el evangelio de salvación a todos los pueblos, roguemos al Señor.
- Para que María, modelo de mujer consagrada y de discípula de la Palabra, haga sentir a los jóvenes la urgencia de seguir con decisión a Jesús en pobreza, castidad y obediencia, por el Reino. Roguemos al Señor.
- Para que nuestros gobernantes trabajen para que se afiance la paz en el mundo y desaparezcan las discordias y las rivalidades, roguemos al Señor.
- Para que los incrédulos y los pecadores, los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, los que temen la soledad y la muerte, lleguen a descubrir la alegría del anuncio evangélico y vean robustecida su debilidad humana, roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros participemos con mayor abundancia de la vida de Cristo, vid verdadera, y demos fruto de buenas obras, roguemos al Señor.
Te rogamos, Padre, Señor de la vida y de la misericordia, que permanezcamos en tu amistad a fin de dar buen fruto y poder llegar juntos a la alegría de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiente compasivo, Señor, a nuestras súplicas, para que, abandonada la vieja condición, nos renovemos con el alma santificada, como nos has hecho pasar de los antiguos sacramentos a los nuevos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Que tu pueblo, Señor, pueda alegrarse siempre de celebrar los misterios de su redención y de recibir continuamente sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 9 de junio:
DOMINGO VIII DE PASCUA
SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS C
Color rojo. Misa y lecturas propias del domingo de Pentecostés. Gloria. Secuencia. Aleluya. Credo. Prefacio propio. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pentecostés.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, y que por la acción del Espíritu Santo, nos colma con su alegría y con su paz, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Culminamos hoy la celebración de las fiestas pascuales con la solemnidad de Pentecostés, en la que celebramos que Cristo resucitado y ascendido al cielo nos ha dado su Espíritu; el Espíritu Santo que los profetas anunciaron y que el Señor Jesús prometió a sus discípulos, dando así comienzo al tiempo de la Iglesia.*
Ahora, al empezar la celebración de la Eucaristía, recordemos por medio de la aspersión con el agua bendita el día de nuestro Bautismo, cuando sobre nosotros fue derramada el agua de la vida nueva y recibimos el Espíritu Santo de Dios.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
*Ahora, al empezar la celebración de la Eucaristía, pidamos que el Espíritu Santo infunda su calor en el hielo de nuestra vida y sane nuestros corazones enfermos por el pecado limpiando las manchas de nuestra alma.
- Tú, que nos das tu Espíritu para que esté siempre con nosotros.
- Tú, que nos das tu Espíritu para que nos guíe hasta la verdad plena.
- Tú, que nos das tu Espíritu para hacer de nosotros un solo pueblo.
Colecta: Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés, santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Sabiendo que es Espíritu Santo es quien nos inspira lo que hemos de pedir, elevemos ahora nuestras súplicas a Dios Padre por las necesidades de la Iglesia y de toda la humanidad.
- Por la santa Iglesia; para que impulsada por el Espíritu Santo, permanezca atenta a lo que sucede en el mundo y sepa dar respuestas evangélicas a los hombres de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones; para que el Espíritu Santo suscite en el seno de la Iglesia vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras que den fe de la salvación universal. Roguemos al Señor.
- Por los fieles laicos que forman parte de los diversos movimientos eclesiales; para que sean luz de Cristo en medio del mundo y de los diferentes ambientes sociales. Roguemos al Señor.
- Por los que trabajan por la paz y la concordia entre las naciones; para que consigan reunir a toda la humanidad en una sola familia y se desaparezcan los odios y enfrentamientos. Roguemos al Señor.
- por nosotros y por nuestros familiares y amigos; para que la fuerza del Espíritu Santo nos haga crecer todos en la fe y en la unidad. Roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que has derramado tu Espíritu sobre los hombres, escucha las oraciones de tu Iglesia para que los pueblos, dispersos por la división de las lenguas, lleguen finalmente a la unidad en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Oh Dios, que has comunicado a tu Iglesia los bienes del cielo, conserva los dones que le has dado, para que el Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza y la eucaristía que acabamos de recibir, acreciente en nosotros la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador.
- Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique vuestros corazones de todo pecado y los ilumine con su claridad.
- Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había dividido en diversidad de lenguas os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe, y así podáis pasar de la esperanza a la plena visión.
- Y la bendición de Dios todopoderoso…
Lunes 10 de junio:
Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia.
MEMORIA OBLIGATORIA
Color blanco. Misas votivas 10B y lecturas de feria.
Prefacio III de la bienaventurada Virgen María. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Tras haber finalizado ayer las fiestas pascuales con la solemnidad de Pentecostés, celebramos hoy la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, a quien Cristo encomendó sus discípulos para que, perseverando en la oración al Espíritu Santo, cooperaran en el anuncio del Evangelio.
Dispongamos, pues, nuestro corazón para la celebración de la Eucaristía reconociendo nuestros pecados, pidiendo la ayuda de la Virgen María para que interceda por nosotros.
Yo confieso…
Colecta: Señor, Padre de misericordia, cuyo Hijo, clavado en la cruz, proclamó como Madre nuestra a su Madre, Santa María Virgen; concédenos por su mediación amorosa, que tu Iglesia, cada día más fecunda, se llene de gozo por la santidad de sus hijos, y atraiga a su seno a todos los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos confiadamente a Dios nuestro Padre, que llama dichosos y bienaventurados a los que el mundo tiene por desgraciados.
- Por la Iglesia; para que todos los que la formamos sepamos vivir a fondo y con sencillez las Bienaventuranzas de Jesús. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes que se sienten llamados por Jesús; para que no demoren su respuesta y lo sigan con fidelidad. Roguemos al Señor.
- Por nuestros pueblos y ciudades; para que sean espacios de buena convivencia donde toda persona sea respetada y acogida. Roguemos al Señor.
- Por las personas que se encuentran en paro; para que puedan acceder a trabajos estables que les permitan vivir con dignidad. Roguemos al Señor.
- Por nosotros y por nuestra parroquia; para que seamos capaces de trabajar para acercar el Reino del Dios a los demás. Roguemos al Señor.
Señor, Dios de los pobres de Espíritu, escucha nuestra oración y haznos pacíficos, misericordiosos y compasivos, para que, siendo limpios de corazón y trabajando por la justicia, alcancemos la recompensa del Reino de los cielos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir la prenda de la redención y de la vida, te suplicamos humildemente que tu Iglesia, por la mediación materna de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y colme el mundo entero de la efusión del Espíritu. Por Jesucristo nuestro Señor.
Martes 11 de junio:
San Bernabé, apóstol. MEMORIA OBLIGATORIA
Color rojo. Misa y lecturas propias (Leccionario IV);
Prefacio II de los apóstoles. Plegaria Eucarística II.
