Servicio litúrgico para el mes de abril (Dr. Ramón Clavedría -Jaca-)
Domingo 1 de abril:
DOMINGO DE RESURRECCIÓN MISA DEL DÍA
El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua bendita: Alegrémonos y gocemos, hermanos, porque este es el día en que actuó el Señor; este es el primer día del verdadero año nuevo, porque, según el plan salvador de nuestro Dios, Jesús ha resucitado y ha vencido a la muerte; y con Él, todos hemos sido salvados.
Hoy es, queridos hermanos, la solemnidad de la Pascua, el Paso de Jesús de la muerte a la vida, la fiesta de las fiestas, anuncio de la Pascua eterna, el primero y más importante de todos los domingos del año.
Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía recordando nuestro Bautismo; el día en el que, por la acción renovadora del Espíritu Santo, Cristo Resucitado se hizo presente en nuestras vidas, arrancándonos del abismo de la muerte y haciéndonos criaturas nuevas. Recibamos con gozo y alegría el agua bautismal, recordando con agradecimiento que somos hijos de Dios en su Hijo amado Jesucristo.
(Aspersión con el agua bendita por el templo, o bien todos pasan por la pila bautismal y toman el agua santiguándose)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Gloria: Cantemos ahora la gloria de Dios, que es nuestra vida, nuestra luz, nuestro gozo; y aclamemos a su Hijo, resucitado de entre los muertos, porque Él es el Cordero de Dios, el único Santo, el único Señor, el único Altísimo.
Colecta: Oh, Dios, que en este día, vencida la muerte, nos has abierto las puertas de la eternidad por medio de tu Unigénito, concede, a quienes celebramos la solemnidad de la resurrección del Señor, que, renovados por su Espíritu, resucitemos a la luz de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Renovación de las promesas bautismales: El día de nuestro Bautismo participamos de una manera misteriosa y sacramental de la muerte y la resurrección de Cristo. Ahora, en esta Eucaristía de Pascua, renovemos nuestro sí a Dios y confesemos con los labios y el corazón nuestra fe, que es la fe de la Iglesia, haciendo el firme propósito de renunciar al pecado con la gracia de Dios y nuestro
esfuerzo, y afirmando nuestra fe, que nos pone en comunión con los apóstoles, los primeros testigos de la resurrección de Cristo.
– ¿Renunciáis al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
– ¿Renunciáis a todas las seducciones del mal, para que no domine en vosotros el pecado?
– ¿Renunciáis a Satanás, padre y príncipe del pecado?
Prosigue el sacerdote: Y confesad abiertamente:
– ¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
– ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
– ¿Creéis en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna?
Concluye el sacerdote: Que Dios todopoderoso. Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró por el agua y el Espíritu Santo y que nos concedió la remisión de los pecados, nos guarde en su gracia, en el mismo Jesucristo nuestro Señor, para la vida eterna. Amén.
Oración de los fieles: En este día santísimo en que la fuerza del Espíritu nos crea como hombres nuevos a imagen de Cristo resucitado, y hace de todos nosotros un pueblo santo, elevemos nuestras plegarias para que la alegría pascual se extienda por todo el mundo.
1. Por la Iglesia; para que cada día sea más consciente de ser la comunidad pascual generada por Cristo, humillado en la cruz y glorificado en la resurrección. Roguemos al Señor.
2. Por todos los bautizados; para que en la aspersión de la sangre y del agua que brotan del costado abierto de Cristo, el Redentor, renueven la gracia de su nacimiento en el Espíritu. Roguemos al Señor.
3. Por toda la humanidad; para que se extienda por el mundo el alegre anuncio de que en Cristo se han hecho las paces del hombre con Dios, del hombre consigo mismo y del hombre con sus hermanos. Roguemos al Señor.
4. Por todos los difuntos; para que sean comensales del reino eterno, mientras esperan la resurrección de sus cuerpos al final de los tiempos. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros y nuestras familias; para que celebremos el acontecimiento pascual en sinceridad y verdad, y compartamos el don de la fe con los pobres y los que sufren. Roguemos al Señor.
Padre, que en la resurrección de Cristo, tu Hijo, ahuyentas todos los miedos y haces posible lo que nuestro corazón no se atreve a esperar; escucha nuestras oraciones y concede a todos los cristianos renovarse en el pensamiento y en las obras, con la fe de quien se siente resucitado en el Bautismo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Ofrendas: Rebosantes de gozo pascual, ofrecemos, Señor, este sacrificio en el que tan maravillosamente renace y se alimenta tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Protege, oh Dios, a tu Iglesia con misericordia perpetua, para que, renovada por los sacramentos pascuales, llegue a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado.
Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Lunes 2 de abril:
LUNESDE LA OCTAVA DE PASCUA
Misa y lecturas propias de la feria. Gloria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua “en este día”. Canon romano con embolismos propios.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Aspersión con el agua: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios, nuestro Padre, que la aspersión de esta agua, bendecida en la Noche Santa (en el día santo) de Pascua, reavive en nosotros la gracia del Bautismo, por el cual fuimos sumergidos en la muerte redentora del Señor Jesús, para resucitar con Él a una vida nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Monición al Gloria: En este día de gozo y de gloria, recitemos el himno de alabanza, invocando a Jesucristo, nuestro mediador, sentado a la derecha del Padre.
Colecta: Señor Dios, que haces crecer a tu Iglesia, dándole siempre nuevos hijos, concede a tus siervos vivir el sacramento que recibieron con fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Con la esperanza puesta en el amor de Dios, oremos a nuestro Padre del cielo, que ha resucitado a Jesucristo y lo ha constituido Señor y Mesías de la humanidad.
1. Para que la Iglesia sea cada día más consciente de ser la comunidad pascual, generada por Cristo humillado en la cruz y glorificado en la resurrección. Roguemos al Señor.
2. Para que no nos falten nunca en nuestras parroquias y comunidades sacerdotes que sean testigos fieles de la vida, el perdón y la misericordia que surgen del triunfo pascual de Cristo. Roguemos al Señor.
3. Para que la resurrección de Cristo, que ha llenado la tierra del amor de Dios, llene el corazón de los hombres de todo el mundo de sentimientos de fraternidad y de paz. Roguemos al Señor.
4. Para que los que dudan y los que no creen, reconozcan, iluminados por la gracia pascual, que no hay otro hombre fuera de Cristo que pueda salvarnos. Roguemos al Señor.
5. Para que nuestra comunidad crezca como una verdadera familia de Dios, asidua en la escucha de la Palabra, perseverante en la oración, testigo en la caridad fraterna. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, por el amor que tienes a tu Hijo, a quien has resucitado victorioso de entre los muertos, escucha bondadosamente las súplicas de los que confesamos que Jesucristo es Señor y lo reconocemos como único Maestro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Señor, que la gracia del Misterio pascual colme totalmente nuestro espíritu, para que hagas dignos de tus dones a quienes concediste entrar en el camino de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado. Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Martes 3 de abril:
MARTES DE LA OCTAVA DE PASCUA
Misa y lecturas propias de la feria. Gloria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua “en este día”. Canon romano con embolismos propios.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Aspersión con el agua: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios, nuestro Padre, que la aspersión de esta agua, bendecida en la Noche Santa (en el día santo) de Pascua, reavive en nosotros la gracia del Bautismo, por el cual fuimos sumergidos en la muerte redentora del Señor Jesús, para resucitar con Él a una vida nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Monición al Gloria: En este día de gozo y de gloria, recitemos el himno de alabanza, invocando a Jesucristo, nuestro mediador, sentado a la derecha del Padre.
Colecta: Oh, Dios, que nos entregaste los auxilios pascuales, continúa favoreciendo a tu pueblo con estos dones celestes, para que, habiendo alcanzado la libertad verdadera, pueda gozar en el cielo de la alegría que ya ha empezado a gustar en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, al celebrar en estos días de Pascua que la misericordia del Señor llena la tierra, elevemos nuestras plegarias a Dios Padre, que es nuestro auxilio y escudo.
1. Para que, por el poder de la resurrección, la Iglesia alcance a todo el mundo la verdadera libertad. Roguemos al Señor.
2. Para que no nos falten nunca en nuestras parroquias sacerdotes que sean testigos fieles del triunfo pascual de Cristo. Roguemos al Señor.
3. Para que todos los que hemos sido bautizados en Cristo, vivamos la vida nueva según el Espíritu. Roguemos al Señor.
4. Para que Jesucristo, que ha vencido al pecado y a la muerte, alcance a todos los difuntos disfrutar del reino de la vida. Roguemos al Señor.
5. Para que los cristianos de hoy, a ejemplo de María Magdalena, sepamos anunciar con la palabra y las obras que Cristo está vivo.
Roguemos al Señor.
