XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO – 22-27/08/2022 – XXI SETMANA DE DURANT L’ANY
LUNES DE LA XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, REINA Esta memoria es de institución reciente: fue establecida por el Papa Pío XII al final del año mariano, 1954. Hasta la reforma litúrgica se celebraba en el último día del mes de mayo; ahora se celebra hoy, como recuerdo de la antigua octava de la Asunción, desafortunadamente suprimida. El Papa emérito Benedicto XVI predicó: “¿Cómo ejerce María esta realeza de servicio y de amor? Velando sobre nosotros, sus hijos: los hijos que se dirigen a ella en la oración, para agradecerle o para pedir su protección maternal y su ayuda celestial quizás después de haber perdido el camino, oprimidos por el dolor o la angustia por las tristes y complicadas vicisitudes de la vida. En la serenidad o en la oscuridad de la existencia, nos dirigimos a María confiando en su continua intercesión, para que nos obtenga de su Hijo todas las gracias y la misericordia necesarias para nuestro peregrinar por los caminos del mundo. Por medio de la Virgen, nos dirigimos con confianza a Aquel que gobierna el mundo y que tiene en su mano el desti no del universo. Ella, desde hace siglos, es invocada como celestial Reina del cielo; ocho veces, después de la oración del santo Rosario, es implorada en las Letanías de la Virgen como Reina de los ángeles, de los patriarcas, de los profetas, de los apóstoles, de los mártires, de los confesores, de las vírgenes, de todos los santos y de las familias. El ritmo de estas antiguas invocaciones, y las oraciones cotidianas como la Salve Regina, nos ayudan a comprender que la Virgen Santísima, como Madre nuestra junto a su Hijo Jesús en la gloria del cielo, está siempre con nosotros en el desarrollo cotidiano de nuestra vida” (Audiencia general, 22-08-2012). Misa: 2 Tes 1, 1-5. 11b-12; Sal 95, 1-2a. 2b-3. 4-5; Mt 23, 13-22 Continuación de la enseñanza del capítulo 23 de Mateo contra los letrados y fariseos “hipócritas lit.: falsos“. Estamos en los umbrales de la Pasión. Este “Ay de“, más que una maldición, es un grito acongojado y una llamada a la conversión: Jesús retoma el lenguaje de los profetas del Antiguo Testamento. Las palabras del Señor son vigentes también para nosotros. Los que creemos en Jesús podemos ser impedimento, a causa de la falsedad o de un ateísmo práctico, para que otros entren en el Reino de Dios, el don de Jesús y su salvación. Tristemente, significa que ni hemos entrado ni dejamos entrar. Debemos rezar por los no creen en Dios, pero también por los que no pueden creer en Dios a causa del antitestimonio de los creyentes, ya sean laicos o clérigos. Estos últimos, por el ministerio recibido, pueden ser “guías ciegos“: faltos de la luz y el amor del Espíritu Santo. Los santos nos han enseñador a rezar: “Que nadie por causa mía se separe de ti, Dios mío” MARTES DE LA XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: 2 Tes 2, 1-3a. 14-17; Sal 95, 10. 11-12a. 12b-13; Mt 23, 23-26 En la Iglesia de todos los tiempos siempre hay “fariseos“, cada uno de nosotros lo puede ser. Podemos organizar guerras de religión, disputas y polémicas, y ofendernos unos a otros, por lo ideológico y lo más nimio. Procuremos no olvidar las palabras del Señor: “Descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad“. Cada una de esas palabras se enraízan en la teología bíblica más nuclear. Lo que exige Jesús lo es en plenitud el mismo Dios. Hay que tener presente las palabras de san Agustín: “En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todo, caridad“. “La Iglesia no es un cúmulo de prohibiciones“, decía el sabio Papa Benedicto