El Señor, que quiere que la Buena noticia del Evangelio llegue a todos los pueblos de la tierra, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de san Bernabé, un santo quizá poco conocido, pero que en la primera comunidad cristiana tuvo una gran importancia; tanta que, a pesar de no pertenecer al grupo de los Doce, recibe el nombre de apóstol. Su actuación fue fundamental para que los paganos convertidos pudieran entrar a formar parte de la comunidad cristiana, que al principio sólo aceptaba a los judíos que se habían bautizado. Era un hombre de bien, atento a las llamadas del Espíritu, capaz de cambiar las costumbres y criterios que veía necesarios para que la Buena Noticia de Jesús pudiera llegar a todos.
Dispongámonos ahora a recibir, en esta Eucaristía, la Buena Noticia del Dios que nos salva, y comencemos la celebración pidiendo al Señor perdón por nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Oh, Dios, Tú mandaste que san Bernabé, lleno de fe y de Espíritu Santo, fuera escogido para la conversión de las naciones; concédenos que el Evangelio de Cristo, que predicó con valentía, sea fielmente anunciado de palabra y de obra. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Al celebrar hoy la memoria de san Bernabé, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, que contribuyó en gran manera a que el Evangelio de Jesús no quedase encerrado en el mundo judío sino que llegase a todas las naciones, presentemos al Padre nuestras plegarias.
- Por la Iglesia, por cada uno de los cristianos; para que tengamos un espíritu muy abierto, y trabajemos para que la Buena Noticia del Evangelio pueda llegar a todos los hombres. Roguemos al Señor
- Por el Papa, los obispos y todos los pastores; para que con su testimonio susciten en los jóvenes el deseo de entregar su vida a Dios en el ministerio sacerdotal. Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes de todo el mundo: para que no pongan trabas a la difusión del evangelio. Roguemos al Señor.
- Por los que no conocen a Jesucristo o se han alejado de él: para que puedan llegar a vivir la fuerza transformadora del Evangelio.
- Por los que nos hemos reunido hoy para celebrar la Eucaristía; para que nos alegremos de compartir su pasión para llegar a la vida nueva de la resurrección. Roguemos al Señor.
Acoge, Padre, las peticiones de tu Iglesia, que recuerda hoy el testimonio de san Bernabé. Y haznos cada día más fieles al Evangelio que él anunció. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Después de recibir la prenda de la vida eterna, te suplicamos humildemente Señor, que lleguemos a poseer en plenitud cuanto hemos celebrado sacramentalmente en la memoria de tu apóstol san Bernabé. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 12 de junio:
Misa de feria
Color verde. Misa de la semana XXIV. Lecturas de feria.
Prefacio común IV. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, comencemos la celebración de los sagrados misterios poniéndonos sinceramente en la presencia del Señor y en unos momentos de silencio reconozcamos nuestros pecados, pidiendo a Dios su gracia y su perdón.
- Tú que eres bueno y compasivo
- Tú que eres luz para todos
- Tú que quieres nuestro bien
Colecta: Míranos, oh Dios, creador y guía de todas las cosas, y concédenos servirte de todo corazón, para que percibamos el fruto de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Presentemos nuestras peticiones a Dios Padre, que ha enviado a su Hijo Jesucristo para dar plenitud a la Ley y a los profetas.
- Por la Iglesia, por el Papa y los obispos, por las comunidades de cristianos en todo el mundo. Roguemos al Señor.
- Por el aumento de vocaciones a los diferentes estados de la vida cristiana, sobre todo a la vocación sacerdotal y religiosa. Roguemos al Señor.
- Por la buena convivencia en nuestro país, y por el bienestar de todos los que aquí vivimos. Roguemos al Señor.
- Por los que buscan y no encuentran, por los que dudan o vacilan en su fe. Roguemos al Señor.
- Por nosotros y por cuantos no han podido venir a esta celebración. Roguemos al Señor.
Señor y Dios nuestro, que en tu Hijo nos has mostrado la plenitud de la Revelación; escucha nuestras peticiones y danos tu fuerza para que, cumpliendo tus mandamientos, enseñemos a los hombres a vivir según tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Señor, que el fruto del don del cielo penetre nuestros cuerpos y almas, para que sea su efecto, y no nuestro sentimiento, el que prevalezca siempre en nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 13 de junio:
Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. FIESTA
Color blanco. Lecturas de la fiesta (leccionario IV). Gloria.
Prefacio I de las Ordenaciones. Plegaria Eucarística III.
Que la paz y el amor de Jesucristo, sacerdote eterno, mediador de una Nueva Alianza, estén con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pongámonos en presencia de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote; Mediador entre Dios y los hombres, que une nuestra humanidad a la vida divina y, reconozcamos nuestros pecados, todo aquello que nos aleja de la voluntad de Dios, pidiendo, con sinceridad y humildad, perdón ante Dios y ante los hermanos.
- Tú que nos enseñaste la voluntad del Padre.
- Tú que nos dejaste una Ley de amor.
- Tú que nos guías por el camino de tu reino.
Gloria
Colecta: Oh Dios, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a tu Hijo único sumo y eterno Sacerdote, concede, por la acción del Espíritu Santo, a quienes Él eligió para ministros y dispensadores de sus misterios la gracia de ser fieles en el cumplimiento del ministerio recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Acudamos, hermanos, a Cristo el Señor, a quien el Padre ha puesto como instrumento de propiciación y ha constituido sacerdote y justificador de cuantos creen en Él.
- Para que el Hijo de Dios, sumo y eterno sacerdote de la nueva alianza, conceda a los obispos y presbíteros ser predicadores humildes y valientes de la palabra divina y administradores fieles de los sacramentos de la Iglesia. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, pastor que nunca abandona a su rebaño, conceda a nuestra diócesis abundantes y santas vocaciones al ministerio sacerdotal. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, constituido sacerdote de los hombres en todo aquello que tiene referencia a Dios, con su intercesión conduzca a la humanidad al conocimiento y al amor del Padre. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo, sacerdote capaz de ser indulgente con los que pecan, pues Él mismo experimentó nuestra debilidad, interceda por los pecadores y por los que yerran. Roguemos al Señor.
- Para que los que han sido elegidos y consagrados para hacer visible y presente a Cristo, cabeza de la Iglesia, realicen con fidelidad la misión recibida, y todos sepamos verlos como imagen de Cristo sacerdote, maestro y pastor. Roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que has establecido ser sacerdote en favor de los hombres y has establecido que tu misión sacerdotal fuera ejercida por aquellos que Tú mismo has elegido y consagrado por la imposición de las manos; concede a los obispos y presbíteros realizar con fidelidad la misión que les has confiado y haz que todos nosotros sepamos descubrir en su ministerio tu presencia santificadora y tu intercesión constante en favor de todos los hombres. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: La Eucaristía que hemos ofrecido y recibido nos dé la vida, Señor, para que, unidos a ti en caridad perpetua, demos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 14 de junio:
Misa votiva de San Antonio de Padua, presbítero y doctor.
Color blanco. Colecta propia; resto del común de Doctores 2.
Lecturas de feria.