Señor y Padre nuestro, cuyo Hijo Jesús se hizo presente a María Magdalena cuando, llena de amor, lloraba junto al sepulcro; escucha nuestra oración y haznos vivir también a nosotros la alegría de encontrarnos contigo, para que sepamos anunciar la resurrección de Cristo a todos nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escúchanos, Dios todopoderoso, y, para merecer la felicidad eterna, prepara los corazones de tu familia la que otorgaste la gracia incomparable del Bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado.
Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Miércoles 4 de abril:
MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA
Misa y lecturas propias de la feria. Gloria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua “en este día”. Canon romano con embolismos propios.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Aspersión con el agua: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios, nuestro Padre, que la aspersión de esta agua, bendecida en la Noche Santa (en el día santo) de Pascua, reavive en nosotros la gracia del Bautismo, por el cual fuimos sumergidos en la muerte redentora del Señor Jesús, para resucitar con Él a una vida nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Monición al Gloria: En este día de gozo y de gloria, recitemos el himno de alabanza, invocando a Jesucristo, nuestro mediador, sentado a la derecha del Padre.
Colecta: Oh, Dios, que todos los años nos alegras con la solemnidad de la resurrección del Señor, concédenos propicio llegar a la alegría eterna mediante las fiesta que celebramos en el tiempo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, con toda confianza, a Dios Padre, que ha puesto a Jesús a nuestro lado para que nos acompañe en nuestro camino.
1. Por la Iglesia; para que goce de una paz verdadera y estable en toda la tierra y, creciendo en el amor y en el temor de Dios, esté llena de la presencia del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales; para que en nuestra diócesis no falten nunca sacerdotes que hagan presente entre nosotros la cercanía y el amor de Cristo resucitado. Roguemos al Señor.
3. Por la justicia, la concordia y la paz en todo el mundo; para que ahoguen las llamas de las injusticias humanas, de la discordia entre los hombres y de las guerras entre los pueblos. Roguemos al Señor.
4. Por los abatidos y los que han perdido la esperanza; para que la resurrección de Jesús los confirme en la seguridad de la victoria final sobre el mal. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros, que con alegría celebramos la Pascua del Señor; para que en nuestra vida concreta sepamos ir poniendo signos de vida nueva. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, escucha nuestra oración y, como hizo tu Hijo con los discípulos de Emaús, abre nuestros corazones, y ayúdanos a descubrir el sentido de las Escrituras, para que sintamos la presencia de Cristo entre nosotros y le reconozcamos al partir el Pan. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Liberados de la vieja condición de pecado, te pedimos, Señor, que la devota participación en el sacramento de tu Hijo nostransforme en nuevas criaturas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado.
Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Jueves 5 de abril:
JUEVES DE LA OCTAVA DE PASCUA
Misa y lecturas propias de la feria. Gloria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua “en este día”. Canon romano con embolismos propios.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Aspersión con el agua: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios, nuestro Padre, que la aspersión de esta agua, bendecida en la Noche Santa (en el día santo) de Pascua, reavive en nosotros la gracia del Bautismo, por el cual fuimos sumergidos en la muerte redentora del Señor Jesús, para resucitar con Él a una vida nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Monición al Gloria: En este día de gozo y de gloria, recitemos el himno de alabanza, invocando a Jesucristo, nuestro mediador, sentado a la derecha del Padre.
Colecta: Oh, Dios, que has reunido pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concede a los que han renacido en la fuente bautismal una misma fe en su espíritu y un mismo amor en sus obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, confesando nuestra fe en Cristo resucitado, elevemos confiadamente a Dios Padre nuestras súplicas para el bien de la Iglesia y del mundo.
1. Por la Iglesia; para que la fe de la Pascua la libre de toda servidumbre y la haga más generosa en el servicio. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que a nuestra diócesis no le falte nunca el número suficiente de sacerdotes que anuncien a Cristo resucitado. Roguemos al Señor.
3. Por todos los pueblos de la tierra; para que el triunfo de Jesús sobre la muerte apague los odios y restaure la paz.. Roguemos al Señor.
4. Por los enfermos y por todos los que sufren; para que hallen, en la caridad que brota de nuestra fe, la ayuda con que Dios les hace llegar su consuelo. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros y por todos los cristianos; para que el gozo de esta Pascua renueve nuestra fe y nos haga testigos entusiastas el Evangelio. . Roguemos al Señor.
Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, Dios de nuestros Padres de Israel, que has glorificado a tu siervo Jesús, escucha las súplicas de tus fieles y haz que la paz de Cristo resucitado renueve nuestra vida y nos llene de la alegría verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado.
Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Viernes 6 de abril:
VIERNES DE LA OCTAVA DE PASCUA
Misa y lecturas propias de la feria. Gloria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua “en este día”. Canon romano con embolismos propios.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Aspersión con el agua: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios, nuestro Padre, que la aspersión de esta agua, bendecida en la Noche Santa (en el día santo) de Pascua, reavive en nosotros la gracia del Bautismo, por el cual fuimos sumergidos en la muerte redentora del Señor Jesús, para resucitar con Él a una vida nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Monición al Gloria: En este día de gozo y de gloria, recitemos el himno de alabanza, invocando a Jesucristo, nuestro mediador, sentado a la derecha del Padre.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que por el Misterio pascual has restablecido tu alianza con los hombres, concédenos imitar en la vida lo que celebramos en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, oremos a Dios, que por Jesús,
Resurrección y Vida, nos ha enriquecido con su triunfo sobre la muerte y el pecado; y pidámosle que bendiga a nuestro mundo y que se manifieste a todos los hombres.
1. Para que la vida y las obras de la Iglesia expresen, de manera clara, que sólo en el nombre de Cristo se puede encontrar la salvación.
2. Para que aumente entre los jóvenes de hoy el interés por una vocación de servicio dentro del sacerdocio o de la vida consagrada. Roguemos al Señor.
3. Para que la nueva vida que Cristo resucitado ha traído al mundo entero sea semilla de paz y fraternidad en todos los países de la tierra. Roguemos al Señor.
4. Para que todos los que sufren en el cuerpo o en el alma, invocando con esperanza el nombre de Cristo, sepan poner en manos de Dios su dolor o su angustia.
5. Para que todos nosotros, dóciles al Espíritu y atentos a la voz de Cristo, trabajemos, día a día en la Iglesia, para el bien de todos los hermanos.
Escucha, Señor, las súplicas de tus fieles y concédeles, con la alegría de la salvación, la abundancia de gracias que confían recibir de tu mano quienes tienen puesta toda su esperanza en el nombre de Jesucristo, tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado.
Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Sábado 7 de abril:
SÁBADO DE LA OCTAVA DE PASCUA
Misa y lecturas propias de la feria. Gloria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua “en este día”. Canon romano con embolismos propios.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Aspersión con el agua: Hermanos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pidamos a Dios, nuestro Padre, que la aspersión de esta agua, bendecida en la Noche Santa (en el día santo) de Pascua, reavive en nosotros la gracia del Bautismo, por el cual fuimos sumergidos en la muerte redentora del Señor Jesús, para resucitar con Él a una vida nueva.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Monición al Gloria: En este día de gozo y de gloria, recitemos el himno de alabanza, invocando a Jesucristo, nuestro mediador, sentado a la derecha del Padre.
Colecta: Oh, Dios, que no cesas de aumentar con la abundancia de tu gracia el número de los pueblos que creen en ti, mira con amor a tus elegidos, para que los renacidos en el bautismo se revistan de la inmortalidad gloriosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos a Dios, que es fuente de toda gracia y en la resurrección de Jesucristo nos ha manifestado su gran bondad.
1. Para que la Iglesia extienda por todas partes el amor de Cristo y los hombres vivamos como hijos del mismo Padre. . Roguemos al Señor.
2. Para que nunca falten en nuestra diócesis sacerdotes que anuncien en nuestras comunidades y parroquias la Buena Noticia de la resurrección de Jesús que vive para siempre y nos salva. Roguemos al Señor.
3. Para que las autoridades de nuestro país y de todo el mundo favorezcan y promuevan los medios que conducen al verdadero bien de los hombres. . Roguemos al Señor.
4. Para que los enfermos encuentren a su vera quien alivie el dolor de su cuerpo y quien los ayude a tener fortaleza de alma.
5. Para que todos nosotros sepamos corresponder al don de la fe que hemos recibido de Dios con nuestra disponibilidad para obedecerlo en todo y servirlo con nuestra vida.
Dios y Señor nuestro, que en la resurrección de tu Hijo nos has manifestado la fuerza de tu poder, escucha nuestras súplicas y concédenos la firmeza de la fe para que seamos constantes en tu alabanza y en el anuncio de la Buena Nueva del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado.
Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
Domingo 8 de abril:
DOMINGO II DE PASCUA
o de la Divina Misericordia
Color blanco. Misa y lecturas propias del II domingo de Pascua. Gloria. Aleluya.
Credo. Prefacio I de Pascua “en este día”.
Canon romano con embolismos propios.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Este segundo domingo de Pascua, llamado también de la Divina Misericordia, y durante mucho tiempo el “domingo de quasimodo”, era el día en el que en los primeros tiempos de la Iglesia los que habían sido bautizados en la noche de Pascua concluían la gran semana de la fiesta de su bautismo. Hoy, aquellos nuevos cristianos dejaban los vestidos blancos que habían recibido en la Vigilia Pascual y eran considerados ya cristianos adultos.
También hoy, nosotros, al empezar la celebración de la Eucaristía, renovamos por medio de la aspersión del agua bendecida en la Noche Santa de la Pascua el Bautismo que nos hizo hijos de Dios y nos unió a Cristo resucitado.
(Aspersión con el agua bendita por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Monición al Gloria: En este día de gozo y de gloria, recitemos el himno de alabanza, invocando a Jesucristo, nuestro mediador, sentado a la derecha del Padre.
Colecta: Dios de misericordia infinita, que reanimas, con el retorno anual de las fiestas de Pascua, la fe del pueblo a ti consagrado, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendan mejor qué bautismo nos ha purificado, qué Espíritu nos ha hecho renacer y qué sangre nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Convocados, hermanos, por la alegría de la Pascua, invoquemos juntos a Dios, nuestro Padre, que a resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos; para que su luz nos ilumine y así podamos vivir en la claridad de su presencia.
1. Para que Cristo resucitado ilumine la vida de la Iglesia, y todos los que la formamos demos siempre testimonio de la resurrección con valor. Roguemos al Señor.
2. Para que la alegría que nos da Cristo resucitado anime a muchos jóvenes a entregarle su vida por entero en el ministerio sacerdotal y en la vida religiosa. Roguemos al Señor.
3. Para que la Pascua de Cristo transforme a los que ejercen autoridad en el mundo, y los comprometa más en la construcción de una sociedad más justa y fraterna. Roguemos al Señor.
4. Para que los que buscan y aún no han llegado a la fe, tengan la dicha de poder creer sin ver. Roguemos al Señor.
5. Para que Jesús sea nuestro Dios y Señor, y nos ayude a tener un solo corazón y una sola alma en el amor. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, que en la Pascua de cada domingo nos haces revivir las maravillas de la salvación. Escucha la oración de tu pueblo y haz que siempre sepamos reconocer a Cristo presente en la asamblea de los hermanos y que, juntamente con ellos, demos testimonio de la resurrección inaugurada por Cristo, tu Hijo. Él, que vive y reina inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Concédenos, Dios todopoderoso, que el sacramento pascual recibido permanezca siempre en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne :
Que os bendiga Dios Todopoderoso en la solemnidad pascual que hoy celebramos y, compasivo, os defienda de toda asechanza del pecado.
El que os ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su Unigénito, os colme con el premio de la inmortalidad.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, habéis participado en los gozos de la fiesta de Pascua, podáis llegar, por su gracia, con espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Despedida: Hermanos, anunciad a todos la alegría del Señor resucitado. Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
Lunes 9 de abril:
Lunes de la II semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio II de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 3.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Monición de entrada y aspersión: Nos hemos reunido para celebrar una vez más la Eucaristía con Jesús, que está vivo entre nosotros, pues, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; porque la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Preparémonos pues, hermanos, para celebrar esta Eucaristía, recordando y renovando, por medio de la aspersión del agua, el día en el que empezamos a formar parte de la comunidad cristiana: el día de nuestro bautismo.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso, haz que seamos transformados a imagen del Creador del cielo los que, renovados por los sacramentos pascuales, nos hemos librado de la huella del padre terreno. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles. Oremos, hermanos, confiadamente a Dios, nuestro Padre, quien, por la resurrección de su Hijo Jesucristo, comunica vida a todos los seres.
1. Para que la Iglesia anuncie con valentía el mensaje de salvación y dé testimonio en todo el mundo de la resurrección de Jesucristo, roguemos al Señor.
2. Para que nunca falte el número suficiente de sacerdotes en nuestra diócesis, que anuncien y vivan a Cristo resucitado. Roguemos al Señor.
3. Para que reine la concordia en nuestro pueblo, la prudencia, la justicia y la caridad en nuestros gobernantes y la paz duradera entre las naciones, roguemos al Señor.
4. Para que todos los que han muerto participen de la luz y de la paz, roguemos al Señor.
5. Para que todos nosotros proclamemos a los hombres en nombre de Jesús resucitado, roguemos al Señor.
Padre, escucha nuestra oración y deposita en nuestros corazones la paz y la alegría que nacen de la fe en Cristo Resucitado.. Por Jesucristo nuestro Señor
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, que tu pueblo reciba los frutos de tu generosa bendición para que, libre de todo pecado, logre alcanzar los bienes que desea. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 10 de abril:
Martes de la II semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 5.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Nuevamente nos hemos reunido, hermanos, para celebrar la Eucaristía en este tiempo de Pascua, en la que con alegría y regocijo damos gloria a Dios, porque el Señor ha establecido su reinado. Y si en la noche de la Pascua, renovamos nuestro Bautismo, nuestra unión con Jesús resucitado, comencemos la Eucaristía renovándola de nuevo por medio de la aspersión con el agua, pidiendo a Dios que nos llene con su gracia y con su amor.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Haznos capaces, Dios todopoderoso, de anunciar el poder de Cristo resucitado para que poseamos en plenitud los dones visibles que hemos recibió como prenda de los futuros. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Padre, que con su poder nos creó y con su bondad nos ha salvado de la muerte, por la resurrección de su Hijo Jesucristo.
1. Por la Iglesia, para que sea ante todos los hombres un testimonio de amor y de servicio, como lo fueron las primeras comunidades cristianas, roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada; para que Cristo resucitado suscite seguidores fieles y radicales a Él en todo el mundo. Roguemos al Señor.
3. Por todos los hombres, para que nuestros tiempos sean pacíficos y los gobernantes logren superar con éxito los problemas que más perturban al mundo, roguemos al Señor.
4. Por los más pobres y loso más débiles, por los enfermos, los moribundos, por los sometidos a prueba, por los no creyentes, roguemos al Señor.
5. Por nosotros, para que, a ejemplo de la primitiva comunidad, sintamos la urgencia de vivir como hermanos y favorezcamos una comunidad de fe, esperanza y amor, roguemos al Señor.
Escucha, Padre, la oración de tus hijos y haz que experimenten siempre en sus vidas el gozo y la paz de Jesucristo resucitado, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Ilumina, Señor, a tu familia para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 11 de abril:
MIÉRCOLES DE LA II SEMANA DE PASCUA.
San Estanislao, obispo y mártir.
MEMORIA OBLIGATORIA(En cuaresma, conmemoración)
Colecta propia. Resto y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 9.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Hermanos, al venerar hoy la memoria del mártir san Estanislao; cuyo ejemplo ha motivado a los católicos polacos a través de siglos de dificultades y persecuciones, comencemos la celebración de la Eucaristía en silencio, reconociendo lo que hay de pecado en cada uno de nosotros y suplicado que venga a nosotros el Espíritu renovador de Dios.
Yo confieso…
Colecta: Oh, Dios, el santo obispo Estanislao sucumbió por tu gloria bajo la espada de los perseguidores; concédenos perseverar firmes en la fe hasta la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Confiando en la presencia entre nosotros de Jesucristo resucitado, elevemos al Padre nuestra oración.
1. Para que la Iglesia anuncie sin cesar a todos los pueblos el alegre mensaje de la esperanza futura, roguemos al Señor.
2. Para que nunca falten vocaciones sacerdotales al servicio de nuestra diócesis, que repartan a todos el Pan de la Palabra y de la Eucaristía, roguemos al Señor.
3. Para que se afiancen los lazos de acercamiento y cooperación entre las naciones, venciendo las enemistades y divisiones, roguemos al Señor.
4. Para que los pobres, afligidos, enfermos y moribundos vean fortalecida su esperanza en la victoria de Cristo resucitado, roguemos al Señor.