XVI. MIÉRCOLES SAN BARTOLOMÉ, apóstol Fiesta Según el Evangelio de Juan, Natanael fue uno de los discípulos a los que Jesús se apareció en el Mar de Tiberíades después de su Resurrección (Jn 21,2). El Maestro le había reconocido por mediación de Felipe (Jn 1,45). Juan es el único evangelista que menciona a Natanael y, dado que en las listas de los Evangelios sinópticos el nombre de Felipe es seguido por el de Bartolomé, la tradición asimiló Bartolomé y Natanael como un solo personaje. Según la Sinopsis, fue uno de los Doce (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,14). Fue también testigo de la Ascensión de Jesús (Hch 1,13). Según una tradición recogida por Eusebio de Cesarea, Bartolomé marchó a predicar el Evangelio a la India, donde dejó una copia del Evangelio de Mateo en arameo. La tradición armenia le atribuye también la predicación de la Buena Nueva en el país caucásico, junto a san Judas Tadeo. Ambos son considerados santos patrones de la Iglesia Apostólica Armenia. Unámonos hoy a la plegaria por la unidad y a la comunión con estas santas Iglesias, que han conservado la fe apostólica y han sufrido inenarrablemente, genocidio armenio. Misa: Ap 21, 9b-14; Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18; Jn 1, 45-51 La tradición identifica Bartolomé con Natanael, quien aparece en el pasaje evangélico que hoy escuchamos al inicio del Evangelio de Juan. Natanael, antes que hablase con Jesús, ya fue contemplado por el Señor. Cuando el Maestro lo ve venir dice de él que es “un israelita sin engaño“, amante de la paz y de la Escritura. Natanael confiesa entonces la fe de Israel sobre el Mesías, y Jesús le dice que todavía verá “cosas mayores“. Verá la escala de Jacob; el cielo abierto, Dios mismo comunicándose; y el Hijo del hombre, el hombre que viene de Dios, acompañado de la gloria divina, significada por los ángeles. Verá, en definitiva, la gloria de la Resurrección. También el vidente del Apocalipsis ve la ciudad santa, esposa gloriosa, que “descendía del cielo“. Esta ciudad está abierta por todos lados, con “doce puertas y doce cimientos, que llevan el nombre de los doce apóstoles del Cordero“. Es la Iglesia, consumada en la gloria y revelada al fin de los tiempos, fundamentada en el testimonio apostólico y abierta a todo el mundo por su predicación. La Iglesia de este mundo tampoco debe cerrar las puertas a nadie, mucho menos a los pobres y pecadores, ya que refleja la Jerusalén del cielo, cuyas puertas están siempre abiertas de par en par, porque faltamos nosotros, los últimos pecadores. JUEVES DE LA XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO Misa: 1 Cor 1, 1-9; Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7; Mt 24, 42-51 El Evangelio de hoy es un fragmento del discurso escatológico en que Jesús apela a la vigilancia espiritual. Por decirlo así, un cristiano nunca se relaja, pero tampoco vive en continua tensión, pues las cosas del Señor siempre dan paz. La exhortación contiene la “parábola del siervo que cumple con lo encomendado“. Es una parábola para nuestro tiempo y para el tiempo de cada uno, ya que los cristianos somos los que amamos y deseamos la venida del Señor. La melodía de fondo de la oración eclesial es: “Ven, Señor Jesús“. Así lo expresamos después de la consagración eucarística: “anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven, Señor Jesús“. Evitemos que nuestra desidia nos envíe allí donde “hará compartir la suerte de los hi pócritas“. VIERNES DE LA XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO SANTA TERESA DE JESÚS JORNET e IBARS, virgen Una santa que hoy llena de gozo a su pueblo de Aitona, en la diócesis de Lleida, a