Prefacio de los santos Pastores. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Recordamos hoy en nuestra celebración a uno de los santos más populares y queridos del calendario cristiano, que es san Antonio de Padua, cuya vida va inseparablemente unida a los orígenes de aquel movimiento sorprendente y maravilloso que suscitó san Francisco de Asís y sus primeros discípulos. Muy pronto destacó como gran predicador y por eso se convirtió en un peregrino del evangelio por Italia y Francia. Su mayor amor eran los pobres y lo que más denunciaba era el abuso de los ricos. El pueblo sencillo y creyente, acude a él para que, por su intercesión, se encuentren los bienes perdidos. Acudamos nosotros hoy, para que nuestro mundo encuentre aquellos bienes espirituales y humanos que ha perdido y con la misma confianza que tuvo él en Jesucristo, junto a quien le vemos representado, teniéndolo en brazos; pongamos ante Dios nuestra vida, y pidamos perdón por nuestros pecados.
- Tú, que has venido a llamar a los pecadores.
- Tú, que has sido enviado a sanar los corazones afligidos.
- Tú, que nos das tu amor y tu bondad.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que en san Antonio de Padua has dado a tu pueblo un predicador insigne y un intercesor en las necesidades, concédenos, con su ayuda, seguir las enseñanzas de la vida cristiana y experimentar tu protección en todas las adversidades. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Presentemos nuestras intenciones a Dios Padre, que nos llama a todos a vivir la castidad, sea cual sea el estado de vida en que nos encontremos.
- Por la Iglesia; para que proclame incansablemente el Evangelio de la paz y acoja en su seno a todos los discípulos de Jesús. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que Dios suscite en la iglesia predicadores del Evangelio que, como san Antonio de Padua, atraigan con fuerza a los fieles. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos de la tierra; para que superen todo lo que les desune y promuevan todo cuanto les acerca. Roguemos al Señor.
- Por los que viven angustiados por distintas necesidades; para que encuentren ayuda en Dios. Roguemos al Señor.
- Por los que estamos aquí reunidos; para que vivamos en amor fraterno y formemos una comunidad de fe, esperanza y caridad. Roguemos al Señor.
Para que Dios suscite en la Iglesia predicadores del Evangelio que, como san Antonio de Padua, atraigan con fuerza a los fieles. Roguemos al Señor.
Para que todos los que hoy nos acogemos a la protección de san Antonio experimentemos su auxilio y nos abramos al amor de Dios. Roguemos al Señor.
Poscomunión: Saciados con el alimento celestial, te suplicamos humildemente, Señor, que siguiendo con fidelidad las enseñanzas de san Antonio de Padua, nos mantengamos en continua acción de gracias por los dones recibidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 15 de junio:
Misa votiva de la bienaventurada Virgen María
Color verde. Misa del común de la bienaventurada Virgen María nº4.
Lecturas de feria. Prefacio I de la bienaventurada Virgen María.
Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos al celebrar hoy la memoria de la Santísima Virgen María, a quien Dios ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, comencemos la celebración de la Eucaristía con unos momentos de silencio y, humillándonos ante Dios, que es santo, reconozcámonos pecadores y pidámosle que perdone nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Perdona, Señor, los pecados de tus siervos y, ya que no podemos complacerte con nuestras obras, concédenos la salvación por intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor. Él, que vive y reina contigo.
Oración de los fieles: Elevemos nuestras plegarias a Dios Padre, que nos llama a conformar nuestro pensamiento, nuestras palabras y nuestras obras en la verdad.
- Por toda la Iglesia, por el Papa, los obispos y los sacerdotes, por todos aquellos que quieren seguir a Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales, a la vida religiosa y al laicado cristiano. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan los pueblos y por todos los que tienen responsabilidades en la vida pública. Roguemos al Señor.
- Por los pobres, por los enfermos, por los que más sufren las consecuencias de la crisis económica, de la violencia y de la injusticia. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, por nuestros familiares, amigos y conocidos, por todos nuestros difuntos. Roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, a cuyo nombre debemos todo respeto y veneración, escucha las súplicas que te dirigimos y haznos a todos fieles servidores de la verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Después de recibir, Señor, los sacramentos de la fe y de la salvación, te pedimos humildemente que, al celebrar con devoción la memoria de santa María Virgen, merezcamos participar con ella del amor del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Domingo 16 de junio:
DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD C
Color blanco. Misa y lecturas propia de la Solemnidad. Gloria. Credo.
Plegaria Eucarística III.
La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Finalizadas las fiestas de Pascua, volvemos a la celebración del tiempo ordinario; y lo retomamos celebrando la solemnidad de la Santísima Trinidad; la confesión de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; pues Dios se nos ha revelado como Padre que nos ha enviado a su Hijo, hecho hombre como nosotros, y que ha derramado su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Que la festividad de hoy sea un canto de gratitud y de alabanza a Dios, que ha querido revelarnos su Misterio; y al mismo tiempo, sea una proclamación de nuestro deseo de realizar cada día la comunión en el amor con todos los hermanos.
Ahora, en silencio, comencemos la celebración de los sagrados misterios poniéndonos en la presencia de Dios y, reconociendo ante Él nuestra pequeñez y pecado, suplicamos su perdón y su misericordia.
- Tú que eres el Hijo amado del Padre.
- Tú que eres el Primogénito de toda criatura.
- Tú que eres el Ungido por el Espíritu Santo.
Monición al Gloria: Con los ángeles y los santos, alabemos y glorifiquemos a Dios, Padre todopoderoso, por su Hijo Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo.
Colecta: Dios, Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio, concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su Unidad todopoderosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
Monición al Credo: Desde el tiempo de los Apóstoles, los cristianos proclamamos nuestra fe como un reconocimiento de lo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han hecho, hacen y harán a lo largo de la historia en la humanidad. Renovemos hoy, por tanto, una vez más nuestra fe.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios, Padre entrañable, que por Jesucristo nos ha revelado su amor y que escucha complacido los gemidos inefables con que el Espíritu intercede por nosotros.
- Para que la Iglesia guíe, con la fuerza del Espíritu, a todos los hombres hasta la verdad plena. Roguemos al Señor.
- Para que los consagrados a Dios en las órdenes contemplativas glorifiquen al Señor con una vida santa. Roguemos al Señor.
- Para que la humanidad trabaje por cuidar la obra de la creación que Dios ha puesto y sometido bajo sus pies. Roguemos al Señor.
- Para que los que tienen necesidad de Dios experimenten que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. Roguemos al Señor.
- para que nosotros nos mantengamos firmes en la confesión de la fe en el único Dios verdadero, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
Que te glorifique, oh Dios, tu Iglesia, contemplando el misterio de tu sabiduría con la cual has creado y ordenado el mundo; Tú que en el Hijo nos has reconciliado y en el Espíritu nos has santificado; escucha nuestras súplicas y haz que, en la paciencia y en la esperanza, podamos llegar al pleno conocimiento de que Tú eres amor, verdad y vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Al confesar nuestra fe en la Trinidad santa y eterna y en su Unidad indivisible, concédenos, Señor y Dios nuestro, encontrar la salud del alma y del cuerpo en el sacramento que hemos recibido. Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne:
- El Señor os bendiga y os guarde.