5. Para que todos nosotros seamos renovados por la resurrección de Jesucristo, roguemos al Señor.
Padre, por la resurrección de tu Hijo hemos pasado de las tinieblas a la luz; haz que caminemos como hombres nuevos, abandonando la antigua vida de pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Que tu pueblo, Señor, pueda alegrarse siempre de celebrar los misterios de su redención y de recibir continuamente sus frutos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Jueves 12 de abril:
JUEVES DE LA II SEMANA DE PASCUA
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 10.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Monición de entrada y aspersión: Hoy es, como todos los días de este tiempo de Pascua, un día de alegría y de gozo renovado y profundo, porque seguimos celebrando que Jesús ha resucitado, y con Él, todos hemos renacido a la Vida. La Pascua también nos recuerda siempre el momento en el que, por el Bautismo, empezamos a formar parte de la comunidad de Cristo y recibimos su Espíritu. Por eso comenzamos la celebración de la Eucaristía con la aspersión del agua, recordando aquel momento trascendental en nuestras vidas.
(Aspersión desde el presbiterio o por las naves del templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado, y por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que estableciste el sacrificio pascual para la salvación del mundo, sé propicio a las súplicas de tu pueblo, para que Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote que intercede en favor nuestro, nos reconcilie por aquello que le asemeja a nosotros y nos absuelva en virtud de su igualdad contigo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Presentemos, hermanos, la oración a Dios, Padre de todos, siempre atento a nuestras necesidades.
Por la Iglesia, para que todas sus tensiones se resuelvan con espíritu fraterno y se consolide la unidad, fruto de la caridad sincera. Roguemos al Señor.
Por las vocaciones sacerdotales y religiosas al servicio de nuestra diócesis. Roguemos al Señor.
Por los que ejercen autoridad en el mundo: para que siempre busquen la paz y el bien de todos. . Roguemos al Señor.
Por los pobres, para que sean ayudados en sus luchas, disfruten de los bienes de la vida y lleguen a ser verdaderos pobres de corazón. Roguemos al Señor.
Por nosotros, para que vivamos llenos del Espíritu Santo que Jesús nos da. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, Padre de todos: por la Buena Nueva de Jesús resucitado hemos conocido que todos los hombres y mujeres de todas partes, sin ninguna diferencia, estamos llamados a compartir el mismo amor y la misma esperanza. Escucha nuestra oración, y haznos mensajeros de tu llamada universal de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor Dios, a tus fieles encontrar seguridad y riqueza en la abundancia de tus misericordias y haz que, protegidos con tu bendición, se mantengan en continua acción de gracias y te bendigan rebosantes de alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 13 de abril:
Viernes de la II semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio V de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 11.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Siempre que celebramos la Eucaristía, recordamos que con su Sangre, el Señor Jesús ha comprado para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y que ha hecho de ellos una dinastía sacerdotal que sirva a Dios. Comencemos, por tanto, la celebración de la Eucaristía recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, ese bautismo que nos hizo hijos de Dios y miembros de esa dinastía sacerdotal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, esperanza y luz de las almas sinceras, te pedimos humildemente que concedas a nuestros corazones realizar una plegaria digna de ti y que siempre te glorifiquemos con la ofrenda de nuestras alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, oremos con fe al Padre, que ha resucitado a Jesucristo de entre los muertos y nos ha resucitado a nosotros juntamente con Él.
– Por la Iglesia, para que, con su alegría, dé testimonio perseverante de la resurrección de Jesucristo. Roguemos al Señor.
– Por las vocaciones sacerdotales y religiosas; para que la fuerza de Cristo resucitado empuje a muchos jóvenes a seguirle entregándole su vida por entero. Roguemos al Señor.
– Por todos los hombres que se esfuerzan con el estudio o el trabajo en hacer progresar el mundo y acrecentar los bienes de la creación. Roguemos al Señor.
– Por los que en medio de sus pruebas se sienten abatidos, para que descubran la fuerza de Cristo viviente y vean iluminado su camino. Roguemos al Señor.
– Por todos nosotros, para que nuestra vida sea coherente con nuestra fe y nuestra esperanza. Roguemos al Señor.
Señor, encamina hacia Ti el corazón de tus hijos, para que cuantos han sido librados de las tinieblas de la infidelidad, no se aparten jamás de tu luz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que guardes a tu familia con bondad incesante, para que se encuentre libre de toda adversidad bajo tu protección y viva entregada a ti con sus buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 14 de abril:
Sábado de la II semana de Pascua.
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Aleluya.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 13.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: De nuevo nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía con esa alegría que viene como don del Resucitado, y con la paz que nos tiene que dar el tenerle presente en medio de nosotros. Ahora, al empezar la celebración de la Eucaristía, renovemos el recuerdo de aquel momento trascendental en el que por medio del agua del Bautismo nacimos a la vida nueva del Espíritu, recibiendo con fe la aspersión del agua bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que, por los misterios pascuales, has querido abrir a tus fieles la puerta de la misericordia, míranos y ten piedad de nosotros, para que no nos desvariaremos nunca del sendero de la vida los que, con tu benevolencia, seguimos el camino de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Padre, que ha manifestado su amor al mundo dándonos a su propio Hijo.
– Para que la Virgen, madre de la Iglesia, la ayude a conservarse en la paz y en el amor, y sea congregada en la unidad, roguemos al Señor.
– Para que los gobernantes y todos los políticos ejerzan su función con honradez y con espíritu de servicio, roguemos al Señor.
– Por los que han abandonado la fe, por los que aún no conocen a Cristo, por todos los hombres de buena voluntad, roguemos al Señor.
– Para que todos nosotros mantengamos el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones, y así descubramos su presencia a los hombres, roguemos al Señor.
Dios nuestro, Padre de todos los hombres, derrama sobre nosotros la fuerza de tu Espíritu para que seamos ante el mundo testigos de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor, que tus fieles, por la fuerza de tu bendición, se dispongan interiormente al bien, para que realicen todas sus obras fortalecidos y movidos por tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 15 de abril:
DOMINGO III DE PASCUA
Color blanco. Misa y lecturas propias del III domingo de pascua. Gloria. Aleluya.
Credo. Prefacio II de Pascua. Plegaria Eucarística III. Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Cada domingo celebramos en la Eucaristía que Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre ha redimido a la humanidad entera por el misterio de su pasión, muerte y resurrección.
Para ello, reconozcamos ahora al Señor a través de los sagrados misterios que vamos a celebrar y mediante los cuales recibiremos de sus manos el alimento para la vida y la mejor prueba de su resurrección, que es el sacramento de la Eucaristía.
Y por ello, iniciamos nuestra reunión con el signo de la aspersión con el agua bendita. Esta agua que nos recuerda nuestro Bautismo, nuestro sumergirnos en la corriente de vida nueva que brota de Jesucristo resucitado.
(Aspersión con el agua bendita por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Gloria.
Colecta: Que tu pueblo, oh, Dios, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu, para que todo el que se alegra ahora de haber recobrado la gloria de la adopción filial, ansíe el día de la resurrección con la esperanza cierta de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Elevemos ahora nuestras súplicas confiadas a Dios nuestro Padre, y pidámosle que por los méritos de Jesucristo, su Hijo, venga en nuestra ayuda, y nos enseñe a vivir como hijos de la luz.
1. Para que la Iglesia viva su fe en Dios y lo manifieste en el amor y compromiso con la humanidad entera. Roguemos al Señor.
2. Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad y de renuncia a lo mundano, de manera que germinen abundantes vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa. Roguemos al Señor.
3. Para que los que tienen autoridad en el mundo trabajen para que todos los pueblos de la tierra vivan en paz, justicia, fraternidad y prosperidad. Roguemos al Señor.
4. Para que los que se encuentran en camino y todavía no han llegado a la fe descubran al Señor Jesús caminando junto a ellos, compartiendo su mismo pan, y sus corazones se llenen de alegría. Roguemos al Señor.
5. Para que Cristo encienda nuestro corazón con su palabra nos haga comprender el sentido actual que tiene su muerte y resurrección en nuestra vida. Roguemos al Señor.
Señor Dios, que con la muerte gloriosa de tu Hijo, víctima de propiciación por nuestros pecados, has puesto el fundamento de la reconciliación y de la paz, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz de nosotros signo y levadura de una humanidad nueva, pacificada por tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
Dios, que por la resurrección de su Unigénito os ha redimido y adoptado como hijos, os llene de alegría con sus bendiciones.
Y ya que por la redención de Cristo recibisteis el don de la libertad verdadera, por su bondad recibáis también la herencia eterna.
Y, pues, confesando la fe habéis resucitado con Cristo en el bautismo, por vuestras buenas obras merezcáis ser admitidos en la patria del cielo.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 16 de abril:
Lunes de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 14.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, Jesús nos ha convocado de nuevo en torno a su mesa. Esto es la Pascua; que Él, Jesús, el crucificado, vive y nos acompaña, se hace presente en medio de nosotros y nos da su Espíritu. Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía, renovando por medio de la aspersión con el agua nuestra fe en el Señor Jesús; nuestra fe bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Te pedimos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del hombre viejo con sus inclinaciones, vivamos en la obediencia de aquel a quien nos has incorporado por los sacramentos pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Padre, que con su poder nos creó y con su bondad nos ha salvado de la muerte, por la resurrección de su Hijo Jesucristo.