la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y a toda la Iglesia católica. Nació el 9 de enero de 1843 y recibió el Bautismo al día siguiente. Está muy vinculada al beato Francisco Palau y Quer, de quien era sobrina. Murió en Líria (Valencia) el 26 de agosto de 1897. Sus restos fueron trasladados a la Casa Madre, en Valencia, el día 1 de junio de 1904. Pío XII la beatificó el 27 de abril de 1958. San Pablo VI la canonizó el 27 de enero de 1974, y la proclamó “patrona de la ancianidad” el 24 de febrero de 1977. De una actividad desbordante, con 25 años de fundadora abrió 103 comunidades, en España y América: una media estadística de 4 por año. Murió con tan sólo 54 años. Dejó escrito que no quería canonizaciones en su Congregación ya que esto implicaba gastar dinero y recursos: esto explica que fuese beatificada tan tarde. Decía a menudo: “Dios en el corazón, la eternidad siempre presente en el pensamiento y el mundo bajo los pies“, indicando así la experiencia trinitaria, la atención mental a lo perenne, y un servicio universal y firme. Santa Teresa Jornet y sus hermanas son un exponente vivo de las palabras del Señor: “de su interior brotarán ríos de agua viva” (Jn 7, 38). Misa: 1 Cor 1, 17-25; Sal 32, 1-2. 4-5. 10-11; Mt 25, 1-13 Antes del relato de la Pasión, Mateo sitúa la gran tríada de parábolas, las últimas según la disposición de su Evangelio: las doncellas que tomaron sus lámparas para recibir al Esposo; los talentos; y el juicio final, lamentablemente esta última parábola no se proclama en la disposición del Leccionario ferial. La alegoría de las “diez doncellas” está transida de fe pascual: el Señor en la gloria de su Resurrección debe ser recibido. La Iglesia-Esposa sale a su encuentro con las lámparas encendidas de la fe, la esperanza y la caridad. El “aceite” de las lámparas es intransferible: es la “parábola de la disponibilidad, del disponerse responsablemente“. Sin embargo, en la comunión de los santos todo es compartible. Los santos del cielo y de la tierra están siempre disponibles para compartir todo lo suyo. SÁBADO DE LA XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO SANTA MÓNICA “Es imposible que se pierda un hijo de tantas lágrimas. Ella lloraba por mi muerte espiritual, [Dios mío], con la fe que tú le habías dado, y tu escuchaste su clamor. La atendiste cuando ella con sus lágrimas regaba la tierra ante tus ojos; ella oraba por mí en todas partes, y tú escuchaste su oración (…). Sus oraciones llegaban a tu presencia, pero tú me dejabas aún mantenerme en mi empeño y permanecer en la oscuridad. «¿Cómo podía ser que tú dejaras de escuchar y rechazaras las lágrimas de la que [Mónica, mi madre] no te pedía oro ni plata ni ningún bien fugaz sino la salvación espiritual de su hijo, que era suyo porque tú se lo habías dado?». (De Las Confesiones de san Agustín) Misa: 1 Cor 1, 26-31; Sal 32, 12-13. 18-19. 20-21; Mt 25, 14-30 También esta parábola rezuma sentido pascual: el Señor volverá en la gloria. Y, naturalmente, tiene derecho a pedir aquello que nos ha confiado. Nada es nuestro y debemos restituirlo con creces. Los “talentos” significan aquí los dones espirituales. Son las mercedes que el Creador ha otorgado a los hombres y el Redentor a los redimidos. Por tanto, son dones vivos: la vida no puede ser enterrada, lit.: “escondida bajo tierra“, como hizo el servidor miedoso y holgazán. Justamente porque afirmaba conocer a su Señor debía devolverle el don recibido “crecido” o aumentado. Aquel hombre no arriesgó nada, no modificó nada, no creó nada. Y no tuvo excusa porque el Señor da “a cada cual según la capacidad“. (Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2022, p.397) |