- Haga brillar su rostro sobre vosotros y os conceda su favor.
- Vuelva su mirada a vosotros y os conceda la paz.
- Y la bendición de Dios todopoderoso….
Lunes 17 de junio:
Misa de feria
Color verde. Misa de la semana XXV. Lecturas de feria.
Prefacio común V. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, dispongámonos a comenzar la celebración de la Eucaristía conscientes de la presencia de Jesucristo en medio de nosotros, poniéndonos en silencio ante Él y pidiendo perdón por nuestros pecados.
- Tú que acoges a todos
- Tú que eres el camino seguro
- Tú que eres la vida en plenitud
Colecta: Oh, Dios, que has puesto la plenitud de la ley divina en el amor a ti y al prójimo, concédenos cumplir tus mandamientos, para que merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios Padre, que es rico en paciencia y amor, y que ha enviado a su Hijo Jesús entre nosotros para sanar lo que está quebrado y herido.
- Para que la Iglesia nazca y se desarrolle en aquellos lugares donde aún no existe. Roguemos al Señor.
- Para que nunca falten sacerdotes santos que guíen al pueblo de Dios. Roguemos al Señor.
- Para que inspire pensamientos de paz, de justicia y libertad a los gobernantes de las naciones. Roguemos al Señor.
- Para que consuele a los que sufren y dé la salud a los enfermos. Roguemos al Señor.
- Para que aleje de nosotros todo deseo de venganza y revancha. Roguemos al Señor.
Atiende, Padre compasivo, nuestras peticiones, y haz que la paz y la alegría que tu perdón nos brinda se desborde sobre nuestros hermanos cercanos con sentimientos de compasión y misericordia.
Poscomunión: Señor, apoya bondadoso con tu ayuda continua a los que alimentas con tus sacramentos, para que consigamos el fruto de la salvación en los sacramentos y en la vida diaria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 18 de junio:
Misa por los cristianos perseguidos
Color verde. Misas por diversas necesidades nº 19. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística para diversas circunstancias III.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a pedir en la Eucaristía por todos aquellos hermanos nuestros cristianos que sufren cualquier tipo de persecución; recordando que, siempre que sufrimos cualquier forma de calumnia, insulto o persecución a causa de Cristo, el mismo Señor nos llama bienaventurados, puesto que al no avergonzarnos de confesarle ante los hombres, estamos poniéndole a Él por delante de los valores de este mundo, y Él no se avergonzará de nosotros ante Dios nuestro Padre.
- Tú que nunca nos abandonas
- Tú que das a conocer tu victoria
- Tu que revelas a las naciones tu justicia
Colecta: Oh, Dios, que con inescrutable providencia has querido que la Iglesia esté asociada a la pasión de tu Hijo, concede a tus fieles que sufren persecución por tu nombre, espíritu de paciencia y caridad, para que sean reconocidos como testigos fieles y veraces de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Dirijamos ahora, hermanos, nuestras oraciones a Dios Padre que está en el cielo, y que hace salir el sol sobre todos los hombres.
- Por la santa Iglesia; para que presente ante el mundo el rostro acogedor del Padre para con los pobres, los que sufren, los que dudan, los que se equivocan. Roguemos al Señor.
- Por los movimientos y grupos de jóvenes cristianos; para que sean cantera de nuevas vocaciones sacerdotales. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos de toda la tierra; para que vivan en concordia y paz verdadera. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos de nuestras familias y de nuestra comunidad; para que experimenten la fortaleza y el gozo del Espíritu. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros; para que seamos capaces de perdonar y de hacer siempre el bien. Roguemos al Señor.
Padre celestial, que quieres que amemos a nuestros enemigos, hagamos el bien a los que nos odian y a recemos por los que nos calumnian; atiende las peticiones que te hemos dirigido y ayúdanos a ser perfectos como Tú eres perfecto. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, por la eficacia de este sacramento confirma en la verdad a tus siervos, y concede a los fieles que se encuentran en la prueba, que, llevando su cruz en pos de tu Hijo, puedan gloriarse, en medio de las adversidades, del nombre de cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 19 de junio:
Misa de feria
Color verde. Misa de la semana XXVI. Lecturas de feria.
Prefacio común VI. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al comenzar la celebración del memorial del Señor muerto y resucitado, de escuchar su palabra y alimentarnos con su Cuerpo y con su Sangre, pongámonos en su presencia, y pidámosle perdón por nuestros pecados.
- Tú que eres santo
- Tú que quitas el pecado del mundo
- Tú que eres misericordioso
Colecta: Oh, Dios, que manifiestas tu poder sobre todo con el perdón y la misericordia, aumenta en nosotros tu gracia, para que, aspirando a tus promesas, nos hagas participar de los bienes del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, desde la intimidad de nuestro corazón, dirijamos a Dios Padre, que ve en lo escondido, la oración de toda la Iglesia.
- Para que Dios proteja y guíe a su Santa Iglesia. Roguemos al Señor.
- Para que Dios conceda a la Iglesia vocaciones que vivan para alabarlo y extender su Reino. Roguemos al Señor.
- Para que dé a los gobernantes el sentido de la justicia, de la libertad y de la paz. Roguemos al Señor.
- Para que crezca entre todos los ciudadanos el sentido de la solidaridad. Roguemos al Señor.
- Para que vivamos siempre con sinceridad, sin aparentar falsedades. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que conoces y miras en lo más profundo de nuestros corazones, escucha nuestras oraciones y enséñanos a vivir sin exhibicionismos, de forma que nuestra mano izquierda no sepa lo que hace nuestra derecha. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, que el sacramento del cielo renueve nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte hemos anunciado y compartido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Jueves 20 de junio:
Misa votiva de la Sagrada Eucaristía
Color verde. Misa del día del Corpus. Lecturas de Feria.
Prefacio II de la Sagrada Eucaristía. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Nuevamente, Jesús nos invita a acercarnos al altar, la mesa fraterna del amor, para celebrar el banquete de la Eucaristía escuchando su palabra y alimentándonos con su Cuerpo y su Sangre.
Dispongámonos pues, a celebrar la Eucaristía y, en silencio, pongámonos ante Dios y reconozcamos humildemente nuestros pecados.
- Tú, que eres el Pan de Vida.
- Tú, que eres Bebida de salvación.
- Tú, que te haces alimento para nuestro camino.
Colecta: Oh, Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, con confianza a nuestro Padre del cielo, que sabe lo que nos hace falta antes de que se lo pidamos.
- Por la santa Iglesia, extendida por toda la tierra y presente en nuestra comunidad. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal, a la vida religiosa, y al laicado cristiano. Roguemos al Señor.
- Por el entendimiento entre las naciones y la paz en el mundo entero. Roguemos al Señor.
- Por los pobres, por todos aquellos que no pueden permitirse el pan de cada día. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, por nuestros familiares, amigos y conocidos, por todos nuestros difuntos. Roguemos al Señor.