1. Por la Iglesia, para que la mantenga siempre fiel y libre de todo error. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que siempre haya en nuestra diócesis quien anuncie con su vida la resurrección de Cristo. roguemos al Señor.
3. Por los que gobiernan las naciones, para que se afanen por establecer los fundamentos de una paz estable. Roguemos al Señor.
4. Por los incrédulos, por los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, por los que temen la soledad o la muerte, para que hallen fuerza en Cristo resucitado. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros, para que a ejemplo de la primitiva comunidad de cristianos, sintamos la urgencia de vivir como hermanos y tendamos hacia una comunidad viva de fe, esperanza y caridad. Roguemos al Señor.
Padre, sabemos que siempre nos escuchas, porque rogamos en nombre de tu Hijo Jesucristo, que murió y resucitó por nosotros; concédenos lo que con fe te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, los corazones sumisos de tus fieles imploran tu ayuda, y ya que sin ti no pueden llevar a cabo nada de lo que es justo, que por el don de tu misericordia conozcan lo que es recto y valoren cuanto les será provechoso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 17 de abril:
Martes de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 15.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: El tiempo de Pascua en el que nos encontramos, nos invita en cada Eucaristía a alabar a nuestro Dios, a que lo alabemos todos sus siervos, y los que le temen, pequeños y grandes, porque ya llega la victoria, el poder y el reinado de su Mesías.
Comencemos por tanto esta celebración recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, nuestro Bautismo; el primer paso que dimos para acercarnos a Jesucristo y en el camino de la fe.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, que abres las puertas de tu reino a los que han renacido del agua y del Espíritu, acrecienta en tus siervos la gracia que les has dado, para que, limpios de sus pecados, no se vean, por tu bondad, privados de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Al Rey de la gloria, que, muriendo, destruyó nuestra muerte, y, resucitando, restauró la vida, pidámosle, hermanos, que escuche la oración de su Iglesia.
1. Para que el Salvador del mundo libre de todo mal a la Iglesia, redimida con su cruz y su resurrección. Roguemos al Señor.
2. Para que el Rey de cielos y tierra suscite abundantes vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, que vivan únicamente para anunciar el Reino de Dios. Roguemos al Señor.
3. Para que la paz de Cristo se extienda a todas las naciones y todos los hombres participen de ella. Roguemos al Señor.
4. Para que el Señor Jesucristo se acuerde en su reino de lo pobres y de los afligidos, de los enfermos y de los moribundos, y de los que sufren por cualquier causa. Roguemos al Señor.
5. Para que el Salvador del mundo nos libre de todo mal, pues nos redimió con su pasión y resurrección. Roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que nos alegras con la solemnidad de tu resurrección, escucha las oraciones de tu pueblo y concede a cuantos te imploran alcanzar lo que santamente desean. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que vengas en ayuda del pueblo fiel, y en tu bondad sostengas la humana fragilidad, para que, entregada a ti con sincero corazón, goce de los auxilios de la vida presente y de la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 18 de abril:
Miércoles de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio V de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 16.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua bendita: Nuestra boca siempre tiene que estar llena de la alabanza y de la gloria del Señor, y nuestros labios siempre tienen que aclamarlo. Por eso, con la alegría de ser seguidores de Jesucristo, comencemos la celebración de la Eucaristía recordando nuestro Bautismo, el bautismo que nos hizo hijos de Dios y que nos llenó de su Espíritu.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Atiende, Señor, a tu familia y ayúdala como conviene, y concede participar en la resurrección de tu Unigénito a quienes has dado la gracia de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Apoyados en Cristo resucitado, fundamento de nuestra fe para dirigirnos al Padre, presentemos nuestra oración.
1. Para que toda la Iglesia sea portadora, con sus obras y su doctrina, de la verdad de Cristo resucitado, roguemos al Señor.
2. Para que los sacerdotes y religiosos sigan a Jesús con un amor exclusivo y su entrega sea estímulo para que los jóvenes se lancen a vivir en plenitud por el Reino. Roguemos al Señor.
3. Para que los gobernantes de las naciones sepan orientarlas por caminos de paz y de justicia, buscando siempre lo que conduce verdaderamente al bien completo de los hombres, roguemos al Señor.
4. Para que el misterio de Cristo muerto y resucitado ilumine y transforme nuestro mundo angustiado por el odio, la duda y la muerte, roguemos al Señor.
5. Para que todos los aquí reunidos vivamos la realidad de la Pascua, renovados por la gracia del Señor resucitado, y llevemos a todos nuestros hermanos el amor y la paz.
Padre de misericordia, que tanto amaste al mundo que le dista a tu Hijo; renuévanos por su misterio de muerte y resurrección y concédenos lo que te hemos pedido llenos de confianza. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Mira con bondad, Señor, a tu familia y concédele la misericordia continua que te suplica, y pues sin ella no puede hacer nada digno de ti, merezca realizar con ella tus preceptos salvadores.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 19 de abril:
Jueves de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio I de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 17.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: En la Eucaristía que diariamente celebramos en el tiempo de Pascua, recordamos, entre otras cosas, que por medio del Bautismo fuimos injertados en la vida de Jesús; y empezamos a formar parte de su familia. Por eso iniciamos la celebración de la Eucaristía con la aspersión del agua bendita, que nos evoca y recuerda aquel momento decisivo y crucial en nuestras vidas.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, concédenos experimentar más de cerca tu amor, que, por tu bondad, hemos conocido con mayor profundidad en estos días de Pascua, y afianza en el testimonio de la verdad a quienes has librado de las tinieblas del error. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos, hermanos, con todo el ardor de nuestro espíritu, a Dios nuestro Padre, por medio de nuestro Señor Jesucristo, triunfador glorioso del pecado y de la muerte.
1. Para que llene con sus dones a la santa Iglesia, purificada con la sangre de Cristo y glorificada con su exaltación. Roguemos al Señor.
2. Para que conceda a nuestra diócesis abundantes y santas vocaciones al ministerio sacerdotal para anunciar en ella el evangelio. Roguemos al Señor.
3. Para que conceda al mundo la paz; a todos los pueblos, creciente desarrollo; a los marginados, la justicia, y a los esposos, la fidelidad. Roguemos al Señor.
4. Para que cure las enfermedades, desaparezca el hambres y aleje todos los males. Roguemos al Señor.
5. Para que Cristo salve y bendiga a esta parroquia (comunidad), que ha sido redimida con el misterio de su cruz y resurrección. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que por el árbol de la cruz restableciste la antigua dignidad del hombre, concédenos el auxilio de los bienes que te pedimos para que conservemos siempre la alegría pascual los que hemos renacido del Espíritu Santo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Multiplica, Señor, sobre tus fieles la gracia del cielo, y así quienes te alaban con los labios te alaben también con el corazón y con la vida, y ya que cuanto somos es don tuyo, sea también tuyo todo cuanto vivamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 20 de abril:
Viernes de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio II de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 18.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, nos hemos reunido como comunidad cristiana para celebrar la Eucaristía, presencia viva de Jesús resucitado, que se hace alimento permanente para cuantos queremos seguir su camino. La Pascua nos recuerda siempre el momento en el que, por el Bautismo, empezamos a formar parte de esa comunidad de Cristo y recibimos su Espíritu. Por eso comenzamos la celebración de la Eucaristía con la aspersión del agua, recordando aquel momento trascendental en nuestras vidas.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Dios todopoderoso, concédenos, a los que hemos conocido ya la gracia de la resurrección del Señor, resucitar a la vida nueva por el amor del Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: En medio de la alegría de la Pascua, queridos hermanos, oremos a Dios con insistencia para que, del mismo modo que escuchó las preces y súplicas de su Hijo amado, se digne atender nuestras humildes peticiones.
1. Por la Iglesia, para que sea fortalecida por el triunfo de la resurrección de Cristo, y enriquecida por los dones del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que nunca falten pastores a nuestras almas, que puedan gobernar y cuidar el rebaño encomendado a ellos por el buen Pastor. Roguemos al Señor.
3. Por todo el mundo, para que disfrute verdaderamente de la paz de Cristo. Roguemos al Señor.
4. Por nuestros hermanos afligidos, para que su tristeza se convierta en un gozo que nadie les pueda arrebatar. Roguemos al Señor.