DILLUNS DE LA XXI SETMANA DE DURANT L’ANY BENAURADA VERGE MARIA REINA Aquesta memòria és d’institució recent: fou establerta pel Papa Pius XII, al final de l’any marià, 1954. Fins a la reforma litúrgica se celebrava el darrer dia del mes de maig; ara se celebra avui, com a record de l’antiga octava de l’Assumpció, dissortadament suprimida. El Papa emèrit Benet XVI predicà: “Com exerceix Maria aquesta reialesa de servei i d’amor? Vetllant sobre nosaltres, els seus fills: els fills que es dirigeixen a ella en la pregària, per agrair-li o per demanar la seva protecció maternal i la seva ajuda celestial potser després d’haver perdut el camí, oprimits pel dolor o l’angoixa per les tristes i complicades vicissituds de la vida. En la serenitat o en la foscor de l’existència, ens dirigim a Maria confiant en la seva contínua intercessió, perquè ens obtingui del seu Fill totes les gràcies i la misericòrdia necessàries per al nostre peregrinar al llarg dels camins del món. Per mitjà de la Mare de Déu, ens dirigim amb confiança a Aquell que governa el món i que té a la mà la destinació de l’univers. Ella, des de fa segles, és invocada com a celestial Reina del cel; vuit vegades, després de l’oració del sant Rosari, és implorada a les Lletanies de la Mare de Déu com a Reina dels àngels, dels patriarques, dels profetes, dels apòstols, dels màrtirs, dels confessors, de les verges, de tots els sants i de les famílies. El ritme d’aquestes antigues invocacions, i les oracions quotidianes com la Salve Regina, ens ajuden a comprendre que la Verge Santíssima, com a Mare nostra al costat del seu Fill Jesús a la glòria del cel, està sempre amb nosaltres en el desenvolupament quotidià de la nostra vida” (Audiència general, 22-8-2012) Missa: 2Te 1, 1-5. 11b-12; Sal 95, 1-2a. 2b-3. 4-5; Mt 23, 13-22 Continuació de l’ensenyament del capítol 23 de Mateu contra els lletrats i fariseus “hipòcrites lit.: falsos“. Estem a prop de la Passió. Aquests “Ai de“, més que una maledicció, són un crit angoixat i una crida a la conversió: Jesús reemprèn el llenguatge dels profetes de l’Antic Testament. Les paraules del Senyor són vigents també per a nosaltres. Els qui creiem en Jesús podem ser impediment, a causa de la falsedat o d’un ateisme pràctic, perquè d’altres entrin al Regne de Déu, el do de Jesús i la seva salvació. Tristament, vol dir que ni hi hem entrat ni hi deixem entrar. Hem de resar pels qui no creuen en Déu, però també pels que no poden creure en Déu a causa de l’antitestimoni dels creients, ja siguin laics o clergues. Aquests últims, pel ministeri rebut, poden ser “guies cecs“: mancats de la llum i l’amor de l’Esperit Sant. Els sants ens han ensenyat a resar: “Que ningú per causa meva se separi de tu, Déu meu“. DIMARTS DE LA XXI SETMANA DE DURANT L’ANY Missa: 2Te 2, 1-3a. 14-17; Sal 95, 10. 11-12. 13; Mt 23, 23-26 En l’Església de tots els temps sempre hi ha “fariseus“, cada un de nosaltres ho pot ser. Podem organitzar guerres de religió, disputes i polèmiques, i ofendre’ns els uns als altres, per allò merament ideològic o per nimietats. Procurem no oblidar les paraules del Senyor: “No us preocupeu de les exigències més importants de la Llei, com són la justícia, la misericòrdia i la lleialtat, lit.: descureu allò més greu de la llei: el dret, la compassió i la sinceritat“. Cadascuna d’aquestes paraules s’arrelen en la teologia bíblica més nuclear. El que exigeix Jesús ho és en plenitud el mateix Déu. Cal tenir present les paraules de sant Agustí: “En l’essencial, unitat; en allò dubtós, llibertat; en tot, caritat“. “L’Església no és un cúmul de prohibicions“, deia el savi Papa Benet XVI. DIMECRES SANT BARTOMEU, apòstol Segons l’Evangeli de Joan, Natanael fou