Padre nuestro del cielo, escucha las peticiones que tus hijos te dirigen, y haz que seamos capaces de perdonar siempre las ofensas que los demás nos han hecho, para poder así alcanzar tu perdón. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de tu divinidad, anticipado en la recepción actual de tu precioso Cuerpo y Sangre. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Viernes 21 de junio:
San Luis Gonzaga, religioso. MEMORIA OBLIGATORIA
Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria.
Prefacio de las santas vírgenes y religiosos. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al celebrar hoy la memoria de san Luis Gonzaga, patrono de la juventud, quien siendo amable con los demás, dedicó su vida al servicio de Dios, amando y haciendo el bien a los hermanos, comencemos la Eucaristía pidiendo en unos momentos de silencio que la vida de Dios esté en nosotros, y suplicando perdón por todo aquello que de pecado y de muerte hay dentro de nosotros.
Yo confieso…
Colecta: Oh, Dios, autor de los dones del cielo, que en san Luis Gonzaga has unido penitencia con admirable pureza de vida, concédenos, por sus méritos e intercesión, que, si no le hemos seguido en la castidad, lo imitemos como penitente. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Dirijamos ahora nuestras súplicas confiadas a Dios Padre, pidiéndole que sepamos buscar siempre los bienes de su reino.
- Para que la Iglesia sea el hogar de la misericordia para todos los hombres y mujeres del mundo. Roguemos al Señor.
- Para que al Pueblo de Dios no le falten los pastores que necesita. Roguemos al Señor.
- Para que se conviertan los que movidos por el afán de poder, provocan las guerras y el hambre. Roguemos al Señor.
- Para que los jóvenes, a imitación de san Luis Gonzaga, mantengan siempre vivo el fuego de la caridad y la pureza de vida. Roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros sepamos poner nuestro corazón en Cristo y no en los bienes pasajeros. Roguemos al Señor.
Señor y Dios nuestro, atiende nuestras oraciones, y haz que entendamos que no merece la pena poner nuestro corazón en las cosas de este mundo, sino que lo importante es buscarte a Ti, que eres nuestro tesoro. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, alimentados con el Pan de los ángeles, haz que, a ejemplo de san Luis Gonzaga, te sirvamos con una vida pura y permanezcamos en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 22 de junio:
Misa votiva del Inmaculado Corazón
de la bienaventurada Virgen María.
Color blanco. Misa del sábado después del II domingo
después de Pentecostés. Lecturas de feria.
Prefacio IV de Santa María Virgen. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a venerar la memoria de nuestra Señora, la Virgen María, cuyo Corazón Inmaculado es símbolo del amor filial a Dios Padre y del amor maternal a Jesucristo, su Hijo, y a todos nosotros.
Pongámonos, pues, en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestras pecados.
Yo confieso…
Colecta: Oh Dios, que has preparado una digna morada al Espíritu Santo, en el Corazón de la Virgen María; concédenos en tu bondad, por su intercesión, que merezcamos ser templo de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente, hermanos, a Dios Padre, que ha querido preparar el Corazón de Santa María para revelarnos lo profundo de su amor.
- Por la Iglesia; para que sea signo de paz y reconciliación entre los hombres. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones sacerdotales; para que nunca le falten a la Iglesia los pastores que necesita. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos de la tierra; para que superen todo lo que les desune y promuevan todo cuanto les acerca. Roguemos al Señor.
- Por los que odian, por los resentidos y amargados; para que descubran que la felicidad se encuentra en el perdón. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros; para que busquemos siempre el Reino de Dios y su justicia. Roguemos al Señor.
Escucha Padre, por intercesión de Santa María, nuestras oraciones, y modela nuestras vidas con la fuerza de tu amor, para que seamos testigos tuyos ante el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Como partícipes de la redención eterna, quienes hacemos memoria de la Madre de tu Hijo te pedimos, Señor, que nos gloriemos en la plenitud de tu gracia y sintamos el aumento continuo de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 23 de junio:
SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y DE LA SANGRE DE CRISTO C
Color blanco. Misa y Lecturas de la Solemnidad. Gloria. Aleluya. Credo.
Prefacio II ó I de la Sagrada Eucaristía. Plegaria Eucarística I
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo; el Corpus Christi; una fiesta en la que adoramos la presencia real y permanente del Señor Jesús en el sacramento de la Eucaristía, sacramento de la caridad, en el que Cristo, a través de la entrega de sí mismo, nos muestra el amor infinito de Dios por cada hombre.
Comencemos, pues, la celebración de estos sagrados misterios poniéndonos con toda humildad y sinceridad ante el Señor, que nos ha dado un solo Pan y un solo cáliz como memorial de la reconciliación con el Padre, y pidámosle que tenga misericordia de nosotros, que hemos pecado.
- Tú, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión.
- Tú, que hoy nos entregas tu Cuerpo como alimento para la vida eterna.
- Tú, que has derramado tu Sangre para el perdón de los pecados.
Gloria cantado.
Colecta: Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.
Credo: Como respuesta a la palabra de Dios que acabamos de escuchar y meditar, hagamos juntos nuestra profesión de fe en el Dios siempre presente y activo en nuestra vida.
Oración de los fieles: Antes de partir el Pan y beber el Vino de la Eucaristía, oremos por medio de Cristo, hecho alimento de nuestras almas, a Dios nuestro Padre, y presentémosle nuestras preces suplicantes.
- Para que pronto llegue el día en que todos los cristianos celebremos la Eucaristía en la unidad de una sola Iglesia y todos los hombres, de un extremo al otro del mundo, ofrezcan el sacrificio del Cuerpo y Sangre de Cristo. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor conceda a nuestras comunidades el don de muchas y santas vocaciones sacerdotales; para que nunca nos falten sacerdotes que celebren la Eucaristía. Roguemos al Señor.
- Para que los gobernantes de las naciones trabajen incansablemente para realizar el pleno desarrollo social que alcance el sustento a todos. Roguemos al Señor.
- Para que todos tomemos conciencia de las necesidades de los más pobres; y vivamos en la expresión del amor sincero y verdadero, compartiendo nuestros bienes con los más necesitados. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor fortalezca constantemente nuestra fe y acreciente nuestro amor, a fin de que adoremos siempre en espíritu y en verdad a Cristo, realmente presente en el Sacramento de la Eucaristía. Roguemos al Señor.
Dios Padre bueno, que nos has reunido en asamblea festiva para celebrar el sacramento pascual del Cuerpo y Sangre de tu Hijo; escucha nuestras plegarias y danos tu Espíritu, para que al participar en el sumo bien de toda la Iglesia, nuestra vida sea una continua acción de gracias, expresión perfecta de la alabanza que te dirige toda la creación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: La comunión de tu Cuerpo y Sangre, Señor, signo del banquete del reino que hemos gustado en nuestra vida mortal, nos llene del gozo eterno de tu divinidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Antes de la procesión: Ahora vamos a comenzar la tradicional y solemne procesión del Corpus Christi, en la que llevaremos en procesión por nuestras calles y plazas el Santísimo Sacramento para expresar públicamente, con nuestros cánticos y aclamaciones que Dios está aquí, realmente presente, y que Él es el Rey de Reyes, Señor de Señores, y único Dios de cielos y tierra.