5. Por nuestra parroquia (comunidad), para que, con mucha fe, dé testimonio de la resurrección de Cristo. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que conoces que la vida de los aquí presentes está sujeta a muchas necesidades, escucha los deseos de los que te suplican y aceptan las promesas de los creyentes. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que instruyas a tu pueblo con las enseñanzas del cielo, para que evitando todo lo malo y siguiendo todo lo bueno, no merezca tu indignación, sino tu incesante misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 21 de abril:
Sábado de la III semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 20.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, venciendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Durante el tiempo pascual, recordamos que por el Bautismo, fuimos sepultados con Cristo y hemos resucitado con Él, porque hemos creído en la fuerza de Dios que lo resucitó. Por tanto, recordamos que Jesús resucitado nos ha dado su misma vida por medio del Bautismo que un día recibimos. Recordémoslo y renovémoslo ahora, al comenzar la Eucaristía, con la aspersión del agua bendita.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, que has renovado en la fuente bautismal a los que creen en ti, guarda a los renacidos en Cristo, para que, vencida toda clase de engaños, conserven fielmente tu gracia santificadora. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Pidamos al Señor, cuyas palabras son Espíritu y vida, que escuche nuestras súplicas en este tiempo glorioso de Pascua.
1. Por todas las Iglesias y comunidades cristianas, para que el Espíritu Santo nos haga sentir, con mayor intensidad cada día, el dolor de la mutua división. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio ordenado en la Iglesia, para que Dios suscite ministros sagrados en su pueblo, y los llene de su gracia, los ilumine y les dé fuerza. Roguemos al Señor.
3. Por la paz del mundo, para que se frenen las ambiciones, desaparezcan las enemistades y brote el amor y la concordia en el corazón de todos los hombres. Roguemos al Señor.
4. Por los difuntos; para que todos los que han muerto resuciten con Cristo para la vida eterna. Roguemos al Señor.
5. Por el pueblo de Dios aquí reunido, por los fieles de nuestra parroquia y de nuestra diócesis, para que la fuerza del Espíritu nos haga crecer a todos en la fe y en la unidad. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, la oración de tus hijos, aumenta nuestra fe, aleja de nosotros todo tipo de triunfalismo y haz que, cimentados en tu palabra, sigamos con fidelidad incondicional a Jesucristo tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Concede, Señor, tu amor al pueblo que te suplica, para que obtenga la salvación por tu gracia continua, quien por ti fue creado y por ti fue redimido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 22 de abril:
DOMINGO IV DE PASCUA
Misa y lecturas propias del IV domingo de Pascua. Gloria. Aleluya. Credo.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La celebración de este cuarto domingo de Pascua centra siempre nuestra atención en Jesucristo como Buen Pastor, pues Él es el Pastor que nos conoce, que nos guía, y que da su vida por nosotros; pues Él es el centro de nuestra vida, y nos acompaña siempre.
Dispongámonos, por tanto, en este día en el que todo el mundo ruega al Señor por las vocaciones a los distintos estados de la vida cristiana, a escuchar su palabra y a celebrar la Eucaristía, momento privilegiado de su presencia en la iglesia y en el mundo; y lo hacemos comenzando con la aspersión con el agua bendita, símbolo de nuestro Bautismo, que nos recuerda que la gracia de Jesucristo debe fecundar la tierra de nuestra vida para que demos frutos de buenas obras.
(Aspersión del agua por toda la iglesia)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa del cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Pidamos ahora a Dios Padre que el poder de Jesús Resucitado se manifieste en su Iglesia, y en cuanto hoy queremos pedirle con fe.
1. Por la Iglesia; para que en este tiempo de gozo pueda reconocer en sus pastores la presencia viva y misteriosa de Cristo, único Pastor universal. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones a los diversos estados de la vida cristiana; y para que nunca falten sacerdotes que transmitan el mensaje liberador de Jesús desde un compromiso radical con la verdad. Roguemos al Señor.
3. Por los gobernantes; para que sirvan a sus pueblos con generosa dedicación, de forma que todos vivamos como hermanos y como hijos de Dios. Roguemos al Señor.
4. Por los enfermos, los pobres, y todos los que sufren; para que en Cristo resucitado encuentren luz y esperanza. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros y por nuestros familiares y amigos; para que la vida de Jesús se manifieste en las nuestras y todos nos sintamos responsables de la solicitud pastoral de la Iglesia. Roguemos al Señor.
Dios nuestro y Padre todopoderoso, que hiciste resplandecer la gloria de Cristo resucitado cuando, en su nombre, devolviste la salud al inválido, reúne en una sola familia a los hombres dispersos por el pecado y haz que, uniéndose a Cristo, el Buen Pastor, experimenten la alegría de pertenecer a tu rebaño. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Pastor bueno, vela compasivo sobre tu rebaño y conduce a los pastos eternos a las ovejas que has redimido con la sangre preciosa de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Bendición solemne:
Dios, que por la resurrección de su Unigénito os ha redimido y adoptado como hijos, os llene de alegría con sus bendiciones.
Y ya que por la redención de Cristo recibisteis el don de la libertad verdadera, por su bondad recibáis también la herencia eterna.
Y, pues, confesando la fe habéis resucitado con Cristo en el bautismo, por vuestras buenas obras merezcáis ser admitidos en la patria del cielo.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 23 de abril:
Lunes de la IV semana de Pascua
San Jorge, patrón principal de la Corona de Aragón. FIESTA
Color rojo. Colecta propia. Resto de un mártir en tiempo pascual. Gloria.
Lecturas del Común de mártires (Leccionario IV).
Prefacio de los santos mártires. Plegaria Eucarística III.
(La Misa propia y sus lecturas están disponibles en las separatas de las distintas diócesis aragonesas)
Monición de entrada: Celebramos hoy la fiesta de san Jorge, a quien los pueblos que forman la Corona de Aragón veneramos como patrono, cuya figura nos llega, desde la más remota antigüedad, envuelta en la leyenda. De él sabemos con seguridad que fue soldado y mártir en Palestina en el siglo III.
San Jorge es un modelo para los que, desde circunstancias muy diversas de la vida, quieren ser fieles a Dios, aún en medio de las dificultades. Si la leyenda nos lo presenta venciendo al dragón, hoy hay muchos “dragones” que quieren triunfar contra el bien, y contra los que los cristianos debemos luchar incansablemente.
A nosotros, se nos pide, pues, que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos.
Yo confieso…
Gloria.
Colecta: Oh Dios, proclamando tu poder te rogamos humildemente que, así como san Jorge imitó la pasión del Señor, socorra con prontitud nuestra fragilidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Animados por la fuerza del Espíritu Santo, y el testimonio valiente de san Jorge, nuestro patrón, confesemos ahora públicamente nuestra fe.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, confiadamente a Dios, nuestro Padre, quien, por la resurrección de su Hijo Jesucristo, el Enviado de los siglos, comunica vida a todos los seres, y ha hecho fuertes a los mártires en la hora del tormento.
1. Para que la Iglesia anuncie con valentía el mensaje de salvación y dé testimonio en todo el mundo de la resurrección de Jesucristo. Roguemos al Señor.
2. Para que la valentía y generosidad con la que san Jorge se entregó a la causa de Cristo anime a responder a los jóvenes que son llamados por el Señor para anunciar el evangelio. Roguemos al Señor.
3. Para que reine la concordia en nuestro pueblo, la prudencia, la justicia y la caridad en nuestros gobernantes y la paz duradera entre las naciones. Roguemos al Señor.
4. Para que san Jorge interceda por esta tierra nuestra, y por los que se acogen a su protección; para que, siendo como él imitadores de la pasión de Cristo, experimenten la fortaleza de Dios en la hora de la prueba y el gozo de la fidelidad al Evangelio. Roguemos al Señor.
5. Para que Dios, que ha querido que fuésemos mensajeros de la resurrección de Cristo, nos haga el don de vivir con el corazón puesto en las cosas del cielo.
Oh Dios, que fortaleces nuestra debilidad y que nos das cuanto necesitamos para permanecer unidos a Ti; escucha nuestras oraciones y haz que, a imitación de san Jorge, permanezcamos fieles a tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Penetrados del gozo de esta fiesta, hemos recibido, Señor, los dones del cielo; concédenos, te rogamos, a quienes anunciamos con este banquete divino la muerte de Cristo, participar con tus mártires en la gloria de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, que se alegre el pueblo cristiano porque glorificas a los miembros insignes de tu Hijo; y, pues devotamente celebra la fiesta de san Jorge, concédele participar de su suerte y gozar un día con él de tu gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuera de la Corona de Aragón:
Lunes de la IV semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio IV de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 23.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: En este día, nos hemos reunido para celebrar una vez más la Eucaristía con Jesús, que está vivo entre nosotros, pues, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; porque la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Preparémonos pues, hermanos, para celebrar esta Eucaristía, recordando y renovando, por medio de la aspersión del agua, el día en el que empezamos a formar parte de la comunidad cristiana: el día de nuestro bautismo.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh, Dios, luz perfecta de los santos, que nos has concedido celebrar en la tierra los sacramentos pascuales, haznos gozar eternamente de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Dios sigue cumpliendo su palabra a los hombres; por eso, confiados en sus promesas, acudimos confiadamente a Él.