un dels deixebles als quals Jesús es va aparèixer al Mar de Tiberíades després de la seva resurrecció (Jo 21,2). El Mestre l’havia reconegut per mediació de Felip (Jo 1,45). Joan és l’únic evangelista que esmenta Natanael i, donat que a les llistes dels evangelis sinòptics el nom de Felip és seguit pel de Bartomeu, la tradició va assimilar Bartomeu i Natanael com un sol personatge. Segons la Sinopsi, va ser un dels Dotze (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,14). Va ser també testimoni de l’Ascensió de Jesús (Fets 1,13). Segons una tradició recollida per Eusebi de Cesarea, Bartomeu va marxar a predi car l’Evangeli a l’Índia, on va deixar una còpia de l’Evangeli de Mateu en arameu. La tradició armènia li atribueix també la predicació de la Bona Nova al país caucàsic, juntament amb sant Judes Tadeu. Tots dos són considerats sants patrons de l’Església Apostòlica Armènia. Unim-nos avui a la pregària per la unitat, i a la comunió amb aquestes santes Esglésies, que han conservat la fe apostòlica i han patit sofriments inenarrables, genocidi armeni. Missa: Ap 21, 9b-14; Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18; Jo 1, 45-51 La tradició identifica Bartomeu amb Natanael, que es fa present en el passatge evangèlic que avui escoltem a l’inici de l’Evangeli de Joan. Natanael, abans que parlés amb Jesús, ja fou contemplat pel Senyor. Quan el Mestre el veu venir, diu d’ell que és “un israelita digne d’aquest nom, un home que no enganya“, amant de la pau i de l’Escriptura. Natanael confessa llavors la fe d’Israel sobre el Messies, i Jesús li diu que encara veurà “coses més grans“. Veurà l’escala de Jacob; el cel obert, Déu mateix comunicant-se; i el Fill de l’home, l’home que ve de Déu, acompanyat de la glòria divina, significada pels àngels. Veurà, en definitiva, la glòria de la Resurrecció. També el vident de l’Apocalipsi veu la ciutat santa, esposa gloriosa, que “baixava del cel“. Aquesta ciutat és oberta per tots costats, amb “dotze portes i un fonament de dotze pedres que duu els noms dels dotze apòstols de l’Anyell“. És l’Església, consumada en la glòria i revelada a la fi dels temps, fonamentada en el testimoni apostòlic i oberta a tothom per la seva predicació. L’Església d’aquest món tampoc ha de tancar mai les portes a ningú, molt menys als pobres i pecadors, ja que reflecteix la Jerusalem del cel, les portes de la qual estan sempre obertes de bat a bat, perquè hi faltem nosaltres, els últims pecadors. DIJOUS DE LA XXI SETMANA DE DURANT L’ANY Missa: 1C 1, 1-9; Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7; Mt 24, 42-51 L’Evangeli d’avui és un fragment del discurs escatològic en què Jesús apel·la a la vigilància espiritual. Per dir- ho d’una manera senzilla: un cristià mai es relaxa, però tampoc viu en contínua tensió, ja que les coses del Senyor sempre donen pau. L’exhortació conté la “paràbola del servent que compleix amb allò que li ha estat encomanat“. És una paràbola per al nostre temps i per al temps de cadascú, ja que els cristians som els que estimem i desitgem la vinguda del Senyor. La melodia de fons de l’oració eclesial és: “Veniu, Senyor Jesús“. Així ho expressem després de la consagració eucarística: “anunciem la vostra mort, confessem la vostra resurrecció, esperem el vostre retorn, Senyor Jesús“. Evitem que la nostra desídia ens enviï “allà on hi haurà els plors i el cruixir de dents, lit.: allà on es farà compartir la sort dels hipòcrites. DIVENDRES DE LA XXI SETMANA DE DURANT L’ANY SANTA TERESA DE JESÚS JORNET i IBARS, verge Una santa que avui omple de goig el seu poble d’Aitona, de la diòcesi de Lleida, la Congregació de les Germanetes dels ancians desemparats i tota