Como los discípulos que le seguían y acompañaban, como la gente sencilla que le reconocía como el Mesías y le rodeaba y salía a su encuentro, acompañemos hoy nosotros a la Sagrada Eucaristía, confesando y proclamando con fe y sin temor nuestra adhesión a Cristo, el único Señor y Redentor del mundo.
Lunes 24 de junio:
La Natividad de San Juan Bautista. SOLEMNIDAD
Color blanco. Misa y lecturas propias (Leccionario IV). Gloria. Credo.
Prefacio propio. Plegaria Eucarística III.
El amor y la paz de nuestro Señor Jesucristo estén con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la solemnidad del nacimiento de san Juan Bautista, el precursor del Señor; el hijo que Dios concedió como un don de gracia a Zacarías y a Isabel cuando ya eran de edad avanzada. Es el profeta austero y exigente que allí junto al Jordán predica un bautismo de conversión y muestra al Mesías a su pueblo. Su mensaje y su figura, no han perdido actualidad, ni tampoco ha perdido vigor su mensaje.
Hoy es un día en el que especialmente tenemos que alabar la bondad de Dios, y renovar nuestra voluntad de seguir, como el Bautista, sus caminos; por eso, al comenzar la celebración de la Eucaristía, reconozcamos nuestros pecados y pidamos al Señor que tenga piedad de nosotros y convierta nuestro corazón.
- Tú, sol que naces de lo alto.
- Tú, que iluminas a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte.
- Tú, que guías nuestros pasos en el camino de la paz.
Gloria.
Colecta: Oh Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo el Señor una muchedumbre bien dispuesta, concede a tu pueblo el don de la alegría espiritual y dirige los corazones de todos los fieles por el camino de la salvación y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo.
Oración de los fieles: En esta solemnidad del nacimiento del Precursor del Señor, san Juan Bautista, presentemos confiadamente nuestras plegarias a Dios nuestro Padre.
- Por la Iglesia; para que todos vivamos siempre con espíritu de conversión para preparar los caminos del Señor que viene a nosotros. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que sean muchos los llamados al servicio del Reino de los cielos, siendo para el mundo testigos de la luz salvadora de Dios. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan las naciones de todo el mundo; para que, escuchando la voz de Juan Bautista y de todos los profetas, lleguen a reconocer en Jesús al Mesías esperado. Roguemos al Señor
- Por los que son perseguidos a causa de su fe o a causa de su lucha por la justicia: que sientan siempre en ellos la fuerza de Dios que los acompaña. Roguemos al Señor.
- Por todos los que estamos aquí reunidos celebrando esta Eucaristía y por nuestros familiares y amigos: que haya entre nosotros paz, generosidad y espíritu de hermanos. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre, nuestras peticiones, que te presentamos en la fiesta de tu profeta y precursor san Juan Bautista, y derrama tu amor sobre el mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Alimentados con el convite del Cordero celestial, te pedimos, Señor, que tu Iglesia, llena de gozo por el nacimiento de san Juan Bautista, reconozca al autor de su nueva vida en aquel cuya venida inminente anunció. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, nuestro Padre, que nos ha congregado hoy para celebrar la fiesta del nacimiento de san Juan Bautista, os bendiga, os proteja y os confirme en su paz.
- Cristo, el Señor, que ha manifestado en san Juan Bautista la fuerza renovadora de su misterio pascual, os haga auténticos testigos de su Evangelio.
- El Espíritu Santo, que en san Juan Bautista nos ha ofrecido un ejemplo de caridad evangélica, os conceda la gracia de acrecentar en la Iglesia la verdadera comunión de fe y amor.
- Y la bendición de Dios todopoderoso…
Martes 25 de junio:
Santa Orosia, Patrona de la diócesis de Jaca. SOLEMNIDAD
Color rojo. Misa y lecturas propias (separata diocesana). Gloria. Credo. Prefacio de mártires. Plegaria Eucarística III. Bendición solemne de los santos.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la solemnidad de Santa Orosia, virgen y mártir, quien, desde el siglo XI es venerada como patrona de la ciudad de Jaca y de su obispado; y que padeció martirio a manos de los sarracenos, durante la primera invasión de éstos, en el monte de Yebra de Basa en el siglo VIII.
Sintámonos hoy, pues, miembros de la Iglesia diocesana, que peregrina, en comunión con toda la Iglesia universal, al encuentro del Señor; y pidiendo la intercesión de Santa María Virgen, de Santa Orosia, y de todos los santos, comencemos la celebración de los sagrados misterios reconociéndonos pecadores ante Dios y ante los hermanos, y suplicando el perdón y la misericordia divinas.
Yo confieso…
Gloria.
Colecta: Dios de todo poder y misericordia, que fortaleciste a tu virgen santa Orosia para que soportara los tormentos de su pasión, ayúdanos en nuestra debilidad y, así como ella no dudó en morir por ti, podamos mantenernos firmes en la confesión de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Confesemos ahora todos juntos nuestra fe; la fe de toda la Iglesia; la fe que nuestra patrona, santa Orosia, confesó con el derramamiento de su sangre.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que escuche las plegarias de los que nos hemos reunido para celebrar la solemnidad de santa Orosia, patrona de nuestra diócesis.
- Para que los fieles de la diócesis de Jaca, que hoy celebramos con alegría la solemnidad de nuestra patrona Santa Orosia, sepamos soportar con fortaleza las adversidades y demos fiel testimonio de Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Para que Dios infunda su luz y su fuerza a los responsables de nuestra comunidad, y a todos los que la formamos nos otorgue el don de un sincero amor mutuo. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor conceda su ayuda a nuestros ancianos y enfermos y les conceda sentirse dichosos porque, unidos a los sufrimientos de Cristo, contribuyen a la salvación del mundo. Roguemos al Señor.
- Para que los jóvenes de nuestra diócesis descubran a Dios presente en sus vidas, y no tengan miedo a seguirle, para que así, no nos falten vocaciones sacerdotales en nuestra Iglesia particular. Roguemos al Señor.
- Para que quienes nos hemos reunido hoy para celebrar el recuerdo de Santa Orosia podamos participar muchos años en esta solemnidad, y nuestros difuntos consigan el descanso y la felicidad eternas. Roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes celebrar cada año la solemnidad de santa Orosia, patrona de nuestra diócesis, escucha nuestras plegarias y danos la salud del alma y del cuerpo para que te amemos con todo nuestro corazón y cumplamos siempre tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Señor y Dios nuestro, que has querido contar a santa Orosia en el número de los santos con la doble corona de la virginidad y el martirio, concédenos, te rogamos, en virtud del sacramento que hemos recibido, vencer con fortaleza el espíritu del mal y conseguir de este modo la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios, nuestro Padre, que nos ha congregado para celebrar hoy la fiesta de santa Orosia, patrona de nuestra comunidad diocesana, os bendiga, os proteja y os confirme en su paz.