1. Para que los obispos, sacerdotes, religiosos, catequistas y cuantos siguen una vocación específica en la Iglesia anuncien la palabra de Dios, apoyándola con sus obras. Roguemos al Señor.
2. Para que al Pueblo de Dios no le falten pastores que con generosidad y comprensión repartan el pan de la Palabra y el Cuerpo del Señor. Roguemos al Señor.
3. Para que los dirigentes políticos de nuestro país y de todos los países del mundo cumplan sus palabras y promesas, en orden al bien común de los ciudadanos. Roguemos al Señor.
4. Para que los pobres, los parados, los hambrientos puedan recobrar su fe en las palabras de la Iglesia, encontrando la debida acogida en todos nosotros. Roguemos al Señor.
5. Para que los que estamos aquí reunidos cumplamos con nuestras obras las promesas sacramentales del Bautismo y de nuestra vocación específica. Roguemos al Señor.
Acoge benigno, Padre santo, la súplicas de tu Iglesia, no permitas que nos apartemos de tu amor, y concédenos que tu Hijo haga de nosotros un solo rebaño bajo un solo pastor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Te pedimos, Señor, que extiendas tu brazo poderoso en defensa de tus hijos, y así, obedientes a tu voluntad de Padre, se sientan seguros bajo la protección de tu amor eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Martes 24 de abril:
Martes de la IV semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio V de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 24.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Nuevamente nos hemos reunido, hermanos, para celebrar la Eucaristía en este tiempo de Pascua, en la que con alegría y regocijo damos gloria a Dios, porque el Señor ha establecido su reinado. Y si en la noche de la Pascua, renovamos nuestro Bautismo, nuestra unión con Jesús resucitado, comencemos la Eucaristía renovándola de nuevo por medio de la aspersión con el agua, pidiendo a Dios que nos llene con su gracia y con su amor.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Al celebrar el misterio de la resurrección del Señor, te pedimos, Dios todopoderoso, que merezcamos recibir la alegría de nuestra redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, que con su poder nos creó y con su bondad nos ha salvado de la muerte, por la resurrección de su Hijo Jesucristo.
1. Para que conserve siempre libre de todo pecado y de todo error a la Iglesia, que ha purificado con la sangre de su Hijo. Roguemos al Señor.
2. Para que la voz del Espíritu resuene en el corazón de los jóvenes, y los ayude a dejar todo por anunciar el Reino de Dios. Roguemos al Señor.
3. Para que todas las naciones obtengan la paz, la justicia y la prosperidad temporal. Roguemos al Señor.
4. Para que todos los que padecen necesidad en el alma o en el cuerpo sientan el auxilio del Señor. Roguemos al Señor.
5. Para que Dios se digne bendecir nuestra parroquia y dar éxito a nuestros trabajos. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que restableces la santidad y amas la inocencia; escucha nuestras plegarias y encamina hacia Ti el corazón de tus fieles para que, cuantos han sido librados de las tinieblas de la infidelidad, no se aparten jamás de tu luz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Atiende, Señor, a las preces de tu familia y concede tu ayuda a quien la implora humildemente, para que fortalecido con los auxilios oportunos persevere en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles 25 de abril:
Miércoles de la IV semana de Pascua
San Marcos, evangelista. FIESTA
Color Rojo. Misa y lecturas propias (Leccionario IV). Gloria.
Prefacio II de los Santos Apóstoles. Plegaria Eucarística III.
Monición de entrada: Hermanos, al celebrar la fiesta del evangelista san Marcos, quien nos ha dejado el relato de la vida y la muerte de Jesucristo plasmado en uno de los cuatro evangelios, reafirmemos nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles y evangelistas. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios porque nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas vida y nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear.
Tú, que por medio de los apóstoles y evangelistas nos haces llegar tuBuena Noticia.
Tú, que resucitado de entre los muertos eres vida para todos los quete siguen.
Tú, que eres el Hijo de Dios hecho hombre.Gloria.
Colecta: Oh, Dios, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con la gracia de la predicación evangélica; concédenos aprovechar de tal modo sus enseñanzas que sigamos siempre con fidelidad las huellas de Cristo. Él, que vive y reina contigo.
Oración de los fieles: En la fiesta de san Marcos, evangelista, oremos a Dios Padre y pidámosle que el Evangelio de Jesucristo llegue a todos los hombres y sea motivo de esperanza y alegría para cuantos lo acojan.
1. Por la Iglesia; para que con espíritu misionero y en fidelidad a Jesucristo y a su Buena Noticia de salvación, anuncie su mensaje y haga nuevos discípulos en todo el mundo. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales; para que el Dios de misericordia, que escogió a san Marcos como evangelizador y evangelista, haga que numerosos jóvenes respondan a su llamada. Roguemos al Señor.
3. Por los que ejercen autoridad en el mundo; para que no rechacen el evangelio como norma de vida a seguir, y trabajar así con la mejor guía por la paz y la justicia en la sociedad. Roguemos al Señor.
4. Por los que en sus sufrimientos ven vacilar su fe, por los que están cansados, por los que viven en la indiferencia; para que en todos brille la luz de la verdad y experimenten el gozo de saberse amados por Dios. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros y por todos los cristianos; para que, con nuestras obras hechas con sinceridad de corazón, y con nuestro testimonio, anunciemos a los hombres que Jesucristo es nuestro Salvador.
Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has querido que las palabras y las obras maravillosas de tu Hijo quedaran consignadas en las palabras del Evangelio y llegasen a ser para la Iglesia luz resplandeciente y vida fecunda, escucha nuestra oración y haz que las enseñanzas de san Marcos den fruto abundante en nosotros y se transformen en semilla de gracia y de gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos santifique el don recibido de tu santo altar y nos fortalezca en la fe del Evangelio que san Marcos predicó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y Tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu continua protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves 26 de abril:
Jueves de la IV semana de Pascua
San Isidoro, obispo y doctor. FIESTA
Color blanco. Misa y lecturas propias (Leccionario IV). Aleluya.
Plegaria Eucarística III.
Monición de entrada: Hermanos, dispongámonos a festejar a San Isidoro de Sevilla, padre y pastor del pueblo de Dios y una de las glorias más insignes de la Iglesia de España, celebrando el Sacrificio Eucarístico; el mismo Sacrificio que San Isidoro ofreció por el bien del Pueblo de Dios y; para ello, comencemos poniéndonos en la presencia del Señor, y reconociéndonos pobres y débiles, pidámosle perdón por nuestros pecados.
Tú, fuente de toda sabiduría.
Tú, que haces de tus fieles la sal de la tierra y la luz del mundo.
Tú, que resucitado de entre los muertos eres vida para todos los que te siguen.
Gloria.
Colecta: Señor, Dios todopoderoso, tú elegiste a san Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia, para que fuese testimonio y fuente del humano saber; concédenos, por su intercesión, una búsqueda atenta y una aceptación generosa de tu eterna verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre, fuente y origen de toda sabiduría, que enriqueció a san Isidoro con la ciencia divina y le hizo gustar, vivir y testimoniar la verdad de Dios, y supliquémosle por todos los hombres y sus anhelos, sufrimientos y esperanzas.
1. Para que Dios derrame abundantemente su gracia sobre el Papa y sobre todos los pastores de la Iglesia, para que sean sus testigos ante el mundo. Roguemos al Señor.
2. Para que los jóvenes se dejen fascinar por Jesucristo, y se entreguen totalmente a Él en el ministerio sacerdotal, sirviendo a sus hermanos y trabajando por la Iglesia. Roguemos al Señor.
3. Para que quienes buscan la verdad la encuentren en la oración, la ciencia, la investigación, el arte, la vida política, social o cultural, se entreguen a ella con valentía y la pongan al servicio de todos los hombres del mundo. Roguemos al Señor.
4. Para que los enfermos, los que sufren y los que están tristes encuentren en la fe en Jesucristo el descanso y el consuelo que necesitan. Roguemos al Señor.
5. Para que san Isidoro, que resplandeció con santidad de vida, nos alcance la gracia de vivir en atenta escucha de la Palabra de Dios y de hacer siempre la voluntad divina. Roguemos al Señor.
Señor, Padre santo, que enriqueciste a tu iglesia con la vida y la doctrina de san Isidoro, obispo; escucha nuestras oraciones y haz que, buscando siempre tu verdad, vivamos cada día más unidos a Ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: A los que has alimentado con Cristo, pan de vida, ilumínalos, Señor, con las enseñanzas de Cristo, Maestro, para que en la fiesta de san Isidoro aprendan tu verdad y la hagan vida propia en la práctica del amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Señor, que se alegre el pueblo cristiano porque glorificas a los miembros insignes de tu Hijo; y, pues devotamente celebra la fiesta de san Isidoro, concédele participar de su suerte y gozar un día con él de tu gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Viernes 27 de abril:
Viernes de la IV semana de Pascua:
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya.