l’Església catòlica. Va néixer el 9 de gener del 1843 i va rebre el Baptisme l’endemà. Està molt vinculada al beat Francesc Palau i Quer, del qual era neboda. Va morir a Líria (València) el 26 d’agost del 1897. Les seves despulles van ser traslladades a la Casa Mare, a València, el dia 1 de juny de 1904. Pius XII la va beatificar el 27 d’abril de 1958. Sant Pau VI la va canonitzar el 27 de gener del 1974, i la va proclamar “patrona de l’ancianitat” el 24 de febrer del 1977. D’una activitat desbordant, amb 25 anys de fundadora va obrir 103 comunitats, a Espanya i Amèrica: una mitjana estadística de 4 per any. Va morir amb només 54 anys. Va deixar escrit que no volia canonitzacions a la seva Congregació ja que això implicava gastar diners i recursos: això explica que fos beatificada tan tard. Deia sovint: “Déu en el cor, l’eternitat sempre present al pensament i el món sota els peus“, indicant així l’experiència trinitària, atenció mental a allò perenne, i un servei universal i ferm. Santa Teresa Jornet i les seves germanes són un exponent viu de les paraules del Senyor: “del seu interior brollaran rius d’aigua viva” (Jo 7,38). Missa: 1C 1, 17-25; Sal 32, 1-2. 4-5. 10-11; Mt 25, 1-13 Abans del relat de la Passió, Mateu situa la gran tríada de paràboles, les últimes segons la disposició del seu Evangeli: les donzelles que van prendre les seves torxes per rebre l’Espòs; els talents; i el judici final, lamentablement, aquesta última paràbola no es proclama en la disposició del Leccionari ferial. L’al·legoria de les “deu noies” està transida de fe pasqual: el Senyor, en la glòria de la seva Resurrecció, ha de ser rebut. L’Església-Esposa surt al seu encontre amb els llums encesos de la fe, l’esperança i la caritat. I l’”oli” de les llànties és intransferible: és la “paràbola de la disponibilitat, del disposar-se diligentment i responsable“. No obstant això, en la comunió dels sants tot és compartible. Els sants del cel i de la terra estan sempre disponibles per a compartir allò seu. DISSABTE DE LA XXI SETMANA DE DURANT L’ANY SANTA MÒNICA “Es impossible que es perdi un fill de tantes llàgrimes“. Ella plorava per la meva mort espiritual, [Déu meu], amb la fe que tu li havies donat, i tu vas escoltar el seu clam. La vas sentir quan ella amb les seves llàgrimes regava la terra davant els teus ulls; ella pregava per mi a tot arreu, i tu vas sentir la seva pregària (…). Les seves pregàries arribaven a la teva presència, però tu em deixaves encara mantenir-me en la meva obstinació i romandre en la foscor. «Com podia ser que tu deixessis d’escoltar i rebutgessis les llàgrimes de la qual [Mònica, la meva mare] no et demanava or ni plata ni cap bé fugisser sinó la salvació espiritual del seu fill, que era seu perquè tu li havies donat?“. (De Les Confessions de sant Agustí) Missa: 1C 1, 26-31; Sal 32, 12-13. 18-19. 20-21; Mt 25, 14-30 També aquesta paràbola traspua sentit pasqual: el Senyor tornarà en la glòria. I, naturalment, té dret a demanar allò que ens ha confiat. Res és nostre i hem de restituir-ho amb escreix. Els “béns o milions, lit.: talents“; signifiquen aquí els dons espirituals. Són les mercès que el Creador ha atorgat als seus fills i filles i el Redemptor als redimits. Per tant, són dons vius: la vida no pot ser enterrada, malversada lit.: “amagada sota terra“, com va fer l’”administrador” poruc i gandul. Justament perquè afirmava conèixer al seu Senyor, havia de tornar- li el do rebut amb escreix, “crescut” o augmentat. Aquell home no va arriscar res, no va modificar res, no va crear res. I no va tenir excusa perquè el Senyor dóna “segons la capacitat de cadascú“. (Calendari-Directori de l´Any Litúrgic 2022, p.386ss) |