- Cristo, el Señor, que ha manifestado en santa Orosia la fuerza renovadora del misterio pascual, os haga auténticos testigos de su Evangelio.
- El Espíritu Santo, que en santa Orosia nos ha ofrecido un ejemplo de caridad evangélica, os conceda la gracia de acrecentar en la Iglesia la verdadera comunión de fe y amor.
- Y la bendición de Dios todopoderoso…
Miércoles 26 de junio:
San José María Escrivá de Balaguer, presbítero
Color blanco. Misa propia y lecturas de feria.
Prefacio de los santos pastores. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hacemos hoy memoria en la celebración de la Misa de san Josemaría Escrivá de Balaguer, sacerdote aragonés, fundador del Opus Dei, cuya espiritualidad no fue otra que la que luego proclamaría la Iglesia en el Concilio Vaticano II, en la constitución Gaudium et Spes, llamando a la santidad a todos y cada uno de los cristianos en medio de su trabajo.
Pues vamos a comenzar la Eucaristía reconociendo que no respondemos a esta llamada a la santidad que Dios nos hace; y pidiendo por ello perdón de nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Josemaría, presbítero, para anunciar en la Iglesia la vocación universal a la santidad y al apostolado: concédenos, por su intercesión y su ejemplo, que, realizando fielmente el trabajo cotidiano según el Espíritu de Cristo, seamos configurados a tu Hijo y, en unión con la santísima Virgen María, sirvamos con ardiente amor a la obra de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Dirijamos nuestras plegarias a Dios Padre, que quiere que en todas partes demos frutos de santidad y de buenas obras.
- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes; para que sean siempre auténticos pastores del pueblo de Dios. Roguemos al Señor.
- Por los jóvenes; para que se abran a la llamada de Jesús y le sigan en la vida sacerdotal o religiosa. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos de toda la tierra; para que vivan en concordia y paz verdadera. Roguemos al Señor.
- Por los que viven angustiados por distintas necesidades; para que encuentren ayuda en Dios. Roguemos al Señor.
- Por nosotros mismos; para que siempre y en todo lugar demos frutos de santidad. Roguemos al Señor.
Dios compasivo, pastor de tu pueblo, escucha la oración suplicante de tu Iglesia y haz que, dando siempre buenos frutos de bondad y de justicia, no nos dejemos engañar por falsos profetas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Para que todos nosotros alcancemos, por intercesión de san Josemaría, la gracia de vivir la santificación del trabajo profesional y la santidad en medio del mundo. Roguemos al Señor.
Poscomunión: Concédenos, Señor, que este sacramento que hemos recibido en la conmemoración de san Josemaría fortalezca en nosotros el espíritu de hijos adoptivos y que, cumpliendo tu voluntad en todo, recorramos con alegría el camino de nuestra vocación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 27 de junio:
Misa por las vocaciones a las sagradas órdenes
Color verde. Misas por diversas necesidades nº 9. Lecturas de feria. Plegaria Eucarística para diversas circunstancias II
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a pedir la Eucaristía de un modo muy especial por las vocaciones sacerdotales. Es una gran necesidad de la Iglesia, y de un modo especial, de nuestra Iglesia particular, que necesita muchos sacerdotes para llevar a cabo la nueva evangelización de nuestro pueblo. Dispongámonos, por tanto, al comenzar estos sagrados misterios, a recibir el amor de Dios abriendo nuestros corazones para que los renueve, reconociendo con humildad que somos pecadores.
- Tú que nos llamas a seguirte
- Tú que nunca abandonas a tu rebaño
- Tú que estás presente en tu Iglesia
Colecta: Oh Dios, que quisiste dar pastores a tu pueblo, derrama sobre tu Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite dignos ministros de tu altar y los haga testigos valientes y humildes de tu Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oremos a Dios Padre, que nos manda edificar la casa de nuestra vida sobre la roca firme de Jesucristo.
- Por la Iglesia, que ha buscar siempre su apoyo en la roca firme que es Jesús y en su Evangelio. Roguemos al Señor.
- Por las familias, que han de ser el semillero donde surjan nuevas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Roguemos al Señor.
- Por los que gobiernan los pueblos y por todos los que tienen responsabilidades en la vida pública. Roguemos al Señor.
- Por los parados, por los jóvenes que no pueden trabajar, por los pequeños empresarios que viven dificultades. Roguemos al Señor.
- Por los que celebramos esta Eucaristía, y por nuestros familiares, amigos y conocidos. Roguemos al Señor.
Señor Dios, que eres una roca sólida, atiende nuestras súplicas, y concédenos que nuestra fe no se tambalee en medio de las tormentas y tensiones de nuestro tiempo, sino que, vivamos siempre cumpliendo tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, alimentados con el pan de la mesa celestial te pedimos que, por este sacramento de amor, germinen las semillas que esparces generosamente en el campo de tu Iglesia, de manera que sean cada vez más numerosos los que elijan el camino de servirte en los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 28 de junio:
VIERNES POSTERIOR AL SEGUNDO DOMINGO
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Color blanco. Misa y lecturas propias de la solemnidad. Gloria. Credo. Prefacio propio. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne nº 12 del tiempo ordinario.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús; en la que recordamos que Dios nos ama infinitamente y que por medio de Jesucristo, nuestro Señor, ha derramado sobre nosotros el tesoro de su misericordia.
Por ello que el Sagrado Corazón de Jesús debe ser para nosotros signo de una entrega sin reservas, capaz de cargar sobre sí todos los males y dolores de la humanidad y, a la par, debe ser para todos una fuente de agua viva que nunca se seca y que siempre acompaña nuestro camino.
Comencemos pues la celebración de la Eucaristía poniéndonos ante Jesús, el Señor, muerto para liberarnos del pecado y resucitado para darnos nueva vida, y pidámosle en silencio perdón por todos nuestros pecados y debilidades.
- Tú que eres manso y humilde de corazón.
- Tú que nos salvas del pecado.
- Tú que nos amas con un amor inmenso.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso, al celebrar la solemnidad del Corazón de tu Hijo unigénito, recordamos los beneficios de su amor para con nosotros; concédenos recibir de esta fuente divina una inagotable abundancia de gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Confesemos ahora nuestra fe con las mismas palabras con las que generaciones de cristianos anteriores a nosotros la han proclamado a lo largo de veinte siglos.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Señor nuestro Dios, que reveló su nombre en la zarza ardiente, su majestad en el fuego y la tempestad, y su amor en su Hijo Jesucristo, y pidámosle por las necesidades de toda la humanidad.
- Para que el Señor purifique y santifique sin cesar a su Iglesia con el agua y la sangre que brotaron del Corazón de Cristo. Roguemos al Señor.
- para que Cristo, el Buen Pastor, conceda a nuestra diócesis muchas y santas vocaciones sacerdotales a la medida de su Corazón. Roguemos al Señor.