Prefacio III de Pascua. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 3.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Siempre que celebramos la Eucaristía, recordamos que con su Sangre, el Señor Jesús ha comprado para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y que ha hecho de ellos una dinastía sacerdotal que sirva a Dios. Comencemos, por tanto, la celebración de la Eucaristía recordando, por medio de la aspersión con el agua bendita, ese bautismo que nos hizo hijos de Dios y miembros de esa dinastía sacerdotal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, autor de nuestra libertad y salvación, escucha las súplicas de quienes te invocamos y, pues nos has salvado con la Sangre derramada de tu Hijo, haz que vivamos siempre por ti y en ti gocemos al encontrar la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Como hemos escuchado en el evangelio, Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y por Él vamos al Padre y por Él, el Padre nos escucha
1. Por la Iglesia de Dios, para que guarde siempre con amor la palabra que ha recibido de Cristo. Roguemos al Señor.
2. Por las comunidades cristianas; para que el Señor suscite en ellas nuevas vocaciones que le glorifiquen y a los que ya lo siguen, les conceda sentirse dichosos en su entrega. Roguemos al Señor.
3. Por la paz en el mundo, para que todos los intentos de pacificación tengan fruto y los más comprometidos en esta tarea no se cansen ni desfallezcan. Roguemos al Señor.
4. Por todos los difuntos; para que gocen de la vida eterna que es Cristo, y desde Él intercedan por la Iglesia y por el mundo. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros, para que la celebración de esta Eucaristía nos haga solidarios y abiertos a los demás, y sintamos en nuestro corazón la paz que Cristo nos ha dejado. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, que en Cristo nos revelaste el camino que lleva a la vida y la verdad que guía nuestra peregrinación a Ti; escucha nuestras oraciones, y haz que no dejemos nunca de creer en Ti y vivir con convicción y firmeza nuestra fe. Por Jesucristo nuestro Señor
Poscomunión: Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Señor, que tu pueblo reciba los frutos de tu generosa bendición para que, libre de todo pecado, logre alcanzar los bienes que desea. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sábado 28 de abril:
Sábado de la IV semana de Pascua
Color blanco. Misa y lecturas propias de feria. Aleluya. Prefacio V dePascua. Aleluya. Plegaria Eucarística II.
Oración sobre el pueblo nº 5.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: De nuevo nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía con esa alegría que viene como don del Resucitado, y con la paz que nos tiene que dar el tenerle presente en medio de nosotros. Ahora, al empezar la celebración de la Eucaristía, renovemos el recuerdo de aquel momento trascendental en el que por medio del agua del Bautismo nacimos a la vida nueva del Espíritu, recibiendo con fe la aspersión del agua bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Oh Dios, que en la solemnidad de la Pascua has dado al mundo los auxilios del cielo, continúa dispensando el perdón a tu Iglesia, para que lo realizado en el tiempo nos sirva para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Con la certeza de sabernos amados de Dios, le presentamos nuestras necesidades y las de todos los hombres.
1. Por el pueblo de Dios, por los religiosos y religiosas que manifiestan el amor de Cristo y de la Iglesia en los hospitales, en las escuelas y en las residencias de ancianos. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales, por la perseverancia de los seminaristas, por aquellos que dudan en su vocación. Roguemos al Señor.
3. Por los dirigentes de las naciones, por los profesionales del trabajo y de la sanidad, por los organismos internacionales que se ocupan de la ayuda a los que sufren y de la defensa de los derechos humanos. Roguemos al Señor.
4. Por los marginados de la sociedad, por cuantos sufren la pérdida de seres queridos, por cuantos han perdido la esperanza de una vida mejor. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros, por nuestros familiares, amigos y conocidos, por todos nuestros difuntos. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que en el Bautismo haces crecer a tu Iglesia con el nacimiento de nuevos hijos, haznos ser fieles a tu gracia y concede los bienes que necesitan aquellos por quienes te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre el pueblo: Ilumina, Señor, a tu familia para que, cumpliendo tu santa voluntad, pueda practicar siempre el bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Domingo 29 de abril:
DOMINGO V DE PASCUA
Color blanco. Misa y lecturas propias del V domingo de Pascua. Gloria. Aleluya.
Credo. Prefacio IV de Pascua. Plegaria Eucarística III.
Bendición solemne de Pascua.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: La celebración dominical de la Eucaristía es siempre un momento de encuentro con el Señor resucitado. Y si todos los domingos del año nos reunimos los cristianos, desde los orígenes de la Iglesia, para que el Señor nos haga vivir su vida y nos dé su fuerza para ser de verdad testigos fieles de su Evangelio; en estos domingos de Pascua nuestro encuentro tiene un valor y un sentido especial, más fuerte, más vivo, más intenso; porque estamos celebrando los días de la resurrección, los días del mundo transformado por la fidelidad de Jesús hasta la muerte, su fidelidad que vence para siempre todo mal, todo pecado, toda opresión y toda esclavitud.
Y si el día de nuestro bautismo recibimos la fuerza de Jesucristo y su vida nueva, ahora, al comienzo de la Eucaristía, recordamos este momento trascendental en nuestra vida con la aspersión del agua bautismal. Acojámosla con espíritu de conversión.
(Aspersión por toda la iglesia)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, lleva a su pleno cumplimiento en nosotros el Misterio pascual, para que, quienes, por tu bondad, han sido renovados en el santo bautismo, den frutos abundantes con tu ayuda y protección y lleguen a los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente al Señor, nuestro Dios, que resucitó a su Hijo Jesucristo de entre los muertos.
1. Por la Iglesia; para que, animada por el Espíritu Santo, progrese en la fidelidad a Cristo y a los hombres de nuestro tiempo y dé fruto abundante. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que Dios llame a muchos a su servicio, que se ocupen de la comunidad y no busquen ni permitan privilegios. Roguemos al Señor.
3. Por nuestros gobernantes; para que se esfuercen por garantizar la justicia, promover la paz y trabajar por el bienestar de todos. Roguemos al Señor.
4. Por los que se sienten fracasados, indefensos, incapaces de remediar ellos mismos sus males; para que encuentren la ayuda en la solidaridad de todos. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros; para que aprendamos a amarnos con obras y según verdad, y así permanezcamos unidos a Cristo, como los sarmientos a la vida, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que nos has unido a Cristo como sarmientos a la verdadera vid, escucha nuestra oración y danos tu Espíritu Santo, para que, amándonos los unos a los otros, demos frutos abundantes de santidad y de paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
Dios, Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, os alegre con sus bendiciones y os llene con los dones del Espíritu consolador.
Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique vuestros corazones de todo pecado y los ilumine con la efusión de su claridad.
Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había divido en diversidad de lenguas os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe, y así podáis pasar de la esperanza a la plena visión.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
Lunes 30 de abril:
Lunes de la V semana de Pascua:
Color blanco. Misa y lecturas de feria. Aleluya. Prefacio V de Pascua.
Plegaria Eucarística II. Oración sobre el pueblo nº 9.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua: Un día más, Jesús nos ha convocado de nuevo en torno a su mesa. Esto es la Pascua; que Él, Jesús, el crucificado, vive y nos acompaña, se hace presente en medio de nosotros y nos da su Espíritu. Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía, renovando por medio de la aspersión con el agua nuestra fe en el Señor Jesús; nuestra fe bautismal.
(Aspersión con el agua bendita, bien desde el presbiterio, o por el templo)
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Colecta: Te pedimos, Señor, que protejas siempre a tu familia con tu mano poderosa, para que, libre de toda maldad, en virtud de la resurrección e tu Hijo unigénito, consiga los dones del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos juntos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, vencedor del pecado y de la muerte.
1. Por el Papa y los obispos, maestros en la fe, asistidos por el Espíritu Santo, roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio ordenado; para que nunca falten quienes anuncien de por vida el mensaje cristiano, roguemos al Señor.
3. Por los que nos gobiernan, para que busquen siempre la justicia y el bien en sus pueblos, roguemos al Señor.
4. Por los enfermos, para que, experimentando en su cuerpo la pasión de Cristo, participen gozosos de la gloria de la resurrección. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros, que necesitamos madurar en la fe. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre, nuestras súplicas; bendice a tu Iglesia con la luz de la verdad y los dones de tu Espíritu Santo, para que guardando tu palabra sea transparencia de tu amor manifestado al mundo por medio de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Que tu pueblo, Señor, pueda alegrarse siempre de celebrar los misterios de su redención y de recibir continuamente sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.