BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LOS DOLORES – 15 de septiembre
El día octavo después de la Natividad de María y al día siguiente de la fiesta de la Santa Cruz hacemos memoria de los santos sufrimientos de la Santísima Virgen al pie de la Cruz.
Entre los Padres y los autores espirituales recordamos especialmente cómo san Anselmo y san Bernardo contemplan y predican con un gran amor y con un pensamiento teológico profundo la compasión de la Bienaventurada Virgen María: no dudan en llamarla “reina de todos los mártires“, porque a través de la compasión compartió la pasión y muerte del Hijo.
Ayer celebrábamos la Cruz del Señor como expresión plena de la compasión del Padre dando el Hijo en el amor del Espíritu Santo.
Hoy celebramos cómo María comparte la compasión del Hijo por todos los pecadores.
María, cerca de la Cruz del Señor, es imagen de la Iglesia que quiere acompañar el dolor del mundo.
Al pie de la cruz se cumple la profecía de Simeón.
Las lágrimas de María, maternas y compasivas, se extienden sobre los que forman parte del Cuerpo de Cristo, su Hijo.
A todos, en la persona del discípulo amado, les ha sido dada por madre: “He ahí tu madre” (Jn 19,26-27).
(Calendario-Directorio del Año Litúrgico 2020, Liturgia fovenda, p.358)