- Para que el Señor, Rey y centro de todos los corazones, atraiga a sí a los que aún lo desconocen y a los que, habiendo experimentado su amor, se han alejado de Él. Roguemos al Señor.
- Para que Cristo alivie con su amor los sufrimientos de quienes han experimentado la decepción de los amores humanos y de los que se sienten rechazados o traicionados en el amor. Roguemos al Señor.
- Para que Dios nos conceda encontrar descanso en el corazón de su Hijo, abierto por la lanza del soldado. Roguemos al Señor.
Padre de bondad y de ternura infinitas, que, como la madre, nos tomas en brazos y, como ella, te inclinas para darnos alimento; escucha nuestras oraciones y concédenos encontrar en el corazón de Cristo, levantado sobre la cruz, el conocimiento profundo de tu amor, para que, renovados por la fuerza del Espíritu, anunciemos a todos los hombres las riquezas insondables de la redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Este sacramento de tu amor, Dios nuestro, encienda en nosotros el fuego de la caridad, que nos mueva a unirnos más a Cristo y a reconocerle presente en los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodie vuestros corazones y vuestros pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
- Y la bendición de Dios todopoderoso…
Sábado 29 de junio:
San Pedro y San Pablo, apóstoles. SOLEMNIDAD
Color rojo. Misa y lecturas propias de la solemnidad (Leccionario IV). Gloria. Credo. Prefacio propio. Canon romano. Bendición solemne de apóstoles.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la solemnidad de los dos grandes apóstoles de la Iglesia: san Pedro y san Pablo; las dos columnas de la fe cristiana. Pedro, la piedra visible, fundamento de la unidad de la Iglesia, designado por el mismo Cristo como pastor que había de apacentar a todo el rebaño de Dios; y Pablo, el viajero y escritor infatigable, de cuyas cartas se nutre la fe de la Iglesia de todos los tiempos.
Con gozo, pues, reafirmemos hoy nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles, la fe que también nosotros estamos llamados a vivir y anunciar. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía reconociendo que nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas, que a menudo cometemos fallos en la vida y que nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear. Por eso, con humildad y sencillez, pedimos perdón a Dios por nuestros pecados.
- Tú que perdonaste a Pedro cuando renegó de Ti.
- Tú que convertiste a Pablo en apóstol tuyo.
- Tú que por la sucesión apostólica nos aseguras el perdón de los pecados.
Gloria.
Colecta: Oh, Dios, que nos llenas hoy de santa y festiva alegría en la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, concede a tu Iglesia seguir en todo las enseñanzas de aquellos por quienes comenzó la difusión de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Profesemos ahora nuestra fe; la fe que es vida, libertad y alegría. La fe por la cual los apóstoles dieron su sangre.
Oración de los fieles: En el gozo de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, imploremos la misericordia divina para la Iglesia, edificada sobre la roca de Pedro, y pidamos por el mundo entero, iluminado por la predicación de Pablo.
- Para que el Santo Padre, el Papa, gobierne, con la sabiduría del Espíritu y la firmeza de la fe apostólica, a la Iglesia del Dios vivo. Roguemos al Señor.
- Para que Dios, que envió a Pablo a anunciar el mensaje de salvación a todos los pueblos, envío hoy también sacerdotes que proclamen el Evangelio en nuestra diócesis y en todo el mundo. Roguemos al Señor.
- Para que los responsables del gobierno de las naciones, como servidores de Dios, procuren siempre la justicia y el bien de los ciudadanos. Roguemos al Señor.
- Para que los que sufren persecuciones y están encarcelados a causa de su fe obtengan su libertad por la oración perseverante de la Iglesia. roguemos al Señor.
- Para que quienes nos encontramos reunidos hoy aquí perseveremos firmemente cimentados en la doctrina apostólica y en la integridad de la fe y anunciemos a Cristo al mundo. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, nuestras oraciones, edifica nuestra comunidad en Jesucristo, y haz que al compartir nuestra fe en el Evangelio experimentemos cómo se fortalece nuestra esperanza y se aviva nuestra caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: A los que has alimentado con este sacramento, concédenos, Señor, vivir de tal modo en tu Iglesia que, perseverando en la fracción del pan y en la doctrina de los apóstoles, seamos un solo corazón y una sola alma arraigados firmemente en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- Dios todopoderoso, que por la confesión de Pedro os ha fortalecido y os ha edificado sobre la roca de la fe de la Iglesia, os dé su bendición.
- Quien os ha instruido con la predicación de Pablo, cuya palabra sigue resonando en la Iglesia, os ayude a seguir su ejemplo de ganar hermanos para Cristo.
- Para que así, por las llaves de Pedro, la palabra de Pablo y la oración de ambos, nos sintamos animados a luchar por aquella patria a la que ellos llegaron muriendo en la cruz uno y otro bajo la espada.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Domingo 30 de junio:
DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Aleluya. Credo.
Plegaria Eucarística II con su prefacio.
Monición de entrada y acto penitencial: Como cada domingo, nos reunimos en torno a Jesucristo para escuchar su Palabra, alimentarnos con su Cuerpo y su Sangre, y fortalecer nuestra misión con Él; renovando así nuestra vida.
Demos, pues, gracias de todo corazón a Cristo, el Señor, que nos ha convocado, y dispongámonos a celebrar estos sagrados misterios con un corazón limpio para acoger al Señor, reconociendo nuestros pecados.
- Tú que nos llamas a seguirte.
- Tú que nos has liberado por el misterio de la cruz.
- Tú que nos has enviado como mensajeros a preparar tu camino.
Gloria.
Colecta: Oh, Dios, que por la gracia de la adopción has querido hacernos hijos de la luz, concédenos que no nos veamos envueltos por las tinieblas del error, sino que nos mantengamos siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Afirmemos ahora nuestra fe en el Padre que nos ama, en el Hijo que nos dejó su palabra y su ejemplo salvador, y en el Espíritu Santo que puede transformar nuestras vidas.
Oración de los fieles: Con la confianza de ser escuchados, presentemos nuestras peticiones a Dios Padre, que nos enseña el sendero de la vida y nos sacia de gozo en su presencia.
- Por la Iglesia; para que anuncie a todos los hombres el sendero de la vida. Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes de todos los países; para que trabajen por la libertad y eliminar en todo el mundo el yugo de la esclavitud. Roguemos al Señor.
- Por los que dudan en seguir a Cristo; para que no se dejen atar por nada ni por nadie, y no teman mirar hacia delante. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros; para que amando a nuestro prójimo andemos según el Espíritu y no bajo los deseos de la carne. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que nos llamas a celebrar tus santos misterios, escucha nuestras oraciones y mantén nuestra libertad con la fuerza y la dulzura de tu amor, para que no venga a menos nuestra fidelidad a Cristo en el servicio generoso a los demás. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: La ofrenda divina que hemos presentado y recibido nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti en amor continuo, demos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- El Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os afiance y os conserve fuertes y constantes en la fe.
- Y la bendición de Dios todopoderoso…